MODA Y SUPERVIVENCIA |
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Como ya explicamos en el anterior trabajo, existen otros métodos menos fiables, pero que resultan muy prácticos como complementarios en situaciones, donde por la razón que sea (niebla, tormenta, lluvia, etc.) necesitemos de medios alternativos para confirmar nuestra localización y permitir nuestro camino. Existen muchos medios, algunos pueden llegar a ser muy precisos dependiendo de nuestra experiencia, otros dependerán de la intuición y de cómo hayamos desarrollado nuestras dotes de observación con el paso del tiempo, pero sin duda son nuestro último recurso cuando nuestras posibilidades para encontrar el camino llegan al límite y tenemos que echar mano de todo lo que podamos encontrar útil. Aprender a fijarnos en el paisaje, observar las formas de la vegetación, la orientación de los valles o el comportamiento de animales e insectos, no es algo que se aprenda de un día para otro, pero con la experiencia puede resultar tan sencillo como leer un mapa, quizás no tan preciso dicho de una manera estricta, sin embargo nos ayudará a obtener incluso información más útil, que nunca llegaremos a encontrar en un mapa. En la antigüedad e incluso hoy en día, en zonas inhóspitas un explorador nativo con larga experiencia en observar el terreno puede llegar a tener unos resultados tan precisos o más que cualquier GPS y los mapas, puesto que la lectura en tiempo real puede informarnos de cambios repentinos en el terreno, cambios en el cauce de los ríos y otros fenómenos impredecibles, donde los mapas y el GPS no llegan, para informarnos de la mejor ruta a seguir cuando el tiempo corre en nuestra contra. Este sería un claro ejemplo, de barranco que se puede volver peligroso en una tormenta. A causa de una subida de agua, en estos casos es crucial saber leer el terreno Pondré un ejemplo sencillo que aclarará lo que acabo de decir: supongamos por ejemplo que nos encontramos en mitad de una terrible tormenta con temperaturas gélidas, e incluso vamos equipados con un buen GPS, saber leer el terreno nos puede ayudar a encontrar el camino correcto para salir de un barranco antes de que una crecida nos arrastre, pues la vegetación, los árboles y otros factores naturales se distribuyen según la orientación en la que están situados respecto al sol, la humedad que retienen favoreciendo el crecimiento de maleza, etc.… y pudiendo dificultar o favorecer llevarnos a un lugar seguro a tiempo. La naturaleza nos brinda un gran número de medios para ayudarnos en nuestra orientación, pero adquirir experiencia y sumarla a conocimientos en geografía, botánica o entomología (estudio de los insectos) entre otras, multiplicará con creces la capacidad que tengamos para leer el terreno. Árboles y Plantas En el hemisferio norte, los árboles que están aislados, tienen más desarrollado su tronco en dirección sur, así los troncos de los árboles cortados, cuando se encuentran en zonas aisladas de otros árboles podremos ver que presentan sus capas más separadas en la sección que mira hacia el sur, es decir, que si observamos sus anillos, los que están más agrupados indicarán una orientación hacia norte y los más separados una orientación hacia el sur. Observesé la diferente distancia entre anillos que distingue los distintos puntos cardinales en este tocón Es muy importante acostumbrarse a observar la localización de un árbol respecto a otros o cualquier elemento geográfico que puedan interferir en su iluminación o recepción de agua, pues determinará alteraciones en su orientación. Resulta pues un buen ejercicio de entrenamiento, tomar una brújula y observar las alteraciones descritas en los árboles y plantas para acostumbrarnos a comprenderlas. Así pues, las plantas suelen crecer hacia el sol por lo que tienen más hojas y flores apuntando a esa dirección, es decir hacia el Sur, si hablamos del hemisferio Norte (ya que en el Sur será a la inversa) Pero como ya hemos dicho, si no estamos hablando de un terreno completamente plano y perfecto, todo es más complejo, hay que aprender a observar con detenimiento. En zonas secas, las laderas más soleadas de las montañas suelen tener menos vegetación porque les da demasiado el Sol, mientras que los laterales orientados al Norte retendrán mejor la humedad o la nieve y presentarán una mayor vegetación. Ahora bien, hay que ser buen observador, y recopilar toda la información que podamos sobre el terreno en el que nos movemos, puede ocurrir que un río, tanto de manera superficial o subterránea transcurra sobre una ladera que debiera estar en teoría más que reseca, confundiéndonos al provocar un aumento excesivo de la humedad, los árboles o la maleza. Por tanto tendremos que observar los factores con detenimiento antes de tomar decisiones, pues no debemos olvidar nunca que será la suma de muchos de estos indicios los que nos ayudarán a tomar una decisión clara de nuestra situación. Típico bosque de coníferas, dónde suelen crecer más habitualmente en las laderas Norte o zonas de umbria Los conocimientos en botánica, resultan muy provechosos a la hora de discernir nuestra situación, en los valles, sobre las laderas sur será más común encontrar vegetación termófila, es decir el tipo de plantas que no tolera grandes descensos de temperatura, del mismo modo la vegetación umbrófila se adapta con más facilidad a zonas de sombra y luz escasa soliendo crecer con más abundancia en las laderas norte. Las coníferas son más fáciles de localizar en las laderas de umbría y las encinas en las soleadas, es decir hacia el sur. Las encinas suelen fructificar más comunmente en zonas soleadas, tendiendo a reflejar una dirección Sur. Para encontrar el lado Este, podemos fijarnos por ejemplo en los pinos altos, pues tienen la costumbre de inclinar la copa en dirección al nacimiento del Sol. Silphium laciniatum más conocida como "planta brújula" También existen plantas con propiedades orientativas muy concretas para los amantes de la botánica, quizás la más conocida sea: la “planta brújula” (silphium laciniatum) cuyas hojas amarillas señalan la dirección Norte-Sur, y sus flores hacia el Este, desgraciadamente esta planta sólo vive principalmente en la cuenca del Mississippi (E.E.U.U.), aunque existen otras plantas que nos dan una información semejante como la lechuga espinosa (latuca virosa) y la acedera de la pradera (rumex acetosa), aunque en este caso por ejemplo su información sólo es fiable cuando la planta no se ve alterada por fuertes vientos y está expuesta al sol, lo que nos obligará a tener unos conocimientos más avanzados en botánica y mayor experiencia para poder usar estos indicios, pero como todo el estudio, la práctica y la paciencia aumentará nuestras probabilidades de éxito para una orientación exitosa. A la izquierda de la imagen tenemos la acedera de la pradera y a la derecha la lechuga espinosa, dónde podemos ver con detalle los distintos elementos que conforman ambas plantas Musgo, Líquenes, Moho y Humedad Dicho lo dicho, queda claro que la orientación del Sol puede ser obtenida por un hecho tan simple como que la humedad es más persistente en las posiciones donde la sombra resulta ser un elemento presente durante más tiempo ya que favorecerá el crecimiento del musgo, líquenes o moho y los rastros de humedad quedarán señalados de una forma más notable en árboles, piedras, muros y otros objetos elevados. Si suponemos que el sol sale por el Este, todo objeto que se interponga en esa dirección tendrá en su lado Norte un mayor índice de humedad que favorecerá el crecimiento de las citadas especies vegetales o de insectos proclives a habitar o crecer en zonas de sombra. Las plantas, árboles, piedras y otros objetos presentan un aspecto característico cuando se ven afectados por la humedad, mohos o musgos. Con la práctica resulta fácil aprender a distinguir este aspecto y delimitar las zonas afectadas por un aumento de la humedad, requiere práctica y variará ampliamente de una región a otra, de un país a otro, lo que nos lleva al punto de partida. La práctica para distinguir variaciones es esencial, entrenar nuestro cerebro en la observación y la deducción será vital para obtener buenos resultados. En esta imagen se puede apreciar como los arboles tienden a crecer dirección sur, mientras que el musgo lo hace en dirección norte Aún y así, existirán múltiples factores dependiendo de la región en la que nos encontremos, que harán variar nuestras conclusiones, es importante, insisto, recopilar la mayor cantidad de información posible sobre el terreno en el que nos encontramos, por ejemplo en algunos lugares los vientos tienen mayor importancia que el sol en lo que se refiere al mantenimiento de la nieve, y deberemos ser cautos a la hora de deducir por ejemplo el efecto de las sombras para evitar el deshielo. Ya que hablamos del viento, también, las ramas colocadas en contra de este se rompen con más facilidad, mientras que por el contrario, en el lado protegido crecen mejor, así que conocer las direcciones del viento habituales en una zona concreta nos ayudará también a determinar mejor nuestra orientación. La altura, un gran aliado Es muy importante cuando observemos una zona, procurar estar lo más elevado que nos sea posible, pues debemos estar muy atentos a observar el paisaje con la suficiente amplitud como para no confundirnos con elementos geográficos muy localizados, como por ejemplo con un montículo que esté ofreciendo una sombra en sentido contrario al lógico de la ladera o una agrupación de árboles lo suficientemente densa para alterar el aspecto lógico de una sección de una ladera. Muchas veces observar áreas demasiado aisladas de un terreno, quizás por el nerviosismo o por la prisa, nos lleve a conclusiones erróneas, debemos siempre darnos el máximo tiempo posible en buscar un punto elevado desde donde poder asegurarnos, que nuestras observaciones son lo suficientemente amplias para poder certificar que los datos que hemos obtenido, realmente corresponden a las señales habituales correspondientes a una orientación determinada y que por ejemplo obstáculos no aparentemente visibles a corta distancia y que puedan provocar por ejemplo un exceso de sombra, alteraciones en el viento o en la recepción del agua nos confundan. Buscar puntos altos, es siempre que sea posible, una de las medidas más básicas para obtener información sobre un terreno, ya no solo para la obtención de indicios, sino lógicamente muchas más facetas que nos pueden ayudar a orientarnos, como la visión de costas, caminos, edificaciones, iluminación artificial, movimiento o cualquier otro factor que pudiera ayudar en nuestra orientación. Intentar alcanzar el sitio más alto posible, nos dará una visión más amplia del terreno y es de las primeras cosas que debemos hacer al orientarnos con o sin mapa Ríos, Nieve, Viento y Conocimientos geográficos En ningún momento vamos a dejar de insistir, en la importancia de tener conocimientos geográficos lo más amplios posibles del terreno al que nos tengamos que enfrentar, ya que los distintos elementos que componen una geografía concreta, poseen información intrínseca de ese territorio, así, conociendo hacia donde discurren las aguas, podemos orientarnos fácilmente, si sabemos por ejemplo que nos encontramos en la Cordillera Cantábrica, los ríos corren al Norte y en León al Sur. Si nos encontramos en Sudamérica como en la Cordillera de los Andes o en países del Pacífico, los ríos bajan principalmente de Este a Oeste, con contadas excepciones. Con la nieve ocurre algo similar, esta desaparece antes en las laderas Sur de las montañas que en las Norte, así como la ladera Norte suele ser más abrupta y cortada que la Sur. Así que conociendo aunque sea básicamente la geografía sobre la que nos encontramos, determinar la orientación con este método suele ser relativamente sencillo. Con el viento ocurre algo similar y también puede ser otra fuente de información, así por ejemplo en la Península Ibérica, las borrascas entran casi siempre por el Atlántico, así que en las estaciones de Otoño y Primavera, cuando el tiempo es lluvioso y casi cálido, los vientos tienen mayormente un componente Oeste o por el contrario, las llamadas "olas de frío" típicas del invierno traen comúnmente vientos de componente Norte. En resumen diremos, que podemos aplicar reglas climatológicas o atmosféricas a la zona en la que nos encontremos para orientarnos, aunque dada la vasta complejidad geográfica de nuestro planeta, es imposible poseer en nuestra cabeza una base de datos de todos los lugares existentes, si bien las reglas del clima son mayormente comunes y relativamente fáciles de recordar y aplicar. Lo común, será que tras un pequeño estudio teórico de la ciencia climatológica y atmosférica, intentemos conocer algo la geografía de los lugares donde nos desplazamos habitualmente o tenemos previsto desplazarnos, intentando conocer datos básicos sobre su geografía que nos puedan ser de utilidad en el futuro para nuestra orientación en caso de emergencia. La madriguera de este perrito de las praderas, a igual que la de otros animales e insectos como las hormigas, suelen estar orientadas al sur Animales e Insectos Todo lo dicho anteriormente es igualmente aplicable con los insectos y animales, puesto que tienen costumbres concretas dependiendo del terreno en que vivan, y deberemos ser conscientes mínimamente de la fauna del lugar que nos encontremos, al igual que el mundo de la botánica, las distintas especialidades que estudian a los insectos o las especies superiores nos proporcionarán un infinito número de datos relevantes para nuestra orientación cuanto más profundicemos en ellos, aunque existen unas normas generales que suelen ser más que suficientes para iniciarse, así diremos que: Las bocas de las madrigueras o los hormigueros por ejemplo predominarán su orientación hacia el Sur. La migración de las aves será en dirección Sur al final del otoño y en dirección Norte al comienzo de la primavera. Este es un método claro y sencillo, aunque lo encontraremos en muchos manuales para principiantes debemos aclarar que casi siempre olvidan recordarnos la importancia en estas observaciones de analizar la geografía y las corrientes de viento pues las aves acostumbran a aprovecharlas, o maniobrar para evitar obstáculos y otras razones por lo que debemos ser conscientes antes de tomar una decisión sobre la trayectoria que han tomado y que pueden ser increíblemente variadas. Algo similar ocurre con las crías de las aves, la pichonada que crece en primavera tiene su construcción con la boca hacia el Sur para poder evitar los grandes calores, en cambio la que crece en invierno, la tiene hacia el Norte, para poder aprovechar al máximo el calor. Este método es muy poco preciso, pues las condiciones del lugar pueden hacer que estas aves varíen la ubicación de la entrada, según su entorno, así que como ya hemos dicho repetidas veces, será la suma de diversos indicios unido al descarte de los menos concluyentes lo que nos lleve a la toma de una orientación concreta. En la imagen podemos ver la planta de una iglesia en la que observamos el ábside (que es la sección de la derecha con forma de semicírculo) orientado hacia el Este
Los rastros del hombre Por último mencionaremos los rastros de las edificaciones humanas y otros elementos de su presencia como caminos abandonados, antiguas separaciones de cultivo, riego, etc.. A lo largo de la historia acostumbran a mostrarnos también indicios significativos para nuestra orientación, aunque cómo podemos suponer, es una obviedad decir que cuando nos encontremos realmente perdidos por situaciones de fuerza mayor, difícilmente encontraremos signos de este tipo. Aún y así, si nos encontramos cerca de edificaciones en ruinas, pueblos abandonados, ermitas u otras edificaciones antiguas, debemos recordar que: La mayoría de iglesias tienen una cruz en sus puntos más altos señalando los puntos cardinales, si es una Iglesia antigua de planta de cruz latina, orientaban el ábside al Este. De igual manera las mezquitas orientan su fachada principal hacia el Este. Así pues, en distintas culturas y religiones, ha existido desde siempre la costumbre de orientar las edificaciones principales como puedan ser las religiosas hacia un punto geográfico determinado, al igual que existe constancia documental histórica sobre la orientación de múltiples construcciones humanas de toda índole a lo largo del planeta, que nos pueden ayudar a orientarnos y que por su nivel específico nos obligará a estudiar previamente, aunque pueden sacarnos de un apuro en situaciones donde técnicas anteriormente explicadas no pudieran tener uso. Es aquí donde la arqueología inclusive, puede llegar a tener un papel relevante si nos gusta dicha disciplina, de igual manera los conocimientos históricos sobre el desarrollo de una sociedad humana en un lugar concreto nos puede dar información sobre cómo se trazaron y en qué dirección antiguos caminos, vías de regadío, zonas de cultivo, etcétera, que nos podrán ser de utilidad en zonas muy específicas. Como resumen de todo lo que aquí os hemos expuesto, suponemos que ya estaréis viendo la importancia de la conjunción de la formación teórica y la captación de experiencia en un todo, que evolucionará constantemente a través de la puesta en práctica de los distintos conocimientos en materias paralelas como la biología, la climatología o la geografía, que dependerá del área geográfica donde os halléis, lo único común a todas las zonas del planeta es que la capacidad de orientación mejora con la práctica y la experiencia, a través de la cual desarrollaremos mecanismos casi intuitivos por decirlo de alguna manera, que se corregirán y mejorarán con los errores de las prácticas provocando en nuestro cerebro un cambio en la visión de nuestro entorno, que será imperceptible para nosotros mismos, pero que poco a poco irá domando a nuestros sentidos que aprenderán a filtrar la información con el paso del tiempo para usarla de una manera más rápida y precisa. ManiPinkless Temas relacionados: Los pilares básicos de la supervivencia, Supervivencia, ManiPinkless, Orientación Reconocimientos y más información sobre la obra gráfica ADVERTENCIA: En este foro, no se admitirán por ninguna razón el lenguaje soez y las descalificaciones de ningún tipo. Se valorará ante todo la buena educación y el rigor sobre el tema a tratar, así que nos enorgullece reconocer que rechazaremos cualquier comentario fuera de lugar.
6 Comentarios
Carpediem666
7/1/2017 21:58:31
Siempre me ha gustado saber sobre como orientarse con la naturaleza, aunque lo veo un poco complicado , creo que se necesitan bastantes conocimientos para hacerlo bien,supongo que será cuestión de aprendizaje y práctica.
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Mani - Admin
8/1/2017 10:48:14
Tranquilo, según prácticas aprendes de la experiencia y eso provoca que la teoría resulte fácil de estudiar y entender, parece más difícil de lo que realmente es, así que ánimo.
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Vicho333
8/1/2017 19:47:14
Estoy de acuerdo, a mí al principio me parecía super complicado, pero a medida que lo vas haciendo, te resultará más fácil. Yo llevo años haciendo escalada y senderismo y los conocimientos que voy adquiriendo, más lo que aprendes con la práctica acaba pareciendo instinto como dicen aquí . Es un mundo alucinante, meterte realmente en la naturaleza con lo mínimo, para mi es una pasada, lo recomiendo de verdad
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Bluhell
13/1/2017 13:59:45
Es bueno tener estos conocimientos aunque lleves gps ya que este dispositivo no te avisa de los cambios meteorológicos como has dicho en el articulo,varias veces me he encontrado una crecida de un rio y me he tenido que dar la vuelta,jeje
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Toñi1973
16/1/2017 11:06:14
Que entendidos todos...pues yo no tengo ni idea por eso me meto en estas paginas,haber si se me pega algo:)
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carpediem666
24/1/2017 09:43:51
Yo necesito saber sobre la supervivencia en el hogar.Tres niños, dos perros y mi mujer...no se si orientarme hacia el norte o hacia el sur.jajaja
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