TECNOLOGÍA Y CIENCIA |
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Augusta Ada King, Condesa de Lovelace (Londres, 10 de diciembre de 1815 - Londres, 27 de noviembre de 1852), conocida como Ada Lovelace, fue una matemática y escritora británica conocida principalmente por su trabajo sobre la máquina calculadora mecánica de uso general de Charles Babbage, la Máquina analítica. Como ya os hemos contado en la primera parte de nuestra historia, el señor Babbage se había empeñado en diseñar una máquina capaz de poder realizar múltiples operaciones de cálculo, pero además de una manera completamente innovadora y avanzada a su tiempo, pero tenía un gran problema que resolver, pues debía enseñar a programar dicha máquina, lo que le llevó a tener que enfrentarse al digamos, primer problema informático de la historia y dio lugar a un rocambolesco triángulo de genios, todavía más especial si cabe. Joseph Marie Charles, (Lyon, Francia, 7 de julio de 1752 - Oullins, Francia, 7 de agosto de 1834), conocido como Joseph Marie Jacquard, fue un tejedor y comerciante francés, conocido por crear el primer telar programable con tarjetas perforadas, el telar de Jacquard Para poder programar las instrucciones en la máquina se inspiró en un diseño del francés Joseph Jacquard, que había observado cómo los operarios de su taller de tejidos realizaban tareas precisas, si bien muy repetitivas, en el proceso de la elaboración de los paños, por lo que buscó como automatizar el sistema, así inventó los procesos basados en las famosas cartulinas rígidas perforadas que tantas veces hemos visto en las películas, desde pianolas a las máquinas de fichar, pasando por supuesto por los primeros armatostes informáticos de la primera parte del siglo XX. En el proceso de elaboración del tejido una serie de guías, mueven el hilo en el telar, estas cartulinas tenían la función de bloquear algunas de estas guías y permitir la actuación del resto. En cada golpe de la lanzadera una cartulina con una serie de orificios que se interponía en el camino de algunas guías, permitiendo así un diseño concreto de tejido. En un plano teórico podemos decir, que estas tarjetas constituían un programa de control del telar (el cual, seria exactamente el mismo, que el control que estas tarjetas perforadas ejercerían sobre las teclas de una pianola) y Babbage lo comprendió perfectamente. El telar de Jacquard, despertó mucho interés en Francia, en el 1812 ya se habían vendido 11000 unidades en su país y 1000 más en el resto de Europa. Lo curioso de la historia es que esto fue también descubierto a la vez por Ada, Condesa de Lovelace, que escribió sobre la máquina de Babbage lo siguiente: “La máquina analítica teje conjuntos algebraicos del mismo modo que el telar de Jacquard teje flores y hojas”. Ada era una mujer excepcional dotada de un increíble genio para las matemáticas y una belleza que no quedaba atrás, su padre era el mismísimo Lord Byron, uno de los grandes poetas de la historia, ya para rematar la cuestión y darle un puntito romántico de pura casta a la historia. La dama que no tenía ni un pelo de tonta, comprendida la importancia de su proyecto, se puso manos a la obra y estudió a fondo los planos de la máquina analítica. En ese momento tenía 20 años y medios para poder dedicar tiempo al estudio de la máquina, aún así tardó varios años en llegar al fondo de la cuestión, pero al final consiguió publicar una serie de notas tituladas: “ Comentarios sobre la máquina analítica del señor Babbage”. El texto no solo refleja la increíble capacidad para entender el reto técnico sino que también plantea interesantes preguntas filosóficas todavía en debate hoy en día. Respecto a la cuestión de si la máquina puede ser considerada creativa o no, escribe: “La máquina analítica no tiene la pretensión de crear nada. Puede hacer cualquier cosa que estemos en condiciones de programar. Puede efectuar análisis. Pero no puede anticipar verdades o relaciones analíticas. “Su objetivo es volver accesible lo que ya sabemos”. Podemos decir, sin lugar a dudas que esta dama realizó el primer comentario inteligente sobre la capacidad intelectual de los ordenadores y sus posibilidades de libre albedrío, su conclusión muestra un hecho con el que últimamente estamos tratando de lidiar: un ordenador sólo puede hacer aquello para lo que está programado. Diagrama de Lovelace de la nota G, el primer algoritmo informático publicado. Para variar, Babbage no había encontrado apoyos fuera de la Astronomical Society, así que le produjo una enorme satisfacción comprobar que la condesa se hubiera tomado la molestia de estudiar su trabajo desde un punto de vista matemático y verlo satisfactorio. Ahora ya no estaba solo en su creencia de que la máquina podría funcionar. Desgraciadamente el gobierno había cambiado en Inglaterra y para variar, el ministerio competente decidió que el proyecto no valía la pena por irrealizable (seguro que esto nos suena a muchos y no tan lejos en el tiempo ¿verdad?). El tiempo pasó y desgraciadamente nuestra inteligente dama falleció prematuramente a la edad de 36 años. Los gobiernos iban pasando y ninguno en su infinita genialidad, que tanto caracteriza a estos hombres sabios apoyó el proyecto. Disraeli, uno de esos genios de la época escribió sarcásticamente que la única aplicación posible de la máquina diferencial seria calcular la enorme cantidad de dinero desperdiciada para construirla. Personalmente me pregunto cuántos dirigentes actualmente piensan ideas similares cuando destinan fondos a todos esos proyectos absurdos en vez de a investigación… pero sigamos que nos desviamos. Maquina diferencial de Per Georg Scheutz, construyó varias máquinas diferenciales; una fue vendida al gobierno británico en 1859. Dibujo publicado en los Anales del Dudley Observatory (Dudley Observatory 1866).
Afortunadamente mientras estos cretinos iban a la suya, unos cuantos, ingenieros y matemáticos leían con interés los textos de Babbage y Lovelace incendiando sus creativas mentes con sus trabajos. Entre ellos un ingeniero sueco llamado Georg Scheutz, empezó a construir un prototipo que pudo sacar adelante y fue presentado en una exposición de ingeniería en 1865. Lo que tiene narices de la historia fue que en aquella exposición entre la multitud agolpada para ver el invento estaba el propio Babbage, que muy amablemente le felicitó por su máquina, aunque nunca sabremos qué demonios pasaba realmente por su cabeza y mejor que sea así, pues espero que estas aventuras se lean también por niños. Al final nuestro héroe falleció a los 79 años en 1871, desilusionado y triste, rodeado por unos contemporáneos incapaces de apreciar su genialidad, que lo vieron más bien como un científico chiflado. Lo que más narices tiene del asunto, fue que a su muerte, los que estaban convencidos de su extraordinaria inteligencia sometieron su cerebro a un cuidadoso examen para ver si presentaba características físicas en su masa gris que la diferenciaran de la del resto de los mortales. Sir Victor Horsely, por la época uno de los más relevantes cirujanos, qué miedo me dá saber qué significaba eso hace dos siglos, anunció que el cerebro de nuestro malogrado amigo, no parecía distinto a los que había examinado anteriormente. Pese a ello no fue destruido o enterrado y todavía se conserva en el Museo Hunteriano del Real Colegio de Cirujanos para disfrute de los amantes de las cosas raritas. Tanto Charles Babbage como Ada Lovelace merecen dos puestos de honor en la respectiva paternidad y maternidad de la informática, no en balde nuestra querida Ada Lovelace ostenta el honor de poseer un lenguaje informático con su nombre. Esta historia no deja de ser sin duda, un fiel reflejo de como algunos seres humanos rompen las barreras de cada época para hacernos avanzar pese a la adversidad y así pese a todo, aprender de nuestros propios errores y aciertos. La lucha por el desarrollo científico y humano tiene sus justos héroes, no los olvidemos. Manuel Castelló (Kasmangou) Temas relacionados: Arqueología informática, Historia de la Tecnología, Kasmangou, Curiosidades de la tecnología Reconocimientos y más información sobre la obra gráfica ADVERTENCIA: En este foro, no se admitirán por ninguna razón el lenguaje soez y las descalificaciones de ningún tipo. Se valorará ante todo la buena educación y el rigor sobre el tema a tratar, así que nos enorgullece reconocer que rechazaremos cualquier comentario fuera de lugar.
3 Comentarios
spooknocturnal
18/1/2017 13:58:07
Si no fuera por estos creadores ...que a parte de ser genios fueron tozudos y siguieron adelante con su proyecto pese a no tener apoyos en un principio.Gracias a ellos , ahora nos vemos veneficiados nosotros.
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Trinity666
19/1/2017 13:28:41
Una mujer inteligente tenía que haber por medio,jeje
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Matemo
21/1/2017 20:57:02
Desgraciadamente muchos reconocimientos se hacen despues de muerto...que triste
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