MEDICINA |
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Los derivados cárnicos o embutidos, la bollería industrial, las bebidas gaseosas (incluidas las “lights”), los cereales azucarados o incluso las sopas de verduras deshidratadas son alimentos ultraprocesados cuyo abuso está asociado a un mayor riesgo de padecer enfermedad cardiovascular, cáncer y muerte prematura.
Está más que estudiado que nuestros hábitos alimentarios influyen en muchos factores de riesgo para la salud cardiometabólica y nos pueden llevar a la diabetes tipo 2, los accidentes cerebrovasculares y las enfermedades cardíacas, que son algunas de las principales causas de muerte en todo el mundo. Así pues los factores de riesgo asociados con una dieta de baja calidad representan una carga sustancial para la salud y la economía mundial, planteándose como uno de los grandes problemas del siglo XXI.
Los estudios ahora publicados muestran en concreto que consumir más de cuatro raciones diarias de productos ultraprocesados se asocia con un aumento del 62% en el riesgo de mortalidad en todas las causas analizadas como cáncer, cardiopatías y otras enfermedades Esta es la principal y demoledora conclusión de los trabajos realizados, uno de ellos con investigadores españoles, liderados por la catedrática Maira Bes-Rastrollo (también adscrita al CIBEROBN -Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición-) y que se han publicado en la revista BMJ (British Medical Journal) donde, ante las conclusiones, sus autores piden urgentemente políticas que limiten su consumo para evitar graves problemas de salud. Los alimentos ultraprocesados son formulaciones industriales, generalmente productos de bajo coste producidos en grandes cantidades, elaborados a partir de ingredientes refinados como el azúcar, almidones, aceites vegetales y la sal o sintetizados como las polémicas grasas “trans'”, proteínas hidrolizadas y los aditivos.
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Se caracterizan generalmente por no contener ningún alimento “entero” reconocible, ir envasados, tener largas fechas de caducidad y ser fáciles de consumir. Normalmente existe una regla popular que suele cumplirse y que dice: si un producto tiene más de cinco ingredientes, probablemente sea un producto ultraprocesado. Pues bien, los dos trabajos que ahora se publican se han basado en la observación de los hábitos de consumo y aunque no establecen causalidad, son muy importantes ya que confirman estudios anteriores que establecían la relación entre ultraprocesados y mayores riesgos de obesidad, colesterol alto, presión arterial alta, algunos tipos de cáncer o depresión. El estudio español ha sido propiciado por la Universidad de Navarra y en él han participado 19.899 españoles procedentes del Proyecto SUN con edades comprendidas entre 20 y 91 años (12.113 mujeres y 7.786 hombres). A dichas personas se les ha realizado un seguimiento durante una media de diez años y análisis cada dos, en cuyo periodo rellenaron cuestionarios de evaluación dietética con 136 alimentos de los cuales un 25 % eran ultraprocesados y respondieron a diversas preguntas médicas. A más raciones por día más peligro Los resultados mostraron claramente que un mayor consumo de ultraprocesados, en más de cuatro raciones al día, está vinculado con un aumento del 62% en el riesgo de mortalidad por todas las causas que analizaron en comparación con las personas que realizaron un consumo menor (menos de dos raciones de ultraprocesados por día). A medida que las personas estudiadas tomaban una porción diaria adicional de alimentos ultraprocesados, el riesgo de mortalidad se incrementa en un 18%. De las personas que participaron en este estudio, 335 fallecieron durante el seguimiento medio de 10 años, siendo la principal causa de muerte el cáncer, seguido de enfermedad cardiovascular. Las conclusiones no terminan aquí, el trabajo también constata que aquellas personas que ingirieron una mayor cantidad de estos productos procesados industrialmente tienen un índice de masa corporal por encima de lo aconsejable, son fumadores y más sedentarios (pasan por ejemplo, más horas delante del televisor).
son s¿Porqué una simple sopa de vegetales deshidratados puede ser perjudicial? Repasando los ingredientes detalladamente se aprecia de inmediato el empleo de algunos de los “sospechosos habituales”. NeCLO
El segundo trabajo, esta vez liderado por científicos franceses y brasileños se centra en la posible relación entre riesgo de enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares y consumo de productos ultraprocesados. Se realizó basándose en el estudio de 105.159 adultos franceses y en las repuestas a seis cuestionarios para medir la ingesta habitual de 3.300 alimentos distintos durante una media también de diez años. Las conclusiones son similares indicando que incrementar tan solo un 10% la ingesta de este tipo de comida está vinculado a tasas significativamente altas de enfermedades cardiovasculares, cardiopatías coronarias y enfermedades cerebrovasculares .
Ahora el siguiente paso será, a través de ensayos clínicos, analizar cómo los alimentos ultraprocesados producen en concreto ese daño a la salud, pues si bien algunas razones ya están claras y estudiadas (caso del azúcar blanco refinado), otras todavía exigen explicaciones adicionales (por ejemplo, la controvertida “grasa de palma”, implicada en la fabricación de la mayoría de estos productos industriales). Si deseas información adicional puedes acceder al estudio a través del siguiente enlace: doi: https://doi.org/10.1136/bmj.l1949
Laura López A
Temas relacionados: Divulgación Científica, Investigación Médica, Investigación Y Ciencia, Medicina, Laura López A. Reconocimientos y más información sobre la obra gráfica ADVERTENCIA: En este foro, no se admitirán por ninguna razón el lenguaje soez y las descalificaciones de ningún tipo. Se valorará ante todo la buena educación y el rigor sobre el tema a tratar, así que nos enorgullece reconocer que rechazaremos cualquier comentario fuera de lugar.
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