Los pilares básicos en supervivencia: Orientación II

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En esta segunda entrega sobre orientación vamos a explicar los procedimientos básicos que no exigen de ningún tipo de instrumento especial o mapa, para que adoptemos unas bases sólidas y básicas en esta disciplina.

Su utilidad resulta indispensable no sólo por razones de aventura o profesión, si no por razones excepcionales tanto en tiempo de paz como de guerra y como puedan ser desplazamientos en barco, avión, desplazamientos en montaña, zonas boscosas, desiertos, zonas extremadamente frías o polares, desplazamientos por zonas aisladas o de difícil desplazamiento.

Al igual que en tiempo de guerra, sirve para guiar a grupos dispersos que se refugian en una zona huyendo de la persecución enemiga, bien como civiles para huir del conflicto o como militares para reorganizarse y continuar la lucha o bien obligados por circunstancias de avería en el transporte.

Son increíblemente sencillos y han servido para salvar la vida a miles de personas en múltiples ocasiones, muchas veces estas nociones básicas pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte, el éxito y el fracaso.

Sea cual sea la razón, veamos los medios:

La orientación por el Sol

El sol en el horizonte aparece aproximadamente por el este (recordemos en que hemisferio nos encontramos), va elevándose hasta alcanzar una altura máxima en cuyo momento el astro señalará el Sur, para luego de descender y ocultarse por él Oeste, el tiempo que tarda en realizar este recorrido son 12 horas en las épocas del año y zonas donde son iguales la duración de los días y las noches.

En la imagen podemos ver las horas de salida y puesta del Sol en España, así como la duración del día solar con referencia a los meses del año, cuidado con las horas!, pues se refieren a las solares y no a las oficiales que varian con los distintos ajustes que se realizan a lo largo del año, como medio de ahorro energético.

Orientación por las sombras

Partiendo de lo que acabamos de exponer, poder aplicarlo a las sombras proyectadas resulta un ejercicio sencillo:

Método más rápido:

Coloque una barra, un palo vertical o cualquier objeto de similar forma y lo suficientemente recto sobre un terreno plano. Observe donde proyecta la sombra y márquelo con una piedra o palito, espere al menos quince minutos y marque de nuevo con otro palito, una estos dos puntos y obtendrá aproximadamente la dirección Este-Oeste, siendo el Oeste el primer palito marcado. Este sistema funciona en cualquier momento del día al igual que en cualquier latitud, pero debemos tener en cuenta que los mayores errores se darán por cuanto más lejos estemos del mediodía solar.

Técnica de las sombras iguales

Cuando dispongamos de más tiempo, este sistema es más preciso, consiste en marcar la primera ramita de sombra por la mañana (a), luego trazamos un arco con radio de igual longitud que la sombra del palo o de la barra (oa) que hemos clavado por la mañana, cuando se acerque al mediodía la sombra proyectada se reducirá, luego, de nuevo por la tarde cuando la sombra vuelva a extenderse, marcaremos el punto exacto donde toca el arco (b), uniendo estos dos puntos tendremos una señalización de la dirección Este-Oeste más precisa.

Cojamos un reloj: técnica de la sombra y el reloj

Nuestro sol recorre uno 180 grados aproximadamente en doce horas, es decir que su movimiento angular es de 15 grados en una hora, sabiendo esto para hallar la dirección Oeste – Este, miraremos la hora y luego trazado el ángulo correspondiente al tiempo que haya transcurrido en horas desde la salida del sol y en dirección contraria a la marcha de la sombra, tendremos marcada esta sobre la superficie donde hayamos clavado el palo.

Si queremos un sistema más preciso, podríamos construir un ángulo de tantas veces quince grados como horas nos falten para el medio el día, o también horas hayan transcurrido desde el mediodía, iniciando desde la sombra proyectada por el palo. Tendremos así la dirección Norte-Sur, eso si, debemos tener en cuenta que cuando hacemos estas mediciones por la mañana la sombra nos quedará al Oeste de la meridiana, si la realizamos por la tarde quedarán al Este.

Este sistema puede resultar más sencillo, si construimos en papel trasparente, una lámina de plástico o un acetato por ejemplo, una suerte de ábaco de sombras como  se vé en la imagen. Consistirá en hacer un semicírculo que se dividirá en doce partes iguales de quince grados cada una.

Técnica de orientación utilizando únicamente el reloj

Para ello necesitaremos un reloj de agujas y esfera circular a ser posible para facilitar las mediciones, en estos relojes la esfera está dividida en doce horas, separadas de forma proporcional, así que la aguja recorre un ángulo de 30º con una velocidad angular doble a la del Sol, así que colocamos el reloj horizontalmente y hacemos que la aguja señale al Sol, la bisectriz de ésta con la alineación 6-12, (es decir haciendo corresponder el 6 a  la parte superior y  el 12 a la inferior del reloj) marcará el Sur en el hemisferio Norte, mientras que en el hemisferio Sur, dirigiremos al Sol, la alineación 6-12 y la bisectriz con la aguja horaria nos indicará el Norte.

Llega la noche: Orientación por las estrellas

Al igual que durante el día resulta imprescindible un día meridianamente claro para la orientación con el sol, en la noche podemos encontrar múltiples factores que reduzcan la visibilidad del firmamento, no sólo las nubes, sino la misma luz reflejada por la luna en las noches de mayor exposición o la contaminación lumínica procedente de zonas pobladas cercanas, aquí y cuanto menos, un poco de práctica es aconsejable para realizar mediciones con un mínimo de precisión, pues el firmamento pese a su aparente quietud está en constante movimiento y puede confundir a más de un principiante.
 
Orientación por la estrella Polar
 
La estrella polar por cómo está situada, su mínima variación en la posición y lo fácil que resulta localizarla es sin duda el método más sencillo para conocer la dirección Norte.

Resultando dos maneras bastante sencillas poder encontrarla:

A través de la constelación llamada Osa Mayor y con la constelación de llamada Casiopea.
 
Por su forma la Osa Mayor resulta fácil de encontrar, una vez la tenemos y prolongando cinco veces la distancia entre las dos últimas estrellas A y B, en la misma dirección, se encuentra la estrella que precisamente llamamos Polar, ésta se encuentra en la que llamamos constelación de la Osa Menor, de igual manera pero colocada en sentido inverso que la Osa Mayor, visual y metafóricamente hablando, sería por ejemplo como colocar dos cazos de cocina en sentidos opuestos.

Más adelante tendríamos la constelación de Casiopea, la cual está formada por cinco estrellas, formando una especie de W, y justo en el centro de la línea que une la estrella Rucba de esta constelación con la Mizar de la Osa Mayor, encontramos la Polar.

Orientación a través de la constelación del cazador – Orión

La constelación de Orión, también llamada del cazador, nos permite encontrar la dirección Sur.

Lo que tendremos que hacer será trazar una línea imaginaria que vaya desde la estrella Betelgeuse (el hombro del Cazador) hasta la estrella Rigel (el pie del Cazador) que es la más brillante de esta constelación. Ese punto de corte de esta línea imaginaria con el horizonte terrestre nos indicará la dirección Sur.

Orientación por la Cruz del Sur

Si estuviéramos en el hemisferio Austral, disponemos de un método muy sencillo para localizar el sur buscando la denominada Cruz del Sur, prolongando cuatro veces el brazo mayor de está cruz , alcanzamos un punto imaginario cuya proyección nos marcará el Sur.

Orientación por la luna

Este sistema no resulta preciso, pero a veces resulta útil como método de apoyo, sobre todo en noches donde la visibilidad de las estrellas resulte problemática, pero hay que tener en cuenta las fases y saber que la luna tiene una forma similar a una C cuando es decreciente y de una D cuando es creciente, podríamos decir que la luna es una mentirosa, como sistema para recordar esto último.

Podemos ver la posición aproximada de la Luna según la fase y la hora en la siguiente imagen. Estos valores sólo se pueden verificar los días en que comienza las fases puesto que en cada uno de los siete días que dura la misma, se va retrasando su paso por el sur, esto nos obliga a cierta práctica y un conocimiento exacto del día en el que nos encontramos.

Afortunadamente existe una regla nemotécnica que es: SOEOES

SO: creciente, se ve durante la primera parte de la noche (de 18h a 24h) recorriendo de Sur a Oeste

EO: llena, se ve entrada la noche de (18h a 06h) recorriendo de Este a Oeste.

ES: menguante, se ve durante la segunda parte de la noche (de 24h a 06h) recorriendo de Este a Sur.

 

En nuestro próximo trabajo os explicaremos la orientación a través de indicios, o sea  las múltiples formas en las que el terreno y la naturaleza nos dan pistas del camino que debemos seguir, igualmente os explicaremos los distintos instrumentos de fortuna que podremos construir para orientarnos al igual que las mejores técnicas desplazamiento.

Recordar siempre que la práctica será vuestro mejor aliado a la hora de perfeccionar vuestros conocimientos y técnica.

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