ARTE Y VIDEOJUEGOS |
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Atari 2600 y la feliz parejita. (Atari) Veamos como relato esta historia, voy a intentar contárosla sin puñetas técnicas, porque soy mujer y no necesito presumir cada 5 minutos de saber el número de frames que mejora Call of Duty si le meto un 6% de overclock al procesador, refrigeración líquida y el parche de turno. Eso sí, con muchas ganas de transmitir que supuso para mí el nacimiento de los videojuegos y el desarrollo de su tecnología cuando era una niña, cuando el mundo de los ordenadores, los juegos y las consolas estaba empezando pero por supuesto no tenía nada que ver con lo que hay ahora, excepto en el interés empresarial por los pingües beneficios, si amigos, una historia que acaba cuando un tío gordo presentaba un programa luciendo michelines en una bañera y se consideró algo súper moderno, una época donde si veías a una chica delante de un ordenador por la tele, obviamente era la “empollona gafapasta” fea y traumatizada de una telecomedia y claro, sufría la desgracia de ser demasiado lista para ser la súper popular jefa de las animadoras y si además jugaba con un videojuego… pues sencillamente… nada, niente, rien, nothing. Pero existíamos, nos importaba un pimiento la popularidad de los teenagers en los sacrosantos institutos americanos y sus ridículos bailes de fin de curso, personalmente nunca he llevado gafas, perdí la cuenta de los amigos cretinos a los que di puerta, a la novia del picha floja de Juegos de guerra la mandaría una temporadita a Racoon City para se le fuera la tontería y pienso que estoy muy, muy buena, pasa algo? Atari Pong la segunda consola de la historia creada en 1975. (Wikimedia Commons) Vimos lo que pocos veían y por supuesto la historia nos metió en el cajón de los recuerdos que nunca se abren excepto para enarbolar la bandera del homenaje con fines políticos o para prestigiar el evento de turno si hay dinero o votos de por medio, los videojuegos y la informática desde los tiempos de Ada Lovelace tanto a nivel usuario como de creación han tenido una connotación femenina importante, muy importante, pero claro con no hablar de ello no existe, tan solo poseemos una presencia mediática la mayor parte de las veces como un “target” de consumo, somos las “perfectas” compradoras de videojuegos “casual” para pasar una tarde con nuestros comprensivos “compañeros” y las ridículas raquetitas inalámbricas, porque claro, nuestro cerebro nos limita para usar un “Game pad” o un “Joystick” y un juego que no sea sencillamente para “idiotas” con cabezas ridículamente gigantes. La historia casi nunca es como la cuentan o faltan piezas para entenderla y no estoy aquí hoy para relatar la historia de una creadora del mundo digital, sino la de una chica que cambió su vida desde pequeña gracias a los unos y los ceros sin ser la mujer de nadie, con su particular relación con los matamarcianos muy distante de los arquetipos que nos muestran, así que como todo relato anclado en nuestra más profunda memoria vital comienza con un “Recuerdo que…” Sears Tele-Games, Sears compro Atari Pong y la reversionó. (Wikimedia Commons) Recuerdo que la primera vez que mi padre apareció con un "aparato" de estos para mi hermano y para mí, era tan desconocido como un venusiano y no teníamos mucha idea de para lo que serviría…mi padre se lo había comprado a un amigo de segunda mano, cuando apareció por la puerta ponía esa cara tan típica suya (que ya conocíamos tan bien) de llevar en la caja el secreto de la felicidad eterna, junto a una bandeja de pasteles y cuatro entradas para el cine. Cuando lo sacó del embalaje nos invadió un sentimiento de nervios y a la vez un poco de misterio (ahora no se entiende, porque los niños ya no se sorprenden de nada) empezó a sacar cables de distintos tipos y con una televisión que teníamos enchufó el artilugio, era un tipo de consola extraña para lo que entendemos hoy en día, con dos ruedecitas que en ese momento no sabíamos para que eran (si, damas y caballeros era una Atari Pong), llevaba dos botones y poco más, eso sí con unas formas que nos recordaban a la sala de mandos de la Enterprise, y ahora estaba encima de nuestro mantel blanco de ganchillo de la abuela, ¿Qué mas podíamos pedir? y… ¿Qué se suponía que era aquello que había detenido el continuo espacio-tiempo? Recuerdo con claridad que al principio eso no daba ningún tipo de señal al enchufarlo, tras trastear un buen rato con este aparatejo e intentar leer las instrucciones, las cuales como en muchos casos por entonces venían en todos los idiomas posibles menos en español, mi padre que la verdad siempre ha sido muy manitas (y poco dado a los idiomas, como todo buen homo sapiens patrio que se precie) consiguió entender como leches funcionaba eso, con el consabido y famoso algoritmo Bruteforce Made in Spain (o sea intentar encajar todo con todo, probar, volver a encajar y así hasta que todo funcione, además todo ello a una velocidad tan alta que ningún ser humano fuera de mi barrio podría tan siquiera acercarse a emular) Captura de pantalla del PONG donde destacaban sus increíbles y espectaculares gráficos. (Warpedfactor) De repente empezó a sonar un ruido como el que suena en los aparatos de los hospitales que te miden el ritmo cardiaco en las pelis, pi, pi, pi...., seguidamente en la pantalla aparecieron dos palitos, uno a la derecha y otro a la izquierda y un cuadradito el cual no paraba de moverse mientras sonaba ese pi, pi...tan penetrante y por supuesto todo era en espectacular e increíblemente nítido blanco y negro. Superamos únicamente un infarto por nuestra temprana edad y nuestros fuertes corazones alimentados de Jamón Serrano, aceite de oliva y nutritivas Panteras Rosas. Si tenéis menos de 30 años actualmente estaréis alucinando en estos momentos y pensando ¿cómo demonios encontrábamos divertido eso? , Respuesta sencilla y clara: pues porque no había otra cosa y nos causó muchísima más impresión por entonces, como por ejemplo… cuando a tí te sacaron al mercado el esperadísimo iphone 7, increíble mejora del antiguo y longevo iphone 6. Ese jueguecito como ya he comentado, se llamaba Pong, consistía en mover dos palitos de arriba a abajo mediante las ruedecitas para parar la pelotita, (véase cuadrado perfectamente diseñado para sacar ojos con sus esquinas) ya que si no la golpeabas seguía su itinerario perdiéndose por uno de los laterales de la pantalla, en fin, el ping pong, por eso el susodicho nombre que indica la obviedad, como no había competencia los de marketing no trabajaron demasiado. La Magnavox Odyssey, es la primera videoconsola de la historia. Desarrollada por Ralph Baer, en una oferta de la época junto a la archiconocida familia feliz. (Magnavox Odyssey) El juego de marras lo lanzó Atari en 1975 creada tres años antes por Nolan Bushnell y Ted Dabney, aunque era una copia del “Table Tennis” de Magnavox Odyssey creado por Ralph Baer apodado el padre de los videojuegos, aunque obviamente aquello, ni lo que pongo a continuación lo sabíamos ni nos importaba un maldito pimiento, originalmente empezó su andadura en las primeras salas de videojuegos, y demás garitos como billares o boleras, pues por entontes el concepto de tales salas recreativas electrónicas sencillamente no existía en el colectivo popular, de hecho en mi mente solo rondaban imágenes de chavales en los bares con la cabeza mirando a un confesionario-caja con la cerveza y el cigarrillo apoyado en las esquinas. Bueno sigamos, la primera consola que incorporaba el juego pong en la marca Atari fue creada en 1975, esta consola fue la segunda del mundo tras la locura que supuso la Magnavox Odyssey (100.000 unidades vendidas el primer año a 100$ de la época 1972, casi nada), no tenía ni cartuchos, solo incorporaba el juego Pong en su circuitos y en España o medio mundo ya puestos, incluso pasados 5 años pocos privilegiados supieron de su existencia. La máquina en cuestión nació después de que los buenos de Nolan y Ted decidieran gastarse un montón de dinero en transformar una máquina recreativa que funcionaba con monedas en un aparato doméstico, la cadena comercial americana Sears se interesó por el invento en cuestión y lo compró a Atari, se quedaron con los derechos de la original Atari Pong por un pastizal, pasando a llamarse Sears Tele-Game, aunque por extrañas razones del destino mi hermano y yo perdimos la virginidad con un genuina Atari de segunda mano. No podía negarse que nuestra primera experiencia fue original de verdad, vaya que sí. En aquella época, finales de los 70 y principios de los 80, el tiempo para un niño transcurría a otra velocidad, recuerdo los enfrentamientos con mi hermano como épicas batallas que duraron siglos, dominar aquello era un lento y difícil arte Jedai que exigía eones de práctica, y nadie pensaba en el parche 32.4.1981 que mejoraría la física de impacto de la pelotita. Atari 2600 fue una videoconsola de sobremesa de segunda generación, lanzada al mercado en 1977 con el nombre Atari VCS (Video Computer System). (Atari) Mientras pasaba el tiempo entre tigretones, la EGB y pensando en cómo secuestrar al mono de marco del zoológico, los chavalines de Atari seguían a lo suyo, después de esta consola con un solo juego incrustado Atari siguió investigando, produjo sus propios ordenadores de 8 bits (Atari 400 (1979), 800, XL, XE) y por supuesto lanzó la famosísima consola Atari 2600, su lanzamiento por supuesto fue en los Estados Unidos en 1977, por fin, con cartuchos intercambiables y otra vez por locuras del destino fue mi segunda consola, por supuesto de segundo mano y en la navidad de año 1981, ese cambio fue genial (a los payasos de la tele ya les podían ir dando…, solo perdonaría la vida a Mazinger Z), cuando querías cambiar de juego no tenías que cambiar de máquina, si no que ponías otro cartucho con otro juego y listo, (solo tenías que ahorrar tres años, suplicar de rodillas 6 meses, o plantearte si corrías más que el segurata del Corte Inglés (ya veis, lo de niña buena y modosita que cuidaba a su Nancy ya no iba conmigo después de tomar consciencia que salvar la tierra de los malditos Invaders era más importante que comprarle un vestidito a la puñetera muñeca) Bueno, para entonces yo ya había pasado miles de horas en mi Pong, y exterminado varias veces la población al completo de Marte en las maquinitas de los bares de mi barrio, así que tras su llegada a mi hogar, pronto fueron surgiendo muchos juegos para la máquina expuestos en el Galerias Preciados de turno, lo bueno de tenerla tan tarde era que el universo de cartuchos era tremendo y más asequible para un españolito medio, recuerdo que por regla general eran deportivos como: Squash, fútbol, Hokey, Baloncesto, juegos de motocicletas, tiro al blanco, carreras de coches... recuerdo algunos… (o quizás las machaconas actividades deportivas de mi hermano inducían la preponderancia de tales juegos en mi mente, quién sabe...) La siguiente videoconsola que lanzó la marca que yo supiera, fue la Atari 5200 en 1982, (pero esta ya no tuve la suerte de tenerla) esta versión se vendía acompañada de dos joysticks, dos controles tipo paddle y el juego Combat, mientras los niños normales soñaban con el Scalextric, el Ibertren, los Madelman y la pelota de fútbol, mi Olimpo de la felicidad estaba tras las cifras “5200”… ¡Dios que trauma!, yo acababa de descubrir la 2600 y cuando íbamos al Corte Inglés salía corriendo cual can de presa en el monte, corriendo a toda velocidad a esa pequeña parcela del Paraíso situada en una esquina de la planta de juguetes (del resto del edificio no me conocía ni los lavabos, si me hubiera llegado a perder todavía me seguirían buscando). La Atari 5200 lanzada en 1982. Se trataba de una máquina con 16 K de RAM y en su interior residia una Atari 400 el ordenador de 8 bits más potente hasta el momento. (Wikimedia Commons) Llegó Tron y a partir de 1982 yo ya sabía que existía un mundo más allá del maldito Naranjito, aquí ya se empezaba a escuchar el término videojuegos y la Atari 5200 pasó a ser la consola de segunda generación, junto a otros nombres que ya comenzaban a sonar como la Colecovision, aunque la 5200 no tuvo tanto éxito como la 2600, sus gráficos eran mucho mejores y yo los imaginaba como el Nirvana del placer electrónico. En el cole los más avanzados contaban leyendas sobre un monstruo todopoderoso mas allá de los mares conocido como Spectrum ZX. Para nosotros (los niños y niñas que devorábamos las primeras revistas sobre ordenadores y videojuegos que acumulábamos como tesoros, al igual que otros niños la Interviú) todo este mundo que os acabo de pintar con dos brochazos, era un avance enorme en nuestras vidas, habíamos nacido en un mundo completamente analógico y lo que empezó con un cuadradito y dos palos se iba transformando a toda velocidad, consiguiendo muchísima más resolución en las imágenes y haciéndolos mucho más atractivos (aunque claro, no teníamos ni puñetera idea de la palabra resolución, procesador o paleta gráfica, sencillamente aquello se veía cada vez más chulo) la sensación de vértigo y velocidad era difícil de explicar pero ahí estaba y lo estábamos viviendo de 0 a 100 en menos que lo que tardabas en parpadear, mientras la noción de velocidad en el resto de los niños iba a velocidad de crucero de la abeja Maya. Y claro está, íbamos aparcando los antiguos juguetes para ir accediendo a los nuevos en el caso obviamente de los privilegiados que tuvieran la suerte de poder tener lo "último", aunque yo no me pude quejar nunca, pese a no ser uno de esos elegidos. Siempre que podía me iba a casa de mis amigos (pues sí, al principio todo chicos) a jugar con algún Spectrum en espera del mío mientras me copiaba casetes y casetes con todos los juegos que les iban llegando, mientras mis padres sencillamente no comprendían que leches sonaba en aquellas grabaciones sin duda satánicas y que habían hecho mal conmigo. Las consolas Game and Watch se empezaron a fabricar en los 80 y llegarón a fabricar 59 modelos, la colección de la foto se llego a subastar por más de 7000€. (Andrew Liszewski) El siguiente regalo tecnológico que me marcó y entró por mi casa, fueron dos "maquinitas" que tenían un solo juego, se llamaban Game and Watch y fueron prácticamente las primeras consolas portátiles de Nintendo y del mundo, creadas por el señor Gunpei Yokoi, siendo su primer lanzamiento en Japón en 1980 prologándose hasta 1991, con un total de 59 modelos distintos, llegó a mis manos eso sí, a finales de 1984 y cada dispositivo incorporaba un juego, un reloj y una alarma, por eso su original nombre. Sacaron muchas mini consolas de estas ya que al tener solo un juego integrado, si querías varios juegos pues a pringar, tenias que comprar varias consolas o "maquinitas" como las llamábamos en aquel entonces. La mayoría de los juegos eran versiones cutres del Pinball, Donkey Kong, Tetris o cualquier cosa que te pudieras encontrar en una sala recreativa de la época y tirarte miles de horas jugando donde te diera la gana con su pantalla LCD de elementos fijos dibujados. Su simpleza era abrumadora, en sus modos de juego tenías el game A (dificultad normal), Game B (dificultad alta), la hora (time), la alarma y para de contar. La alarma se podía configurar con el botón de alarma (evidentemente) que pulsábamos en mi caso con la punta de un lápiz dado su difícil acceso (el ingenio de un niño no tiene límites para romper un botón). Sin embargo esa increíble simpleza unida a la capacidad de jugar donde te diera la gana, marcaba para mí una libertad sin precedentes, mi visión del ocio y la electrónica seguían ensanchando su escenario de combate, aunque yo claro no era consciente por aquel entonces, pero aquello influía cada vez más en mi carácter, en mi forma de ser, cada vez más independiente, mas autosuficiente, la idea de felicidad como fémina distaba ya años luz de los parámetros sociales más asentados que consideraba cada vez más ridículos y machistas (y mira que ni conocía la palabra), pero sigamos…, a partir de comenzar a comercializarlas Nintendo, otras marcas comenzaron a recrear estos modelos de tanto éxito hasta un nivel de descaro, copia y cutrerío difícil de explicar. Lo curioso era que acostumbrados a cacharros enormes y sus correspondientes televisores, estas diminutas máquinas eran curiosas de manejar pese al simplismo de los botones, de las mecánicas de juego y sus gráficos a saltos de cine mudo, pero el gustazo era inimaginable, tú solo o con tu amigo donde te diera la gana. Pero la ilusión de ver unos muñequitos correr por la pantalla que tú mismo manejabas, bien dibujados y acostumbrados a los dichosos pixeles gigantes de la tele era una pasada. La Microvision, lanzada en 1979 por la juguetera MB, fue la primera consola portátil de la historia. (Pop Culture Geek/Flickr) Poco a poco llegaron las auténticas consolas portátiles con cartuchos intercambiables y pantallas de verdad, la primera fue la Microvision, diseñada por Jay Smith (el ingeniero que más tarde diseñó la consola de juegos Vectrex), aunque he de reconocer que nunca he visto una en mi vida y supe de su existencia ya entrados los años 90. Lanzada en 1979 por MB, dejó de fabricarse en 1982, apenas se puede encontrar una en funcionamiento hoy en día, dado entre otras cosas a su desastrosa pantalla diseñada con un primitivo proceso de sellado que provocó paulatinamente la destrucción de todas las pantallas (el cristal líquido se fugaba espontáneamente oscureciendo la pantalla) y el diseño del procesador que te lo podías cargar fácilmente a causa de la falta de protección contra las descargas electrostáticas (EDS) al manipular los cartuchos, pero bueno, fue la primera y tenía que incluirla por derecho propio en mi pequeña historia, aunque nunca he visto una en persona, el sorprendente recuerdo de saber de su existencia ha viajado conmigo como un extraño unicornio, curioso… Los años pasaban, yo crecía, Alíen, Blade Runner, Juegos de Guerra, Terminator y todo el cine de videoclub ochentero del género era devorado por mis hambrientos ojos tras las incrédula mirada de mis padres que cada vez se atormentaban más con lo que hicieron mal conmigo. Y así llegamos a 1989 cuando apareció una de las mejores consolas portátiles a la que podíamos aspirar (económicamente hablando), la rápidamente famosa Game Boy de Nintendo, esta consola portátil ya incorporaba una pantalla un poco más grande, tenía más espacio de agarre y los juegos no estaban incorporados, tenías la opción de cambiarlos en la misma consola ya que este modelo funcionaba con cartuchos y como todo podía ser aún más genial, tenía aún más botones… Y no solo más botones, sino que ya no era “para adelante” y “para atrás”, se incorporaban otras alternativas las cuales se convertían en auténticas acrobacias para mis dedos. A la vez que andabas tenias que correr, saltar, madre mía... eso suponía usar dos dedos y coordinarlos .También incorporaba una salida para auriculares para escuchar en estéreo y tú solito vamos, lo más, y además con pilas o con cargador si tenias un enchufe cerca. Game Boy fue lanzada en 1989, llegando a Europa un año más tarde. En su primera versión se vendieron un total de 87 millones de unidades. (William Warby/Flickr) Las familias que no íbamos muy sobradas como en mi caso, teníamos una Game Boy para mi hermano y para mí, con el Tetris y unas broncas por su posesión que ríete tu de las de España e Inglaterra por el Peñón de marras. El juego me alucinaba, para mí era otra dimensión y aunque suene extraño lo más flipante era que mientras jugabas sonaba una musiquilla acorde y a ritmo con el juego cada vez más exasperante! (o eso pensaba). El caso de la historia del Tetris es pero que muy curioso, fue diseñado y programado originalmente por Alekséi Pázhitnov un pobre pringadillo en la Unión Soviética que prácticamente lo único que vio de todo aquello fue su nombre en la Wikipedia y en dos documentales donde decía: “No me importa demasiado no haberme hecho rico gracias al juego”, si claro chaval, lo que tu digas. Fue lanzado en 1984, la versión portátil para Game Boy se lanzó en 1989, como todos conoceréis se trata de un juego compuesto por figuras geométricas (tetriminos) que van apareciendo en la parte superior de la pantalla y van descendiendo poco a poco, tienes que ir encajándolas sin dejar ningún hueco libre y lo más difícil es que mientras va transcurriendo el juego progresivamente las piezas van descendiendo con más rapidez o sea que tienes que darte más prisa en encajarlas (si no sabes de qué te estoy hablando y no usas pañales, corre al médico porque es probable que sufras una enfermedad neurodegenerativa grave). Para mí aquello era al principio un desastre absoluto, me ponía super nerviosa, sobre todo cuando no dabas una en encajar las asquerosas piececitas y aquello se aceleraba que no veas, para colmo solo te mandaban palos en forma de T... malditas Ts, aún tengo pesadillas con ellas. Y claro, llegabas hasta arriba con mil huecos blancos y dos mil doscientos palos que no encajaban. Por entonces ya había jugado a cientos de juegos en más de una decena de plataformas, sin embargo aquello era muy distinto y toda cabreada por haber sido derrotada por una "maquinita" volvía a empezar otra partida, y otra, y otra.. Así hasta que te hacías un experta o morías en el intento, hasta el punto de no resultarme ya tan divertido o acabar hasta el moño (que rima con…) de tanta figurita geométrica. Tetris, lanzado en 1989 llego a Europa un año más tarde, fue el juego más vendido para Game Boy con 30 millones de copias. (Conor Lawless/Flickr) Mientras esto de las consolitas y los ordenadores seguía su avance, yo ya no era una mocosa y poco a poco te aburrías cada vez más pronto de un juego y venía el siguiente..., la cosa cada vez se parecía más a una adicción vulgaris. Así las siguientes navidades los generosos Reyes Magos (no empecemos con Papa Noél ni puñetas…) nos trajeron otro juego para la grisácea Game Boy y para mi sorpresa, este otro juego ya no eran figuras sino muñequitos y no los muñequitos pegatina de mis primeras Nintendo Game & Watch , estos ya tenían personalidad propia, nombre y la historia tenía una trama, como un libro o una peli, el juego contaba las aventuras de los hermanos Mario y Luigi (Atención y antes de seguir: estos hermanos mermados debieron ser mi primer juego para la maquinita, pero el destino me los puso al revés y por separado). Bueno pues, estos tipos, tienen que rescatar a la princesa del Reino Champiñón que es secuestrada por el rey de los Koopas, Bowser lo cual hacía la cosa mucho más interesante (si pasamos por alto la machada chorra de turno, claro está, que los japos y la igualdad entre sexos siempre han tenido un problemita… de hecho tienen un problema serio con el sexo, que os voy a contar yo…) El juegazo en cuestión fue diseñado por los míticos Shigeru Miyamoto y Takashi Tezuka y su primera versión fue lanzada al mercado en 1985 para la NES como evolución del Mario Bros que habían creado dos años antes marcando el verdadero principio de los juegos de plataformas. Aunque este Super Mario era en blanco y negro, como muchos españolitos y españolitas nunca tuve una NES a su tiempo, así que descubrí con este monigote de 16 pixels (creo) lo que era pegar saltos de un lado a otro a toda velocidad y cuando me diera la gana, un universo limitado únicamente por la duración de unas pilas, que por extraño que pudiera parecer no había experimentado con ningún juego en otra plataforma hasta el momento y mira que llevaba ya unos cuantos, pero la inmediatez de aquella de consola de bolsillo, generaba un extraño efecto en el cerebro, la encendías en instantes y a correr en 5 segundos, fin y vuelta a empezar, nada de cables y televisores, nada de cargar interminables cintas de casete… solo había que decidir si te apetecía poner a correr y saltar al fontanero de marras. Como en los otros juegos, todo era un reto, a cada nuevo juego que lanzaban superaba en dificultad al anterior y este para mí, os puedo asegurar que al principio era insufrible, hasta pasarme la primera pantalla, yo no sé la de veces que me mató la dichosita seta y la tortuga de las narices con la bomba al más puro estilo kamikaze. Luego se iba complicando, tenías que saltar de una zona a otra y claro está me caía al vacío mil millones de veces, hasta que como todo, le vas cogiendo el truquillo y encontrabas tesoros y sitios que no sabías que existían, pero eso ya lo fui descubriendo las siguientes veces que me pasé el juego sin saber que habían tubos por los que podías meterte y cien cosas más, como no tenía a Google para preguntarle, pues no había más remedio que investigar durante horas ¿Qué absurdo verdad?. Spacewar funcionando en un PDP-1. (Wikimedia Commons)
Lo próximo que recuerdo con cariño, fue ya la llegada de un ordenador que por supuesto nos pareció maravilloso y más esperado que ganar el mundial de fútbol, aunque la pantalla solo tenía 14 pulgadas, un teclado enorme mecánico, chulísimo y un ratón (sí ratón, no tengo ninguna experiencia pionera reseñable con ordenadores, nunca conseguí el tilín con los Sinclair, Amstrad o Commodore, nadie es perfecto) y por supuesto lo acompañaba otro aparato gigantesco al que se le llamaba torre que casi no te cabían las piernas debajo de tu pequeño escritorio. Aunque esto sería sobre 1992, los ordenadores personales ya llevaban más de una década generalizándose en la piel de toro, pero fue por entonces cuando llegaron a ser más económicos y pude hacerme con uno decente (era joven y sin pasta, que ya os lo he dicho). Mi primer ordenador PC fue un clónico (vamos, barato y sin marca) comprado “a la carta” y de oferta en una tienda de esas franquicias que comenzaron a principios de los 90, un 286 con una monitor VGA si no recuerdo mal, pero me hizo su papel y abandoné de un plumazo mi gusto por las consolas. Sin embargo durante los años 80 y principios de los 90 pasé por los ZX Spectrum, un MSX japonés, Amstrad CPC, Super Nintendo, Sega Master System y finalmente un ATARI ST (si no me olvido de nada) antes de comenzar mi eterno (aunque tardío) idilio con los PC, desde entonces veo a las consolas como ordenadores limitados y sin gracia, sin embargo y curiosamente esas primeras consolas de las que os he hablado fueron las únicas máquinas que realmente recuerdo con pasión. Steve Rusell, junto a otros estudiantes del MIT en 1962 desarrolló Spacewar, en un modelo DEC PDP-1 de la época, era un sencillo juego donde dos naves espaciales trataban de destruirse mutuamente, ostentando el honor de ser el primer juego interactivo para ordenador. Aquello ocurrió antes de mi nacimiento y aún tardé unas décadas en unificar juegos y ordenadores en mi mente, (o saber simplemente quién fue Steve Rusell) como un todo apasionante que ha acompañado y acompañará mi experiencia vital hasta el fin, cuando todo vuelva a limitarse de nuevo a un puntito moviéndose por una pantalla hasta que finalmente se acabe la partida. Mani G. Morales (ManiPinkless) Temas relacionados: Mundo Retro, ManiPinkless Reconocimientos y más información sobre la obra gráfica ADVERTENCIA: En este foro, no se admitirán por ninguna razón el lenguaje soez y las descalificaciones de ningún tipo. Se valorará ante todo la buena educación y el rigor sobre el tema a tratar, así que nos enorgullece reconocer que rechazaremos cualquier comentario fuera de lugar.
6 Comentarios
bufalo1973
11/3/2017 17:32:40
Totalmente de acuerdo y me identifico casi al 100% con lo que cuentas.
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ManiPinkless
11/3/2017 20:20:08
Gracias, tienes mucha razón, comparativamente hoy en día muchas veces no se ve esa pasión en este mundillo. Estamos arriesgando muncho buscando artículos con estas visiones "divergentes" y mas "reales" de lo que fueron y son los videojuegos. Así que gracias, porque lo que dices nos ayuda a marcar el camino.
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Juanjo
16/3/2017 15:37:09
Gran artículo, salvo por las salpicaduras constantes de corte feminista que se hacen sobre todo en los primeros párrafos y luego cerca del final con la "machada" de Mario y su hermano el de verde. Por favor, ya sabemos que estamos en la época de lo políticamente correcto y de la lucha de las desigualdades y tal...pero un artículo que es una delicia de leer en lo que respecta a videojuegos, consolas y demás...no lo manchemos con opiniones personales sobre la actual guerra contra la discriminación sexista. Por lo demás, chapó.
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ManiPinkless
8/4/2017 14:04:21
La visión histórica de los videojuegos ha sido casi siempre masculina, por ejemplo ¿Que papel tiene la novia en "Juegos de guerra"? Pues eso... no somos floreros, ni novias de.. es importante saber lo que pensamos nosotras cuando veíamos esas actitudes constantemente en los comienzos de las consolas (no siempre voluntarias o deliberadas claro, pero que sumadas prevalecen)
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Dreamgame
2/4/2017 10:50:58
Gran articulo. Creo que me he enamorado de ti.
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ManiPinkless
8/4/2017 14:13:06
Eso es porque no me conoces,
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