CINE Y SERIES |
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Quien se haya enganchado últimamente a las series de calidad dentro del género (Ash vs Evil Dead, The Black Mirror, Mr. Robot, The Walking Dead, American Horror Story...), encontrar con la misma facilidad, la profundidad y calidad de guión o de personajes a la que nos tiene acostumbrado el cine convencional le va a resultar realmente difícil. El cine comercial está quedando relegado a una explotación sistemática de los efectos especiales, remakes hasta lo absurdo y guiones con encefalograma plano, adornado todo ello con las estrellas de turno (muchas veces ya, ni eso) pero se siguen dando esas joyas del séptimo arte que muchas veces son enterradas por la publicidad de los grandes blockbusters o son ignoradas por la propia crítica necesitada de llegar a fin de mes. Hoy regresamos al futuro en nuestra lista chorra para repasar esas maravillas que quizás te pasaron inadvertidas y van camino de ser auténtico cine de culto. Una chica vuelve a casa sola de noche (Ana Lily Amirpour, 2014) Productora: Say Ahh Productions / SpectreVision / Logan Pictures / Black Light District En la ciudad iraní de Bad City, ¡Sí, iraní! un vampiro vaga en busca de sangre, merodeando alrededor de los personajes marginales de la extraña urbe, donde descubriremos un atípico romance teñido de sangre. A Girl Walks Home Alone at Night combina con sabiduría géneros y estilos, desde el western, el imaginario de Lynch, el terror o los comics. Estrenada en el Festival de Sitges 2014 en la sección oficial largometrajes a concurso recibió el premio Gotham al mejor director novel y 3 nominaciones incluyendo Mejor fotografía a los premios Independent Spirit de aquel mismo año. Ópera prima de Amirpour, la cinta, rodada en blanco y negro, sabe administrar con inteligencia una atmósfera inquietante para relatar esta historia de amor fou más lejos que nunca de los marcos convencionales, el cine cuando quiere sabe cómo no agotar su capacidad para renovar la atracción fascinante del mito vampírico con infinitas variaciones. La simple idea de rodar una película de vampiros ambientada en Irán, en b/n y con una estética más propia del indie estadounidense que del cine de Oriente Próximo ya justifica de por sí el visionado del film por los amantes del género. Si bien la directora nació en Gran Bretaña, vive en Estados Unidos y la película se rodó a miles de kilómetros de Irán en una ciudad que ni siquiera existe, el choque cultural entre el tradicionalismo islámico y la posmodernidad occidental provoca un extraño regusto que invita a la reflexión. 'La cabaña en el bosque' (Drew Goddard, 2012) Lionsgate / Mutant Enemy. Productor: Joss Whedon Todo parece comenzar como siempre: cinco estudiantes universitarios guapos y más salidos que la esquina de una mesa de diseño se preparan para pasar el fin de semana en una cabaña situada en un remoto bosque, como ya es costumbre, que casualidad… sin medio de comunicación posible en pleno siglo XXI pero vale, lo aceptamos. Tras instalarse encuentran en el sótano una extraña colección de recuerdos, entre los que destaca un diario que habla de la antigua familia que ocupó la casa… vaya, parece que volvemos a Terroríficamente muertos o algo parecido, esto nos suena ¿No? Pero la cosa se complica, mientras tanto en otro lugar un par de técnicos de lo que parece una planta industrial se están preparando para una operación desconocida, que incluye estar filmando a los jóvenes con cámaras ocultas y a través del diseño de la cabaña, con el uso de sofisticados controles ambientales y la liberación de drogas en el aire, manipular el medio ambiente asemejándolo al arquetipo de terror de las películas que todos tenemos en mente. ¿Qué demonios (y nunca mejor dicho) está pasando? Así se presenta este sofisticado juguete posmoderno, un auténtico rompecabezas del género terrorífico, joya ideal para los amantes del cine de género, todo un brutal homenaje capaz de sorprender a los fans más aguerridos y socarrones, construyendo un espléndido y entretenido análisis sintáctico del lenguaje del susto cinematográfico que perfectamente podría estudiarse (si no es que ya se hace) en las más prestigiosas escuelas de cine. La última media hora sencillamente resulta apoteósica, si eres un fan auténtico del cine de terror que te has visto todas las sagas clásicas desde los años setenta, sencillamente es probable que acabes llorando ante el deslumbrante último cuarto, donde probablemente sufrirás el síndrome de Sthendal… y será mejor que no te contemos más. 'Ex Machina' (Alex Garland, 2015) DNA Films / Film4 Cuando parecía que el cine de ciencia-ficción estaba condenado a un eterno déjà-vu entre el remake taquillero y la melancolía ochentera, Alex Garland nos puso a reflexionar sobre conceptos como la identidad, las consecuencias de la IA (inteligencia artificial) o el creacionismo mezclando mitos clásicos como Frankenstein y la moderna tecnología biomédica o informática. El planteamiento resulta sencillo y a la vez innovador, Nathan, un programador multimillonario y excéntrico, vive alejado del mundo en un lugar remoto y paradisiaco. Selecciona a un joven empleado de su empresa, Caleb, para que pase una semana con él con el objetivo de que participe en un test de su última creación: Ava, un ser creado con la más avanzada inteligencia artificial que Caleb tendrá que evaluar. Hace muchos Alan Turing, padre de la ciencia computacional, ideó una prueba para determinar si una máquina era o no capaz de pensar. El célebre test, aún no superado, hace pie en el principio conductista de que si una máquina se comporta en todos los aspectos de una manera inteligente, entonces debe ser inteligente. Porque en un principio la película va de eso, del límite en el que la inteligencia artificial se hace indistinguible de la otra, de la inteligencia sin apellidos. Pero a partir de ese momento la trama va mucho más allá, encerrada entre las paredes de esa fantástica mansión – laboratorio del siglo XXI, contando un drama tan extraño como brillante, pero tan turbio como no podríamos llegar a esperar. Ava, la espectacular robot de apariencia bella y frágil interpretada por la bella Alicia Vikander, es sin duda la moderna heredera de María de Metrópolis o HAL, aunque, por supuesto, no podemos olvidar a la mismísima Rachael, de Blade runner, o su prima-hermana: Samantha, de 'Her' pero el paso adelante tanto estético como sobre todo de una concepción más aproximada a un futuro cercano resulta fascinante. Aunque premiada en 2015 con el Oscar a los mejores efectos visuales y ser nominada a mejor guión original, ese mismo año optó también a 5 premios BAFTA incluyendo Mejor film británico, Alicia Vikander fue nominada a los Globos de Oro como mejor actriz de reparto y otras múltiples nominaciones, pero sinceramente, no fueron suficientes para elevar esta magnífica cinta al puesto que merecía. Under the Skin (Jonathan Glazer, 2013) Film4 / Nick Wechsler Productions ¿Cómo podemos justificar poner esta maravilla de Jonathan Glazer en esta lista sin acudir a sesudos análisis? Bueno, podemos decir, así a lo bruto, que aparece Scarlett Johansson completamente desnuda en diversos momentos pero cuando acabe la película ni tú, ni nadie que la haya visionado junto a ti hablará de eso al terminar, como si de un expediente X se tratara… realmente inusual. Inspirada en una novela de Michael Faber, en esta película la actriz, interpreta a una extraterrestre que se camufla entre nosotros adoptando la imagen de una atractiva mujer que seduce a hombres para arrastrarlos por el camino de la perdición. Silenciosa y extraña, es una de las películas de ciencia-ficción más especiales de los últimos años. Las primeras imágenes de esta fascinante película muestran la transformación de una potente cámara en un ojo, tan sofisticada, que puede incluso que no sea humana, de una perfección técnica tal, que capta con absoluta objetividad nuestra propia realidad. Una cámara instalada en uno de los cuerpos más extraordinarios del cine actual donde la fantástica interpretación parece también de otro planeta. En el tercer largometraje de Jonathan Glazer como acabo de comentar se nos presenta una serie de intentos de seducción entre Scarlett Johansson y unos desconocidos, encontrados en las calles escocesas, que ignoran por completo que están siendo rodados. La imagen juega y nos presenta las debilidades y previsibles comportamientos del género humano. Con una atmósfera insana a la que ayuda mucho la premiada banda sonora de Mica Levi, tras el primer visionado posee muchas capas, no es simplemente ciencia ficción en su variante de los aliens infiltrados, tantas veces filmada, sino también una reflexión sobre la naturaleza humana y sus miserias, una cruda metáfora sobre las relaciones sociales. Al igual que Nicolas Roeg, Glazer comparte con su afición por las narraciones elípticas y las tragedias más allá de lo mundano hasta alcanzar el terror a través de los sentimientos, pero para muchos la película avanza de forma innecesariamente lenta durante todo su metraje pasando de la intriga inicial da paso a la repetición, dándonos la sensación de que nada ocurre. Así que si esperas acción y una trama compleja que desmontar, mejor pasa a la siguiente recomendación. El Congreso (Ari Folman, 2013) Liverpool / Paul Thiltges / Pandora El director Ari Folman tras la hermosamente desgarradora Waltz with Bashir (2008), ese increíble documental animado rodado 5 años antes donde retrataba un acontecimiento histórico de la guerra israelí-libanesa y reflexionaba sobre el peso de la culpa de un pueblo, regresó está vez bajo un futuro distópico para hablarnos del peso de nuestra culpa futura en un mundo en constante huida de sí mismo, que en el fondo todos sabemos, como en cualquier buena novela de ciencia ficción de que mundo estamos hablando. En este universo paralelo, los grandes estudios digitalizan a los actores para poder hacer películas con ellos pero sin ellos, películas virtuales al fin y al cabo, sin alma, solo software. Tras esa primera evolución le siguen otras, hasta llegar a la química. Al final de la huida sólo nos quedan las drogas para soñar que somos quienes no somos, para soñar que aún poseemos con alma y personalidad. Liverpool / Paul Thiltges / Pandora Folman retrata así una distopía aterradora, psicotrópica, pero sobre todo alucinada e hipnótica, como si mientras la viéramos nosotros estuviéramos también bajo los efectos de esas mismas drogas. El guion es deliberadamente tramposo y caótico, Folman salta de escena en escena, de planteamiento en planteamiento sin detenerse demasiado en ninguno, en constante avance hacía contradictorias direcciones. Enigmática y absorbente como pocas la cinta, que es una libre adaptación de El congreso de futurología, de Stanislaw Lem donde reflexiona de un plumazo sobre la imagen y la existencia humana, sin pretender caer en la pedantería, la profundidad incomprensible, ni intentar marear a nadie, la película se inicia con una primera mitad en imagen real donde se narra el ocaso de las estrellas de cine en manos del vampirismo digital y las productoras ávidas del beneficio en manos del Dios de la tecnología y una segunda parte animada donde disfrutamos de un bello y perturbador mundo onírico. Por último destacar una banda sonora de Max Richter tan bella y triste a la vez que actúa como vehículo perfecto para ayudarnos a bucear en los entresijos de la obra y nuestra propia alma en peligro de alienación en manos de un futuro mal llevado, donde gracias a ella y la fuerza de sus imágenes, el director corresponde a la fertilidad imaginativa de Lem, transformando el afilado tono cómico del texto original en un poema onírico de aire melancólico. La llegada (Denis Villeneuve, 2016) Sony Pictures España El mundo entra en estado de conmoción cuando varias naves extraterrestres comienzan a llegar a la Tierra, quedando suspendidas en varios lugares alrededor del planeta, tras intentar contactar infructuosamente con ellas o sus tripulantes, los altos mandos militares piden ayuda a una experta lingüista (Amy Adams) para intentar descifrar su lenguaje, poderse comunicar con ellos y así averiguar si los alienígenas vienen en son de paz o suponen una amenaza. Poco a poco la doctora con la ayuda de Ian Donnelly, el científico que interpreta Jeremy Renner, intentará aprender a comunicarse con los extraños invasores, poseedores de un lenguaje propio, para dar con la verdadera y misteriosa razón de la visita extraterrestre... mientras tanto otros equipos están intentando comunicarse con los visitantes en otros lugares del planeta. La cinta es una adaptación del relato corto "The Story of Your Life" del escritor Ted Chiang, ganador de los reconocidos premios de ciencia ficción Hugo y Nebula y al igual que el texto, el lenguaje y su uso, la comunicación, son los conceptos sobre los que gira la obra. Pese a las imposiciones a las que le obliga la gran industria a su autor este, consigue concebir sus propios intereses y planteamientos, así como su particular concepción, tanto en el uso de las estrategias narrativas como en la puesta en escena que le han llevado a dar una nueva vuelta de tuerca a los tópicos del género, que si bien es una película de ciencia ficción que parte del clásico argumento de una invasión alienígena, que bajo su control se transforma en un film sensorial y sugestivo, que navega por territorios existenciales y filosóficos, poéticos, difuminando la sensación de estar frente a un film de ciencia ficción. La cinta no solo elude en todo momento caer en lo previsible o en los tópicos habituales del género, sino que sus premisas le sirven a Villeneuve para trazar una reflexión sobre el lenguaje, la comunicación y el tiempo, algo que le acerca a los planteamientos conceptuales de cineastas como Terrence Malick, podemos destacar las secuencias de la vida íntima de la protagonista, la doctora Louise Banks (Amy Adams), quien afronta en esos momentos la dolorosa pérdida de su hija y que acaba entremezclándose extrañamente con su investigación. El trabajo de Villeneuve posee sin duda un deliberado carácter circular y no solo por su estructura argumental, ya que su inicio posee múltiples conexiones con su final, sino también y sobre todo en el terreno conceptual, sobre todo a través de los signos lingüísticos que emplean los alienígenas para comunicarse, unos símbolos circulares, que trazan en el aire y que se asemejan estéticamente a los Ouroboros, símbolos gnósticos que suelen representarse como una serpiente o un dragón que se muerde la cola y que teniendo en cuenta los planteamientos de Carl Gustav Jung nos muestra los arquetipos presentes en el inconsciente colectivo a lo largo de los tiempos y contenidos hereditariamente en la psique del ser humano. Pese a todo y aunque no ha recibido el apoyo unánime por parte de la crítica de cine o el público y pese a que los Oscar o los fans de la ciencia-ficción no se hayan postrado frente a su profundidad y grandeza, sólo puede ser al final un síntoma positivo frente al film de Denis Villeneuve, un relato intenso a favor de la comunicación como herramienta indispensable para la paz, el progreso y la estabilidad tanto de nuestra especie como en el propio universo. Candela Fuentes S. Temas relacionados: Listas Chorras, Películas, Candela Fuentes S. Reconocimientos y más información sobre la obra gráfica ADVERTENCIA: En este foro, no se admitirán por ninguna razón el lenguaje soez y las descalificaciones de ningún tipo. Se valorará ante todo la buena educación y el rigor sobre el tema a tratar, así que nos enorgullece reconocer que rechazaremos cualquier comentario fuera de lugar.
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