CINE Y SERIES |
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Atención: Ver antes de morir Paramount Pictures Corp. Probablemente ésta sea la primera película que nos muestra un rudimentario ordenador, más atrás de ella, resulta difícil explicar si las consolas con lucecitas podrían llamarse como tal. Si buscas en Internet “primer película donde aparece un ordenador” o algo parecido, prepárate porque lo llevas crudo, eso sí, te vas a hartar de respuestas sobre las primeras pelis en 3D y el CGI porque Google, no lo voy a negar, es muy bueno haciéndose el tonto cuando no tiene idea de lo que le preguntas (hombre, tener tiene, pero se hace de rogar, cosas del talonario…) También lo podía haber titulado: “Cuando los mundos chocan… Tranquilos, con pasta nos salvamos”, pero me lo he pensado dos veces, porque no venia al caso, o igual si ;-) Bueno, la cuestión es que si buscáis entre las mejores pelis de la historia de ciencia ficción en el año 1951 probablemente encontraréis siempre la primera: Ultimátum a la tierra (The Day the Earth Stood Still), que desde luego es un peliculón, y a buen seguro ya conoceréis, o al menos la famosa “¡Gort!, ¡Klaatu barada nikto!”. Pues sí, la frasecilla no es de Terroríficamente Muertos, mala suerte, el tema es que en agosto de ese mismo año se estrenó la que probablemente es la primera película que nos muestra un autentico “concepto” de ordenador, así que mejor os aconsejo esta, y ya si acaso otro día le metemos un buen repaso a la de Robert Wise. Paramount Pictures Corp. La peli dirigida por Rudolph Maté, como la típica peli de ciencia ficción de serie B y efectos de pandereta, fue perpetrada con un acierto quirúrgico y desde luego nos ha dejado miles de clones a lo largo de la historia, pero como buena película del género esconde mucho más de lo que podáis imaginar en sus colorines chillones y sus 83 minutos de duración. Como no podía ser menos el guión de Sydney Bohem, fusiló sin piedad la parte más espectacular de la novela de Edwin Balmer, pues los efectos especiales de la época no estaban para muchas historias y el Sr. Spielberg no había descubierto todavía el invento ese de los Blockbusters, (digamos que estaba muy ocupado en convertirse en personita) centrándose en una trama sencilla al gusto de los productores de la época, aunque vista hoy en día, pues igual la cosa no está tan clara. La sinopsis se cuenta de un tirón: Una estrella mala malísima, que va dando vueltas por el espacio, va a colisionar con la tierra mandando todo a freír espárragos, es lo que tiene, ya se sabe, guerra fría, miedo a lo de fuera y todo ese rollete del cine de la época tan presente en la ciencia-ficción de aquellos días. Como no iba a ser menos, el Gobierno rehúsa escuchar a los científicos (que raaaro), pero los empresarios que son muy listos y se preocupan mucho por la salvación de este planeta (ay, ay… que hay cosas que no cambian) deciden construir una gran nave espacial a modo de Arca de Noé, para llevar a un grupo limitado de personas a otro planeta, más chulo a ser posible y montar allí otra fiesta con sus coches, tiendas de comida rápida y calentamiento global, ¡toma tú! dilema moral, porque seguro que iban a elegir a lo mejorcito… fijo que sacrificaban la pasta en bien del destino de la humanidad. Total, que a medida que se aproxima la hora del tortazo, se irán poniendo nerviosillos, por eso de los plazos, no sea que no lleguen a tiempo de terminar el pepino. Y claro, al resto del personal, que le va a tocar quedarse aquí a ver los fuegos artificiales de primera mano, comienzan a asustarse un pelín con eso de acabar triturados y reducidos a material de obra para rellenar algún anillo, rollo Saturno. Paramount Pictures Corp. Aconsejaros esta película por los efectos especiales y eso que le dieron la preciada estatuilla dorada por ello, sería como aconsejar Barrio Sésamo por sus escenas de sexo (que sí, que ya se lo del temita entre Epi y Blas y no cuela). El guión es lo que es y la fotografía pertenece a una cámara completamente drogada por John F. Seitz en coloreada felicidad nirvánica (si es que esta palabra existe y no me la acabo de inventar), eso sí a este también lo nominaron para el Oscar, pero se lo pensaron dos veces al final, antes de darle al dorado señor en bolas, y los actores, mayormente secundarios de armas tomar, por ser finos con la explicación se lo montan correctamente. Sin embargo este producto, pues poco más era para los que pusieron el dinero, funciona a la perfección como relato de una época, como el producto de un artesano que se gana la vida a fuerza de producir todo lo que puede para su amo, pero con el corazón y el alma dedicada a trasmitir algo especial en cada rincón de su obra Paramount Pictures Corp. La cosa vista ahora tiene su guasa, el personal que hay que salvar es todo blanco, perfecto, sacado de un anuncio de tostadoras de la época, con la feliz familia desayunando alrededor del maravilloso aparatejo, encantados de la vida, todos impecables, todos ingenieros y científicos que vienen de alguna gala de entrega de premios. (La selección del personal a salvar te deja como pensando si estamos salvando a la humanidad o a los superhombres de Nietzsche y todo ese mal rollo de la raza superior que va a la suya), el gobierno queda como una sarta de tontos del haba (y bueno, se supone que los americanos eran la leche) que dejará en manos de los señores de la pasta resolver el desaguisado, sí señor, la Guerra Fría pegaba duro… Paramount Pictures Corp. Para colmo, hacia el final de la peli, los obreros y demás personal, que no han sido elegidos para salvar el pellejo, al ver las orejas al lobo se amotinan, intentan tomar la nave y los afortunados lo resuelven a la vieja usanza: a tiros, dejándonos un oscuro sabor de boca sobre la abnegación y el sacrificio humano, pero más realista aún si cabe. Paramount Pictures Corp.
Para colmo, es la primera peli, si la primera (o así la documentan unos cuantos señores sesudos) que documenta un ordenador, como una máquina real cumpliendo sus funciones de cálculo analizando los datos astronómicos en lo que llaman una Maquina Diferencial, (resulta cuanto menos impresionante el homenaje a Charles Babbage y Ada Lovelace) y todo bajo unos parámetros de funcionalidad efectiva para echar una mano en eso de predecir el tortazo y que en la época (no olvidemos que el rodaje es del año 1950), no era una cosa que todo el mundo supiese o simplemente tuviese conocimiento de su existencia en la mayor parte del planeta, como documento histórico es impagable y no me vale decir “Metrópolis” de Lang y el cerebro electrónico de la señorita esa, que no cuela… Existe una continuación llamada After the worlds collide, contando las peripecias en el nuevo planeta, pero me da que no va en esta sección, así que lo voy dejando. Manuel Castelló (Kasmangou) Temas relacionados: Atención: Ver antes de morir, Películas, Kasmangou Reconocimientos y más información sobre la obra gráfica ADVERTENCIA: En este foro, no se admitirán por ninguna razón el lenguaje soez y las descalificaciones de ningún tipo. Se valorará ante todo la buena educación y el rigor sobre el tema a tratar, así que nos enorgullece reconocer que rechazaremos cualquier comentario fuera de lugar.
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