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COP 25: La crisis climática provoca hambre en 17 millones de niños y niñas del sur y este de África8/12/2019
Especial cumbre del clima
Niño arrastrando una lata de agua en Kenia - Save the Children*
El año 2019 será recordado como aquel en el que la crisis climática devastó parte del sur y este de África, con inundaciones, sequías, ciclones y deslizamientos de tierra que dejaron al menos a 35 millones de personas en niveles, como mínimo, de crisis por inseguridad alimentaria. De esta población, más de 17 millones son niños y niñas. Así se desprende de un análisis de Save the Children realizado con motivo de la celebración en Madrid de la Cumbre del Clima (COP25).
La organización humanitaria alerta de las graves consecuencias que la crisis del clima y los desastres naturales derivados de ella tienen en la infancia de esta región del planeta. “Los efectos del cambio climático ya se pueden ver hoy. La crisis del clima está matando gente, les está obligando a abandonar sus hogares, está arruinando el futuro de niños y niñas y está generando aún más desigualdad, pobreza y desplazamientos en zonas como África oriental y meridional”, señala Andrés Conde, director general de Save the Children.
Niños jugando en áreas inundadas in Koshin, Beledweyne. Cerca de 23,000 hogares en la región de Hiraan de Somalia que se han visto obligados a huir de las crecientes aguas de inundación a terrenos más altos necesitan desesperadamente agua limpia, alimentos, letrinas temporales y refugio, advierte Save the Children.
Otros 50,000 hogares en la ciudad de Beledweyn y las áreas circundantes de la región de Hiraan en Somalia podrían verse obligados a reubicarse en los próximos días si, según lo predicho por la agencia Somalia Water and Land Information, el río Shebelle alcanza el umbral de inundación. Save the Children* “No solo aumentan las cifras de desnutrición y las muertes por falta de alimentos, especialmente de bebés, sino que los desplazamientos de la población huyendo de sequías, inundaciones o sucesos similares suponen riesgos adicionales para los niños y niñas: son separados de sus familias, abandonan la escuela y corren peligro de ser explotados”, sostiene. Save the Children pide a los líderes mundiales reunidos estos días en Madrid un compromiso mayor en la reducción del impacto del cambio climático en los niños y niñas y que se desarrolle un pacto de justicia climática intergeneracional, que incorpore los derechos de la infancia. Los niños y las niñas están sufriendo ya, y van a tener que convivir con, los efectos de una crisis que no han provocado.
Susan es una niña de cuatro meses que vive con su madre y cinco hermanos y hermanas en Turkana, una parte remota del noroeste de Kenia. La familia de Susan son pastores, lo que significa que sus ingresos están vinculados a sus rebaños de ovejas y cabras. Su familia a menudo viaja largas distancias para encontrar comida y agua para sus animales.
La madre de Susan, Rebecca, está muy preocupada por la serie de sequías que han afectado a su comunidad en Turkana en los últimos años. Ella dice que en los últimos tres años, muchos de los animales de su familia murieron de hambre o murieron por falta de agua. El clima en su área se ha vuelto tan impredecible que cree que el pastoreo ya no será una forma de vida posible para su familia en el futuro. Save the Children *
Rebecca lleva a Susan y a sus otros hijos a un puesto de nutrición de Save the Children de forma regular, para que la examinen en busca de desnutrición, vacunen y reciban cereales fortificados. Está muy contenta con el servicio, que se encuentra a más de 90 km del pueblo más cercano y cerca de donde guarda sus animales. Rebecca también recibió distribuciones en efectivo de Save the Children, que la ayudaron a ella y a su familia a sobrevivir la última sequía en 2017.
Rebecca cree que el futuro de sus hijos radica en obtener una buena educación, y se ha asegurado de que sus hijos estén en la escuela y se compromete a asegurarse de que Susan vaya a la escuela cuando tenga la edad suficiente. Save the Children * La organización está presente como “actor por el clima” en la denominada zona verde de la Cumbre, con una conferencia (Justicia intergeneracional en la crisis climática) a las 17 horas a cargo de Andrés Conde y de Paula Mancebo, activista de Juventud por el Clima. La conferencia será inaugurada por la ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo. En el encuentro también participarán niños y niñas del colegio público Rufino Blanco de Madrid. “Las decisiones que los adultos tomemos hoy para frenar el cambio climático determinarán, en una escala sin precedentes, el mundo que las próximas generaciones heredarán”, expresa Conde. Por esto motivo, la organización exige al próximo gobierno que se comprometa con medidas dirigidas a reducir las emisiones de CO2 y a desarrollar políticas concretas para paliar los efectos más urgentes de la emergencia climática. Estas medidas deben tener un enfoque de justicia intergeneracional. Además, se debe dar espacio en las instituciones y en los espacios de participación a los niños, niñas y adolescentes, que son quienes actualmente lideran el movimiento de lucha contra la emergencia climática.
Amran es una niña de 13 años que vive con su madre, su padre y sus cinco hermanos en una aldea al norte de la ciudad de Beledweyne, en el sur de Somalia.
El 22 de octubre, después de semanas de fuertes lluvias, las orillas del río Shabelle en Beledweyne se desbordaron, inundando las comunidades de la ciudad de Beledweyne y sus alrededores, y destruyendo casas, propiedades y medios de subsistencia. La casa de Amran estaba completamente inundada. Cuando las aguas de la inundación llegaron a su hogar, la madre de Amran, Amina, cargó a su hermana de un año en su espalda, abrazándola con fuerza mientras la familia desafiaba las inundaciones. Amran y sus otros hermanos se turnaron para viajar en un carro de burros, ayudados por su padre. Su viaje a terrenos más seguros les llevó un día entero. Solo podían llevarse unos pocos objetos y dejar el resto a merced de las aguas que brotaban. La familia ahora vive en un campamento de desplazamiento temporal cerca de donde solía estar su hogar, y dependen del apoyo humanitario para satisfacer sus necesidades básicas. Antes de las inundaciones, Amina tenía un pequeño restaurante en su pueblo. No fue mucho, pero las pequeñas ganancias que obtuvo la ayudaron a mantener las necesidades básicas de la familia. Su esposo trabajaba como jornalero pero luchaba por encontrar oportunidades laborales regulares. Amran y sus dos hermanos mayores solían ir a una escuela religiosa y pasaban su tiempo libre ayudando en el restaurante de su familia. Amina, quien ha vivido en la aldea durante muchos años, describió las recientes inundaciones como las peores que haya visto. Beledweyne y las áreas ribereñas a lo largo del río Shabelle son propensas a las inundaciones, pero las intensas lluvias en las tierras altas de Etiopía han hecho que las inundaciones de este año sean más extremas. / Save the Children* Asimismo, llama a los donantes a aumentar la financiación a proyectos humanitarios en África oriental y meridional para proteger a los niños y niñas, promover su acceso a la salud y la educación y garantizarles sus medios de vida. Save the Children considera además necesario cambiar la forma en que se desarrollan los programas y políticas de financiación para garantizar una respuesta rápida ante desastres naturales y trabajar con los gobiernos de África oriental y meridional para poner en marcha planes nacionales contra el cambio climático. En 2019 los desastres vinculados al clima han provocado 1.200 muertes y se prevé que concluirá con el desplazamiento de 2,1 millones de personas en el sur y este de África. La respuesta humanitaria y la financiación no dan para más. Los ciclos repetidos de inseguridad alimentaria provocados por la crisis del clima están dando lugar a necesidades humanitarias no cubiertas. Save the Children trabaja en la protección de niños en emergencias y desastres naturales. Trabaja con las comunidades para establecer rutas de evacuación, se adelanta a posibles desastres disponiendo antes suministros para una respuesta rápida en caso de emergencia, favorece el acceso a agua limpia y desarrolla intervenciones contra los efectos de la sequía. La organización apoya además el activismo estudiantil para exigir acciones sobre el cambio climático en todo el mundo.
Vista de aérea del río Shebelle, el cual se desbordo inundando la ciudad de Beledweyne, vista aquí bajo el agua. El 22 de octubre, después de semanas de fuertes lluvias, las orillas del río Shabelle en Beledweyne se desbordaron, inundando comunidades en la ciudad y sus alrededores, destruyendo casas, propiedades y medios de subsistencia. Save the Children *
Más información:
Fuente: Save the Children * Imágenes y comentarios Viaje a Somalia del 28 de marzo al 8 de abril de 2019. Con Valerie Kierkels (STC Países Bajos), Martine Bergwerff (STC Países Bajos), Philip Brink (cineasta / editor), Marieke van der Velden (fotógrafo) – Amran,13 Somalia: AMRAN, 13, SOMALIA Mohamed Osman, Daphnee Cook, Jamillah Mwanjisi
Temas relacionados: Economía Social, Sociedad, Política Y Ciencias Sociales, Sostenibilidad
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