Montañismo y accesibilidad: la polémica en el Caminito del Rey

En los últimos días ha crecido una agria polémica respecto a la reconstrucción del “Caminito del Rey” en la provincia de Málaga. Tras una inversión millonaria la nueva infraestructura no podrá ser recorrida por personas con movilidad reducida.

La obra, seis kilómetros de espectacular recorrido a través de las rocas verticales del desfiladero de los Gaitanes en El Chorro (Málaga), ha visto una vez más, en pleno siglo XXI y pese a los constantes anuncios políticos de integración, como las personas con movilidad reducida han sido olvidadas en su proyecto.  
 
Hablamos de 5 millones de euros, 2,24 para la nueva pasarela y el resto para carreteras y equipamientos, pero a pesar de las impresionantes cifras, la nueva infraestructura no podrá ser recorrida por las personas con discapacidad.
 
Este puede ser sin duda un relato ejemplar de los problemas de convivencia que todavía arrastramos a causa de una concienciación deficiente de la sociedad y de nuestros políticos respecto a la aplicación efectiva de leyes igualitarias o la correcta gestión de lo público.
 
Hoy en día contamos con los medios, y el montañismo es una de las actividades deportivas más hermosas que podemos practicar al estar en contacto con la naturaleza. Todos tenemos el mismo derecho a poder realizarla independientemente de nuestra condición, pero a veces se producen situaciones incomprensibles y trabas innecesarias que pueden dar al traste con la mejor de las intenciones, dificultando más si cabe la vida de algunas personas.
 
Lo más sangrante en este caso se reflejaba en las declaraciones al comienzo de las obras, a comienzos del 2014 donde se anunciaba a bombo y platillo que al finalizar la reconstrucción “el Caminito del Rey sería accesible a todas las personas”, declaraciones que todos los medios de comunicación y muchas páginas institucionales recogieron insistiendo en este aspecto (resulta curioso como ahora ciertos contenidos han “desaparecido” sospechosamente).

Además, a esta obra debemos añadirle cifras adicionales, como las presentadas por la Diputación de Málaga que proyecta una ampliación del Caminito del Rey con tres nuevos senderos que supondrán una inversión adicional de dos millones de euros por parte del ente provincial, como así lo dio a conocer el presidente de la Diputación de Málaga, Elías Bendodo, junto a los representantes de varios ayuntamientos de la zona el 14 de enero de este mismo año.
 
Un paisaje único
 
El Caminito del Rey es un lugar de belleza singular cuyo valor natural se suma a su testimonio histórico, ligado a la electrificación y la industrialización de la provincia, al tratarse de la antigua pasarela aérea y colgante construida entre 1901 y 1905 para comunicar la presa del Conde del Guadalhorce y la central hidroeléctrica construida en los saltos de agua del Chorro y del Gaitanejo.
 
La pasarela suspendida sobre los tajos de la Sierra de Huma, era un camino que se construyó por la necesidad de unir en su distancia más corta de los dos saltos de agua de la compañía hidroeléctrica. Una obra de ingeniería tan peligrosa de acometer que incluso, según se rumorea, hasta condenados a muerte participaron en su construcción a cambio de una reducción de pena, ya que eran pocos los capaces de arriesgar su vida para culminar el proyecto.
 
Ahora, estos tramos se han restaurado con una técnica similar y los obreros han trabajado colgados de la pared del desfiladero para instalar los tramos de madera y fijarlos a la roca. Pero por desgracia, no se ha tenido en cuenta aprovechar las reformas para realizar un camino moderno y accesible a todo el mundo a la par que respetuoso con la naturaleza, algo técnicamente posible con infinidad de ejemplos alrededor del planeta.
 
Por tanto, hablamos de kilómetros de espectaculares vistas desde las rocas verticales del desfiladero, y otros tramos de singular belleza natural, que serán inaccesibles para muchas personas. Algo que sorprende dado los costes, que es de sentido común que, en teoría, aplicando materiales y técnicas adecuadas, deberían haber sido suficientes para haber realizado correctamente la acometida.
 
Como comentamos, el recorrido total es de 6 km, con una altura media de cien metros, de los que 1.6 km de estos, son pasarelas aéreas sobre los dos desfiladeros, remodelados con piezas de madera (un material que pudiera a simple vista no ser el más indicado por resistencia y duración para permitir el paso a todo el mundo) y luego, anclajes metálicos taladrados a la roca.
 
A esto hay que sumar 2.750 metros de senderos y caminos estabilizados o consolidados, donde algunos tramos tienen suelo de vidrio para permitir a los visitantes que tengan la suerte de acceder, poder ver el desfiladero desde una perspectiva muy especial.

Gaby (Flickr)
 
En la segunda década del siglo XXI ningún ingeniero especializado en este tipo de obras negaría la existencia de soluciones técnicas viables,  pero en caso de presentar verdaderas dificultades, ligadas a problemas económicos (no olvidemos las impresionantes cifras de la reconstrucción). Al menos, se podría haber realizado algún tramo accesible, como se hace en otras obras similares a nivel europeo, ofreciendo como mínimo un recorrido alternativo para que las personas con movilidad reducida pudiesen disfrutar del entorno sin ningún problema.
 
Nuestra Carta Magna y las leyes de nuestro país (incluyendo leyes específicas de toda índole) favorecen y fomentan las medidas de igualdad entre todos los ciudadanos, algo que en está ocasión no se ha tenido en cuenta con dinero público procedente de impuestos que pagamos todos, con o sin problemas de discapacidad.
 
Deterioro, accidentes mortales, conflictos y placas desaparecidas.
 
El Caminito del Rey original se fue deteriorando con el paso del tiempo y el abandono, hasta alcanzar un estado tan lamentable que suponía un grave riesgo para los visitantes, con barandillas rotas, pasarelas agonizantes y agujeros en el suelo. Tras varias muertes en el año 2000 la junta de Andalucía decidió cerrarlo y demolió el tramo inicial para evitar el acceso.
 
Después de este bloqueo por seguridad, las obras de reconstrucción de la pasarela nueva comenzaron el 13 de marzo del pasado año, tras dos décadas de reivindicaciones de diferentes sectores, en un empeño del equipo de la Diputación de Málaga de la anterior legislatura, que luego retomaron los nuevos cargos y acabaron poniendo en marcha tras superar numerosos procedimientos y el consenso obtenido entre la Diputación de Málaga, los ayuntamientos afectados, la Junta de Andalucía y el Gobierno Central.
 
Pero pese a la unión de administraciones, no parece que esto haya servido para que ninguna de ellas encontrase una solución a la falta de accesibilidad de esta espectacular infraestructura destinada al ocio más aconsejable y que podría ayudar económicamente a la comarca gracias al turismo.
 
Por si esto fuera poco, a estos problemas se han sumado ya algunos incidentes realmente tristes como las declaraciones del profesor Marcos González, profesor de Educación Física y director del IES Baelo Claudia en Tarifa (Cádiz). El cual no daba crédito a la situación en la que se encontraba hace unos días, cuando iba con sus alumnos a realizar el Caminito del Rey y se le prohibía la entrada por llevar muletas, necesarias tras la amputación de una de sus piernas.
 
Las normas de este enclave natural, aprobadas recientemente por la Diputación de Málaga, prohíben que cualquier persona que tenga intención de realizar el Caminito del Rey lleve cualquier elemento con el que apoyarse como muletas o palos de trekking.

MichiNerja
 
Aunque la normativa fue revisada por Marcos y los profesores que organizaron la actividad, no pensaron que en su caso fuese un impedimento, consideración que terminó en negativa por parte de los trabajadores del parque y la llegada de la Guardia Civil a petición de estos a causa de las reclamaciones del profesor por ser consideradas amenazas según las declaraciones de este.
 
El afectado ha demandado públicamente que las normas deberían ser un poco más flexibles, y que si existe algún tramo peligroso se tomen medidas como la recomendación de que los tacos de las muletas sean más gruesos y abarquen una mayor superficie de agarre para la separación de las tablas en las paralelas suspendida, la limitación de las vías y horarios o la solicitud de certificados médicos o escritos de recorrido bajo la propia responsabilidad del visitante.
 
Por desgracia, nada de esto es posible y no se han previsto opciones para los visitantes, aunque no todo acaba aquí. Han surgido otro tipo de reclamaciones que desde un punto de vista moral y ético que resultan también muy lesivas para algunos afectados.
 
Como ya hemos comentado los tramos originales fueron cortados al público a causa del fallecimiento de algunos visitantes. Tras el mortal incidente se instaló una placa conmemorativa  (año 2000) en memoria de aquellos montañeros.
 
Esta placa fue retirada a primeros de este año pese a estar antes de las nuevas obras. Pese a las reclamaciones de familiares y amigos al parecer se ha denegado la recolocación de la placa con diversos tipos de excusas en apariencia poco lógicas y quizás destinadas más bien a olvidar un suceso luctuoso y que no quede una “mancha”  que pueda dificultar la “sensación idealizada” del recorrido, según la consideración (supuestamente) de los peticionarios.
 
En caso de que este paraje fuese considerado finalmente Patrimonio Mundial de la Unesco tras el acuerdo unánime de la Diputación de Málaga para impulsar la declaración en septiembre de 2018, así, de no quedar resuelto este conflicto, sería posiblemente muy difícil la colocación de cualquier placa futura en memoria de los fallecidos a causa de la nuevas condiciones impuestas por la consideración de la entidad internacional.
 
Inexplicable cierre a los escaladores más profesionales
 
Pero las limitaciones inexplicables no acaban aquí, además de no ser accesible a personas con discapacidad, también se ha prohibido el acceso a cientos de vías para la escalada.
 
Estas rutas para la escalada eran famosas entre los deportistas profesionales, algunas con un alto grado de dificultad y que son conocidas en todo el mundo, atrayendo a escaladores de medio planeta deseosos de experimentar el espectacular reto.
 
Ahora estas vías ya no se pueden escalar y no se da ni siquiera la opción de ser accesibles para estos deportistas durante ciertos días del año en las que se abriesen a los escaladores o la realización de ciertas jornadas especiales para la escalada a lo largo del ciclo anual.
 
Sencillamente ha desaparecido, así como la afluencia turística y prestigio deportivo internacional que esta especialidad suponía para la región (beneficios económicos perdidos, no lo olvidemos).
 
Falta de previsión y concienciación que podría traer graves consecuencias
 
El reconocimiento de la Unesco son palabras mayores, es una prestigiosa lista que cuenta con 1.092 bienes culturales, naturales o mixtos, pertenecientes a 167 países y que ya están reconocidos como bienes universales excepcionales, de los que 46 se encuentran en España, 8 de ellos en Andalucía, y el único que hay en la provincia de Málaga: los Dólmenes de Antequera.
 
Así pues El Caminito del Rey añade a su valor natural inmenso, el hecho de ser un testigo histórico ligado a la electrificación y la industrialización, al tratarse de una antigua pasarela aérea y colgante, que ya figura dentro de un espacio natural, legalmente protegido por la Junta de Andalucía en 1989, por su extraordinario ejemplo geológico que, además, contiene una flora y fauna de valores impresionantes, sumados a un entorno de gran importancia histórica como son las ruinas de Bobastro o la Cueva de Ardales.
 
La rehabilitación de esta ruta acometida por la Diputación de Málaga en el Desfiladero de los Gaitanes ha logrado ya diversas menciones tanto a nivel nacional como internacional, ya que podría tratarse de un proyecto ejemplar de recuperación del patrimonio, de integración con el paisaje y el entorno, así como un intento loable de sostenibilidad ambiental.
 
Pero todo ello podría dar al traste; el gran gasto empleado, el prestigio internacional o los lógicos beneficios del turismo, si la falta de sensibilidad de nuestros dirigentes y el desprecio a las diversas protestas que se han sucedido acabasen en lícitas reclamaciones ante la Comisión Europea por parte de personas discapacitadas que se han visto injustamente privados de unos derechos reconocidos a nivel nacional y europeo (no olvidemos las ayudas europeas para este tipo de proyectos y lo que supone esta clase de injusticias a la hora de la valoración internacional de ciertos proyectos).
 
Este tipo de obras suponen múltiples beneficios medioambientales, sociales y culturales, pero que obligan a fuertes inversiones de capital público, largos y costosos acuerdos o miles de horas de trabajo que podrían acabar en resultados decepcionantes e injusticias flagrantes ante la falta de sensibilidad de unos pocos si no se toman medidas a tiempo, porque la naturaleza debe ser símbolo de libertad y vida, no todo lo contrario.

Autor: Inflexion Point Doctor (J.F.Alonso)

Temas relacionados: Economía Social ,  Inflexion Point Doctor, Discapacidad, Orientación, Sociedad, Moda Y Supervivencia, Defendiendo A Los Consumidores

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