TECNOLOGÍA Y CIENCIA |
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Maurizio Pesce/FLICKR
En los últimos días se han escrito y publicado miles de artículos sobre los nuevos auriculares que se presentan junto al nuevo iPhone 7, se han creado innumerables polémicas, y al parecer, igual que en el fútbol, todo el mundo tiene una opinión clara del tema. Para variar nosotros no tenemos una idea tan clara, y tardaremos en tenerla hasta que pase el tiempo y los hayamos analizado a fondo, aunque no es esta la misión, de momento, de esta página, si no estudiar y reflexionar sobre las repercusiones de este puñetazo en la mesa de Apple. Los factores que intervendrán en el éxito o fracaso de estos auriculares están por ver, pero no hay duda que algo ha cambiado para siempre y eso sí es misión para analizar en esta página. Se han llegado a decir verdaderas barbaridades respecto a las consecuencias y comportamiento de Apple en todo esto, incluso denunciando que millones de auriculares con cable quedarán relegados a ser "basura electrónica" a causa de este lanzamiento y mezclar, como se ha hecho la palabra "obsolescencia" en todo esto, parece como menos temerario. Cada vez que una gran compañía, lanza un nuevo producto, las críticas interesadas de las compañías rivales, caen por doquier, al igual que las alabanzas ciegas de incondicionales (fanboys) y las barrabasadas sin sentido de todo aquel que disfruta insultando y criticando en las redes (haters). Todo ello mezclado en un maremagnun de bombardeos informativos del todo interesados. Pero lo que podemos sacar ya en claro de esto, es que cuando algo no es relevante, no se levanta una tormenta, y esto va camino de ser un huracán. ¿Y dónde está el vórtice? - La eliminación de la toma de auriculares, una maniobra muy arriesgada incluso para una empresa tan grande como Apple, si fuera un paso en falso, representaría para los de Cupertino, un paso hacia el abismo, lo que nos lleva a pensar en una decisión muy meditada.
3 Comentarios
Para contaros la historia de este cacharrito permitidme que me remonte un poco en el tiempo..
Todo empezó cuando fui a visitar a un amigo a su hotel pues acababa de llegar a mi ciudad y se hospedaba en dicho establecimiento, como el hotel en sí era de los caritos y quería quedar bien con mi colega y su novia me vestí de punta en blanco para darles una buena bienvenida a mi ciudad, y quedamos en el bar de aquel ostentoso garito. Cómo es normal en mí, llegué con casi media hora de antelación y pensé esperar en la puerta del hotel no fuera a ser que alguien me llamará la atención al descubrir mis humildes orígenes y cual escena de "Los Miserables", fuese expulsado al son de una preciosa y dramática musiquita, así me quedé plantado en la puerta como un macetero, hasta que al cabo de unos minutos se presentó en la puerta un cochazo de esos con muchos aritos Olímpicos, lunas tintadas, muy negro eso sí, para no destacar, - que ahora eso está mal visto-, de la puerta trasera salió un fulano vestido de impecable traje gris cortado a medida, con un iPhone en la mano y otro aparatito que no supe distinguir, al momento de bajar, sin ni siquiera despedirse del tío que llevaba el cochecito, saco uno de esos antiguos lapicitos de plástico tipo Nintendo y empezó a escribir sobre la pantallita de aquel artilugio bien protegido eso sí por una tapa similar al cuero, simulando un libro, entonces pensé yo, que el colega estaba escribiendo sobre algún tablet de Samsung o similar pero dado el reducido formato y aspecto sentí curiosidad ,el individuo en cuestión se dirigió al interior del hotel encarándose directamente hacia el bar, cosa que yo vi desde las cristaleras, así que sin pensármelo dos veces me decidí a seguirle, al fin y al cabo era mi propio destino, el caballero (creo que ya es hora de llamarlo así), ni corto ni perezoso, como si lo hiciera todos los días, se sentó en la barra del bar y pidió un caro whisky con hielo (- qué tópico pensé !), yo me limité a pedir un refresco con la esperanza de no salir de allí arruinado. Sentándome lo más cerca que pude de él, en la barra de preciosa madera barnizada, comencé a espiarle...
INESby/PIXABAY
El aparente avance de la tecnología parece imparable, y nos da la sensación de que todo está en constante renovación y que con tan solo unos pocos años, cualquier aparato electrónico ya es un dinosaurio en la era glacial a punto de extinguirse y pensamos en cambiarlo, (y eso, sin contar que el sólito no haya decidido jubilarse antes, por eso de la obsolescencia programada y esas cosas...) Últimamente han salido numerosos artículos sobre este tema en diversos medios en los cuales tratan el asunto comentándonos como, por ejemplo, en el caso de cacharritos como los teléfonos móviles, su periodo vital es todavía más limitado y es poco frecuente que superen los tres años de uso. Bueno si bien esto es cierto, y las necesidades de la industria nos obligan a un cambio constante, no por eso me resulta menos alucinante que modelos mucho más antiguos sigan en servicio y sean vitales para ciertas tareas. He pensado que sería una buena manera de hacerse una idea de que va esta página web, empezar por aquí, y hablar de estos dinosaurios que siguen dando la talla…(o no), y de los cuales, los medios se han hecho eco últimamente. |