MODA Y SUPERVIVENCIA |
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PUBLICDOMAINPICTURES Al llegar la primavera muchos optan por el montañismo como una opción deportiva atractiva, con rápidas escapadas de fin de semana, puentes festivos, etc.… hoy vamos a centrarnos en un aspecto que muchos practicamos y entraña sus riesgos, ahora que por fin llega el buen tiempo es un buen momento para tener unas nociones y evitar sorpresas. Empezaremos por aclarar un poco el término vivac, el cual hace referencia sencillamente a dormir a la intemperie en sus distintas formas, ya sea sin nada, con saco, fundas o con elementos específicos más técnicos diseñados para un despliegue sencillo y rápido. El término procede de vivaque como sinónimo del lugar donde se pernocta, ya antes de utilizarse en montañismo se usaba en los campamentos que improvisaban los militares sin estructuras de cobertura, incluso en zonas de guerra. Como os podéis imaginar, pasar una noche al raso, como podrán confirmar los que hayáis tenido el placer de experimentarlo, es una experiencia preciosa y diferente para los que vivimos el día a día rodeados de polución, ruido y estrés a todas horas. Sin embargo puede llegar a transformarse en una experiencia desagradable, incluso peligrosa de no tomar las medidas oportunas. Cuando nos adentramos en la naturaleza, lejos de la permanente polución, el sonido de las máquinas y la cegadora luz eléctrica, cuando se cierra el atardecer poco a poco en una noche sin luna, entonces y sobre todo entonces, es un momento mágico que aconsejo a todo el mundo probar aunque sea una vez, poder ver las estrellas perfectas y cristalinas, bajo el abrigo del tenue sonido de la vida en el bosque es uno de esos momentos inolvidables que llevareis siempre dentro. En la montaña hay peligros pero no superan ni de lejos la belleza que esta guarda. MAXPIXEL Pero para que todo sean buenos recuerdos hay algunas cosas que debemos tener en cuenta, lo primero siempre será planificar dónde vamos a ir e informarnos sobre si en la zona que vamos a visitar se puede pernoctar, pues hay zonas en las que está prohibido, después informarnos bien de las condiciones meteorológicas para los próximos días y las peculiaridades climáticas del terreno en el que nos vamos a adentrar, no hay que dejarse engañar con las predicciones meteorológicas, no es lo mismo acampar casi a la altura del nivel del mar que en alta montaña, el clima puede tornarse “violento” rápidamente y variar las condiciones a una velocidad que haga difícil predecir las consecuencias si no llevamos suficiente equipo de protección, es muy importante tener en cuenta además las zonas habitadas más próximas, a mayor distancia de la civilización más vital será nuestra equipo preventivo, por último un conocimiento de la orografía nos evitará muchas sorpresas, dormir en un lecho de rocas o un barrizal es una tortura nada apetecible. Así con toda esta información podremos preparar con más exactitud el equipo que necesitaremos. Temperatura Una de las cosas más importantes que debemos conocer muy bien son los riesgos que se pueden correr, no significa que nos vaya a suceder a nosotros pero siempre antepondremos la prevención a todo. Al inicio de la primavera la temperatura puede todavía oscilar a extremos peligrosos con relativa facilidad incluso en el clima Mediterráneo y con mayor incidencia en otras zonas de la Península, salir en un día soleado no garantiza nada, una caída brusca de la temperatura puede traer consecuencias más graves en estas fechas que en pleno Agosto por razones obvias, aunque muchos aficionados inexpertos suelen caer en esta trampa con más facilidad de lo que imaginamos. Este no es un montañista ocasional pero la hipotermia no selecciona. UNC - CFC – USFK/FLICKR Así que primero que todo, lo que el montañista ocasional deberá tener en cuenta para estas situaciones son unas nociones básicas sobre la hipotermia y las bajas temperaturas. Si pensamos estar bastantes horas a la intemperie o corremos el riesgo de llegar a una situación que nos obligue a ello, esta información para mantener el calor corporal es básica, al igual que cómo actuar en caso de hipotermia. La hipotermia se define generalmente cómo el descenso de la temperatura corporal por debajo de 35ºC al estar expuestos a bajas temperaturas, si desciende de los 31ºC el cuerpo empezará a sufrir distintos síntomas como temblores, rigidez muscular, dilatación de las pupilas, ritmo cardiaco débil e inconsciencia hasta poder provocar la muerte. Saber evitarlo y como actuar en caso de que ocurra nos puede salvar la vida. Para ello lo primero será saber básicamente cómo trabaja nuestro cuerpo a este nivel para entenderlo mejor: El calor corporal emana del interior hacia el exterior, digamos metafóricamente hablando que el centro de nuestro cuerpo es donde está la máxima temperatura, que a través de los vasos sanguíneos y el flujo de la sangre lo va repartiendo a las zonas periféricas y extremidades. El calor corporal suele oscilar sobre los 37ºC. Este calor se puede disipar por varias causas: -Por convección: Digamos que sería cuando el viento extrae nuestro calor moviendo la capa de aire caliente e inmóvil que nos rodea, imaginemos por ejemplo un disipador pasivo de aluminio, como el que podría llevar un equipo eléctrico, al soplar sobre él o hacer circular el aire (supongamos un ventilador) aceleramos el enfriamiento del equipo eléctrico que pretendemos “refrigerar”. Así pues, la sensación térmica puede bajar hasta 5ºC por cada 5 m/s de aumento en la velocidad del viento, lo que nos da una idea de lo importante que será protegernos de él si la temperatura baja y debemos mantenernos expuestos. -Por radiación: El cuerpo en temperaturas inferiores a 37º C actuará como un elemento irradiador de energía, recordemos pues las leyes de la termodinámica, si suponemos el bosque o la montaña en el que nos encontramos como un sistema aislado, aplicando la segunda ley, la cual nos indica la dirección en la cual se producirán los procesos termodinámicos, nuestro cuerpo irradiará calor al exterior del conjunto indefinidamente hasta igualar dicha temperatura. Hablando en plata, nos seguiremos enfriando indefinidamente hasta alcanzar la temperatura exterior del lugar en el que nos encontremos (momento en el cual el sistema quedaría equilibrado). 100 años separan a estos guías de montaña, todo evoluciona pero la montaña sigue siendo la misma. WIKIMEDIA COMMONS/PIXABAY Debemos taparnos lo máximo dado que cada centímetro de piel que esté expuesto al frío irradia calor que se pierde, sobre todo no debemos descuidar la cabeza y las manos, las cuales acostumbran a quedar más descuidadas ante la intemperie por razones obvias de practicidad. La cabeza puede llegar a perder incluso más del 50% del calor generado por el cuerpo a temperaturas ambientales por debajo de 0ºC. -Por evaporación: Si estamos húmedos o sudados el cuerpo se enfría más rápido ya que el agua y el aire son conductores del frío y al enfriarse la ropa, se evapora la humedad intercambiando el calor con el exterior (Recordad las leyes de la termodinámica que os hemos comentado antes, pues son una constante en todos estos casos) -Por respiración: Cuando respiramos, el aire frío debe ser calentado antes de entrar en los pulmones, obviamente se calienta con nuestra energía y cuando espiramos ese aire caliente se pierde. -Por conducción: El cuerpo se enfría cuando tocamos algo frio o nos sentamos en una roca o en la nieve por ejemplo. Cuando dos elementos a diferente temperatura entran en contacto, transferirán energía de uno al otro, con el objeto de igualarse térmicamente, por tanto a mayor superficie de contacto, más rápidamente se producirá esa transferencia energética, de igual manera, los materiales con mayor facilidad para transmitir energía térmica acelerarán el proceso, por ejemplo, una chapa metálica es un buen conductor así que nos enfriamos rápidamente en contacto con una hoja metálica fría, mientras que un trozo de corcho es un mal conductor térmico, dificultando esa transferencia. Juego completo de saco de dormir, esterilla y toldo base. JAN HOTMAR Listos para elegir la ropa Lo explicado anteriormente es muy importante a la hora de abrigarnos correctamente y realizar una elección adecuada, en invierno solemos abrigarnos más que en verano, obviamente, aunque si vamos a la montaña no debemos cargarnos de exceso de ropa por el peso y porque para mantener el calor corporal no necesitaremos abrigarnos demasiado ya que será contraproducente, pues con el ejercicio provocaremos una sudoración excesiva. El secreto de un buen abrigo es llevar lo mínimo necesario para la protección y la seguridad, aunque por supuesto es importante algo complementario para emergencias como un chubasquero (capa de protección) y un polar (capa aislante) para caídas bruscas de temperatura, todo ello debidamente protegido en nuestra mochila. El objetivo de la ropa cuando nos enfrentamos a la intemperie es formar capas aislantes que retengan el aire calentado por el cuerpo e impidan que se pierda, formando un microclima personal a nuestro alrededor. Por tanto la ropa forma estas diversas capas aislantes y protectoras del frío dependiendo de los tejidos los cuales desempeñarán una función u otra, a esto se le denomina el sistema de capas. Disposición de las distintas capas de abrigo. OUTDOORGEARLAB -Capa de transmisión: Esta será la encargada de transmitir la humedad desde la superficie de nuestro cuerpo al exterior, rápida y efectivamente, sin absorber humedad internamente, por lo que no perderá sus propias condiciones aislantes. Desafortunadamente es la más susceptible de perder su función a causa de los fenómenos meteorológicos como la lluvia. En esta capa tendríamos la lana, el polipropileno, oleofinas (Thermax) y el Capilene. -Capa aislante: Es la encargada de mantenernos abrigados generando la capa de aire caliente e inmóvil entorno a nuestro cuerpo. A esta capa pertenecen tejidos como la lana, la pluma o tejidos más técnicos como Quallofill, Thinsulate o Polartex. -Capa de protección: Protege las capas interiores de los fenómenos meteorológicos, es decir de la lluvia, el viento o la nieve. El mayor problema radica en que puedan permitir la transpiración a la vez que impiden el paso de la lluvia y la humedad. Aquí tendríamos el Nylon, PTFE (Goretex, Simpatex, Hypora), Entrant, Ultrex. Es importante asegurarnos una buena elección en nuestro armario, suficiente para no pasar frio, pero que no sea desmesurada para que nos provoque un cansancio excesivo por la sobrecarga y el sobrecalentamiento, no olvidemos que al realizar ejercicio quemaremos más calorías que habitualmente y si llevamos un exceso de ropa no podremos disipar esa energía, aumentando demasiado la temperatura corporal y la sudoración, la cual por un lado nos deshidratará y por otro provocará un excesivo enfriamiento por evaporación, dejando nuestra ropa húmeda e inservible. También es importante que la capa de protección sea lo suficientemente apta para permitir la transpiración necesaria en el tiempo que vayamos a estar a la intemperie o nos veamos sometidos a la lluvia o un viento fuerte, es importante recordar que a más protección la transpiración suele empeorar. Una elección correcta dentro del margen protección – adecuación - comodidad será determinante para garantizarnos un trayecto satisfactorio. Ejemplo de mochila adecuada para una escapada rápida si somos principiantes y sus elementos característicos. SIERRA TRADING POST La hora de dormir Obviamente en una salida de estas características la elección acertada del saco de dormir es muy importante, hay diversos tipos de sacos para distintas temperaturas, por eso la importancia de saber el tiempo que va a hacer. Los hay de fibra que aíslan de la humedad y también de pluma que aportan más calor, el exterior debe ser transpirable e hidrófugo, es bueno que lleve cremallera con solapas para que no salga el calor corporal y por tanto no entre el frio exterior, collarín con cierre interior para el cuello y la parte de la cabeza que sea ajustable, se puede utilizar también solo la funda en caso de que sea verano, la funda se puede incorporar dentro del saco ayudando a regular la temperatura del cuerpo, aparte de no ensuciarlo. Una esterilla o colchoneta nos servirá para aislarnos del frio si lo colocamos debajo del saco. Sobre todo para principiantes es un elemento muy importante, pues una pequeña capa de goma aislante marca una gran diferencia a la hora de aislarnos del frio y mantenernos cómodos, los principiantes acostumbran a infravalorar la importancia de preparar una base lo más cómoda posible para alcanzar el sueño. Acostumbrados a nuestras blandas y cómodas camas dormir a la intemperie exige generalmente un proceso de adaptación. Para dormir adecuadamente con estos elementos sería suficiente, aunque también está la opción de llevar tienda de campaña, pero eso sí que sea ligera (ahora las hay expresamente para vivac), para excursiones cortas cargar con grandes y pesados equipos suele empeorar la experiencia sobremanera, limita nuestra movilidad, nos obliga a un gran consumo de energía y tiempo extra para montarlos y transportarlos, obligándonos a veces a dejar elementos que quizás fuesen más necesarios. Se puede hacer vivac en muchos lugares pero hay que protegerse adecuadamente. Kevin Teague/FLICKR Por supuesto es una elección personal, pero para excursiones cortas con un clima favorable y en zonas de baja dificultad es más aconsejable un equipamiento ligero pues, un punto muy a tener en cuenta es controlar nuestra energía y capacidad para el desplazamiento en caso de emergencias, los equipamientos pesados a parte de empobrecer la experiencia, pueden llegar a ser un problema determinante del fracaso de nuestros objetivos en caso de problemas imprevistos. Hipotermia Si pese a todo os veis en una situación inesperada o de emergencia que os lleve a una pérdida inesperada de calor aquí tenéis a continuación unas medidas básicas que os servirán para evitar el enfriamiento corporal y ayudarán en caso de manifestar hipotermia: - Tomar bebidas calientes (sin alcohol, aunque podamos tener en principio una sensación reconfortante agravarán el problema y podrían afectar gravemente a nuestro juicio a la hora de tomar decisiones y las situaciones de emergencia no son precisamente momentos para decisiones equivocadas) - Moverse para no enfriarnos más y regular la temperatura, procurando evitar el agotamiento o un exceso de sudoración repentina en caso de que dependamos de la ropa que llevamos puesta. - Abrigarse bien. Si la ropa está húmeda y dado que estamos a la intemperie no debemos cambiar la ropa húmeda sino dar calor para que no se enfríe. -En caso de poder encender un fuego o una fuente similar de calor, aplicar compresas tibias, paños o algún tejido que tengamos sobrante a mano, en el cuello, ingles, axilas y ambos lados del torso ya que son las zonas donde mejor se mantiene el calor. En situaciones de emergencia extrema podemos incluso recurrir a pequeñas piedras calientes procedentes de los restos de una fogata envueltos en paños o algún tejido de ser necesario. La alimentación e hidratación correcta es básica en las marchas de montaña. makunin/PIXABAY El cansancio y el riesgo de desfallecimiento Cuando ocurre esto es debido a que el gasto de energía es mayor que el de ingesta, para mantenernos en equilibrio, la energía que gastamos debe ser igual que la que consumimos. En el caso de los deportistas o las personas que practican montañismo en este caso, corren el riesgo de experimentar esta falta de energía y en consecuencia sufrir un desfallecimiento por falta de glucosa por el desgaste físico. En estos casos debemos alimentarnos e hidratarnos lo suficiente para que el organismo se mantenga estable. Debemos llevar comida para desayuno, comida y cena y algo para picar en los momentos que hagamos paradas, estos alimentos que os exponemos serán adecuados para una travesía, eso sí antes debemos saber los días que estaremos y así preparar lo que nos haga falta, ya que solo dispondremos de lo que llevemos. Si estamos comenzando, nunca son aconsejables travesías de dos o tres días, por mucho que nos esforcemos en ajustar el peso y realizar una selección lo más acertada posible será difícil portear toda la carga con comodidad si no tenemos demasiada experiencia. En el desayuno es bueno que haya hidratos de carbono, fruta y café o té, ya que la leche es más pesada. La comida debe contener hidratos de carbono, vitaminas y líquidos (sin alcohol), pues después de comer seguiremos el recorrido por lo que no debe ser copiosa (pocas proteínas y grasas) En la cena podemos aprovechar para comer un poco más y reponer la energía que hemos gastado, en este momento podemos tomar proteínas y algo más de grasa. Como ya he explicado antes entre comidas haremos paradas en las que aprovecharemos para picar algo e hidratarnos siempre en pequeñas cantidades y alimentos que no nos hinchen, como fruta o frutos secos. Dependiendo de los días de salida podremos optar por cocinar o llevar comida preparada. La mochila y el equipo Ya sabemos cómo debemos alimentarnos, las nociones necesarias para elegir la ropa correcta, protegernos del frio y ahora vamos a ver qué medios y equipamiento no nos pueden faltar en nuestra travesía y nos van a ayudar a pasar estos días a la intemperie: Lo primero es una buena mochila, esta debe tener buen agarre al cuerpo, para ello debe tener correas en la espalda y cintura almohadillados para no hacernos daño, que la espalda sea regulable a la altura de la persona, correas de carga en pecho y cintura, cintas para acercar la carga a la espalda, asa y espalda transpirable que evite el exceso de sudoración para así evitar los riesgos que ya hemos comentado y por supuesto, que sea lo más ligera posible. Una buena mochila es muy importante, no hay que asustarse por su aparatosidad, repartir bien el peso de la carga y una colocación adecuada que facilite una postura correcta de la columna son determinantes, es vital colocarse adecuadamente las correas fijándolas sin holguras al cuerpo. Preparar una mochila y ajustar el equipo para una travesía cómoda es todo un arte que se mejora con la experiencia personal. UNSPLASH
Una mochila sencilla y con sobrepeso, más allá de la incomodidad en la marcha que pronto notaríamos o las caídas por la pérdida de equilibrio, podría ocasionarnos con facilidad peligrosas lesiones de espalda desde la zona cervical a la lumbar. Ahora viene el momento de preparar la mochila y saber cuales son los elementos que no nos deben faltar, para empezar, siempre lo más imprescindible y que nunca bajo ningún concepto debemos olvidar: Un botiquín pequeño en el que introduciremos a parte de lo que cada uno necesite personalmente, todos los elementos básicos que nos pueden ser útiles como:
Para cambios imprevistos del tiempo y emergencias
Es importante también como organizamos las cosas en la mochila, debemos colocarlas según la utilidad que le vayamos a dar a cada una de ellas y su prioridad. Es mejor que todo vaya colocado dentro de la mochila y no poner nada colgando fuera ya que nos molestaría y nos desestabilizaría. . Estos consejos os servirán para poder adentraros en la aventura de conectar con la naturaleza y disfrutar de las maravillas que tenemos pero que a veces no apreciamos, pero sin complicarnos demasiado la vida, de todas formas si sois principiantes recordad: nunca elegir lugares demasiado alejados de núcleos habitados, no marchéis solos, aseguraros de planificar perfectamente la ruta y dejársela a alguien para que os puedan localizar en caso de emergencias. Nunca acampéis en lugares no aptos para ello como laderas de ríos, barrancos o vaguadas que en caso de cambios meteorológicos pudieran suponer un grave problema y pedid siempre consejo a expertos que conozcan la zona a ser posible, así conseguiréis que vuestras primeras experiencias al aire libre sean agradables e inolvidables. Mani G. Morales (ManiPinkless) Temas relacionados: Supervivencia, ManiPinkless Reconocimientos y más información sobre la obra gráfica ADVERTENCIA: En este foro, no se admitirán por ninguna razón el lenguaje soez y las descalificaciones de ningún tipo. Se valorará ante todo la buena educación y el rigor sobre el tema a tratar, así que nos enorgullece reconocer que rechazaremos cualquier comentario fuera de lugar.
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