MODA Y SUPERVIVENCIA |
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Supervivencia con calor extremo. Una guía REAL - 1era parte: Biología, fisiología y metabolismo.26/6/2017 Tras las tristes noticias de los últimos días, incluido el reciente incendio de Doñana, el terrible incendio de Portugal con más de 60 fallecidos, las altas temperaturas que han azotado España con el record de 44,5ºC en Córdoba o la desalentadora noticia del abandono de EEUU del acuerdo de París por razones políticas aún reciente y dadas las fechas en las que nos encontramos, hemos decidido adelantar el capítulo dedicado a este apartado de la supervivencia, compuesto de tres partes: Biología, Medidas de actuación e Incendios. Incluyendo una guía final en .PDF con todo el material aportado en cada parte, para poder ser consultado en cualquier momento. Creemos que es un buen momento para que comprendáis la importancia y suerte que tenemos de disfrutar de un planeta excepcional para la vida y la irresponsabilidad patente que día a día vemos en las políticas medioambientales de todo el mundo, sin comprender ni hacer frente de una forma valiente a las desastrosas consecuencias de no cuidar nuestro entorno. Como es nuestra decisión desde que comenzamos, no vamos a realizar comentarios de carácter político de ningún signo, sencillamente hemos considerado nuestro deber moral adelantar este artículo como pequeño granito de arena que sirva desde un prisma muy poco habitual, como homenaje a todos esos seres humanos que luchan, padecen y a veces mueren por la desidia e intereses particulares de sus semejantes y que sirva para comprender un poco mejor como estamos arruinando todo este maravilloso mundo inundados de noticias terribles que provocan que ya ni nos demos cuenta. Si buscáis por Internet guías para sobrevivir en situaciones de temperatura extrema o los límites reales del cuerpo humano a las altas temperaturas, voy a ser muy sincero: Estáis perdiendo el tiempo. Es un tema complejo y delicado muy difícil de abordar. La verdad… Probablemente acabéis muertos si os enfrentáis a una situación real. Afrontar un incendio supone conocer no solo las reglas del fuego, si no las tuyas propias, si el calor nos afecta en nuestro juicio, quedar envueltos por el humo o las llamas puede ser cosa de segundos. skeeze Es duro que hable así, pero no voy a jugar con este tema, a lo largo de mi vida me he enfrentado a muy diversas situaciones que han puesto en riesgo mi vida, de las cuales desafortunadamente, no siempre he salido muy bien parado, pero que me han dado valiosas lecciones mas allá de mi estricta formación, además para esta guía y dado lo delicado del tema, he intentado consultar más fuentes de lo habitual, comparar experiencias e intentar ser lo más claro posible, a mi entender este es uno de los escenarios más terroríficos y peligrosos que la naturaleza nos ofrece, pero unido a las causas que nos lleven a terminar enfrentándonos a unas condiciones de temperatura alta extrema, como pueden ser los accidentes y las catástrofes, se convierte en una trampa mortal, mucho más difícil de sortear que cualquier otra adversidad climatológica. Tanto mi experiencia como la de todos a quienes he consultado me llevan a ser especialmente cuidadoso a la hora de hablar de este particular. Ésta no va a ser una guía sobre cómo aguantar unos cuantos grados en la gran ciudad bebiendo un poco más de agua bajo una sombrilla o truquitos para no acabar tostados como cangrejos en la playa. No, ni mucho menos, aquí vamos a hablar sobre lo que significa enfrentarse de verdad a altas temperaturas en la naturaleza, cosa que probablemente siempre ocurra por razones de fuerza mayor y en menor proporción por desconocimiento o por imprudencia, hablo por tanto de accidentes, desastres de todo tipo como incendios o conflictos armados. También vamos a estudiar la respuesta de nuestro cuerpo y cómo funciona, aprovechando para introduciros un poco más en los conocimientos básicos que debéis tener sobre biología o medicina para vuestra formación en técnicas de supervivencia y deportes de riesgo. En situaciones de calor extremo, el agua es la piedra angular para la supervivencia, disponer de suficiente o poder obtener el suministro necesario a tiempo será vital, el número de variables puede que incluso sea menor que en otros casos,(salvo en incendios, claro) pero sin duda, casi todo girará en torno a la hidratación y su capacidad para reducir la temperatura, conocer los mecanismos biológicos y los “plazos” cuando escasea será indispensable. publicdomainpictures Durante gran parte de mi vida me consideré una persona bien preparada, lista para enfrentarme a cualquier adversidad por dura que esta fuera y bueno, mi formación física, adiestramiento y educación siempre estuvieron a la altura de las circunstancias hasta que me tuve que enfrentar al calor puro y la deshidratación severa, fue entonces y solo entonces cuando realmente comprendí mi verdadera fragilidad, descubrí que a veces la mejor preparación y los mejores equipos sencillamente son inútiles si dejamos inconscientemente que el destino nos alcance. Un último detalle que quiero que quede muy claro en la mente de todos los que leáis esto y penséis que os capacita un poco mejor para enfrentaros a esta clase de situaciones: todos vamos a morir algún día pero el calor, el fuego y la sed son uno de los tríos más angustiosos, espantosos y aterradores para abandonar este mundo, así que sed muy prudentes con vuestras decisiones e informaros y formaros todo lo que podáis al máximo de fuentes honestas y acreditadas, así como de profesionales capacitados, antes de embarcaros en cualquier aventura que pueda suponer un potencial riesgo, aunque sea mínimo para vuestra vida. Lo primero: ¿Cuánto puede soportar un ser humano? Aunque parezca mentira, a estas alturas la pregunta es muy complicada de responder porque depende de muchísimos factores, y es muy difícil encontrar documentación y literatura al respecto, en Internet el panorama es sencillamente desolador, nada significativo a no ser que profundicemos muchísimo en investigaciones médicas y análisis forenses. Casi todos los resultados están relacionados con accidentes o anécdotas sensacionalistas más destinadas a excitar una audiencia morbosa asociados a los efectos de la hipertermia (temperatura corporal elevada) o el efecto de las quemaduras. Resulta difícil para un ciudadano de a pie investigar en las temperaturas ambientales extremadamente altas, así que intentaré poner algo de luz. El porcentaje de agua en un ser vivo es elevadísimo, desafortunadamente carecemos de medios para almacenarla y una pérdida relativamente escasa puede ponernos en apuros, a medida alcanzamos edades más respetables el problema se incrementa, siendo un problema común en ancianos. Para empezar a tratar como el cuerpo humano se ve influido por el calor debemos considerar que la temperatura no es la única variable de la ecuación, también es muy importante la humedad, la calidad del aire que respiremos o nuestro estado físico, incluso podemos llegar a hablar de la raza, la habituación y la localización geográfica, depende mucho de cómo vamos vestidos o incluso la clase de medidas momentáneas que adoptamos para contrarrestar esa elevada temperatura o el escenario concreto que nos lleve a esa situación: este punto es muy especial, no es lo mismo enfrentarse a 45ºC en mitad de un desierto tranquilamente por una avería en un vehículo que en mitad de una situación de combate, al quedar atrapados en una emboscada, el comportamiento del cuerpo puede llegar a ser completamente diferente. Ya llegaremos… 37ºC e hidratación: puntos de partida Los seres humanos tenemos normalmente una temperatura corporal de 37ºC, los occidentales solemos sentirnos cómodos en temperaturas que nunca superen el 80% de este valor, es decir hasta 30ºC y lo normal es que la franja de máximo confort no supere del 65% al 70% de dicha cifra corporal, o sea unos 24º a 26ºC de media según zonas, sin embargo este porcentaje se supera con facilidad en África o la India, situándose incluso entorno al 95% o el 100% de este valor, como puede ser el caso de ciertas razas nómadas habituadas a vivir en climas desérticos y que pueden encontrar completamente agradable una temperatura exterior de 37ºC. En situación de reposo una persona prototípica que habite en Europa o Estados Unidos de media comenzará a desarrollar de forma automática mecanismos para enfriarse a partir de 30ºC: sudará, es decir, el cuerpo produce sudor para evaporar el agua que lo compone y gastar energía en el proceso, o sea liberar calor... pero la cosa no es tan sencilla, si sudamos, pero solo nos enfriamos cuando este sudor se evapora, lo cual ocurre con facilidad si hablamos de una humedad ambiental baja, de lo contrario tardará mucho más en evaporarse y durante el proceso sentiremos mucho más calor. Cuando esta humedad alcanza cotas muy elevadas como en las zonas tropicales, cerca del mar o tras una lluvia repentina, podemos llegar a sentir un calor intenso causado por esa saturación pese a que la temperatura sea bastante más baja, es lo que muchas veces llamamos sensación térmica. En el deporte la hidratación es un punto clave ya que el ejercicio provoca directamente una elevación de la temperatura y aumento de la sudoración, la práctica del deporte con temperaturas elevadas es una causa común de desagradables sorpresas, accidentes, visitas al hospital e incluso fallecimientos repentinos durante épocas estivales a causa de la práctica ocasional o no tan ocasional por parte de personas no habituadas al ejercicio que deciden aprovechar los períodos vacacionales para ponerse en forma y reducir el peso, pero que desconocen los riesgos reales de realizar ejercicio sin una hidratación adecuada. Fgmsp-PIXABAY Además el sudor tiene una seria contrapartida, cuando sudamos perdemos agua y si no la reponemos sufrimos el riesgo de deshidratarnos. Si continuamos sudando y la temperatura no desciende, el cuerpo responderá sudando mucho más todavía agravando el riesgo de deshidratación. Los síntomas de la deshidratación leve son claros y conocidos: sequedad en la boca, mareos, dolor de cabeza. Se pueden prevenir y combatir con facilidad antes de que lleguen con una hidratación regular y adecuada, si no somos precavidos, incluso una deshidratación no demasiado severa, en temperaturas no excesivamente extremas, si afecta a personas mayores o con algún problema de salud puede degenerar incluso en desmayos, paro cardíaco e incluso la muerte. El proceso es más rápido y silencioso de lo que parece, incluso en situaciones no demasiado extremas donde de manera inconsciente podemos llegar a bajar la guardia. Aunque no es el tema concreto a tratar en esta guía, bueno es recordarlo. Llegando a los límites Cuando ya dejamos los “rangos agradables” es cuando la cosa más se complica a la hora de asignar la franja soportable, de media aceptamos que esa franja alcanza hasta los 40ºC mientras los niveles de líquidos estén controlados en personas saludables, como he comentado anteriormente esta franja varía mucho entre continentes, razas y hábitos de adaptación, así pues los problemas de deshidratación surgen a partir de los 30º pero en muchos habitantes de África o la India estos rangos de resistencia a la deshidratación pueden incluso llegar perfectamente a los 40ºC. Existen contadas excepciones a estas cifras, como es el caso de los beduinos, capaces de soportar sin problemas temperaturas superiores a los 45ºC debido a su forma de vestir, alimentación y condiciones físicas, idóneas para la vida en zonas desérticas y que muchas veces los occidentales descartamos por considerarlas erróneamente contradictorias para combatir el calor extremo. En algunos lugares del mundo, la población ha llegado con el paso del tiempo a evolucionar y adaptarse mucho mejor a las altas temperaturas, los beduinos: árabes nómadas que habitan en los desiertos de Arabia Saudita, Siria, Jordania, Irak e Israel aunque son originarios de la península arábiga, en el siglo VII, con las conquistas árabes, se expandieron por el norte de África (Egipto, Argelia, Libia, Malí, Túnez, Marruecos), son el claro ejemplo de esta capacidad de adaptación extrema , tanto a nivel físico como “tecnológico”. Su economía se fundamenta en la cría de ganado y organizan su vida alrededor de esta actividad. Se desplazan constantemente en busca de agua y pastos. Su hogar son las tiendas bajas, de forma rectangular, hechas con pelo de camello o de cabra, para soportar el calor extremo del desierto, utilizan ropa ligera, túnicas que permiten la circulación del aire y libertad de movimiento, proporcionando protección contra el sol y la arena. Sus vestidos se diseñan para cubrir el cuerpo entero salvo la cara, manos y pies, al llevar ropa, se aumenta la retención de los líquidos corporales (dificultando la evaporación del sudor, que queda retenido con la ayuda de las prendas) al funcionar como aislante interponiéndose entre el calor del ambiente y el cuerpo mismo. Paradójicamente al caer la noche en el desierto, la temperatura desciende de una manera abrupta, demostrando que la cantidad de ropa extra es también un beneficio. WIKIMEDIA - wdwwolfang Lo cierto es que sea como fuere existe una cifra donde comienzan a ponerse feas las cosas para todo el mundo: 41ºC ¿Por qué? –La respuesta es sencilla: Las células humanas comienzan a morir. Este es el punto crítico para nuestro organismo, la temperatura corporal por tanto limita su rango operativo a tan sólo unos escasos 5ºC a partir de los cuales los daños van a ser más que significativos, y lo que es peor, tan solo elevando 3º C nuestra temperatura corporal provocará que tanto nuestras funciones físicas como intelectuales se vean seriamente comprometidas llevándonos, como comentaré más adelante a decisiones y actos potencialmente mortales. 50ºC Muerte anunciada Con una temperatura exterior de 45ºC cualquier ser humano normal comenzará a tener problemas, no importa su raza o preparación, sin protección adecuada comienzan a producirse diversas heridas y quemaduras, realizar tareas sencillas comienza a ser un problema en periodos prolongados, aunque se considera todavía un punto límite, a partir de aquí según nuestra resistencia y preparación podremos aguantar un tiempo variable hasta llegar a los 55ºC, punto donde las personas más habituadas y preparadas tienen su límite de resistencia, contando además una humedad normal. A 55º una persona con buena salud, incluso habituada a las altas temperaturas, sencillamente no será capaz de pensar o realizar una actividad adecuada más de unos minutos y si realiza una actividad elevada el riesgo de desmayo o incluso de colapso puede ser inminente si no se reduce. A 60ºC todo acaba rápidamente, se considera normalmente el límite de la resistencia humana, una persona normal apenas conseguirá sobrevivir diez minutos aproximadamente, por encima de esta temperatura solo podremos aguantar unos segundos hasta finalmente llegar a los 70ºC, donde sin una protección especial encontraremos la muerte rápidamente, tan solo llegar a estar expuestos a esa temperatura unos momentos puede suponernos graves heridas o consecuencias a muy corto plazo, incluso si no tenemos que continuar en unas condiciones extremas. La sauna usada de manera correcta no tiene porqué suponer ningún problema para la salud y de hecho aporta múltiples beneficios para el bienestar con un uso responsable, sin llegar a los extremos absurdos que hemos contado, realmente la sauna tiene dos grandes ramas completamente diferentes: “Sauna húmeda o baño turco”, que es un baño de vapor caliente que oscila sobre los 55 °C con una humedad relativa que ronda el 100%, es un sistema de salas de calor a diferentes temperaturas: tres salas que se escalonan en su temperatura, la primera está a unos 25 °C, la segunda 40 °C y la tercera a casi 60 °C. Se combinan calor seco y calor húmedo, con frío y masajes. “Sauna seca o finlandesa”, muy habitual en Escandinavia, donde la temperatura en el interior llega a 70-100 °C y la desnudez es natural y casi obligatoria. El interior de las saunas secas está revestido de madera y las cabinas de sauna están calentadas por leña o electricidad. kathrina5-PIXABAY Resulta difícil encontrar ejemplos de un límite real, que parecen contradecir todo lo explicado hasta el momento (pero solo lo parecen), el primero con cierta fiabilidad lo encontramos hace 200 años y hace referencia al físico y químico inglés Sir Charles Brian Blagden (1748 – 1820) entonces secretario de la Royal Society. Como se relata en Experiments and Observations in an Heated Room, en Philosophical Transactions. vol 65 (1775), junto a unos colegas entró en una habitación a 260º F (126º C) grados y permaneció por un período de 45 minutos según el relato, al que llevaron, según también cuentan un filete que terminó cocinado al salir, sin embargo un perro que mantuvieron junto a ellos en una canasta para evitar que sus patas se quemaran no falleció, cosa que resulta bastante sorprendente dadas las características biológico-fisiológicas de los canes. Con este arriesgado experimento, a una temperatura realmente cuestionable con los métodos empíricos actuales, mostró que tanto el hombre como el perro que llevaron podían mantenerse a una temperatura relativamente aceptable, inferior a la ambiental en condiciones de calor excesivo, demostrando algo muy importante para nuestro organismo y como regula la temperatura: que la disipación de calor depende de la evaporación de agua. Posiblemente la temperatura o el tiempo de exposición no fueron medidos con demasiado rigor… de ser cierto, pero hay que recordar que hablamos de un individuo sano, quieto para no aumentar el aporte energético, que precisamente estaba interesado en demostrar la importancia del agua para reducir el impacto térmico y como actuaba como elemento regulador. Las personas que habitualmente se exponen a temperaturas elevadísimas (aficionados a la sauna, tribus nómadas del desierto, bomberos…) son personas que han ido desarrollando una preparación y adaptación para soportar estas temperaturas por periodos muy cortos de manera excepcional y que solo representa ejemplos límite dentro de los valores lógicos. Pero probablemente el más constatable, ejemplar y absurdo de todos estos casos está fechado en agosto de 2010, correspondería al malogrado “deportista” ruso Vladimir Ladyzhensky, aspirante a arrebatar el título al campeón del mundo de sauna, el finlandés Timo Kaukonen, Ladyzhensky que sufrió un colapso tras seis minutos de estancia en la cabina a una temperatura de 110 grados centígrados durante una de estas alocadas competiciones, aunque se sospecha que la temperatura real superó la que marcaban los termostatos. Temperaturas ambientales extremas: El límite en la naturaleza 56.7ºC Por suerte para nosotros rara vez se superan temperaturas de más de 45ºC en la superficie de nuestro planeta, hace falta muy poco tiempo por encima de esas temperaturas para que los resultados sean devastadores. Si viajamos un poco en el tiempo existe un límite comprobado: 56.7ºC, esta es la temperatura que se alcanzó en Greenland Ranch, en el californiano Valle de la Muerte (Estados Unidos) el 10 de Julio de 1913, provocando la muerte a varias decenas de personas. Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), esta fecha ha sido el momento de la historia donde más calor se concentró en una sola jornada. En España no hay que retroceder tanto con los registros históricos, los datos oficiales nos informan de 47,2ºC en Murcia el 4 de Julio 1994 y de 46,6ºC en Córdoba y Jaén durante la ola de calor del año 1995 y por último y en tercer lugar, tenemos los 46,0ºC que Jaén registró el 8 de julio del año 1939, este valor por cierto es más alto de lo que pueda parecer, puesto que el observatorio meteorológico situado en la capital jienense está situado a una altitud superior a los 500 metros sobre el nivel del mar, mientras que los respectivos observatorios de Murcia, Córdoba y Sevilla todos ellos están situados por debajo de los 100 metros sobre el nivel del mar. “El Valle de la Muerte” (Death Valley) es un parque nacional de los Estados Unidos localizado al este de Sierra Nevada, estado de California, aunque también se extiende en una pequeña parte en el estado de Nevada. Ocupa una superficie de 13 518 km². Ostenta el record del mundo de calor con 56.7ºC en la zona de “Badwater” que es el punto más bajo del Valle de la Muerte, situado a 85,5 m por debajo del nivel del mar. Curiosamente otro supuesto récord de 58ºC datado en 2006 no ha sido de momento reconocido por la World Meteorological Organization (OMM). WIKIMEDIA Cada vez que una ola de calor se cierne sobre un lugar los resultados son terribles, llegando a alcanzarse incluso miles de muertes, en la famosa ola de calor del año 2003 que azotó Europa se calcula que fallecieron más de 40.000 personas, si se produjera tan solo una leve alteración de unos pocos grados en el clima global, las consecuencias que provocarían estas olas de calor serían sencillamente incalculables. Deshidratación, la clave de todo Sin duda es el principal enemigo al que se enfrentará el cuerpo cuando nos encontremos frente a una temperatura extrema, aunque habitualmente el término deshidratación se refiere solo a la pérdida de agua, en la práctica médica también llamado de Contracción o Depleción de Volumen del Líquido Extracelular es un cuadro clínico un poco más complejo resultante tanto de la pérdida de agua como de sodio por parte del organismo y las características de la pérdida del líquido, o sea, proporción entre ambos y el volumen determinaran el tipo de deshidratación y la manera de actuar, esto último es un punto que muchas veces no se tiene en cuenta a la hora de actuar y su desconocimiento es muy grave en situaciones de riesgo extremo. Aunque dependemos del agua, nuestro organismo no es capaz de almacenarla, lo que implica que debe ingerirla regularmente a lo largo del día, suele ingerirse en cantidad inferior a la recomendada por la mayoría de los individuos, lo que hace que muchas personas presenten un cierto grado de deshidratación que perjudica su salud a la larga, aunque no suele representar un riesgo inminente en condiciones normales de vida, pero es un grave problema de salud (potencialmente mortal) que aparece cuando la excreción de líquidos excede su consumo y además favorece la elevación de la temperatura corporal (recordemos de nuevo que las células mueren a partir de los 41ºC). El movimiento y el ejercicio aumentan el riesgo de deshidratación, especialmente si se comienza el ejercicio ya mal hidratado, máxime en condiciones de mucho calor. Otros factores como una gran altitud haber tenido diarrea, vómitos o sencillamente no estar habituados a realizar ejercicio con calor de forma regular agravan dicho riesgo. El sudor es producido generalmente como un medio de refrigeración corporal conocido como “transpiración” o médicamente, cuando es excesiva como “diaforesis”. El sudor también puede ser causado por una respuesta física a la estimulación y el miedo, ya que estos estímulos aumentan la excitación que el sistema nervioso simpático ejerce sobre las glándulas sudoríparas. El mecanismo es realmente efectivo, a la hora de disipar el exceso de calor corporal y enfriarnos pudiendo llegar nuestro organismo a evaporar 2 o 3 litros en una hora incluso más, una cantidad de energía muy considerable. Minghong Para entender los tipos de deshidratación debemos comprender que es importante destacar la rapidez de la pérdida tanto de líquido como de electrolitos, no es lo mismo por ejemplo enfrentarse en un desierto a una larga y lenta travesía forzada por algún accidente, donde deberemos llegar a un objetivo final o punto de supervivencia donde encontrar agua y un refugio fresco hasta ser rescatados, que una situación que nos obligue a actuar de manera rápida, realizando un fuerte ejercicio como pueda ser el caso de un incendio, un enfrentamiento armado o tener que escapar de un desastre inminente, pese a que las condiciones climáticas sean similares, no nuestro método de actuación. La deshidratación comprende tres tipos (descripción básica): Deshidratación isotónica, también llamada contracción de volumen isotónica o depleción de volumen isotónica) Perdemos cantidades proporcionales de agua y sodio (130 mmol /L < Na < 150 mmol/L), la pérdida de agua es similar a la de solutos. Hay una disminución de volumen, pero sin cambios de composición. Deshidratación hipertónica, también llamada contracción de volumen hipertónica o depleción de volumen hipertónica. La pérdida de agua libre es mayor que la de solutos, perdemos proporcionalmente mayor cantidad de agua que de sales (Na > 150 mmol/L) Deshidratación hipotónica, contracción de volumen hipotónica o depleción real de sodio o depleción de volumen hipotónica Perdemos proporcionalmente más cantidad de sales que agua (Na < 130 mmol/L), o sea se pierde más sodio que agua. La Bomba Sodio-Potasio Este término que suena tan explosivo es sin duda algo muy importante para poder comprender los tres tipos de deshidratación (luego los explicamos más a fondo), los mecanismos celulares o sencillamente la vida. La bomba de sodio potasio es un intercambiador de iones presente en todas las membranas celulares de los seres vivos, su función es imprescindible para la vida, pasa los iones de sodio (Na+) a un lado de la membrana y mueve los iones de potasio (K+) en dirección contraria (os aconsejo si os apetece, le deis una ojeada al artículo sobre tensión y amperaje que publiqué hace unos días, donde aclaro esto de los iones y explico la composición del átomo de forma sencilla si no sois muy doctos en la materia, al menos tener un poco de idea sobre esto es importante). Para realizar esta función se vale de la energía producida por la degradación de ATP (adenosin tri-fosfato), un nucleótido con una función metabólica vital, ya que podemos decir que es la molécula de intercambio energético más empleada en la mayoría de seres vivos de todos los Reinos (bacterias, arqueas, animales, hongos y plantas). La ATPasa es pues un conjunto multienzimático cuya función es obtener la energía necesaria para una infinidad de procesos enzimáticos metabólicos a partir del ATP como sustrato. Así pues en la bomba sodio potasio mediante el gasto de ATP se intercambia a través de la membrana celular dos iones de sodio (Na +) y tres de potasio (K +) entre el citoplasma y el medio extracelular. La presión osmótica se mantiene puesto que saca más iones (cargas positivas) de las que entra, de esta manera carga negativamente el citoplasma permitiendo la entrada de otros solutos con carga positiva necesarios. Además el Na + estimula la entrada de otros solutos importantes que se asocian a él. La bomba sodio-potasio es fundamental en la fisiología de las células que se encuentra en todas nuestras membranas celulares. Su función es el transporte de los iones inorgánicos más importantes en biología (el sodio y el potasio) entre el medio extracelular y el citoplasma, proceso fundamental en todo el reino animal. El descubrimiento se debe al danés Jens Skou en 1957, por el que recibió el premio Nobel en 1997. Desde entonces la investigación ha determinado muchos de los aspectos tanto de la estructura y funcionamiento de la proteína, como de su función en la fisiología, de tremenda importancia en la medicina. LadyofHats -WIKIMEDIA Simplificando si no lo habéis entendido: interviene en el mantenimiento de la osmolaridad y el volumen celular, o sea la concentración de líquidos en todas y cada una de nuestras células y es el principal encargado de la transmisión del potencial eléctrico, o sea, del impulso nervioso que mueve los músculos, sin esta función básica no podríamos “movernos” al no poder ordenar nada a nuestros músculos, tanto conscientemente, por ejemplo ordenarle coger un objeto con la mano, como inconscientemente como puede ser la respiración cuando dormimos. Muerte: 11% Algo muy claro llegado este punto: las pérdidas superiores al 11 % del peso corporal suelen ser incompatibles con la vida, no hay más, la muerte se produce por fallo renal y/o por incapacidad del volumen sanguíneo reducido para circular normalmente, es importante ahora conocer los síntomas según la perdida corporal de agua y poder identificarlos a tiempo. Síntomas 1-2% Sed intensa, pérdida de apetito, malestar, fatiga, debilidad, dolores de cabeza. Síntomas 3-5% Boca seca, poca orina, dificultad de concentración y en el trabajo, hormigueo en extremidades, somnolencia, impaciencia, nauseas, inestabilidad emocional. Síntomas 6-8% Elevación de la temperatura, frecuencia cardíaca y respiración, mareos, dificultad para respirar y para hablar, confusión mental, debilidad muscular, labios azulados Síntomas 9-11% Espasmos musculares, delirios, problemas de equilibrio y de circulación, lengua hinchada, fallo renal, disminución del volumen sanguíneo y en la presión arterial Sé siempre consciente de tu situación real. Si queremos sobrevivir es de vital importancia que seamos conscientes de nuestro estado real, según los síntomas que acabo de explicar pues tan solo una pérdida del 3 al 5% de nuestro peso en fluidos nos llevará a marearnos o sentir un intenso malestar, perder la paciencia, ponernos muy nerviosos, desequilibrarnos emocionalmente y tomar decisiones erróneas que potencialmente nos lleven a la muerte. Muchas veces, sobre todo entre deportistas o montañistas aficionados no se pondera adecuadamente la necesidad de portar suficiente agua y conocer la localización de los recursos hídricos más cercanos (o la probabilidad real de encontrarlos o no), si llegamos al punto de encontrarnos en “mitad de la nada” y con una temperatura elevada, comenzar a caminar en la dirección incorrecta o en círculos a causa de los primeros síntomas de deshidratación, es más fácil de lo que parece o sencillamente aumentar el ritmo del ejercicio y por tanto de temperatura y evaporación de agua de nuestro cuerpo, sobrevalorando nuestras aptitudes y capacidad de aguante, puede agravar el problema x100, mantener el control en la medida de lo posible y decidir si movernos o no, en la dirección adecuada no es algo menor, siendo conscientes de nuestras capacidades REALES. janeb13 La gravedad de la deshidratación también dependerá de la velocidad con la que se ha perdido el agua, si la pérdida es brusca, los síntomas serán más graves y rápidos, si es gradual, el organismo tiene más tiempo para activar mecanismos compensatorios, así que sobre todo si nos encontramos con esta situación dramática en un lapso breve de tiempo, va a ser muy, muy difícil afrontar el componente psicológico por lo que ser consciente de ello y luchar por mantener la calma y el equilibrio es vital, conocer de antemano los errores a los que nos conduce el nerviosismo y la falta de juicio siempre es vital, pero en estos casos los tiempos de respuesta pueden hacer que un mínimo error nos mate por que cuando nos demos cuenta ya sea demasiado tarde, el frio es muy duro, pero de no ser realmente extremo, acostumbramos a tener más tiempo para reaccionar, tomar decisiones o analizar nuestra situación. Es importante analizar las circunstancias, la cantidad de agua que podremos seguir aportando al cuerpo y durante cuánto tiempo en las condiciones que nos encontremos, si nos vemos obligados a un ejercicio intenso o llevamos un exceso de equipamiento o ropa (que por otro lado será necesaria para protegernos del sol, enfrentarnos a una situación de fuga de un accidente, catástrofe o tenemos que afrontar una situación de combate donde abandonar el equipo, directamente, no es una opción) o sencillamente no podemos esperar a la noche o al descenso de temperatura por cualquier razón de fuerza mayor, los recursos hídricos se dispararán peligrosamente. Con una pérdida entre el 1% y 2% del peso corporal podemos actuar con relativa eficacia física y mental, entre el 3% y el 5% nuestra experiencia y adiestramiento probablemente marquen la diferencia para tomar las decisiones correctas o llevar a cabo las acciones necesarias, nunca debemos permitir superar este nivel de pérdida hídrica, pero si nos enfrentamos a ello, debemos ser conscientes que la ausencia de medidas que resuelvan nuestra situación pueden ser catastróficas para nuestra integridad, racionar nuestros recursos para evitar pasar de este punto debe ser un objetivo prioritario si tomar decisiones complejas o realizar esfuerzos físicos se plantea como parte de la solución al problema. Cuando un profesional se enfrenta al fuego, puede superar con creces las temperaturas que un organismo vivo resiste sin sufrir quemaduras o un colapso inminente, incluso a distancias que pueden parecer seguras, un brusco cambio en la dirección del viento o la rápida deflagración de material combustible puede suponer un rápido aumento térmico incompatible con la vida, que obliga a veces a llevar molestos y pesados equipos que les permitan soportar esas temperaturas, pero que a la vez suponen unos requisitos de resistencia extra que normalmente las personas no habituadas sencillamente no podrían aguantar, ser bombero requiere unos requisitos físicos y psíquicos excepcionales, que van muchas veces más allá de los que poseen los atletas de élite, no es un mito. skeeze Cuando superamos ese 5% y la situación no está resuelta, la elevación de la temperatura y la frecuencia cardíaca unido a la dificultad para respirar y para hablar o la confusión mental y física nos llevarán a un estado donde será mejor que hayamos elaborado un buen plan previamente a ese estado, porque nuestra mente y cuerpo no van a ser capaces de darnos una respuesta fiable, la improvisación nos llevará junto al miedo y la confusión mental a tomar decisiones desastrosas, que podemos prevenir con la consecución de un plan racional elaborado adecuadamente con anterioridad a la llegada de los momentos más difíciles, donde probablemente el terror nos invada y aceleremos la tragedia. ¿Cómo perdemos el agua? De media, una persona normal de 75Kg toma unos 2,5 litros de agua al día (1,5 litros en bebidas, 0,7 litros en alimentos y 0,3 agua de oxidación) que pierde de la siguiente forma:
Ahora bien, si ya pasamos a un clima cálido con una actividad normal, ya pasamos a un consumo medio de 3,3 litros repartido así:
Parecen unas diferencias discretas pero si además añadimos ejercicio prolongado como puede ser una situación de accidente, catástrofe, fuga o combate las cifras se duplican hasta 6,6 litros:
Tengamos en cuenta que el ser humano puede disipar calor por sudoración a una tasa incluso de más de diez veces la de su tasa metabólica en reposo. Las tasas de sudoración pueden ser tan altas como 12 litros por día y, en periodos cortos, 3 litros o más por hora en situaciones extremas o extenuantes. Además como he contado antes al referirme a los electrolitos, un problema adicional de las tasas altas de sudoración es el peligro de la depleción de la sal, ya que el sudor contiene una cantidad variable de cloruro de sodio (sal), pero suficiente para causarnos una pérdida de sal significativa o hasta peligrosas cuando el sudor es producido en grandes cantidades, que puede generarnos incluso consecuencias indeseables cuando se bebe agua para reemplazar la pérdida, diluyendo los fluidos corporales, como son calambres severos y dolorosos agravando nuestros problemas. Los enfrentamientos armados en zonas cálidas y desérticas son un buen ejemplo de la importancia de conocer EXACTAMENTE los límites de nuestro cuerpo respecto a la temperatura, las exigencias de vestimenta, armas, transporte, protección… supongamos un enfrentamiento, a pleno sol y 45º, donde no hay tiempo para estar pensando en el calor o el agua, pero debemos tomar las decisiones adecuadas para salir airosos, no pensar en ello no significa que el cerebro funcione de otra manera, sin la adecuada formación y entrenamiento, las decisiones erróneas fruto del calor y la deshidratación pueden llevar con facilidad a una muerte segura. archive.defense.gov Como bien sabemos la necesidad de agua se manifiesta ya inicialmente como sed y una urgencia de beber, comúnmente las personas no beben lo suficiente como para recuperar las pérdidas, incluso muchas veces cuando hay suficiente agua, por lo que provocan una deshidratación involuntaria que durante el día en el desierto alcanza frecuentemente de 3 a 5 por ciento de su peso corporal, en una situación que no incluya situaciones dramáticas y de alto riesgo, lo común es recuperar ese déficit durante las comidas, además el ser humano tiene limitaciones respecto a cuanta agua puede beber de una sola vez y que no ronda apenas más de un litro aproximadamente. A su vez, a medida el cuerpo pierde agua, el volumen de orina se reducirá a un valor mínimo de algo menos de medio litro por día y la función renal continúa en este nivel más o menos hasta que se alcanzan estadios severos de deshidratación según el cual progrese comenzarán a aparecer signos considerables de fallos circulatorios ya que el volumen de plasma sanguíneo se reducirá más que la parte proporcional a la pérdida total de agua y en consecuencia la viscosidad de la sangre se incrementará. El pulso a su vez también se irá incrementando y el volumen por latido del corazón se reducirá aunque el rendimiento cardíaco permanecerá igual. Distribución porcentual del agua en el ser humano, nótese la relevancia en el tejido nervioso y en la sangre (79-80%) (plasma sanguíneo), frente por ejemplo al 31% del hueso. Por órganos tendríamos también el cerebro y corazón con 73%, los riñones y los músculos entorno al 80%. Si la deshidratación llega a ser más severa en un ambiente más cálido, el calor metabólico no será llevado lo suficientemente rápido a la piel por la sangre circulante así que aunque la sudoración continúe y la piel se mantenga externamente más fresca, la temperatura más profunda aumentará rápida y traumáticamente, la muerte en un ambiente tal es causada por un aumento explosivo de temperatura cuando la temperatura corporal alcanza rápidamente el límite fatal de 41º o 42º C. El hombre, como ya he comentado no posee la capacidad de almacenar agua (como por ejemplo sería el caso de camellos o dromedarios) pero de igual manera que en cualquier animal la ingesta de agua es regida por la necesidad de disipación de calor. El uso de ropa adecuada, dentro de ciertos límites, puede también reducir el gasto de agua cuando actúa como una barrera aislante contra el flujo de calor desde el medio hacia la superficie de la piel. Pero a nivel metabólico, junto a esto poco más podemos hacer más allá de ponernos a la sombra y regular el trabajo que vallamos a realizar si las condiciones lo permiten. Límite 48h En resumidas cuentas, sin suministro de agua, el hombre puede vivir un día, o cuando más dos, en un desierto o zona muy caliente, si el trabajo para mantenerse vivo es necesario (caminar, correr, escavar, portear, luchar…) ese tiempo puede incluso llegar a caer drásticamente. A veces en internet he visto auténticas barbaridades como tablas absurdas en las que indican que podemos vivir ¡5 días sin agua a 50ºC! y que se copian de un lugar a otro, son auténticas locuras sin sentido, fruto de transcripciones equivocadas e irresponsables. Hay que ser responsables y precavidos el desierto y las zonas áridas pueden ser una trampa letal, incluso sin peligros externos como animales o desastres naturales excepcionales. ¡Incluso nosotros mismos podemos convertirnos en unas pocas horas en un peligro para nuestra integridad o la de otros sin la adecuada preparación y entrenamiento! ¡Cuidado con las tablas que encontramos por Internet!, algunas pueden llegar incluso a ser auténticas barbaridades, si piensas que puedes estar hasta cinco días a 50ºC sin agua olvídate, debes ser siempre muy conservador con tu capacidad de aguante. Muchas tablas son extraídas de contexto e inducen a confiarnos en exceso y no comprender su verdadero significado. No hay que engañarse incluso si nuestra única opción es quedarnos quietos y esperar debemos intentar mantener nuestras reservas hídricas al máximo, protegernos del sol cuanto podamos, hacer el mínimo ejercicio posible y cualquier otra medida que mejore nuestras condiciones como contaré más adelante, confiar lo más mínimo en la supuesta resistencia humana que ofrecen esas tablas, incluso algunas más pesimistas es sencillamente suicida, incluso los valores más comúnmente aceptados no tienen en cuenta muchos factores de las situaciones reales, ni nuestra forma física o adaptación al calor, como he dicho hay que ser MUY conservadores en nuestras esperanzas de resistir a la hora de hacer todo lo posible por reducir nuestra pérdida hídrica y evitar el sobrecalentamiento corporal explosivo que podría conducirnos a una muerte prematura fulminante. Climas cálidos y desérticos: efectos de la radiación calorífica Obviamente el calor más extremo que vamos a encontrar en la naturaleza corresponde principalmente a los climas desérticos principalmente, en este punto no vamos a incluir situaciones excepcionales como erupciones volcánicas o incendios, tan sólo los climas donde se puede dar mayormente estas situaciones extremas, pero que es importante diferenciar pues no todos los desiertos y los climas áridos son iguales. Los efectos del calor fluctúan con el clima, es posible que un individuo resista un 20% de pérdida hídrica en climas menores de 29ºC pero a partir de que la temperatura sobrepasa los 32ºC una pérdida del 15% puede suponer perfectamente la muerte, es muy importante conocer las propiedades exactas del terreno al que nos enfrentamos, el tiempo de exposición al sol, la máxima temperatura que podremos llegar a alcanzar, los niveles máximos o mínimos de humedad o la probabilidad de encontrar agua o plantas que nos la proporcionen dado el caso. Por supuesto, de tratarse de un incendio las probabilidades de supervivencia van a estar mucho más ligadas a la geografía si cabe (de hecho se dedicará el tercer artículo completamente a este particular, analizando temas tangenciales como los patrones de incendio, propagación, física del fuego o medidas de autoprotección que llevarían este trabajo a un tamaño enciclopédico difícil ya de englobar y asimilar por el usuario, pues abarca en sí todo un mundo más excepcional y peligroso si cabe.) En un clima desértico, durante un día de verano en muchos de estos lugares las temperaturas están frecuentemente entre 40 y 45ª C, como ya he comentado han sido reportadas incluso temperaturas extremas del aire superiores a los 55º. Una superficie sin agua, como es el caso de un desierto, significa que la energía solar no tendrá impedimentos para calentar el suelo rápidamente y transformarlo en un radiador, la función del agua desaparece reemplazada por aire, que cumple una función aislante, hay una diferencia tremenda según si un suelo posee cierta humedad o vegetación, a medida el terreno sea más árido el problema se agravará. PIXABAY El efecto que causa esta temperatura del aire es aumentado por la radiación solar. Si a esto añadimos la baja humedad atmosférica y la ausencia de nubes en el desierto, al suelo llega una alta proporción de radiación solar, tanto en el rango visible como en el infrarrojo. Para acentuar los efectos, parte de la radiación solar es dispersada y reflejada desde el suelo. El suelo, que se calienta rápidamente, se convierte en un radiador por sí mismo, es normal que el suelo alcance una temperatura superficial de 60º o 70º C. En un desierto durante el verano, la superficie arenosa llega a estar tan caliente que no se puede caminar por la superficie con calzado abierto porque la arena caliente se mete entre los dedos, resultando insoportable y causando quemaduras, así la radiación calorífica desde el suelo es un factor relevante, pero la carga combinada de aire, sol y suelo pueden ser tan grandes que excedan por un factor de diez el calor metabólico producido por un hombre, es decir, es como estar en una habitación cálida rodeado de radiadores emitiendo su energía calorífica en todas direcciones. Por contra, una vez cae la noche en un desierto sin vegetación ni apenas vida, la temperatura se desploma rápidamente pudiendo ser terriblemente fría. Una diferencia de 30º C entre día y noche no es inusual y difícil de asimilar para una persona no adaptada, que sumado a un día de exhausto calor y deshidratación puede suponer un shock difícil de superar para el organismo, acostumbrados como estamos a que las temperaturas de día y noche difieran no más que unos pocos grados en nuestra vida común, sobre todo si en caso de accidente no podemos contar con abrigo suficiente o no hemos contado con este factor y no nos hemos equipado con la ropa adecuada. La razón principal para estas fluctuaciones extremas de la temperatura en el desierto es la baja humedad, ya que la radiación solar durante el día no encuentra obstáculos, su suelo tiene una baja capacidad calorífica debido a la ausencia de agua de las capas superficiales por lo que la conducción del calor a las capas más profundas es muy lenta ya que el aire como aislante ha reemplazado al agua, la cual es mucho mejor conductora de la temperatura, mientras que el aire cumple una función más aislante que transmisora de la energía, así que esta energía (calor) no es disipada por la evaporación de agua de la superficie (Recordar lo que se ha explicado sobre el sudor y su función disipadora del calor por la evaporación, pues estaríamos frente a un caso similar). Es la gran “contradicción” del desierto, muchas personas sin experiencia no comprenden la importancia del agua y la vegetación como regulador térmico y se sorprenden del brutal descenso de temperatura que se alcanza una vez se oculta el sol. Unsplash Todo ello provoca que al alcanzar la noche, las condiciones inversas prevalezcan, la radiación emitida al cielo despejado es muy alta y el calor del suelo se pierde rápidamente sin humedad ni materiales que puedan retenerla adecuadamente. Tras esta brusca caída de la temperatura, el punto de rocío prácticamente nunca se alcanza porque como ya hemos dicho la humedad atmosférica es muy baja manteniéndose constante una atmósfera seca, tan solo durante el invierno se suele observar rocío. Un habitante de una zona fría o mediterránea, difícilmente puede adaptarse a estas condiciones rápidamente, su biología se verá bruscamente afectada por los cambios de temperatura y humedad agravando los efectos comunes de la deshidratación, estar habituados al confort de nuestros hogares sin una preparación constante y adecuada que habitúe nuestro cuerpo a estas condiciones puede suponer rápidamente riesgos adicionales, pues no es solo el aumento de temperatura si no como esta radiación calorífica nos incide de forma elevada, mientras que los mecanismos de respuesta biológica no funcionan como esperamos en situaciones normales, habituados a respuestas menos drásticas. Mecanismos de regulación y balance calorífico El hombre es una máquina reguladora de la temperatura bastante buena en condiciones previsibles, en un clima normal, se pierde calor del cuerpo a la misma velocidad con la que se forma y por lo tanto la temperatura del cuerpo permanece muy constante. Durante nuestra vida común, de un día a otro o incluso de año en año la temperatura del cuerpo varía cuanto más en unos pocos grados, lo que significa que el balance es prácticamente cero, o sea la pérdida de calor iguala aproximadamente a la ganancia y permanecemos en un balance calorífico. Así en medios muy fríos tendemos a perder calor más rápidamente y si no permanecemos protegidos por nuestro propio clima artificial privado construido con la tecnología que hemos desarrollado con el paso de los siglos, podemos protegernos con ropa o producir más calor al temblar. En un medio cálido como puede ser el desierto en un día de verano, mantenerse fresco sin medios tecnológicos llega a ser un verdadero problema, la causa es debida a que nuestro cuerpo tiende a adquirir calor siempre, tanto del medio circundante como de su propia producción metabólica, así que al menos que podamos salir de ese lugar con una temperatura excesivamente elevada, el único medio del que dispone el hombre para prevenir esa elevación en la temperatura corporal es enfriarse por evaporación, pues a diferencia de las máquinas no dispone de mecanismos para usar la energía interna para enfriarse (recordar por ejemplo en el capítulo sobre el clima el efecto adiabático) Cartel de advertencia para no caminar a partir de las 10 de la mañana por el Valle de la Muerte en California a causa del extremo calor. No pararemos de repetirlo, muchos accidentes y muertes en el mundo de los deportes de aventura se producen por no respetar unos mínimos consejos de seguridad y actuar con imprudencia, demasiado seguros de nuestros medios y capacidad de resistir y afrontar la adversidad. Forestangels Como ya hemos comentado si un ser humano está en un entorno más caliente que su cuerpo, el calor se transmite desde las cercanías cálidas hasta el cuerpo fresco, así que el cuerpo en un día desértico caliente, por lo tanto, debe disipar esa energía valiéndose de la evaporación de agua del calor ganado del entorno tanto como de su propio calor metabólico generado, además otra fracción de agua menos significativa se evaporará del tracto respiratorio, pero la mayor parte aparece como sudor en la superficie del cuerpo, como hemos explicado anteriormente en los porcentajes de pérdida hídrica. Cálculos de gasto energético Para el cálculo del balance calórico, no importa el origen de cómo se evapora esa agua, es decir si es con la sudoración en la piel o en el tracto respiratorio. Si un gramo de agua se transforma de agua a vapor, rinde aproximadamente 580 calorías de calor. Pero no se puede dar una cifra precisa en términos generales para el calor de la evaporación del agua ya que esta cifra cambia con la temperatura. Así por ejemplo a 20º C grados se requieren 540 calorías, mientras que en el punto de ebullición del agua, a 100º C, es de sólo 498 calorías. Pero además no hay que contar solo con esto, el agua es evaporada a la temperatura de la superficie de la piel y una pequeña corrección debe ser aplicada para el cambio de la temperatura del vapor a la del aire, por otro lado está el hecho de que el vapor se expande mientras se difunde en el aire seco y que cualquier expansión de un gas disminuye su temperatura, así que en un aire seco se perderá calor adicional por la expansión del vapor de agua y por tanto el calor de evaporación efectivo excede los valores que solemos encontrar en las tablas sobre la energía necesaria. Así que para propósitos prácticos tenemos un pequeño dilema, la medición precisa del calor de evaporación es fácil para una estimación adecuada del balance calorífico en el ser humano bajo unas condiciones de laboratorio cuidadosamente controladas pero en condiciones naturales, es casi imposible establecer a qué grado el calor de la expansión beneficia al organismo y para propósitos prácticos usaremos el valor de 580 calorías por gramo de agua. Adaptación: Sudoración, aire seco y altas temperaturas En zonas desérticas lo normal es que el aire sea extremadamente seco, el sudor se evapora a toda velocidad, tan rápidamente como se forma, así que la piel permanece virtualmente seca y ni siquiera somos capaces muchas veces de percibir que las glándulas sudoríparas están activas, pero las tasas de sudoración en el ser humano en esos momentos son sorprendentemente altas. A veces, acostumbrados a las espectaculares imágenes del cine y la televisión muchas personas no asocian esa ausencia de líquido con esto, si no con una ausencia de la sudoración como tal y es un grave error. La capacidad para resistir de forma habitual en zonas con temperaturas extremas es una combinación de adaptación y “desarrollo” tecnológico, sin el cual la vida en algunos lugares es imposible, las construcciones que permiten la vida en lugares como el Sahara poco tienen que ver con lo que estamos acostumbrados y protegerse del Sol y las altas temperaturas en condiciones de emergencia exige conocer y estudiar al detalle estas “tecnologías” tradicionales como haremos en la segunda parte. PIXABAY La adaptación y habilidad para sudar de los seres humanos se incrementa con las exposiciones repetidas a altas temperaturas y las tasas más altas de sudoración son alcanzadas únicamente por seres humanos aclimatados durante una prolongada exposición a valores altos. Durante un día de temperaturas realmente elevadas en el desierto se pueden producir hasta 12 litros de sudor, lo que da una tasa aproximada de un litro por hora. Ahora bien, no siempre se suda de esta manera, estudios científicos han observado tasas de sudoración de aproximadamente 0.5 litros por hora en zonas muy calurosas de Oriente Medio y por el contrario en estudios realizados en desiertos estadounidenses se apuntaron tasas máximas de sudoración que podían llegar a alcanzar incluso rangos de 1.3 a 1.7 litros por hora con un promedio de 15 litros en diversos individuos, pero incluso estas tasas no son significativas de la capacidad máxima del mecanismo de sudoración, se han reportado incluso tasas tan altas como 2.6 litros por hora en los mineros de carbón y 8.5 litros en un periodo de cinco horas. En términos generales, acercándonos a los límites tolerables que se pueden soportar cuando hablamos de altas temperaturas combinadas con alta humedad, la mayoría de los seres humanos ofrecen cifras entorno a los 2.5 litros por hora pero con un rango muy variable entre 1.24 a 3.88 litros por hora. Para comprobar dichos valores se han realizado experimentos muy concretos, (BEAN, W B., EICHNA L, W : "Performance in relation to environmental temperature. Reactions of normal young men to simulated desert environment) donde a ciertos grupos de personas se les pedía que realizaran un trabajo de una a cuatro horas en una atmósfera saturada a 35.5º C. La tasa más alta de evaporación mencionada anteriormente de 3.88 litros por hora, fue sostenida por un individuo durante 90 minutos, pero la tasa más elevada observada en valores absolutos, fue de 4.2 litros por hora. Estas tasas de sudoración tan altas son realmente sorprendentes si recordamos que entre 40 y 60 litros es la cantidad total aproximada de agua presente en el cuerpo. Si bien dicha agua es tomada de la sangre cuando pasa por los capilares de las glándulas sudoríparas, la pérdida es parcialmente compensada por el agua del cuerpo en general y distribuida en todo el organismo. Ahora bien tal pérdida de fluidos no puede ser sostenida por un periodo largo de tiempo, una tasa de sudoración no es alterada por la deshidratación moderada, sino que es ajustada a la necesidad de disipación de calor. Ni bebiendo en exceso incrementamos esa tasa. Durante años se han realizado múltiples experimentos para relacionar el rendimiento deportivo con la hidratación y la temperatura, llegándose a la conclusión de que incluso sin llegar a temperaturas excesivas o deshidratación grave las marcas y el rendimiento se ven fuertemente influidos, estos experimentos también llegaron a interesantes conclusiones donde se observó que los mecanismo de balance térmico del organismo son mucho más eficaces de lo que se esperaba, en concreto los valores de la transpiración en periodos cortos para regular la temperatura (gastos de hasta 4 litros de agua por hora) son realmente sorprendentes. janeb13
Por otro lado la función de las glándulas sudoríparas está bajo el control del sistema nervioso (todos hemos constatado esto alguna vez, al enfrentarnos a situaciones que han alterado nuestro estado anímico, llegando a ser una manera de percibir tales cambios en muchas personas). Se han realizado múltiples estudios sobre los mecanismos reflejos involucrados, mostrando que muchos factores complejos interactúan en la sudoración y constatando que son más que suficientes para actuar de manera eficaz incluso en las temperaturas más extremas. Las distintas formas de deshidratación, las dolencias que las agravan y las medidas a tomar en el plano sanitario A continuación y para finalizar la primera parte donde exponemos el plano de la biología, se muestra para terminar una exposición de las distintas formas de deshidratación, síntomas, consecuencias y tratamiento con una intención divulgativa para quienes estén más interesados en seguir informándose sobre este punto y disponer de información adicional, pues además de las causas que nos lleven a una situación de alto riesgo por calor extremo, ciertas dolencias que podamos tener y que son causa de deshidratación pueden empeorar el problema si no las tenemos presentes, combinándose de forma explosiva incluso en ciertas condiciones. Muchas personas, por ejemplo es común en ancianos, en condiciones relativamente normarles pueden llegar a estar padeciendo un principio de deshidratación de forma inconsciente que en caso de exposición repentina a una situación de calor extremo puede desencadenar consecuencias fatales en periodos de tiempo muchísimo más cortos a los que se describen en este artículo en condiciones normales. Deshidratación isotónica. Causas principales: Pérdidas gastrointestinales Pérdidas renales Sin daño estructural renal - Insuficiencia suprarrenal crónica - Uso de diuréticos (Furosemida) - Uso de soluciones hipertónicas (NPT) Con daño estructural renal - IRC - Enfermedad quística medular del riñón - Fase diurética de la Necrosis Tubular Aguda - Nefropatía postobstructiva Pérdidas cutáneas • Sudor • Quemaduras Paracentesis frecuentes y cuantiosas Síntomas según nivel de deshidratación: • LIGERA: Cuando hay pérdidas del 2 % del peso corporal y los síntomas son escasos, solamente hay sed • MODERADA: Cuando ocurren pérdidas del 6-30 % del peso corporal, hay sed, sequedad de la piel y mucosas, hipotensión postural, oliguria, pérdida de la turgencia cutánea, obnubilación, náuseas y vómitos • SEVERA: Pérdida de más del 30 % del peso corporal, hay intensificación de síntomas previos Pruebas médicas • Ionograma en sangre: Na disminuido • Ionograma en orina de 24 h: Cl = 110-250 mmol/L Na = 40-220 mmol/L • Urea (hay un incremento desproporcionado con relación a la creatinina) • Osmolaridad. Normal • Demás complementarios según la causa Tratamiento • Identificar cuanto antes la causa y tratarla • Hay que reponer los líquidos y electrolitos: - LIGERA: 0,02 L/kg o 1500 mL /m2 sc - MODERADA: 0,04 L/kg o 2 400 mL /m2 sc - SEVERA: 0,06 L /kg o 3 000 mL /m2 sc • Esta reposición debe realizarse con cloruro de sodioal 0,9 % (solución salina fisiológica) • Vigilar estado de conciencia del paciente • Medir diuresis según el estado del paciente (horaria, bihoraria, cada 4 horas) • Realizar complementarios necesarios para el seguimiento según el estado clínico del paciente (ionograma, gasometría, osmolaridad, creatinina) Deshidratación hipertónica. Es la pérdida preponderante o exclusiva de agua pura lo cual provoca un incremento de la osmolaridad del plasmasuperior a 295 mosm/L. Se produce deshidratación intracelular solamente. Es más frecuente en niños. Causas • Estados sépticos graves con fiebre mantenida y mala reposición de agua • Coma hiperosmolar • Diabetes insípida • Pacientes con edema cerebral sometidos a hiperventilación y deficiente aporte de agua • NPT con concentraciones elevadas de lípidos, proteínas, carbohidratos y deficiente aporte de agua • Tirotoxicosis • Administración exagerada de solución salina hipertónica • Pérdida de soluciones hipotónicas: - Diarreas acuosas - Diuresis osmótica - Diálisis peritoneal con soluciones hipertónicas Síntomas • Sed (aumenta a medida que se incrementa la deshidratación) • Sequedad de la piel y las mucosas • Estupor, irritabilidad. • Rigidez nucal e hipertonía (más frecuente en niños) • No hay pliegue cutáneo • Oliguria (excepto si es por ganancia de sal) • Hipotensión o shock (rara) Pruebas médicas • Hb y Hto aumentados • Ionograma: Sodio aumentado, cloro aumentado, potasio disminuido • Calcio sérico: Disminuido • Gasometría: Acidosis metabólica por eliminación de bases • Osmolaridad plasmática aumentada • Densidad urinaria: Aumentada, excepto en la Diabetes insípida Tratamiento • Debe tratarse la causa • Hacer cálculo del déficit de agua por las siguientes fórmulas: ACT1 x Na1 = ACT2 x Na2 O bien este otro cálculo Déficit de agua = 0,6 x Kg ( Na2-1) / Na 1 ACT1 = Agua corporal total habitual según peso ACT2 = Agua actual Na1 = Na normal en el plasma Na2 = Na hallado en el ionograma • Esta reposición debe realizarse con cloruro de sodio al 0,9 % (Solución salina fisiológica) • Vigilar estado de conciencia del paciente • Medir diuresis según el estado del paciente (horaria, bihoraria, cada 4 horas) • Realizar complementarios necesarios para el seguimiento según el estado clínico del paciente (ionograma, gasometría, osmolaridad, creatinina) Deshidratación hipotónica. • Se constata osmolaridad plasmática < 285 mosm /L • Na plasmático < 130 mmol /L. Aunque el sodio está bajo, no indica siempre deshidratación extracelular. Causas Extrarrenales • Pérdidas gastrointestinales - Vómitos - Diarreas - Grandes quemados • Acúmulo de líquidos en el tercer espacio - Pancreatitis - Peritonitis - Íleo paralítico Renales • Uso de diuréticos • Insuficiencia suprarrenal primaria • Enfermedad renal con pérdida de sal • Acidosis tubular renal proximal Síntomas • Cansancio, apatía, laxitud e indiferencia • Hipotensión arterial o shock • Hipotonía muscular y de los globos oculares • Pliegue cutáneo (poco valor en el anciano) • Náuseas y vómitos • Calambres musculares • Cefalea, convulsiones o coma • Hiporreflexia • La tendencia a la sed es poca • Oliguria Pruebas médicas • Hb y Hto elevados • Ionograma: Na disminuido • Densidad urinaria: Disminuida • Osmolaridad plasmática: Disminuida Tratamiento • Tratar la causa • Reponer volumen con solución salina según estado hemodinámico, sin olvidar reponer las necesidades de cloro y sodio (1-1,5 mmol/kg/día) y según el déficit detectado en el monograma. Inflexion Point Doctor Temas relacionados: Supervivencia, Inflexion Point Doctor Reconocimientos y más información sobre la obra gráfica ADVERTENCIA: En este foro, no se admitirán por ninguna razón el lenguaje soez y las descalificaciones de ningún tipo. Se valorará ante todo la buena educación y el rigor sobre el tema a tratar, así que nos enorgullece reconocer que rechazaremos cualquier comentario fuera de lugar.
2 Comentarios
Raúl
27/6/2017 20:49:12
Simplemente excelente, yo hago bastante deporte y también me he expuesto a multitud de situaciones límite en diferentes escenarios, conozco bastante bien mi cuerpo y cómo hacer uso de mi experiencia y material. Pero este artículo es literalmente una manera perfecta, exacta y concienzuda de aclarar muchas lagunas.
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Inflexion Point Doctor
27/6/2017 21:03:14
Gracias, de verdad! Me alegra que te resulte de utilidad. Espero pues, mantenernos en esta línea en la sección. Se que a veces los temas obligan a desarrollarlos mucho y la gente busca respuestas rápidas que muchas veces no son posibles, así que me complace mucho que haya personas que le interese formarse con trabajos extensos.
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