MODA Y SUPERVIVENCIA |
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En el año 1910 Uruguay estaba en pleno crecimiento, bajo la presidencia de Claudio William, presidente de la corriente Batllista (menudo nombrecito... ¿verdad?), a su vez corriente del Partido Colorado, inspirada en la doctrina política creada por José Batlle y Ordóñez, señor que también presidió esta nación entre 1903 -1907 y luego en el período 1911-1915. Pues bien, en este interesante marco histórico (vaya!. ahora esto suena a discurso) vamos a contar una de esas pequeñas historias que nadie conoce pero define el espíritu que lleva a un país en una dirección u otra… bueno quizás sea una afirmación pretenciosa, pero os garantizamos que esta es sin duda una de las historias sobre armas más extraña y curiosa que jamás han existido. Un momento ¿Pero este reportaje no va de física? Pues sí, es lo que podríamos llamar un auténtico Hat-trick donde voy a meter física, política e historia de las armas y la balística en este extraño relato ¿Quién da más? Vamos pues primero a este país latinoamericano, a ver que se cocía a principios de siglo: La primera parte del siglo XX, fue un período estupendo para esta nación que por aquí apenas conocemos y donde se consolidó una democracia que alcanzó una aceptable calidad de vida y estabilidad para aquellas tierras. Sus leyes eran poca tontería para la época, esta pequeña nación fue uno de los primeros países en aquel mundo religioso y un pelín machista en establecer por ley el derecho al divorcio en el año 1917 o el derecho del sufragio femenino. Seguía las ideas de José Pedro Varela (1845 - 1879) un escritor, periodista y político uruguayo apasionado por los temas de la enseñanza, que acabó por conseguir el estableciendo por ley de un sistema educativo gratuito, obligatorio y laico desde 1877… para que luego digan de Latinoamérica. Pues eso, Uruguay tuvo un proceso de estabilización y modernización que se consolidó con la llegada al poder en febrero de 1899 del ya nombrado José Batlle y Ordoñez, con unas mejoras sociales y económicas que permitieron a la población alcanzar los niveles de bienestar europeos e incluso, en muchos casos unas condiciones de vida mejores en este pequeño país José Batlle y Ordóñez presidente de Uruguay en dos periodos (1903-1907 y 1911-1915) fue hasta su muerte en 1929 la figura política dominante de la política uruguaya. “Don Pepe”, marcó un cambio de rumbo en la política uruguaya, abandonando el liberalismo económico y dando al estado una fuerte participación en la economía y la sociedad. Aún con sus claro-oscuros, era una filosofía muy interesante, más aún dada la época y el lugar: Por un lado, la defensa del capitalismo, ya que jamás cuestionó la propiedad privada de los medios de producción…. Peeeero con un fuerte intervencionismo económico. Los servicios públicos esenciales debían estar en manos del Estado, por narices, el Estado era el organismo representativo de la sociedad y era su misión, interviniendo donde el capital privado fuera indeciso o temiera perder los dinerillos, porque el Estado no debía estar guiado por el afán de lucro sino del servicio público. (Hay pobres ingenuos… cuanta inocencia). Total que dicho Estado debía sustituir a las empresas extranjeras que se llevaban los beneficios fuera de sus fronteras dejando el país hecho unos zorros. Así que tenían un moderado proteccionismo con una legislación laboral y de seguridad social avanzada. Encima tenían un fuerte anticlericalismo que dio como resultado en la separación total entre la Iglesia Católica y el Estado, lo cual dado el lugar y la época de la que hablamos seria como si un aficionado del Barça se metiera a defender a los culés en medio de los ultras del Real Madrid (vale, si… un ejemplo de pena) Era una concepción social tomada parcialmente del humanismo y se expresó de diversas maneras desde la ley de divorcio por voluntad unilateral de la mujer hasta prohibir las corridas de toros o el maltrato a los animales. Y sí efectivamente, Uruguay comenzó a ser conocido como la Suiza de América. Y en esas estamos, el país quería ser lo más de lo más, pero no eran tontos, por aquella época la fuerza era el método más común para resolver un conflicto es decir, quedarse con lo de tu vecino (que siiii, que ya lo sé, que no ha cambiado…) así que tener un ejército moderno y bien dotado no era una opción si había que defender esas modernas ideas tan chulas. Y se pusieron manos a la obra, buscando el equipamiento militar más moderno posible, con la mente abierta. Ametralladora Madsen expuesta con su característico cargador montado sobre la base supeior expuesto en el museo del Palacio del Arzobispado en Trondheim, Noruega. Manxruler Así llegaron a decidirse por la legendaria ametralladora Madsen, esta fue como muchos sabréis, una de las primeras ametralladoras realmente ligeras de la historia, fue un auténtico éxito produciéndose en grandes cantidades y vendida a más de 30 países con el objeto de escabechinar al máximo posible de individuos siguiendo los dictados de la reluciente era industrial, lo cierto es que cumplía tan bien su función finiquitadora que fue empleada en muchos conflictos alrededor del mundo durante más de 100 años, incluyendo claro, la guerra civil española, donde las compramos de segunda mano a…Estonia!, muy dada por la época a eso de la reventa de armas. La efectiva ametralladora fue producida por la firma Compagnie Madsen A/S , luego Dansk Rekylriffel Syndikat A/S y después Dansk Industri Syndikat A/S (Caramelo para quien me los diga de memoria), la cual también produjo esta curiosa pistola, diseñada por el teniente del ejército danés e ingeniero de la compañía, Jens Theodor Suhr Schouboe que a veces provoca confusiones respecto al nombre de la dichosa ametralladora, pues también es conocida como ametralladora Schouboe; por la creencia de que Theodor Schouboe, fue el inventor real del arma, cuestión que ha día de hoy NO está resuelta, se diga lo que se diga y que desde las primeras fases de la historia de la ametralladora provocó disputas con Julius Alexander Rasmussen, director de La Real Fábrica de Armas de Copenhague, el cual siempre reclamó los derechos de paternidad de la maquinita. Digamos que nuestro amigo Schouboe era un tipo peculiar en todos los aspectos tanto a la hora de diseñar armas, registrar-apropiar patentes o comercializar sus productos para reducción de la población. De hecho ya la ametralladora Madsen tenía un funcionamiento bastante inusual y sofisticado, incluso para los estándares modernos y que no ha sido empleado en ninguna otra arma similar pese a su eficacia probada. Más complicado imposible: Dado que fue un arma diseñada para emplear potentes cartuchos de guerra (tales como los calibres 7x57Mauser, 7,62x51OTAN, .303British1, 8 x 58 R Danés), había que olvidarse de un acerrojamiento “sencillo” por masas, ni nada parecido, pero la solución encontrada para reducir la presión en la recámara antes de cargar un nuevo cartucho es probablemente la más compleja que se ha diseñado: emplea la combinación de recarga por retroceso y un cerrojo “abisagrado” basado en el cerrojo levadizo del fusil de palanca Peabody Martini. La recarga por retroceso es en parte corta y en parte larga, es decir una extraña combinación donde tras disparar el primer cartucho, el retroceso inicial empuja el cañón, su recámara y el cerrojo hacia atrás conjuntamente, aplicando así suficiente masa en el retroceso al bloque acerrojado antes de que el cartucho salga de la recámara a una velocidad y presión excesivas. Un saliente situado en el lado derecho del cerrojo se mueve hacia atrás en las estrías de una placa montada también en dicho lado derecho del cajón de mecanismos. Tras recorrer 12,7 mm, el cerrojo queda abierto hacia arriba (la parte "corta" del retroceso). El cañón y la recámara siguen retrocediendo una distancia que sobrepasa ligeramente el tamaño del cartucho, la parte "larga" del retroceso, responsable de la baja cadencia de fuego, importante para no perder el “control” del arma. Tras quedar abierta la recámara, un curioso extractor-eyector de palanca montado bajo el cañón pivota hacia atrás, extrae el casquillo y lo eyecta a través de una abertura en el fondo del cajón de mecanismos. La placa-guía fuerza al cerrojo a pivotar hacia abajo, alineando el entalle alimentador del lado izquierdo del cerrojo con la recámara. Cuando el cerrojo y el cañón empiezan a regresar a su posición original, una palanca-baqueta montada en la recámara pivota hacia adelante e introduce un nuevo cartucho. Tras dejar unas pinceladas de cómo funcionaba la cabecita de nuestro amigo, volvamos a Uruguay donde en su intento de modernización a todos los niveles, incluido el militar y tras buscar entre las diversas opciones del mercado más puntero hicieron un esfuerzo económico en comprar esta ametralladora a la Dansk Rekylriffel Syndikat A/S del señor Schouboe, contrato que se cerró en el año 1910 y que prolongó el envío de un importante cargamento de estás ametralladoras para dotar a sus fuerzas armadas durante dos años. Por su puesto, había que ofrecer a ese moderno ejército de las pistolas apropiadas y… ¿qué era lo más de moda para estar a la última? las pistolas semiautomáticas que comenzaban a reemplazar a los revólveres de tambor en muchos lugares. Así que ni cortos ni perezosos los dueños de la fábrica de ametralladoras de tan pintoresco nombre, le regalaron al señor presidente Claudio William una preciosa pistola que casualmente ellos también fabricaban: La "Dansk Schouboe " Mod. 1907. Era realmente bella, una joya de la orfebrería con unos damasquinados increíbles y originales, en oro con reminiscencias entre los jeroglíficos egipcios y la cultura Azteca, disparaba unos proyectiles del diámetro de un calibre .45 realmente rápidos, enchaquetados en aluminio, era tremendamente ligera y precisa, robusta, pequeña y fácil de desmontar ¿Qué podía salir mal en aquel regalo? Schouboe " Mod. 1907 11.35mm con número de serie 339, regalo de la Dansk Rekylriffel Syndikat A/S al presidente de Uruguay Claudio William con motivo de la celebración de la venta a su país de la ametralladora Madsen en el año 1910. La pistola diseñada por nuestro amigo Theodor fue patentada originalmente en 1903 como una pistola sencilla con cierre simple de masas (o sea, blowback). La idea inicial de Schouboe fue fabricar una pistola discreta y pequeño calibre, así que la diseñó para el calibre .32 ACP (un proyectil de 7,65 mm y un peso muy reducido de unos 4,4 gramos) que realmente funcionaba muy bien, unos mecanismos para disparo en simple acción realmente robustos y sencillos en un arma fabricada con muchísima calidad y destinada a durar (eran otros tiempos). Ahora bien, era un arma destinada solo con un uso “secundario”, para ser llevada o bien “oculta” o con mucha comodidad al cinto como último recurso, por ejemplo por agentes de policía de paisano o por oficiales al igual que la célebre Walter PPK alemana. El calibre .32 ACP aporta a los proyectiles muy poca energía y su “capacidad de detención” es realmente escasa y claro, su poder de parada marginal y corto alcance limitaban su uso, aunque esta arma aprovecha sus ventajas perfectamente: ligera, compacta y fiable. Además con un ingenioso muelle para la recuperación de la corredera situado justo “encima” del martillo percutor lo cual facilitaba la reducción del tamaño del arma, así como facilitar su mantenimiento… felicidades Theodor nada que objetar. En este plano original de la patente firmada por el propio Jens Theodor en 1903 para el modelo original en calibre 7.65 podemos observar como emplea un poco común, muelle plano, para el martillo percutor, enganchado en la base de la maneta de agarre como muestra la flecha. También destacar la posición atípica del muelle recuperador en la parte superior de la corredera detrás del cerrojo. Pero aquí llega la parte más loca y divertida de la historia, a principios del siglo XX el boyante ejercito de una joven y belicosa nación que apuntaba alto, EEUU abrió el concurso para dotar de una nueva pistola a sus fuerzas armadas y las condiciones para ganar eran claras, los americanos tenían mucha experiencia ya con lo de pegar tiros y cavar tumbas a ritmo industrial, así que ya tenían muy claro por entonces lo de la “potencia de fuego” o el “poder de parada”, y llevaban un tiempo mostrando su predilección por los calibres grandes y muy potentes, o sea el calibre. 45: 11.25mm - 11.43mm de diámetro de proyectil y un peso de 230 grains (algo más de 18 gramos) saliendo por la boca del cañón a unos 250 metros por segundo… casi nada. Antes de seguir, veamos una pequeña aclaración para los muy curiosos, sobre las medidas: la diferencia entre 11,25mm y 11,43mm es que la primera mide el calibre entre los campos de las estrías del cañón, mientras que el segundo lo hace entre los fondos de las mismas, pero hace exactamente referencia a lo mismo y según el lugar del mundo donde nos encontremos leeremos una u otra medida, lo que a veces se presta a la confusión. ¿Por qué esta afición de los americanos por las “cosas” grandes? Al igual que los ingleses en sus carnicerías coloniales, los estadounidenses tuvieron sus amargas experiencias en Filipinas, donde los revólveres del calibre .38 Corto del ejército muchas veces no eran capaces de detener de un solo disparo a un atacante cabreado o acorralado con poco que perder. Así que tuvieron que volver a echar mano de los viejos revólveres de la conquista del oeste que disparaban el calibre .45 Colt y que tan bien habían funcionado con la pacificación de los indios nativos de Norte América (si vale… intento tener una fina ironía que no me sale). Estudios posteriores al combate concluyeron que el calibre .45 era el único aceptable si se quería un arma capaz de derribar de un solo disparo a cualquier hombre y los americanos no tenían muchas intenciones allá por principios del siglo XX de dedicarse a la meditación y expandir los beneficios de la música relajante del arpa como principios de su política exterior. Nuestro Theodor era consciente de esto (sería muchas cosas, pero tonto ni un pelo) y había mucho dinero en juego si armaban al ejercito yanqui, pero partir de cero para fabricar una pistola de gran calibre y su correspondiente acerrojamiento era un problema (con la ametralladora Madsen habían montado un mecanismo taaaan complicado que se le quitaban las ganas de ponerse a hacer algo así otra vez ) y encima para una pistola… sus productos tenían fama de fiables pero muy complejos… así que había que salirse por la tangente y hacer todo lo contrario. Sección de un proyectil Schouboe 11,35mm donde podemos apreciar el recubrimiento metálico y la base con el pistón fulminante. Francamente un proyectil difícil de producir. municion.org Por aquellos años, los alemanes habían adaptado su fantástica Luger P08 al calibre .45 para enviarla a “concursar” por este contrato. Funcionaba perfectamente, armazón robusto y moderno de duraluminio, fuerte, fiable, potente gracias a ese cartucho del .45 ACP recién creado por J. M. Browning en 1905 para la pistola Colt M1911… y con ese acerrojamiento de rodilla tan peculiar y rarito. Por cierto y como curiosidad, aunque no venga excesivamente al caso: ¿Sabías que la pistola que mayor precio ha alcanzado nunca en una subasta fue uno de estos escasos modelos de Luger que se fabricaron para ser estudiados por el ejército americano para este concurso? Es la llamada Luger 45 y se la conoce como la One Million Dollar Gun en el argot de los coleccionistas, en marzo de 2010, se vendió en una subasta, alcanzando el precio de 494.500 dólares, - realmente menos de lo que aún así se esperaba-, pues unos años atrás tras la muerte de su anterior propietario (Sidney Aberman) fue vendida a un multimillonario de Indonesia, el señor Aryanto, el cual compró la pistola por un millón de dólares a un marchante de California. Pensando, pensando… Volvamos a nuestro héroe, Theodor, quería competir para llevarse parte del jugoso pastel, pero su pequeña pistola sin bloqueo de recámara no podía permitirse unos proyectiles de semejante tamaño y potencia, pero los americanos querían unas balas bien grandes ¡y las iban a tener! Medidas de un proyectil Schouboe 11,35mm (cal.45) El cartucho está basado en el 11.35x17 R del revólver danés reglamentario en las fuerzas armadas de principios del siglo XX. municion.org ¿Cómo? Bueno, solo era cuestión de jugar con la física, en teoría solo tenía que hacer un proyectil suficientemente grande y rápido para que los americanos la dieran como válida, luego unas buenas calidades, una simplicidad y fiabilidad a prueba de tontos muy tontos y un precio realmente bajo tendrían que encargarse del resto… en teoría. ¿Qué significa Blowback o sin bloqueo de recámara? Si no entiendes mucho de armas, te lo explico un poco, pues es un dato físico muy importante en este asunto. Significa que la corredera de una pistola (la cual incluye el cerrojo), rifle o ametralladora, este solo queda retenido por la fuerza de un muelle que lo oprime contra la recámara manteniendo el cartucho dentro de esta (digamos que el cerrojo es la parte de la corredera que introduce el cartucho en la recámara del cañón y lo retiene por detrás impidiendo su salida, hasta después del disparo, cuando la presión ha disminuido lo suficiente como para extraer la vaina del cartucho con seguridad). Si un cartucho saliese de la recámara inmediatamente después de la detonación y no fuese retenido durante unos instantes hasta que la presión producida por los gases y el calor de la detonación se redujeran, este explotaría ya que se liberaría la tremenda presión y temperatura acumulada en la recámara, desintegrando la vaina y pudiendo incluso llegar a matar al tirador (lo cual ha ocurrido en muchas ocasiones) a causa de la metralla y los gases liberados a miles de P.S.I. de presión. Todo se basa en las leyes de la física, cuando un proyectil sale hacia adelante en una determinada dirección, se genera una fuerza exactamente idéntica, pero en sentido inverso, tras la liberación explosiva de energía por la combustión-detonación de la pólvora contenida dentro del cartucho y que en nuestro caso tiene que ser absorbida por el cerrojo el máximo tiempo posible como para que este no salga “disparado” hacía detrás matando al tirador. Existen tres maneras de resolver esto: Un acerrojamiento total (bloqueo): Es decir, el cerrojo no se mueve en ningún momento durante la acción del disparo y tan solo es liberado con posterioridad para extraer la vaina (como sería el caso de las escopetas “paralelas”, con una parte trasera “fija” que obliga a “doblar la escopeta” una vez disparados los cartuchos para poder liberarlos del cerrojo y extraerlos o en el caso de los revólveres girando el tambor con las diversas recámaras cargadas con la munición. Un acerrojamiento o bloqueo mecánico-automático temporal: Tras la detonación del cartucho, un mecanismo más o menos complejo mantiene el cerrojo sellando la recámara durante un tiempo prudencial para permitir la reducción de la presión. En ese proceso, normalmente, cañón y cerrojo viajan juntos hacia detrás hasta un punto donde un mecanismo los separa y libera el cerrojo permitiendo la extracción del casquillo, o bien un pistón que recoge los gases de la detonación, en un punto avanzado del cañón, libera un mecanismo que mantiene bloqueado el cerrojo y la recámara, permitiendo que el cerrojo continúe su “viaje” hacia detrás y liberando también la vaina. Cierre de masas o Blowback: Para retener el cerrojo y que absorba suficiente energía como para que este o la corredera no salgan disparados hacía detrás instantáneamente se “aprovecha” la masa del cerrojo o la corredera únicamente. Es decir si la energía cinética (energía que depende de su masa y componentes del movimiento) viene dada como: Ec=1/2 (m.v2) obviamente, aumentando la masa del cerrojo disminuiremos la velocidad con la que saldrá impulsado hacia detrás. Esquema donde podemos ver la variación de presión en la recámara respecto al tiempo en el momento de disparar un proyectil, en este caso de 20mm, saliendo a una velocidad de boca de 2750 pies por segundo. Si nos fijamos bien en la primera milésima de segundo, podemos observar en el gráfico la tremenda presión que se provoca en la recámara. George Chinn Así que un acerrojamiento blowback para una pistola consiste simplemente en poner sufiente masa en la corredera-cerrojo para que este al salir más lentamente hacia detrás, le dé tiempo a la recámara para descender de presión liberando los gases por la boca del cañón (ojo! hablamos de mili-segundos). Luego un muelle forzará al cerrojo o corredera a volver hacia delante aprovechando ese desplazamiento normalmente para recoger otro cartucho del cargador e introducirlo en la recámara volviendo a iniciar el ciclo de disparo. Entonces ¿Por qué no usamos este sistema para todas las armas? Sencillo: porque los cerrojos en armas de gran calibre obligarían a que los cerrojos pesaran literalmente “Toneladas” ya que si estudias con detenimiento la fórmula: Obligaría a que la masa del cerrojo fuera tremenda para poder compensar la tremenda energía instantánea que se produce en el instante de la detonación. ¿Habrás pensado? Bueno…podemos poner un muelle “muy fuerte” que retenga el cerrojo y listo. Pues no, es un mito y una mala idea. En el primer instante, la fuerza real que puede hacer un muelle es realmente muy poca (hablamos de toneladas de presión a frenar y su masa es casi despreciable) Ingenieros calentándose la cabeza Puso a trabajar a los chicos de investigación de la Deutsche Waffenund Munitionsfabriken para que encontraran la manera de hacer un proyectil tan grande como el requerido por los americanos, pero que pesara lo justo para que con la poca masa de la corredera de la dichosa pistolita, pudiera salir a toda velocidad para cumplir la necesaria ecuación de energía. Ec=1/2 (m.v2) O sea, había que conseguir la energía con un proyectil muy ligero, que pudiera ser propulsado a toda velocidad con la escasa carga explosiva del cartucho, incapaz de conseguir unas altas presiones en la recámara (recordemos que la energía va ligada directamente al cuadrado de la velocidad y no directamente a la masa, así que es un factor muy importante a tener en cuenta). Pistola Schouboe 1907 cal. 11.35 con una empuñadura acoplable, a la moda de la “Mauser”, la propia empuñadura servía como maletín para guardar el arma en su interior. James D. Julia Inc La solución dada por los ingenieros fue realmente peculiar: proyectiles con un núcleo de madera recubiertos con una capa metálica (en cierta manera seria como un proceso parecido a los proyectiles FMJ (Full Metal Jacked), solo que sustituyendo el plomo del núcleo por madera y la fina capa metálica (cobre-latón) por una un poco más gruesa de aluminio. El proyectil resultante, pese al considerable “volumen” apenas pesaba 63 grains (Nada menos que 4,2 gramos frente a los 18 gramos de un .45 ACP) pero alcanzaba la supersónica velocidad de 1600 pies por segundo (487 m/s), muy por encima de lo que podía alcanzar un cartucho del .45 ACP (850 pies por segundo, unos 259 m/s) o la 9mm Parabellum algo más ligera y rápida (1155 pies por segundo, unos 350 m/s y 7.45 gramos -115 grains- de peso) . Puesto que la energía cinética multiplica la masa por la velocidad al cuadrado nos encontrábamos con unas cifras sorprendentes a priori: 11.35 Schouboe Ec=1/2 (m.v2) Ec=1/2 (4,2.(487)2)=498 J 45 ACP Ec=1/2 (m.v2) Ec=1/2 (18.(259)2=603,7 J 9mm Parabellum Ec=1/2 (m.v2) Ec=1/2(7.45(350)2=456,3 J .38 Smith & Wesson Ec=1/2(9,46(209)2=206,6 J Parecía una solución brillante, la energía que transportaba el proyectil duplicaba sobradamente a un calibre común del .38, superaba en energía a todos los cartuchos medios para arma corta de la época con creces e igualaba o hasta parecía superar al potente cartucho de guerra de 9mm Parabellum. Pero solo lo parecía como ya veremos y desde luego, no alcanzaba la tremenda potencia de un cartucho del .45 ACP y claro en la armería del ejército americano en Springfield, Massachusetts (no, no es el pueblo de los Simpsons) se dieron cuenta durante las pruebas realizadas cuando la recibieron y probaron. Los factores que hacen un proyectil efectivo no están solo asociados a la energía que transportan y su tamaño, el material y el peso son factores muy importantes y su núcleo de madera le otorgaba una falta de precisión acusada y ligada a la rotación del proyectil durante el vuelo al igual que su liviano peso que empeoraba la situación. El problema gordo viene a causa de que una bala tan ligera pierde velocidad mucho más rápido que una pesada y por tanto transporta menos energía, lo cual dificulta su poder de parada y eso sin contar que además es más sensible al viento (aunque con un arma corta no disparamos a 100 metros, se aprecia claramente en distancias medias donde si tenemos una posibilidad de hacer blanco). Modelo Schouboe 1903 para calibre 7.65, externamente, la única característica física que la diferencia consiste en el estrechamiento del extremo del cañon, por lo demás son prácticamente idénticas, aún y así, el cargador permitía alojar 6 balas pese a su pequeño tamaño y el considerable volumen de los proyectiles de este calibre. Schouboe y los chicos de la Deutsche Waffenund, continuaron esforzándose en mejorar el arma y el proyectil, unos 4mm más corto que el .45 ACP y que acabó en un diseño consistente en una envuelta de latón niquelado, como todos los demás proyectiles, pero rellena con un taco de madera y un disco de aluminio en la base. Al pesar tan poco, el poder de detención era muy escaso, pero como ya hemos comentado, la energía que transporta un proyectil o su tamaño no es el único factor a tener en cuenta para las propiedades a considerar para detener un individuo y aquí la física se complica bastante. Estos proyectiles sencillamente eran demasiado inestables (y eso sin contar la ya de por sí irregular constitución de un núcleo de madera) y sobre todo blandos… veamos, obviamente si disparamos a 10 metros de distancia y a la cabeza o en el centro del pecho con uno de estos proyectiles al malo de la película probablemente lo mandemos directamente a criar malvas. Pero en condiciones normales de combate esto no pasa, los proyectiles impactan en cualquier parte del cuerpo, tienen que traspasar protecciones, puertas o hasta paredes… y claro estos proyectiles directamente se desintegraban o deformaban hasta un punto que las trayectorias originales eran completamente desviadas, si la falta de peso no se había encargado ya de cambiar previamente ya la ruta del proyectil y para colmo el impacto causaba un daño muy inferior al de un .45 ACP o 9mm Parabellum. Para empeorar todo parece ser que en muchos modelos el paso de las estrías no era apropiado para ella, lo que empeoraba la precisión y efectividad del proyectil. Resulta curioso pensar que hubiera ocurrido si este diseño fuese actual y se hubiesen empleado para su construcción aleaciones y materiales avanzados como el teflón, pero esa ya es otra historia… Sin embargo, tan poco los resultados eran tan decepcionantes y vista con perspectiva sus resultados balísticos superan con creces a los de un proyectil de menor potencia como 22” o un 7,65” muy empleado durante años en armas “defensivas” como la mítica Walter PPK, la CZ 50 o la Astra Constable, desde luego, parece ser que con los ajustes adecuados podría haber competido teóricamente con cualquier proyectil del calibre .38 de la época. Todo ello con una ventaja muy importante a tener en cuenta: el retroceso del arma era sustancialmente menor al de sus competidores dado el poco peso de la corredera y la equilibrada relación de energía que desarrollaba la cual permitía un control muy sencillo del arma, equiparable a una “suave” pistola del 7,65” o similar, además había también disponible una funda de madera, que se podía acoplar a la empuñadura para convertir la pistola en algo parecido a una carabina, siguiendo la “moda” que inició el Mauser C-96, aumentando considerablemente la precisión (en teoría, claro). Así que como mínimo tenía validez a la hora de ser considerada como una pistola “escondida” para miembros de la policía de paisano, por ejemplo... o quizás no, nunca lo sabremos, jamás se ha vuelto a fabricar munición de este calibre ni otra arma de semejantes características, ni de lejos. Por cierto, los meticulosos exámenes y pruebas realizados en Springfield y según los informes realizados por el oficial W.S. Peirce, publicados en el año 1913, no consiguieron encontrar ningún defecto significativo en el arma, que funcionó perfectamente durante todas las duras pruebas a las que fue sometida, sencillamente afirmó: “no superaba en ninguna característica a las armas actualmente en servicio”... ah, un pequeño detalle más, en el actual museo de la armería de Springfield ya no queda ni una sola pieza de esta extraña arma. Desafortunadamente la producción total no supero las 500 unidades, de las cuales solo han llegado unas pocas a nuestros días, aunque por suerte una de esas extrañas piezas puede ser vista en España ¿Dónde? Imagen de la Shueboe 1907 cal. 11.35 en la colección de la policía local de Totana, Murcia. Museo polícia local Totana. Sorpresa: en la colección museográfica de la policía local de ¡Totana!, donada, si, donada amablemente por un vecino de esta localidad murciana al museo… me pregunto si realmente sabía el incalculable valor de la pieza histórica que donaba. ¡Maldición no ha colado! Probemos en Uruguay Pero la Dansk Rekylriffel Syndikat A/S no iba a darse por vencida y continuaron buscando clientes. Habían vendido un buen lote de ametralladoras a Uruguay, por entonces un país emergente del otro lado del globo, sus fuerzas armadas estaban bien formadas y buscaban soluciones modernas, además podría ser una buena arma policial, ligera y con poco retroceso, pero de un calibre más que considerable, así que existían opciones de venta que había que probar. Así que ni cortos ni perezosos los representantes de la empresa comenzaron a negociar e informar sobre el arma a las autoridades del país, que veían en esta pieza y sus singulares características una opción interesante en muchos aspectos que quizás el ejército americano no había reparado. Estaban intentando transformarse en una nación prospera abierta al futuro y sus fuerzas armadas buscaban equipamiento moderno y de calidad. Así que las singulares características del arma podían encajar en su mentalidad. Por ello y con la excusa de celebrar el contrato de las ametralladoras Madsen se construyó una pistola Shueboe calibre 45 muy especial, adornada con unos bellos grabados en oro, el escudo de Uruguay en las cachas y las iníciales C.W. correspondientes al nombre del mencionado presidente Claudio William. Por aquella época, esta clase de “regalos” y otros, mucho más….digamos valiosos y de cuestionable ética eran moneda común a la hora de conseguir contratos (algunos dirán que todavía seguimos en el mismo punto, pero corramos un tupido velo y sigamos). Sobre todo en muchos países de la zona, la corrupción a todos los niveles sangraba las arcas públicas, entre dictaduras, guerras coloniales e influencias varias, los presentes de todo tipo resultaban un camino ideal para obtener decisiones favorables a la hora de obtener contratos públicos. Parece ser que el presidente William no se tomó muy bien el presente, era realmente una joya directamente a su nombre, que parecía sospechosamente similar a los que habitualmente se realizaban en dictaduras y gobiernos corruptos de alrededor. Prototipo Schouboe Mod. 1916 DRS con una empuñadura más larga y mayor ángulo para facilitar el agarre (aunque en el modelo de la imagen se observa las cachas planas sin dibujo, cuanto menos extraño, aunque fue uno de los últimos prototipos diseñados). Historia de las armas de fuego
Los nuevos mandatarios, parece ser que tenían unas intenciones bastante claras respecto a cómo llevar su país hacía un futuro prometedor, basándose en unos principios humanistas que destacaban la integridad y la independencia del criterio propio en favor de sus ciudadanos. Por entonces, aquellos gobernantes estaban más que acostumbrados a esta clase de presentes y acababan en muchas ocasiones artos con todos estos detalles que al fin y al cabo eran descarados sobornos para favorecer tal o cual compra u otra inversión pública necesaria o no. Así que personalmente, mostró un desinterés explicito por esta arma, que en un principio parecía haber caído en gracia por sus sorprendentes características. Desafortunadamente al final todo quedo en nada por una u otra razón y no se realizó la venta, alegando una vez más el insuficiente peso del proyectil para permitir una adecuada fuerza neutralizadora. Se continuó intentando vender el arma alrededor del mundo, pero sin ningún éxito, pese al verdadero interés puesto en ella. La pistola dejo de producirse en 1907 con poco más de 500 piezas construidas, de las cuales las 100 primeras fueron diversos modelos experimentales y no hay constancia de otro modelo tan excepcional como el que se regaló al presidente de Uruguay. Si bien, desesperado por el fracaso, pero empeñado en conseguir que triunfara, Theodor Schouboe continuó evolucionando su diseño hasta que diez años después dejó de producirse definitivamente, así que como he comentado sólo se construyeron algo más de 500 unidades que en lugar de venderse, se entregaron como regalo a graduados de las escuelas militares danesas y funcionarios de alto nivel, presidente de Uruguay incluido, con el fin ya comentado de poder influir en la compra de otras armas más lucrativas para la empresa siguiendo la costumbre de la… época?. Nunca sabremos qué hubiera ocurrido si esta nación u otra hubiesen optado por emplear esta extraña pero sorprendente munición que jugaba con inteligencia con la física. La Shueboe 1907, vista con el paso del tiempo resulta ser un arma con multitud de aciertos: sencilla, segura, pequeña, robusta, ligera y fácil de controlar gracias a su suave retroceso. Los proyectiles aunque livianos, dado su diámetro y el sorprendente revestimiento de aluminio, pese a todo, ofrecían unas propiedades balísticas más que interesantes empleando unos materiales completamente diferentes a los habituales y que no podemos imaginar hasta donde habría mejorado su eficacia de haber seguido evolucionando como ha sido el caso más que destacado del calibre 9mm corto, el cual, tras unos años de haber sido despreciado y sustituido en muchos casos por el 9mm Parabellum, con las mejoras obtenidas en las actuales municiones y su poder de detención, lo ha elevado al rango de calibre ideal para armas ultra-compactas de defensa y última opción entre los profesionales de la defensa. Quizás una comprensión más adecuada de sus características y una política de ventas diferente hubiese marcado la diferencia, quizás no, eran otros tiempos, pero me gustaría pensar que aquel presidente tomo la decisión que tomo por que comprendió la importancia de la integridad y no por unos informes balísticos que probablemente a día de hoy veríamos con otros ojos. A lo mejor me he molestado en escribir todo esto sencillamente como una excusa para reflexionar sobre la importancia de la decencia o lo interesante que es la física para aprender entreteniéndose, pero desde luego es una historia única y curiosa que deseaba contar dentro del apasionante y retorcido mundo de la evolución tecnológica de las armas. Características Fabricante: Dansk Rekylriffel Syndikat A/S Período de fabricación: 1907-1917 Unidades: 540 aprox. (numeradas de 001 a 538) Nacionalidad:Danesa Longitud:224 mm. Peso:1,19 kg. Cañón:127 mm. Calibre:11,35 mm. (.45 Danés) Rayado: 6r.,dextrorsum Capacidad:6 cartuchos Vel. inicial:487m/seg. Inflexion Point Doctor Temas relacionados: Historia, Historia de la Tecnología, Armas, Inflexion Point Doctor. Reconocimientos y más información sobre la obra gráfica ADVERTENCIA: En este foro, no se admitirán por ninguna razón el lenguaje soez y las descalificaciones de ningún tipo. Se valorará ante todo la buena educación y el rigor sobre el tema a tratar, así que nos enorgullece reconocer que rechazaremos cualquier comentario fuera de lugar.
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