Una vez más, con la llegada de agosto mantendremos un “perfil” bajo durante todo el mes, seguiremos atentos a los foros y puede que pongamos alguna “sorpresa”. Aunque no se pueda ver, continuaremos trabajando duro todo el verano, eso sí, lo cual nos lleva a una reflexión a cuenta de nuestro país.
Si pensamos en España en Agosto, parece que siempre vemos un país en vacaciones, un país de fiestas en la playa, siestas y chiringuitos. Largos días de relax y noches de verbena. Días para irnos a nuestra casa de campo o volar a Cancún.
Pero la verdad, tan solo es una imagen creada con el esfuerzo, el trabajo y el sufrimiento de millones de españoles que transformaron la imagen de España hace décadas para hacer de esta, una potencia mundial del Turismo y llevarla junto al resto de los “sectores de actividad” a un estado de bienestar y libertad que fue envidiado en medio planeta. España en agosto siempre ha sido trabajo duro, comercio, transporte, seguridad, industria, etc. porque el corazón de un país como el de sus habitantes si se detiene, muere. Pero esto no parece haber calado en la clase política de nuestro país, aunque las elecciones del 28 de abril dejaron un ganador, el Partido Socialista, existe un Congreso más fragmentado que nunca que no ha permitido, todavía, llegar a un acuerdo para la investidura aterrorizando tanto al personal de calle como a los altos poderes del Olimpo con una repetición electoral. Pese al largo período sin gobierno y los intermedios de inestable gobernabilidad que hemos vivido en los últimos años, el gasto de este sector de la sociedad y los respectivos sueldos de sus señorías se han mantenido intactos, así como los complementos por comisiones, viajes etc. Esta situación ha llegado a que cale en nuestra cultura popular el jocoso mensaje, alentando como no, por las modernas redes sociales de que “esto se solucionaba dejando a nuestros representantes sin cobrar hasta que formen gobierno”. No deja de ser un chiste con peligrosas aristas que malinterpreta el proceso democrático y las funciones de un gobierno, pero a estas alturas hasta yo me asusto de comenzar a pensar, aunque en broma, si sería una medida suficiente para que si vamos a elecciones un domingo se disponga de un gobierno estable y con acuerdos el siguiente miércoles. Y tanto es así que este año, los consejeros de imagen de nuestros principales líderes, Pedro Sánchez, Pablo Casado, Albert Rivera y Pablo Iglesias se han preocupado de advertirles para que tengan ciertos criterios de actuación durante las vacaciones veraniegas: “serán cortas, discretas y atentos a los sucesos o novedades”. Sus equipos de comunicación no están dispuestos a compartir demasiada información acerca de sus planes, destinos o acompañantes. Saben perfectamente que en un país sin Gobierno y sin pactos por el momento para lograrlo, lo mejor es la discreción, donde las vacaciones parezcan algo secundario. Nadie quiere dar la sensación de que no se está pendiente del bloqueo o que nuestras Señorías se toman demasiados días libres. Habrán vacaciones, pero muy discretas, aunque desconozco todavía los baremos para que se les valore tales días de asueto a un precio tan alto, dado el bajo rendimiento laboral observado en los últimos tiempos. Todos tenemos derecho a vacaciones, me parece perfecto, la Constitución habla de igualdad para todos, pero me temo que con las prisas de tan importante escrito olvidó el tema de la igualdad en las pagas de vacaciones para los que no hicieron gran cosa en su trabajo durante el resto del año. Puede que lo que acabo de decir sea otro chiste sin gracia y de mal gusto, que no se merece el esfuerzo honesto que condujo a nuestros textos fundamentales, el problema grave llega cuándo afrontamos situaciones que conducen a la aparición de estas reflexiones jocosas. Y eso si que es un grave problema social Por supuesto el Gobierno tendrá Consejo de Ministros todos los viernes del mes y solo parará el 16, aprovechando el festivo nacional del 15. El próximo miércoles 7 Pedro Sánchez despachará y almorzará con el rey Felipe VI en Mallorca, a partir de ese fin de semana del 10 de agosto su actividad parará unos días, "aprovechando que es puente en toda España", según advierte un portavoz de Moncloa, para volver a la rutina parlamentaria alrededor del viernes día 23. Sinceramente no sé que pensaran de los planes de nuestros dirigentes y señores diputados, o de sus honorarios, todas aquellas personas con “vacaciones forzosas”, todos quienes trabajan en este mes, los que buscarán trabajo, el empresario hostelero que debe garantizar que todo esté perfecto para sus clientes o el ganadero que debe suministrar todo el agosto pienso para su rebaño… o muere. El servicio público, y quienes lo realizan en ciertas instancias, hacen algo más que un trabajo, se les elige para dirigir el pulso de un país, para mantenerlo vivo, es una vocación, como cirujano, policía, militar o poeta. El sueldo, las vacaciones, es algo accesorio por muy bien pagado que esté y si nuestros ciudadanos comienzan a dudar de la función pública a estos niveles algo está fallando. Como director de esta publicación no puedo comparar mi función social de comunicar con las altas responsabilidades de sus señorías, pero puedo garantizar que este verano no vamos a dejar de trabajar, mejorar y crecer, comprometiéndonos en nuevos proyectos. Y a quien no le parezca bien, bueno… en Internet supongo que hay muchos medios de comunicación que ofrecen mejores condiciones que las nuestras :-)
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