CINE Y SERIES |
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 En la primera parte intentamos ser educados y correctos, pero ahora vamos en la segunda entrega con esas obras que directamente te gustan, las duras, las gamberras y las difíciles. Solo para auténticos amantes del género. Cuando hablamos de cine de culto, hablamos de pasiones, de originalidad y de profundidad o quizás de todo lo contrario, de sentarse delante de la pantalla y desconectar mientras disfrutamos como salvajes de lo que más nos gusta sin importar lo que piensen los demás y las malditas críticas… como esta. Martyrs (Pascal Laugier, 2008) 
Horizons /Canal+/Wild Bunch Hablando de críticas, comencemos por las bonitas joyas que eruditos del séptimo arte le han dedicado a nuestra primera película: "No hay un objetivo aparente más allá de mantener elevada la cantidad de ketchup" – Variety "Te sentirás en la necesidad de ducharte después de estar sentado frente a 'Martyrs', un ensayo engorroso sobre la tortura pornográfica”” - The Guardian "Estúpida de manera aplastante y misógina de manera repulsiva" - The New York Times "Realmente no necesitas ver esto…" – Telegraph La amas o la odias (quizás los dos sentimientos al mismo tiempo) pero aquí está por méritos propios, la primera de la lista. Para ser tan mala como cuentan, tuvo hasta su correspondiente remake anglosajón, francamente prescindible y ha dejado una estela difícil de olvidar dentro del cine más especial. ¿Por qué? Para empezar su desconcertante guion desarrollado en dos fases y que sin desvelar demasiado podríamos resumir en que un grupo de clase alta y muchos recursos, no solo económicos, secuestran y torturan hasta el límite de lo imaginable a mujeres jóvenes con un objetivo realmente alucinante que transciende el propio acto físico a un millón de años luz de todos los motivos vistos en la historia del cine y que es donde la cinta precisamente se vuelve más incómoda que repulsiva. La primera década del siglo XXI fue, entre otras, la del auge del cine extremo francés, películas que nos pusieron a prueba (sobre todo el estómago) con una insoportable violencia que recordaba al cine alemán más salvaje de los 90 pero está vez detrás de las cámaras había algo más que cuatro jóvenes y muchas latas de cerveza. Quizás la más radical representante de esta extraña época del cine galo sea Martyrs, así que si buscas golpear tu cerebro además de tu estómago con algo que no sea mucha sangre de mentiras, esta es tu película. Her (Spike Jonze, 2013) 
Annapurna / Warner Bros. En un futuro cercano reconocible por todos, Theodore, un escritor solitario que trabaja escribiendo cartas para otros y con un divorcio traumático de por medio, compra un nuevo sistema operativo para su teléfono y el ordenador. Su nombre es "Samantha" y está programado con un avanzado modelo de Inteligencia Artificial diseñado para satisfacer de una manera completamente empática todas las necesidades del usuario. "Samantha" es tan solo una voz dentro de sus equipos informáticos pero es sexy y divertida, aunque diligente en su trabajo, gestiona sus archivos, el correo, intenta aprender todo lo que puede de su usuario (que no propietario…) pero es a su vez compasiva y sabe escuchar, desarrollando poco a poco un estrecho vínculo a través de las mutuas confidencias que al poco tiempo terminarán en el enamoramiento. A partir de ese momento todo es nuevo… ¿qué ocurre cuando una persona se enamora de otra que en realidad nunca ha existido? La cinta de Spike Jonze, pese a que le valió el Oscar al mejor guión original, es la más desconocida de las estrenadas en los últimos años tratando el peliagudo tema de la vida artificial y completamente alejada de la pirotecnia, la acción y el virtuosismo de los efectos especiales, que casi obligatoriamente deben acompañar a estas películas, sin embargo es sin duda, una de las que aborda con más profundidad las consecuencias de la inteligencia artificial y además desde un prisma nada convencional: el romántico. Her trata la cuestión alejada del simplismo que ha caracterizado esta clase de obras cinematográficas, que no nos engañemos, llevan abordando el tema hace ya décadas, de hecho en 1984 se rodó la maravillosa comedia romántica Electric Dreams (Steve Barron) con una temática casi idéntica. La gran diferencia en el film de Spike Jonze consiste en la absoluta madurez con la que trata las cuestiones que abarca, como la soledad en un mundo híper-tecnológico, el proceso del enamoramiento o la conciencia del “yo” individual. Hay que destacar la notable interpretación vocal en la versión original de Scarlett Johansson tan entretenida y conmovedora que acabas enamorándote del personaje, aunque no sea más que una voz tratando de satisfacer los encantos y deseos de un amargado y solitario Joaquin Phoenix que borda su interpretación una vez más. La película se adapta muy bien a la realidad de un futuro cercano y no descartaría que algo similar suceda pronto (si es que ya no ha sucedido). The Human Centipede (Tom Six, 2009) 
Six Entertainment Probablemente de todas las películas de la lista esta puede que sea la única de la que has oído hablar, pero aunque es la típica película que todo el mundo aficionado al género comenta, es más que probable que no la hayas visto (y mucho menos sus secuelas). Es un film de culto capaz de llevar a niveles insospechados su placer por la repulsión y la arcada. Así que pese a las reticencias de quien escribe esto a incluir la película en el listado, era de obligatoria necesidad ceder a la realidad. La historia es realmente demencial: un siniestro cirujano alemán realmente enfermo y especializado en separar a gemelos siameses, sublimación hasta la caricatura de los psicópatas de cultura y gusto exquisito (hay que reconocer al menos, la extravagantemente y sádica interpretación de Dieter Laser como antológica) pretende crear un ciempiés humano uniendo los cuerpos de sus víctimas de un modo realmente desagradable, cosiendo las bocas con el sistema excretor y así conseguir que todas las partes de ese nuevo ente se mantengan con vida. Realmente la película no cuenta, ni mucho menos, con un exceso de hemoglobina o violencia explícita y sin embargo resulta difícil encontrar una cinta donde se nos muestre actos más terribles a sus víctimas que las depravadas intervenciones quirúrgicas de este individuo perverso. La cinta, rodada con unos escasos recursos, no padece ni hace notar su espartana producción en ningún momento, gracias a una inteligente planificación y la ya mencionada desmadrada interpretación de Dieter Laser que nos introduce perfectamente en la historia encarnando a uno de esos personajes capaces de generar en el espectador una infinita repulsión en cada uno de sus gestos o actos. Dead Snow / Zombis Nazis (Tommy Wirkola, 2009) 
Euforia / Barentsfilm /Yellow Bastard Un grupo de jóvenes snowboarders se van a pasar unas vacaciones geniales en la montaña: esquíes, motos de nieve, trineos y todas las hormonas y cerveza que se pueda imaginar… como siempre, solo que esta vez sufrirán el ataque de unos terribles e implacables zombis que en su día fueron soldados nazis ¿Qué más le puedes pedir a una película del género? Sin duda una de las combinaciones más gamberras que podían darse en una pantalla se dio de la mano en la película de Tommy Wirkola un loco divertimento lleno de excesos, tanto los cómicos como los terroríficos, repleta de mala uva, muertes creativas y un final digno del género que resucitó con dignidad el universo gore con ese humor negro y sangriento que parecía ya olvidado. La película no es una obra maestra, ni lo pretende, es sencillamente honesta en sus planteamientos y no engaña a nadie, pero por alguna razón si amas el género y la ves ya nunca la olvidas. Júntate con tus amigos, unas cervezas y una tonelada de palomitas y tendrás exactamente lo que esperas (lo cual, en los tiempos que corren ya es pedir demasiado). Holy Motors (Leos Carax, 2012) 
Arte France Cinéma / Canal+ Llegamos a la película más desquiciada de toda la lista donde hasta los coches hablan y se nos cuenta un día en la vida de un hombre solitario, cuya vida es un viaje por diferentes identidades. Mendigo, ejecutivo, padre de familia, son algunos de los personajes que adopta el protagonista, un asesino que se transforma para conseguir su objetivo, poder capturar a sus víctimas. Leos Carax, es uno de esos cineastas malditos por excelencia, expulsado del cine comercial tras el desastre económico de Los amantes del Pont-Neuf (1991), Carax regresó por todo lo alto en 2012, ganando la Palma de Oro del Festival de Cannes o los premios de mejor película y mejor director en el Festival de Cine de Sitges, gracias a esta alocada cinta donde su actor fetiche, Denis Lavant, interpreta a un personaje que es a la vez muchos personajes, en una especie de película dentro de otra película. Carax, deudor de la Nouvelle Vague, enfant terrible del cine francés de los 80 y 90, creador de grandes películas, ya legendarias como Boy Meets Girl (1984), Mala sangre (1986) o la ya citada Los amantes del Pont Neuf (1991) quedo varado tras su intento erótico en Pola X (1999). Su regreso, sin embargo con Holy Motors convulsionó a los más cinéfilos con su calculada excentricidad que nos provoca el asombro constante y la sensación de estar redescubriendo el cine escena tras escena. Paprika, detective de los sueños (Satoshi Kon, 2006) 
Madhouse / Sony Pictures Tremendo ejercicio surrealista, pocas películas a lo largo de la historia han sabido sumergirse tan bien en ese indefinido espacio que se vive entre el sueño y la vigilia, entre el pasado y la memoria, entre la realidad y la imaginación. Esta alucinada historia nos cuenta las aventuras del siquiatra Atsuko Chiba, el cual ha desarrollado un método de terapia revolucionario denominado "PT”, construyendo una máquina experimental gracias a la cual es posible introducirse en la mente de los pacientes y tratar sus ansiedades. Desafortunadamente uno de los modelos de PT será robado del laboratorio del Dr. Atsuko y comenzará a utilizarse para invadir las mentes de sus creadores, destruyendo sus personalidades mientras duermen Su director, Satoshi Kon, está considerado por muchos como un maestro de la animación, demostrando que es una fuente de ideas inagotable, partiendo de toda una serie de premisas más que curiosas que desarrolla prescindiendo de los tópicos del anime, sin importarle usarlos en cualquier momento con cierto valor irónico si le apetece. Lejos de plagiar a otros autores Satoshi se ha esforzado sinceramente por tratar de una nueva manera original y coherente la representación de los sueños, siguiendo con fidelidad extrema la lógica de la realidad onírica, trabajando con inteligencia aspectos como el orden que siguen las transiciones en los sueños, la forma absurda y a su vez lógica de hablar, la destrucción de la lógica espacial, el cambio constante de aspecto, o el traslado automático de un lugar a otro, elementos que normalmente los directores suelen eludir para mantener una cohesión narrativa dentro del mundo de los sueños. Pese a lo explicado Paprika no es una película confusa de seguir, finalizamos el visionado comprendiendo perfectamente la historia, lo que hace dada la dificultad narrativa que tenga incluso más mérito. Sencillamente una cinta de animación maravillosa. Primer (Shane Carruth, 2004) 
Notro, Carruth, Filmax Terminamos el recorrido en presencia de una de las mejores películas de viajes en el tiempo que jamás se han rodado y una de mis favoritas así que voy a tratarla con un mimo especial. Rodada hace ya más de una década, resulta la más antigua de la misma y se encuentra justo en esa delgada línea donde las series de televisión comenzaron a despuntar a través de grandes guiones y propuestas innovadoras, así que sin duda este film es el ideal para cerrar esta lista chorra de hoy por todo lo alto. Si no eres un experto en Física Cuántica, probablemente no comprendas casi nada la primera vez que la veas y si alguien que conoces te dice tras su visionado inicial, que la entiende perfectamente…tranquilo, no te sientas un idiota, sencillamente te está mintiendo o tu amigo es el agraciado poseedor de un premio Nobel. Intentar contar el guion de la película en unas pocas líneas es sencillamente imposible, podemos decir que trata sobre cuatro ingenieros que trabajan para una gran corporación durante el día y que cuando acaban su jornada, tienen un pequeño negocio donde construyen pequeños dispositivos electrónicos. Con lo que ganan, el grupo financia proyectos con los que esperan obtener la atención de algunos inversores. Así que comienzan a trabajar en una máquina que reduce el peso de cualquier objeto. El dispositivo resulta que funciona a la perfección, pero ¡sorpresa! tiene un efecto secundario inesperado: descubren que han creado accidentalmente una máquina del tiempo. 
Notro, Carruth, Filmax Tras construir un prototipo lo suficientemente grande para albergar una persona, lo usaran para viajar en el tiempo, provocando un complejísimo entramado de viajes temporales, donde nuestro cerebro será puesto a prueba en un gigantesco puzle donde los implicados usarán las máquinas para aprovecharse del mercado de acciones, se cruzarán con ellos mismos, se engañarán, intentarán detener a un loco con una escopeta, destruir la propia máquina o sufrir los efectos fisiológicos negativos de un viaje en el tiempo. Una de las cuestiones que más sorprende de esta película de perfecta factura es el increíble resultado para una película filmada durante cinco semanas con un presupuesto de solo 7.000 dólares donde el equipo de producción consistió únicamente en 5 personas. Shane Carruth no sólo escribió y dirigió la película, sino que se encargo el solito de la edición, el montaje y la composición musical. Por si fuera poco, también protagonizó el filme como Aaron y para ahorrar muchos de los personajes fueron interpretados por familiares y amigos. El bajísimo presupuesto obligó a rodar con película de 16 mm, planificando cuidadosamente cada escena en un storyboard para evitar desperdiciar una sola toma y eso se nota en el resultado, resulta imposible apreciar la precariedad del presupuesto a la vez que transforma su contemplación en un complejo cuadro en movimiento de increíbles diálogos. Además para conseguir darle una apariencia distintiva al filme y poder eludir un pobre resultado en su ajustado presupuesto Carruth usó con mucha inteligencia toda una serie de trucos como iluminación fluorescente, temperaturas de color no neutrales, película de alta velocidad o filtros, que le otorgaron su carismático aspecto. Tras las citadas cinco semanas de rodaje, Carruth pasó la friolera de dos años post produciendo la película, el propio director ha dicho en varias ocasiones que la experiencia fue tan dura que casi abandonó varias veces la película. Por suerte para todos continuó, obsequiándonos con una película única, a su vez exasperante y fascinante que una vez más amarás u odiarás con todo tu corazón. Candela Fuentes S. Temas relacionados: Listas Chorras, Películas, Candela Fuentes S. Reconocimientos y más información sobre la obra gráfica ADVERTENCIA: En este foro, no se admitirán por ninguna razón el lenguaje soez y las descalificaciones de ningún tipo. Se valorará ante todo la buena educación y el rigor sobre el tema a tratar, así que nos enorgullece reconocer que rechazaremos cualquier comentario fuera de lugar.
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