El Nacionalismo de la A a la Z – 2ª parte, La confusión del concepto “nación” como ideología13/8/2017 Ideología y nación En mi primer artículo sobre los nacionalismos intenté explicar las raíces históricas de los conceptos estado y nación, pero… ¿Qué ocurre con la ideología que subyace detrás de estos términos? Bien, veamos, en politología se entiende por ideología como el “conjunto de creencias, ideas o incluso actitudes íntimamente relacionadas, características de grupo o comunidad”, que la gente tiene sobre su régimen político y sus instituciones, y su propia posición y rol dentro de él, que sería por ejemplo como Macridis R.C. y Hulliung lo definen en su libro Las ideologías políticas contemporáneas, de esta forma, la ideología política aparece como un concepto distinto de “cultura política” o “tradición política”, porque la cultura política es consecuencia de la convivencia entre gentes que participan de distintas ideologías, ya que se trata de lo que tienen en común al vivir en sociedad. Hasta aquí bien, sin embargo, diversos grupos dentro de la misma comunidad política en ciertos momentos y en determinadas condiciones, pueden cuestionar el sistema político si se rompen los consensos básicos, en este sentido, una ideología política empuja a la gente a la acción, la motiva para reivindicar cambios en su modo de vida y modificar las relaciones políticas, sociales y económicas existentes o la moviliza para preservar lo que valora. Al tratar las ideologías debemos tener siempre en mente dos características fundamentales: una determinada ideología política racionaliza el statu quo, mientras que otras ideologías y movimientos rivales lo cuestionan. Primeramente debiera diferenciarse entre filosofía/teoría, por un lado, e ideología, por otro. Pues bien la filosofía significa “amor a la sabiduría”, a la imparcialidad y a menudo solitaria contemplación y búsqueda de la verdad. Mientras que por otro lado, en el significado más estricto de los términos, teoría es la formulación de proposiciones que unen variables casualmente para justificar o explicar un fenómeno y esas uniones deben ser verificables empíricamente. Maximilian Karl Emil Weber (1864 - 1920) fue un filósofo, economista, jurista, historiador, politólogo y sociólogo alemán, es considerado uno de los fundadores del estudio moderno de la sociología y la administración pública. Weber definió el Estado como una entidad que ostenta el monopolio de la violencia y los medios de coacción, una definición que fue fundamental en el estudio de la ciencia política moderna en Occidente. Quotesaboutfriends Lo que separa a la teoría o la filosofía de la ideología, es básicamente que mientras las dos primeras implican reflexión, organización de ideas y demostración, la ideología forma creencias que incitan a la gente a la acción. Las personas se organizan para desarrollar ciertas ideas, generalmente simplificadas, y llevarlas a cabo en una determinada sociedad. Por tanto, la ideología implica acción y esfuerzo colectivo. El conocido sociólogo alemán Max Weber lo pone de manifiesto indicando que las teorías y las filosofías se seleccionan para ser transformadas en ideologías, sin explicar, sin embargo, precisamente cómo, cuándo y por qué. Pero de hecho se simplifican y de determinada filosofía puede surgir una o varías ideologías. La deuda contraída por la mayoría de las ideologías políticas con la especulación política y la filosofía resulta bastante obvia cuando observamos algunos de los principales temas abordados por las ideologías políticas:
Por tanto las ideologías políticas se dirigen a cada uno de los ciudadanos y todas comienzan con una u otra concepción de la naturaleza humana, presuponiendo que con los cambios apropiados del entorno y la oportuna inculcación de nuevos valores pueden crear hombres “nuevos”. El nacionalismo a principio del siglo XXI se ha convertido en una ideología muy influyente, ya lo fue durante el siglo XX y condujo por ejemplo a dos guerras mundiales, aunque por supuesto también influyeron otros factores que alimentaron el nacionalismo extremo. El Mercado Común Europeo (hoy Unión Europea) surgió, entre otras cosas, como un antídoto frente a las ideologías fuertes, como el comunismo y el nacionalismo, para tratar de evitar que pudiesen conducirnos a otro desastre. El nacionalismo llevado a sus extremos más violentos está produciendo en Europa imágenes y comportamientos que ya creíamos desterrados. Tercerainformacion. A día de hoy sólo mantiene su relevancia el nacionalismo, ideología que tiene en su raíz, el concepto “nación” y es para muchos un elemento de inestabilidad en Europa, ya ha fragmentado la antigua Yugoslavia, operó en Francia (nacionalismo bretón y corso), aparte del anarquista y catalanista que también les llega), influye en Italia (Liga Norte) y ha provocado un Referéndum en el Reino Unido (Escocia) o está vinculado al Brexit, que ha puesto últimamente patas arriba tanto la política continental como la de las islas, eso es un hecho ya indudable. Los usos de la ideología política nacionalista: Una ideología nacionalista es, por tanto, un conjunto de ideas y creencias mantenidas por una serie de personas sobre la base de la existencia real o supuesta de una nación, esta ideología determina lo que tiene valor y lo que no, lo que debe mantenerse y lo que debe cambiarse y de acuerdo con ello, moldea las actitudes de los que no la comparten. Así pues, si la ideología es un conjunto de ideas coherentes compartida por un número determinado de personas, la comunicación entre ellos será mucho más fácil. Pues bien, el nacionalismo rompe con los significados tradicionales, las palabras en política, históricamente tenían un especial significado: “los rojos”, “los liberales”, “los potentados”, “la conjura comunista”… digamos que eran términos que los miembros de un determinado grupo comprendían fácilmente y que ayudaban a otros a situarse dentro de una familia ideológica determinada. Para el nacionalismo, bueno, podemos decir que esto es mucho más sencillo: nosotros y ellos. Nosotros los miembros de la nación real o imaginada; ellos, los que no pertenecen a ella. Como diría Johann Fitche, estos términos pueden ayudar al extraño a identificar la familia ideológica a la que pertenece el que habla, una ideología común simplifica la comunicación y hace que el esfuerzo conjunto sea menor para todos lo que la aceptan. Como cabría esperar, los impulsos emocionales y los rasgos de personalidad se expresan por medio de diferentes ideologías, las ideas no solamente simplifican, sino que también aprovechan las emociones y a menudo, exaltan los ánimos de la gente. La ideología, por tanto, podríamos decir que nos proporciona satisfacción emocional, así la gente que la comparte está fuertemente unida, participan de las mismas ambiciones, intereses o metas y trabajan unidos para conseguirlas. Una persona que tiene una ideología compartida con un grupo de gente es probable que se sienta feliz y seguro y se deleite con la solidaridad de una empresa común, al identificarse con ella nunca está solo… sería algo así, si se me permite la libertad, como la afición a un equipo de futbol, pero salvando las diferencias claro está. Luis Sánchez Agesta (Granada, 1914 - Madrid, 1997) fue un político, jurista e historiador español. Licenciado en Derecho en la Universidad de Granada de la cual fue profesor con tan solo veinte años .En 1988 fue galardonado, junto con Luis Díez del Corral, con el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales. Rectorado.UGR Las ideologías políticas como bien sabemos se refieren a valores como: calidad de vida, distribución de bienes y servicios, libertad e igualdad. Si hubiera acuerdos sobre cada uno de ellos, existiría una sola ideología compartida por todo el mundo, pero claro, lo que ocurre realmente es otra cosa, ya que al ser la ideología una simplificación de la realidad y sus efectos por tanto son, digamos… moderadamente problemáticos, pero esa no es la cuestión que abordamos ahora, pero bueno, podemos pensar en ello. Las ideologías políticas y el concepto “nación” Bueno una vez tenemos colocado en su sitio el concepto nación e ideología, ahora toca barajarlos, si se examina la extensión de los movimientos políticos ideológicos contemporáneos se obtiene un abundante surtido de temas: liberalismo, capitalismo, socialismo democrático, socialismo, nacionalismo, comunismo, anarquismo, etc. Obviamente, se necesita algún criterio que oriente a los receptores de dichas vías políticas, lo que llevaría a cuatro principios básicos:
Mapa del imperio Alemán 1871-1918 El pangermanismo fué un movimiento ideológico y político partidario de la unificación de todos los pueblos alemanes como es el caso de Alemania y Austria, fue muy influyente en la política alemana del Siglo XIX, durante la Unificación alemana, cuando el Imperio Alemán fue proclamado como un estado-nación sin incluir a Austria y durante la primera mitad del siglo XX, muy especialmente durante los años de la Alemania nazi. Wikimedia. De la misma manera, por ejemplo Luis Sánchez Agesta en un conocido artículo sobre el concepto “nación”, establecería hace ya mucho tiempo, la distinción semántica entre Estado (reino / monarquía / república) y nación, donde identificaba dicho término en clave política mientras que el de Estado lo situaba de un forma natural. En cualquier caso el concepto nación ha posibilitado el surgimiento del nacionalismo, eso es algo claro. Tomando la directa, Los nacionalismos Muchas veces se ha intentado delimitar el concepto de “nacionalismo” no sin dificultades a la hora de encararlo, pues es un terreno espinoso, sin duda, la principal razón radica no ya en situarlo a pesar de la confusión existente con vocablos como Estado o patria, sino que al mismo tiempo el término nacionalismo, englobaría categorías muy dispares como la vertiente romántica, la liberal, la prusiana o la francesa, como se explica por ejemplo en el libro: Síntesis de historia del pensamiento político (1994) de Martínez Roda, Sáenz-Diez y García Fraile. Debido a su complejidad terminológica, resultaría mucho más conveniente realizar un breve recorrido para poder visualizar la evolución a lo largo del siglo XIX y primera parte del XX. Para empezar podríamos decir que el patriotismo estaría considerado en un principio como una doctrina política que sostendría que la sociedad se escinde de forma natural en naciones con características que podrían determinarse y cuyo representante legítimo sería un gobierno nacional, así pues el nacionalismo es un paso más, tiene apego o afecto a la propia nación que pretende situarla encima de las demás, así el patriotismo es concéntrico, el nacionalismo excluyente Revolución Francesa Cabe mencionar que la palabra nacionalismo no debiera usarse como tal hasta el surgimiento de la Revolución francesa en 1789, ya que solamente sería compatible con dicho momento histórico, porque en este momento surge el concepto nación previo al nacionalismo. El juramento del juego de la pelota, obra de Jacques-Louis David. Fue un compromiso de unión presentado el 20 de junio de 1789 entre los 578 diputados del Tercer Estado(o Estado Llano) para no separarse hasta dotar a Francia de una Constitución), haciendo frente a las presiones del rey de Francia Luis XVI. Wikimedia. La soberanía, hasta ese momento, quedaba personificada en el monarca, a partir de aquí, pasaría a formar parte de la nación misma. Estableciéndose desde este momento un nuevo ámbito ético-jurídico dentro del campo de la política en contra del Régimen establecido anteriormente, que pasó a llamarse Antiguo Régimen. Además, con la invasión napoleónica de gran parte de Europa comienzan a surgir las ideas nacionalistas, que despertaron un papel activo en la Historia del siglo XIX, avivado el debate de aquella época entre lo natural y lo artificial, el nacionalismo se definió como recurso natural y consecuencia lógica de los tiempos, al considerar a las naciones como “algo objetivo”. Por otra parte, muchos de los fundamentos intelectuales de dicho sentimiento desde unos principios débiles e inconsistentes al quedar asumidos por artistas literarios o musicales del Romanticismo, especialmente en Alemania e Italia. La nueva identificación de la nación que establecería Sièyes al definirla como “cuerpo de personas asociadas que viven bajo una ley común” y que encontramos en el artículo anterior ¿Qué es el tercer Estado?, es un precursor definitivo, el cual logrará transformar los Estado Generales en Asamblea Constituyente. El término nacionalista se utilizaría para referirse a movimientos políticos que tratan de obtener o ejercer el poder del Estado y justifican sus acciones al conformar la vida según su modelo, generalmente lingüístico, sobre su propia idea de nación, generalmente de un pasado idealizado. Dichas argumentaciones se cimentarían sobre cuatro afirmaciones básicas como nos dice por ejemplo John Breuilly:
De ahí que sea necesario, podríamos decir, distinguir los conceptos de nación, patria y Estado; porque el sano amor a la patria o a la propia nación no implica ser nacionalista. Patria, nación y Estado: La patria, etimológicamente hablando vendría del latín pater y designaría el vínculo a una tierra por motivos afectivos. Se entendería como un concepto sentimental y no sería excluyente de otra, lo que vendría a compatibilizar el apego de dos patrias (una del padre y otra de la madre). John Breuilly (born 1946) Profesor de nacionalismo y etnicidad en la London School of Economics, es autor de un libro pionero en su género como Nationalism and the State (1982) también es responsable de la importante obra sobra la historia del nacionalismo: The Oxford handbook of the history of nationalism (2013). Asen.AC El concepto de nación ya ha sido mencionado a lo largo de estos artículos ampliamente, es decir, se trata de un pueblo asentado en un territorio bajo la forma política de Estado, así pues no toda comunidad es una nación, más bien se entendería como: una comunidad social cuyos componentes tienen conciencia de compartir algunos rasgos sociales o culturales que son políticamente relevantes en palabras por ejemplo de José Andrés-Gallego en el libro Diez años de reflexión sobre el nacionalismo, el Estado, la nación, la soberanía y lo hispánico . Al mismo tiempo que se diferenciaría de la patria en que ella sí que se basaría en rasgos comunes cono sería la historia, la cultura, la etnia o la religión. Sin embargo, si la nación es considerada como una evolución de la patria misma, es complicado explicar que una comunidad así convertirse en un estado independiente, mientras que otras comunidades permanecieran absorbidas e incluidas dentro de esa misma nación, entonces… la clave está en la existencia de un Estado soberano. Por otra parte, tendríamos que el Estado se identificaría con la forma de organización social que marcaría toda actividad humana en un territorio donde habita un pueblo, lo que vendría a representar la delimitación de un territorio soberano con sus propias leyes, las cuales se llevarían a cabo para un buen funcionamiento del mismo. José Andrés-Gallego (Calatayud, 1944) Historiador español especializado en Historia Contemporánea. Es uno de los historiadores españoles que más han estudiado la cultura política en el mundo hispano (España y América), así como la historia de la historiografía, Doctor en Filosofía y Letras con una dilatada carrera, actualmente es profesor de investigación en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Diario de Navarra.
O dicho de otra manera, “el estado debe ser distinguido de la comunidad que lo crea; aquel ha de considerarse no como la comunidad misma, sino como una organización”, pero una organización necesaria para poder considerarla una comunidad política como una nación. Como ya se ha mencionado en este artículo y para finalizar diré pues, que el Estado es por tanto considerado fruto de la modernidad y con un recorrido al no existir como tal hasta el siglo XVI, encajando muy bien los aspectos como la unicidad, exclusividad u homogeneidad, aunque pensadores clásicos como Aristóteles consideraran al Estado como algo natural, hasta la llegada de Maquiavelo y que lo considerara como algo artificial, no como algo que la naturaleza humana produjera espontáneamente como así pensaran el citado Aristóteles o Santo Tomás de Aquino. ¿Qué opinan? Bueno creo que con esto la visión es suficientemente amplia como para hacerse una idea, el resto lo deciden nuestros inquietos e inteligentes usuarios… en el siguiente artículo confrontaré todas estas ideas con nuestra constitución y daremos un viaje por la transición. No paséis calor. Juan Pablo Castillo Cubillo Temas relacionados: Economía Social, Sociedad, Juan Pablo Castillo Cubillo, Política. Reconocimientos y más información sobre la obra gráfica ADVERTENCIA: En este foro, no se admitirán por ninguna razón el lenguaje soez y las descalificaciones de ningún tipo. Se valorará ante todo la buena educación y el rigor sobre el tema a tratar, así que nos enorgullece reconocer que rechazaremos cualquier comentario fuera de lugar.
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