Antes que nada una rápida aclaración para los impacientes: ¿Por qué me he decidido a publicar un artículo sobre mi visión de Menéame, un lugar que tanto respeto y por qué lo pongo aquí? 1º Un tamaño descomunal difícil de encajar en ninguna parte… estoy muy mayor para empezar con blogs y demás historias. 2º Era vital poder mostrar el montaje con todos los avatares en alta definición en homenaje a los que componen realmente Menéame: Ustedes. 3º Aquí fue precisamente donde me dieron la oportunidad de hacer cierta “cosilla” sobre satélites cuando nadie más quiso darme una oportunidad, así que con lo mal que escribo ya les arruino la página del todo y a otra cosa mariposa. Comenzando por el final Supongo que casi nadie podrá soportar este soporífero trabajo hasta el final, así que comenzaré la casa por el tejado por si alguien se pierde, planteando mis modestas conclusiones que pueden ser erróneas perfectamente, si no lo reconozco yo el primero, difícilmente podré mejorarlas con la opinión de los demás, si la política les aburre... de verdad salten directamente a la recapitulación, pues si no es más entretenida, ya que soy un pésimo escritor, al menos sí es un burdo relato de parte de mi vida para los amantes de las telenovelas baratas… En serio, al menos igual se entretienen o se ríen de mí, pero para los que sigan, aquí están mis conclusiones:
Lo peor de todo radica para mí en un tema tangencial: Un pilar de la democracia es favorecer la libertad expresión. Es por tanto una misión de los gobiernos y partidos democráticos (de todos sin excepción, que quede claro) legislar siempre a favor de este derecho fundamental y en este caso no fue así. Como dijo Evelyn Beatrice Hall en la famosa frase atribuida a su biografiado Voltaire: “No comparto su opinión, pero daría mi vida por defender su derecho a expresarla”
1º Extinguirse o quedar reducido a una plataforma sin relevancia ni medios. 2º Transformarse en un sucedáneo sin alma de red social o Reddit (¡ojo! No tengo nada contra Reddit) o página similar a Forocoches, Facebook o Tweeter que ofrezca beneficios suculentos y acabe con el espíritu honesto, digno y reflexivo al que aspiraba cuando fue creado. Es decir, AEDE y sus intereses afines desean eliminar la amenaza que pueda suponer una plataforma con prestigio, que tenga una respetada opinión progresista o bien esperan que se transforme en un lodazal de insultos y descalificaciones sazonado con noticias sensacionalistas o intrascendentes ¿A que a todos les suenan famosos lugares como esos? Cuando digo progresista: que quede claro que no hablo ni de “izquierdas”, ni de “Podemos”, ni de nada partidista, hablo de una forma de pensar con un millón de variantes. El resto de plataformas saben que esa transformación acabará con Menéame pues no hay un “nicho de mercado”, es pura ley de la oferta y la demanda.
Un buen ejemplo le pese a quien le pese: “Salvados” de Jordi Évole Atresmedia, posiblemente no sea el modelo ideológico y de pluralidad que a todos nos gustaría, pero su inteligencia y tenacidad para ofrecer un producto referente en este erial estéril que son los medios de comunicación ha hecho que lo tenga fácil, pese a sus carencias, y negarlo es inútil. Si no captan lo que intento expresar…
Pondré un ejemplo por el que voy a ser descuartizado en la plaza pública: Arturo Pérez Reverte, es sistemáticamente “linchado” y razones no faltan. Personalmente afeo su intolerable conducta machista, pero negarle su genio como gran escritor y la aguda crítica que ha realizado, tanto en política como en historia, acercando de manera inteligente la cultura al gran público me parece un gran error que solo daña el prestigio, al contradecir los propios valores de tolerancia que se supone abanderan Menéame. Mis más sinceras disculpas por la cita que voy a poner a continuación de este caballero pero, por favor, piensen en ella: “Lo peor del ser humano es la estupidez. Es el peor enemigo, los estúpidos causan más daño que los malvados. ¿Por qué? Porque la estupidez nos deja indefensos ante la realidad. Poco a poco nos vamos suicidando, no escuchamos las señales que nos da el mundo.” ¿Qué tal políticas para obtener beneficios a través de una publicidad de calidad? No una basada en una masa de usuarios sin criterio cuanto más grande mejor. Intentar competir en ese sentido es un suicidio comercial. Las cifras no lo son todo, existen muchos tipos de publicidad. Rolex no necesita anunciarse en prime time en mitad de “Sálvame De luxe” ¿verdad? El perfil del usuario define la publicidad y la financiación, competir en un mercado saturado con usuarios “aborregados” es INÚTIL, aceptar las reglas es perder. Perdón por la expresión, pero que no se sientan ofendidos los usuarios de Menéame, todo lo contrario, si algo considero positivo de todos ellos, desde el más honesto al más recalcitrante “Troll” es su gran inteligencia por formar parte de esa comunidad de usuarios por la razón que sea, de verdad.
Si se permite que la calidad descienda en nombre de las cifras absolutas de usuarios que casi con seguridad aumentarán con las políticas actuales, en un plazo no demasiado largo de tiempo, gran parte de los usuarios más comprometidos en aportar calidad al contenido pueden desaparecer, dejando solo una gran masa de usuarios no fidelizados y “volátiles” dispuestos a consumir cualquier material sensacionalista, manipulado o “cocinado” al gusto del mejor postor, en espera de la siguiente tendencia digital del gran mercado que es Internet. Recuerden esta reflexión: los coches avanzan y progresan, los modelos cambian, evolucionan, mejoran pero cualquier modelo de Rolex o Porsche 911 siempre será un Rolex o un Porsche 911, pasen los años que pasen, no todos lo podemos tener, no a todos nos gustan los deportivos o los relojes absurdamente caros, ni los símbolos o el elitismo que representan, pero casi todos admiramos un 911, un Rolex o entendemos porque otros lo hacen. ¿No les gustaría que Menéame fuera el Rolex de la información, de la reflexión, de la excelencia y sentirse parte esencial de ello? Ahora ya pueden despedazarme si consideran que esa es su misión , pues habré cometido muchos errores de apreciación y de juicio, habré sido arrogante o quizás descuidado, probablemente me granjee incluso el desprecio de personas que nunca conoceré pero cuando se alcanza cierta edad y poco queda ya por vivir se haga lo que se haga, lo único que importa es aportar nuestro granito de arena en hacer pensar a los demás y que huyan de la ignorancia, y este lugar llamado Menéame puede ayudar a eso mismo y a su vez crecer y ser un referente como empresa de calidad en el mercado de la comunicación digital. Recapitulación. De abuelas y contradicciones Mi abuela era un personaje pintorescamente contradictorio que presumía de una espantosa cicatriz en el hombro causada por su intervención en la guerra Civil Española por el bando Republicano al igual que de su devoción religiosa fuera de lo común y de una posterior pasión por el mundo de H. P. Lovecraft que alternaba con lecturas de Santa Teresa de Jesús y Henry Miller, mientras viajaba por el mundo, claro…, ya que por España no fue muy bien recibida durante un tiempo. Con semejantes antecedentes obviamente estaba predestinado a vivir sumido en la confusión como así me ha ocurrido siempre. Disculpen pues si a partir de aquí aún dudo tanto de mis conclusiones como lo hago de la fiabilidad de las noticias sobre el gobierno de turno ofrecidas amable y desinteresadamente por RTVE. Llevo meses intentando completar este escrito sobre mis impresiones acerca de Menéame, el lugar que por si no se han dado cuenta, más aprecio en Internet, he tenido que leer, preguntar, investigar y conversar con multitud de personas hasta niveles de magnitud de obra faraónica para llegar a ciertas conclusiones, escasas, humildes, penosas y probablemente equivocadas pero que por fin comparto con todos ustedes si así lo desean. De mi abuela obtuve muchas enseñanzas, algunas con el paso del tiempo se mostraron correctas o positivas y otras no, pero una siempre me fue muy, muy útil: “No apreciamos lo que tenemos hasta que lo perdemos” Y desde luego esa es la enseñanza más importante que los usuarios y los que dirigen este lugar único en lengua española deberían entender y sobre todo comprender. En efecto, creo que no existe nada, absolutamente nada, semejante a Menéame y que si lo perdemos no habrá nada igual en años o, muy probablemente, nunca más. Preferiría estar equivocado en mis planteamientos y errado en mis conclusiones, pero creo que a casi nadie con cierto poder le interesa la existencia de un lugar que permita acceder al vasto cosmos de la información en Internet filtrada a través de las opiniones de un gran conjunto de usuarios que anteponen la calidad y la honestidad de los contenidos al peso de un talonario. Y sobre todo a nadie por ahí arriba le interesa un ágora donde debatir de forma sosegada, argumentada, aleccionadora y reflexiva… o incluso acalorada, pero fíjense que he empleado el verbo debatir y no discutir. Considero que la evolución de esta página por los actuales derroteros no tiene por qué acabar necesariamente en su extinción. Puede incluso que el camino actual le permita captar usuarios, adquirir una mayor relevancia y hasta mayor rentabilidad o una elevada capitalización en futuras ampliaciones. O puede que no, pero el problema radica en que estamos constantemente equivocándonos en el planteamiento, no se trata de si Menéame alcanzará los objetivos planteados tras la toma del testigo cedido por Ricardo Galli y obtendrá la relevancia suficiente para poder generar los adecuados beneficios o enfrentarse a los problemas de índole legislativa que la amenazan desde una posición de fuerza. La verdadera cuestión es: ¿La nueva política en la web acabará con el “verdadero” Menéame a medio plazo? Mi respuesta es: probablemente sí pero no como ustedes esperan o predicen en su mayoría. Con ello no quiero decir que se extinga ni mucho menos. Es posible que presenciemos una mutación similar a la de la película “La invasión de los ultracuerpos” y que asistamos a una clonación de otros modelos de página, o incluso puede que se convierta en algo con un lejano parecido a una red social. A corto o medio plazo puede que dé grandes beneficios ¿Por qué no? Puede ser que tenga un elevado crecimiento y se inunde de usuarios sin criterio, consumidores “mainstream”, trolls, niños ratas, fachas, anarquistas, comunistas, machistas o como ustedes deseen llamarlos según su criterio o inclinación política les lleve a odiar, ávidos de consumir ingentes cantidades de publicidad entremezclada con sus fotos vacacionales, paellas domingueras y alegres insultos, desproporcionados y sectarios, junto a la noticia política de turno Aunque no lo parezca, permitir unas políticas de actuación semejantes en la página o manifestarse en contra del boicot a los medios AEDE (aunque suponga legitimar a sus actuales enemigos naturales), es una actuación honesta y moralmente válida para poder subsistir por parte de los dueños de una empresa. No nos engañemos: la visión de un usuario rara vez coincidirá con la de un directivo de un medio digital, la capacidad de ambos de ver la realidad es la clave en este caso, ¿por qué? Rara vez un usuario es consciente de lo que implica sacar a flote una empresa y a la vez satisfacer los deseos de sus clientes y accionistas; es algo muy complejo. Y, seamos realistas, de eso es de lo que estamos hablando. En ese ecosistema encontraremos desde directores y accionistas honestos dispuestos a llevar unas ideas éticas y morales hasta las últimas consecuencias, hasta auténticos desalmados dispuestos a engañar, estafar y vender su alma al diablo, aunque lo normal es un amplio espectro de grises donde los valores de los directivos y accionistas de una empresa deben afrontar la realidad de la supervivencia, punto. Pienso que en España, a día de hoy, el mundo de los medios de comunicación se ha convertido en un lodazal, una infecta charca plagada de criaturas viles, donde muchos honrados periodistas han tenido que aceptar las reglas de sus amos para poder seguir comiendo y aceptar con vergüenza su papel de marionetas, gracias a facturas e hipotecas lo suficientemente cuantiosas como para anestesiar la conciencia y la dignidad. Por otro lado nos encontramos con un público que, mayoritariamente adormecido en el opio del circo mediático y sin preparación para comprender cómo es engañado por unos hábiles prestidigitadores, bebe las pócimas del adoctrinamiento o la desinformación. Un público inconsciente y cándido que cree estar recibiendo información y opiniones honestas mientras sus mayores preocupaciones se centran en dar de comer a sus hijos, que no los echen del trabajo y que la salud aguante otro año porque la seguridad social ya no está en condiciones de soportar ni una sola visita más por culpa de una ciudadanía que “ha estado viviendo por encima de sus posibilidades”. Por suerte aún quedan algunos medios relativamente dignos y han surgido otros nuevos, con la suficiente honestidad como para tomar el relevo de la información veraz y fidedigna. Y no olvidemos que en internet existen también miles de pequeños y no tan pequeños lugares: blogs, páginas web, youtubers, tuiteros… Miles de personas fieles a lo que les gusta pensar o hacer que, con gran esfuerzo, dignidad y voluntad mantienen estos espacios con sus propios medios, ofreciendo un sinfín de ideas y material cultural, de ocio, científico y técnico, alejados de los designios de las grandes líneas de poder y pensamiento. Por suerte Internet es mucho más y aquí es donde Menéame puede nutrirse del antídoto contra esa venenosa poción que son los muchos medios generalistas y carentes del deseo de una información plural y democrática a los que nos enfrentamos diariamente. Por último en este punto diré que para mí es de vital importancia respetar la opinión ajena. De hecho, siempre me asusta pensar que alguna vez puedo dejar de dudar, porque cuando dejo de dudar es cuando realmente cometo errores… por suerte no soy piloto de avión. ¿Es entonces una solución para los problemas acabar con el Boicot AEDE? Absolutamente NO. Pero es parte de un verdadero problema más profundo, un problema que se suma a los de moderación, votación, asociado a veces a los mecanismos que hacen efectivo dicho boicot. A todo esto se puede sumar la visión de intransigencia que está tomando una parte del público respecto a la página, asociándola de una manera errónea a un partido político concreto o la deriva hacía un público radicalizado, al que se le permiten comportamientos abusivos. Pero, como digo siempre, todo es mucho más complejo. Acerca del boicot, la ecuación para influir en una legislación es sencilla: para que Menéame pueda presentarse en Bruselas o en el mismísimo Congreso y ese acto no quede como una simple pataleta de niño que pierde en el juego, debe tener “Relevancia” y esta se logra por la suma de usuarios, ingresos, prestigio y repercusión mediática. He podido constatar que, en estos momentos, Menéame carece, por desgracia, de la suficiente relevancia como para poder influir en la redacción de textos más justos, para así alterar unas leyes que parecen dictadas para beneficiar económicamente a determinadas grupos mediáticos. (Entre paréntesis, recordemos que a estos grupos les salió el tiro por la culata al no comprender, por ignorancia o arrogancia, que Google era infinitamente más relevante que todos ellos juntos, y que la partida en este juego la gana siempre el más poderoso. Una regla básica que nuestros dirigentes deberían conocer antes de entrar en combate). ¿Por qué digo que Menéame es una página “molesta”? Porque un Menéame bien hecho supondría un reducto de reflexión, opinión formada, debates inteligentes y fuente de información alternativa. Justo lo contrario de lo que interesa a los grandes grupos mediáticos y al poder. Eso fue lo que representó Menéame en su momento y lo que poco a poco se está perdiendo, pero que aún se mantiene gracias a una parte de usuarios honestos, respetuosos y comprometidos. Un reducto en el que se plantea y alienta un pensamiento crítico, alimentado por los miles de lugares agregados, muchos de ellos pequeños, que ofrecen un molesto punto de comparación frente a los bajos estándares de calidad y rigor de los “medios tradicionales”. O, también, porque facilita el acceso a medios de comunicación asociados y comprometidos con ideas progresistas, como los nuevos partidos e ideas posteriores al 15M, que tras el boicot AEDE han tomado más relevancia en menéame gracias al respeto que la propia página ha tenido a la hora de mantener las mecánicas de voto y publicación, o el propio algoritmo que en otros tiempos elevó a portada noticias de esos mismos medios y que actualmente mantiene, pese al deseo mostrado de terminar con el mencionado boicot promovido por una parte de los propios usuarios. Un polémico y activo usuario por todos conocido llamado @Helisan redactó el 29 de enero de 2017 unas líneas que sintetizan muy adecuadamente y de manera ingeniosa el papel de los medios AEDE y que me voy a tomar la licencia de reproducir: “Son como la Estrella de la muerte, una bola muy peligrosa para la república pero una mota de polvo en el universo y un engendro tecnológico insignificante ante el poder de La Fuerza. Su importancia radica en su peligrosidad y el interés que despierta es sólo en cuanto a cómo se la hará volar por los aires. Menéame no pierde calidad por boicotear el escaso y previsible contenido de los altavoces de la Coca Cola, del banco Santander, de los accionistas saudíes o del gobierno corrupto de un régimen bananero…” Afortunadamente la calidad de Menéame depende de la calidad de los enlaces y los comentarios, es decir depende de los usuarios y si se impide o promueven ciertas noticias que no cumplen unos mínimos de calidad u honestidad a causa de una mala gestión del protocolo y los usuarios más respetuosos e implicados son atacados y vilipendiados por otros más violentos radicales, sea cual sea su color que provocan el abandono de los que otorgan la calidad y el prestigio ¿qué nos queda? Fácil, “El Imperio”: -Pongan aquí la página o plataforma que ustedes deseen elegir-, así que llegado el caso de que la mutación se produzca, ¿qué interés puede tener para el común de los mortales entrar en un sitio idéntico a otros, pero menos desarrollado? ¿Es quizás ese el camino promovido? Mi respuesta una vez más es “no lo sé”, pero confío sinceramente en la inteligencia, honestidad y buena voluntad de sus promotores y equipo, porque cuando decidimos afrontar un tipo de empresa como esta siempre hay unas convicciones éticas y una formación intelectual superior y más fuerte de la que posee quien monta un casino, un burdel, o una tele tienda a las cuatro de la madrugada para ofrecernos un falso vidente. 7 de diciembre de 2005, 5 horas y 5 minutos… 1ª Portada Menéame nace exactamente el 7 de diciembre de 2005 de la mano de Ricardo Galli y Benjamí Villoslada pero no supe de su existencia hasta comienzos de marzo o abril del año siguiente. Por entonces yo residía en EEUU por lo de siempre: aquí me resultó siempre difícil encontrar trabajo en la tan traída I+D, y al menos allí tenía un trabajo decente en un puesto educativo. Si no recuerdo mal, un amigo me envió un enlace en un correo electrónico y en poco tiempo descubrí su utilidad para encontrar noticias y blogs de carácter cultural, científico, histórico… incluso procedentes de los grandes medios, que por aquel entonces no habían acabado todavía el proceso de desmantelación del periodismo en España. Sinceramente, ya entonces, estos medios no me interesaban demasiado comparados con el universo de la información, pues siempre he considerado el periodismo generalista nacional como un Matrix puesto delante de nuestros ojos con diversas y aviesas intenciones la mayor parte de las ocasiones pero, aún así, no tenía ningún reparo en acceder al enlace de tales medios si consideraba interesante el contenido. Menéame resultaba y resulta sin duda un gran lugar para filtrar contenidos de calidad que no procedan de las principales corrientes informativas (o desinformativas, elijan ustedes el término que más les plazca). Me asusta pensar que ese contenido de calidad esté virando hacía una pendiente peligrosa. Nunca he poseído la adecuadas habilidades sociales para establecer amistades en el ciberespacio, o sencillamente mantener una comunicación fluida en el WhatsApp que no dé la impresión a mi interlocutor de que sufrí un infarto cerebral quince días atrás, así que pese a darme de alta en la página, tras unos meses, mi incapacidad para socializar delante de un teclado de ordenador era tan obvia que pronto olvidé hasta la contraseña. Pero no me importó lo más mínimo, como muchos miles de usuarios disfrutaba de las referencias a cientos de lugares que no conocía y como tamiz de las noticias más destacadas del día en los medios más relevantes. Si algo me gustaba: votito anónimo desde cualquier ordenador. Por supuesto, cuando disponía de tiempo libre disfrutaba sobremanera leyendo los inteligentes comentarios de muchos usuarios o las largas discusiones argumentadas que se sostenían en intensos debates donde el ingenio en la escritura superaba con creces al de muchos redactores de grandes medios, lo digo en serio y sin ruborizarme, no me considero una persona con una formación excesivamente elevada o exquisita, pero siempre he adorado la lectura y los libros, así que aquellos debates me provocaban un delicioso placer intelectual como voyeur. Comentaba mis hallazgos en Menéame con el resto de mis amigos, tanto de páginas o blogs como de comentarios. Nunca recuerdo que surgieran recriminaciones de carácter político de ningún tipo, ni me planteaba ideas sobre su ideología, me encantaban los comentarios jocosos o escatológicos, pues desde el principio hubo de todo, negarlo carece de sentido y además era lo lógico, esa mezcla de opiniones, comentarios y tonterías me ofrecía un acertado panorama sociológico de mi país natal que añoraba con nostalgia, mientras observaba desde la perspectiva de la lejanía su devenir y tranquilizaba mi alma ausente. Sencillamente disfrutaba de sus contenidos, me informaba desde diversos prismas, completaba mi cultura general con interesantes trabajos de historia, ampliaba a veces mis conocimientos técnicos, a veces me sorprendía a mi mismo reflexionando y poniendo en duda mis propias creencias en algunos temas gracias a la sabiduría e inteligencia de algunas reflexiones de los usuarios o sencillamente me divertía sin más con las ingeniosas tonterías de algunos. Exactamente tal cual hago hoy en día, de hecho actualmente esa intensidad se ha multiplicado por razones muy particulares, aunque no creo que puedan ser extensibles a todo el mundo, pero me temo que algo muy vital ha cambiado… y ese algo puede hacer que TODO se esfume y como decía mi querido ancestro, no nos daremos cuentas hasta que lo perdamos… y si desaparece no creo que lo encontremos en otra parte. La idea de las redes sociales ya por aquel entonces era algo muy antiguo y conocido desde que David Bohnett diera a luz Geocities a finales de los años 80. La conexión de múltiples usuarios con aficiones comunes era algo harto conocido por cualquier usuario de ordenador y la casi total generalización de Internet por todas partes había llevado a plagar el universo virtual de blogs y páginas web de todos los colores y gustos posibles, y he ahí que, mientras Menéame crecía y se consolidaba por 2006 ofreciendo ese escaparate de la amplia oferta de la red, algo muy importante estaba sucediendo… Bueno un poco antes realmente, por el 2005 más o menos, en la otra punta del mundo, en el país donde yo residía por aquel entonces, a un jovenzuelo de la universidad de Harvard llamado Mark Zuckerberg le había puesto los puntos sobre las íes un tal Sean Parker. En Septiembre de 2006 Facebook se abre a todos los usuarios de Internet bajo las airadas protestas de gran parte de sus usuarios que protestaban ya que se perdería esa base de jóvenes estudiantes universitarios para transformarse en un gran circo, ¿os suena de algo? bueno pues lo hizo y triunfó, luego los teléfonos “inteligentes” comenzaron su expansión junto al resto de las redes sociales y sistemas de mensajería instantánea que revolucionaron aún más si cabe esta fiesta. En fin, que ya terminada la primera década del siglo XXI y como mi salud ya no estaba en su plenitud, comienzo a plantearme volver a mi amado Reino de la Calderona en plena crisis y ver cómo está el Imperio: efectivamente, todo hecho unos zorros por que los españoles somos unos tristes que vemos las cosas muy negativas... eso sí, existe una nueva generación que con crisis o sin crisis ha nacido con Internet y una manera de pensar radicalmente diferente a la sociedad analógica. Pienso en todo lo que se ha perdido desde que tuve que cruzar el Océano hace muchos años y el fantasma de mi abuela me vuelve a rondar, muchos no comprenden que el estado del bienestar se fue para no volver (no tengo muy claro que alguna vez le llegara a todo el mundo) sencillamente rezan con que las cosas no vayan a peor en un mundo donde el simple hecho de tener un trabajo se considera un privilegio. Y con estas pasa el tiempo, yo ya me he instalado de nuevo en casa y decido realizar mi soñada vida de jubilado, cojo mis pantuflos y sin quitarme el pijama me siento delante del televisor, lo enciendo y claro, las grandes cadenas de televisión son prácticamente una gran teletienda de productos e ideas en honor al Dios de la Ignorancia, así que la apago con la intención de no volver a encenderla para prevenir daños cerebrales irreversibles, cojo mis queridos periódicos de toda la vida, pero la cosa es aún peor, un fuerte dolor comienza a reptar por mi brazo izquierdo así que los dejo en el lugar adecuado: junto a los troncos de la chimenea. ¿Qué me queda por hacer una plácida mañana lluviosa de domingo? Efectivamente: me conecto a Internet, me pongo a revisar el correo y visito las cuentas familiares de las redes sociales. ¡Coñeeee! ¿Por qué demonios ha publicado mi primo esa foto en bañador? ¿Realmente era necesario? ¿Por qué una rusa ligera de ropa me pide amistad? ¡Como vea una foto más de paellas o gatos me suicido! Mis delicados capilares sanguíneos del cerebro estaban al borde de llevarme a urgencias, cuando recordé un lugar ideal para seleccionar noticias y entretenerme que había quedado un poco olvidado con tanto trajín (la reconquista de un Reino es lo que tiene…). Al principio sencillamente hice lo que la mayoría de la gente, entraba sin más y pinchaba en los enlaces de portada o leía los comentarios, la verdad es que el nivel de insultos, lenguaje grosero y descalificaciones por parte de los usuarios había aumentado desde los últimos tiempos de mi primera etapa y comenzaban a aflorar en tales textos ideologías y comportamientos realmente injustificables que me hacían a veces cambiar por completo de noticia y no seguir por ahí. No es que el tono distendido y los usuarios “especialitos” no hubieran existido siempre, pero la cosa a simple vista destacaba más de lo habitual, me gustan los foros donde las distintas ideas debaten en vez del “tú más” de la política y “gran hermano”, además mi principal interés radicaba en las noticias de ciencia, cultura o historia (que por cierto, siempre han brillado por su ausencia en los grandes medios, AEDE o no, sobre todo en sus portadas). Me dio por sacarme un usuario en honor al bello lugar donde resido y comencé a realizar comentarios. Era entretenido, nada trascendente normalmente, pero superaba con creces el nivel intelectual de cualquier conversación en la red… y si no, hay que reconocer que el ingenio humorístico de algunos meneantes te alegran el día, hasta que un día alguien publico algo sobre un satélite que había vuelto a la vida, comencé una entretenida charla que me recordó al más puro menéame de la primera época, descubrí que seguía vivo y que ese Menéame Fénix podía sacar lo mejor de las personas, personalmente me embarcó en una aventura donde conocí gente increíble y aprendí cosas aún más interesantes y sorprendentes que cambiaron algunos de mis propios puntos de vista, a la vez que descubrí que podemos interesar, emocionar y hacer pensar a las personas con tan sólo comprometernos a escucharlas y contestarles con respeto, donde el agradecimiento recibido compenso por mil cada segundo empleado pues Menéame es un lugar de gente maravillosa y especial que puede llegar a donde ninguna otra página ha llegado. ¿Por qué? Sencillo: Menéame sois vosotros. Francisco S.M. (Serra Calderona) Temas relacionados: Opinión, Sociedad Reconocimientos y más información sobre la obra gráfica ADVERTENCIA: En este foro, no se admitirán por ninguna razón el lenguaje soez y las descalificaciones de ningún tipo. Se valorará ante todo la buena educación y el rigor sobre el tema a tratar, así que nos enorgullece reconocer que rechazaremos cualquier comentario fuera de lugar.
5 Comentarios
Serra_aburridora
14/7/2017 19:32:01
Vaya ladrillo infumable te has marcado campeón. No cabe más endogamia y fanatismo en el mismo. Para otra vez reduces el texto a un tercio, quitas floripondios y expresiones de fanboy, y posiblemente pase del primer párrafo
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Serra Calderona
14/7/2017 20:35:47
Gracias, por tan aclarador comentario que expresa precisamente lo que intento explicar, ataques gratuitos y sin sentido alejados de la reflexión y el sentido común. Intentando ser ofensivos hasta en el nombre.
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Administrador (Kasmangou)
14/7/2017 21:34:16
En condiciones normales elimino los comentarios con correos falsos y tonos agresivos, despectivos o insultantes sin razonamientos ni argumentos. Pero en su caso, como dice Francisco, lo voy a dejar como ejemplo de las actitudes que transforman la red digital en un lugar sin reflexión ni sentido común al amparo del anonimato.
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Meneoso
15/7/2017 13:50:05
Imprescindible trabajo sobre Menéame, la segunda parte es perfecta, el primer comentario de describe perfectamente al atajo de "trolls" y sicarios de los grandes medios que pululan por Menéame metiendo basura por la cara y ensuciando todo (el tipo no ha tardado mucho en entrar y en embrutecer lo que ha podido) si se lo hubiera leído se habría dado cuenta que el redactor del artículo de "fanboy" más bien tiene poco. Crítica y propone mejoras lógicas que saltan a la vista, además de un esfuerzo por crear unas imágenes notables y conciliadoras... pero claro a los marrulleros esto se la suda, van a lo que van.
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Súper Professor
16/7/2017 11:32:12
¡ Que Grande Serra Calderona! Has descrito perfectamente el problema y la solución, si se deja que las ratas sigan campando a sus anchas en Menéame, Facebook a su lado parecerá una escuela de "intelectuales" y "pacifistas". Tu modelo se me antoja el ideal, para que no acabemos largándonos todos estos de tanto insulto y animal suelto.
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