ECONOMíA SOCIAL |
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Hasta el año 2017 el Bitcoin era el sueño dorado de los inversores en los mercados de riesgo, por mucho que los analistas ya veían que era una burbuja que no tardaría en pincharse, pero el valor de esta criptomoneda fue subiendo como la espuma mientras alentaba el nacimiento de cientos más. El valor del Bitcoin llegó hasta algo más de 20.000 dólares, muy por encima del precio que puede tener una acción de cualquier valor del IBEX 35, disparando la fiebre del supuesto nuevo oro, pero ya ha perdido gran parte de su valor y conducido a la ruina a más de un inversor ¿Qué ha pasado con las criptomonedas durante el último año para que por fin la burbuja se haya desinflado? El Bitcoin alcanzo su techo máximo el 17 de diciembre de 2017 cuando registró su máxima cotización, tan solo un año después los lógicos presagios se cumplían y al final de 2018 perdía el 74,50 por ciento de sus valor, llegando a 3.742,70 dólares, situándose este domingo 9 de febrero de 2019 en los 3.619 dólares. En tan solo 1 año ha perdido casi todo su valor, superando con creces el desastre del Nasdaq al cabo de 2 años tras la explosión de la burbuja de las “punto.com”. Dada su naturaleza “digital” la burbuja de las criptomonedas se ha ido desinflando a un ritmo tan rápido durante el 2018 como el que fue su crecimiento sin sorprender a la mayoría de analistas que preveían este desastre. Sin embargo las consecuencias económicas han sido mucho más limitadas, sobre todo a nivel personal de los inversores, como suele ocurrir en un modelo de estafa piramidal o en la súbita quiebra de una empresa. Evolución en valor y capitalización de mercado en el último año del Bitcoin / Coinmarketcap Aunque algunos oportunistas proclamaban que la demanda de las criptomonedas sería infinita ya que tenía una oferta limitada, pues solo se pueden emitir 21 billones de Bitcoins, terminando con el dinero tradicional, tal como lo entendemos hoy en día y sus mecánicas de emisión continúa de nueva moneda. Pero obviamente estaban equivocados (y lo sabían, por mucho que lo nieguen) la demanda no ha sido infinita y pocos fondos decidieron invertir arriesgando los ahorros de sus clientes en semejante “ilusión”, además el principio de “limitación” era sencillamente absurdo, pues al amparo de su éxito, la oferta tampoco ha sido limitada, porque han surgido muchísimas criptomonedas al mercado. Desde luego no ha logrado reemplazar el dinero con su gran volatilidad, superior al 60%, aunque gran parte de la publicidad de las criptomonedas radicaba en un enfrentamiento directo con las monedas tradicionales, la inflación, su supuesta volatilidad y falta de garantías, el Bitcoin ha demostrado ser el Rey de estas lacras frente al 3-4% de media de volatilidad del euro o del dólar estadounidense. El desplome de las criptomonedas comenzó con los intentos de regulación y a los frecuentes ataques a las plataformas de compraventa de criptomonedas, que comenzaban a acumular una rápida lista de fraudes y todo tipo de actuaciones de tono claramente delictivo. Así pues el valor de las principales criptomonedas por capitalización del mercado ha descendido en su intensidad, a principios de enero la capitalización del Bitcoin rondaba poco más de 65.000 millones de dólares frente a los 320.000 millones de dólares de hacía un año. La vertiginosa ascensión del Bitcoin ha supuesto que sea también la criptomoneda que más valor haya perdido, frente por ejemplo al Ethereum que alcanzó su máximo en enero de 2018 con 136.000 millones, pasando a algo más de 13.000 millones de dólares a comienzos de 2019. Ninguna moneda se ha librado de ser desenmascarada, el Ripple, que alcanzó su valor máximo también en enero de 2018 con 130.000 millones de dólares, se desplomaba a 14.000 millones de dólares, siendo también una de las criptomonedas que más valor han perdido. ¿Para qué sirven las advertencias? Desde finales de 2017 los reguladores de la Unión Europea y Estados Unidos, alertaron sobre el peligro que suponían estas criptomonedas para los inversores y trataron de establecer algún tipo de orden en estos mercado, tal intento por establecer un control y garantías resultó en desvelar la verdadera naturaleza de estas provocando un impacto directo sobre el valor de cotización que se desplomó directamente. En nuestro país tanto el Banco de España como la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) han alertado continuamente de los riesgos que suponía invertir y realizar operaciones con criptomonedas. El CEO de Coincheck, Koichiro Wada (izquierda) y el miembro de la junta directiva Yusuke Otsuka se enfrentan a los medios de comunicación en Tokio anunciando el 27 de enero de 2018 que el intercambio de criptomonedas perdió 58.000 millones de yens en monedas NEM virtuales en un ataque de hacking. KYODO Para empezar la naturaleza digital sin supervisión de ninguna institución a propició una escalada de hackeos que afectaron considerablemente al valor de las criptomonedas, tan solo a comienzos del año 2018, los robos ascendían a casi 1.100 millones de dólares, en un solo robo los inversores perdieron 553 millones de dólares cuando se robó a la operadora Coincheck, lo que provocó por si solo que el valor de Bitcoin se desplomara alrededor del 10% en tan solo unos días. Desde aquel momento había quedado claro para las autoridades de medio planeta que la necesidad de algún control resultaba indispensable lo que no evitó que el año terminara con el escándalo de Coinrail y la pérdida de unos 45 millones de dólares o la más reciente y absurda pérdida que hemos conocido de 126 millones de euros en la empresa QuadrigaCX por la sospechosa muerte de su CEO Gerald Cotten en la India que ha supuesto la desaparición del dinero de los inversores al no conocer nadie más la clave de acceso a las cuentas! Igualmente han advertido del limitado uso legal que se les puede dar, así, la Agencia Tributaria ha intervenido en las operaciones con criptomonedas de alrededor de 15,000 contribuyentes durante el anterior año, para evitar que liberaran del fisco sus beneficios por la compraventa de las criptomonedas, ya que dichas operaciones deben ser declaradas igual que si hablamos de compra o venta de valores convencionales. ¿El nuevo año trae una consolidación racional de las criptomonedas? La previsiones apuntan a que se podría haber superado la fuerte volatilidad y el valor se estabilizará entre los 2.000 y 5.000 dólares estadounidenses (en estos momentos ya se encuentra por debajo de los 4.000 dólares y no apunta a mejores expectativas) pero si se consigue organizar y regular el mercado acorde a unas leyes semejantes a los mercados tradicionales podría alcanzarse el equilibrio. Distribución de los pools de minería según Blockchain Luxembourg Aunque es seguro que surgirán nuevas criptomonedas, los criterios establecidos por los diferentes reguladores probablemente harán que ya no se dé esta alocada especulación que ha marcado el nacimiento de las criptomonedas Todo va a cambiar en los próximos meses, tanto es así que el valor del Bitcoin hoy en día ya es inferior al coste de producción para muchos centros de minería, lo que está provocando que algunos estén desconectando sus máquinas afortunadamente, sobre todo ahora que ya sabemos como el Bitcoin y otras monedas han supuesto un absoluto desastre energético y medioambiental. Su valor actual según varios analistas se encontraría por debajo de su valor de producción, así lo afirma por ejemplo JPMorgan, una de las empresas financieras más importantes del mundo, quien ha analizado la situación con un equipo capitaneado por Natasha Kaneva, lo que ha supuesto una situación de pérdidas para muchos productores, así que han comenzado a desconectar cientos de equipos para intentar mantener los beneficios. Hoy en día, el coste de producción de un bitcoin es descomunalmente superior al de hace unos años, cuando un simple ordenador permitía beneficios, sin embargo ahora el 71% de las grandes empresas de minería de Bitcoin se concentran en China donde son capaces de pagar muchos menos por la energía, con un coste estimado por Bitcoin alrededor de 2.400 dólares, debido a que consiguen energía por medios propios o a través de acuerdos con generadores de electricidad para consumir el superávit. La continuada tendencia negativa desde el otoño pasado cuando se encontraba todavía por encima de los 6.000 dólares, ha terminado por asfixiar a muchos productores, excepto aquellos que lograban energía a un coste realmente bajísimo. A medida que los productores menos eficientes vayan cesando su actividad, los que aguanten gracias a esa energía barata saldrán beneficiados, al obtener más bitcoins por el mismo coste. Con todo según JPMorgan, podría bajar el coste marginal del bitcoin hasta los 1.260 dólares, muy por debajo del valor actual. Según el informe de JPMorgan, incluso en escenarios extremos de crisis o recesión hay herramientas y medios menos complejos y peligrosos para realizar transacciones, inversiones o coberturas que las criptomonedas que han terminado por transformarse en un ejemplo de todo aquello que atacaban. Va a resultar difícil que con el tiempo cambie esta percepción, pero lo que es seguro es que la tecnología blockchain evolucionará de una manera u otra y aprenderemos a integrar las criptomonedas en nuestro sistema financiero desterrando para siempre los primeros sueños o pesadillas que supusieron estos tulipanes digitales que han terminado como una flor más del invernadero con nutrida descendencia. El Bitcoin era una idea tecnológica muy original que combinando redes de ordenadores, criptografía y software hacía posible crear una moneda virtual completamente distribuida, sin necesidad de una entidad central que la emitiera o controlara y por tanto resulta que la economía que hay detrás de esta moneda es la misma que la que hay detrás de cualquier otra como son la escasez y confianza. Las reglas habituales de la economía al final han dejado claro que todo lo que nos contaron los miles de medios que apostaron por esta entelequia se limitaba a la falsa confianza que ofrece el marketing y la codicia humana, capaz de engañarse a sí misma. Durante años las criptomonedas han sido un punto de referencia para oportunistas y estafadores, una buena escusa para aumentar la contaminación del planeta y un extraño ejemplo de la doctrina comunista, capaz de contener tres cuartas partes de esta fábrica de sueños entre sus fronteras mientras el resto del mundo alababa las maravillosas propiedades enriquecedoras de las criptomonedas paradójicamente nacidas para una economía más justa. Te puede interesar: Autor: Fátima Salazar C
Temas relacionados: Sociedad, Política Y Ciencias Sociales, Opinión, Sociedad, Economía social Fátima Salazar C. Reconocimientos y más información sobre la obra gráfica ADVERTENCIA: En este foro, no se admitirán por ninguna razón el lenguaje soez y las descalificaciones de ningún tipo. Se valorará ante todo la buena educación y el rigor sobre el tema a tratar, así que nos enorgullece reconocer que rechazaremos cualquier comentario fuera de lugar.
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