MODA Y SUPERVIVENCIA |
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La historia del diseño de las pistolas está plagado de absurdas y hasta mortales equivocaciones de concepción y construcción, pese a su natural peligrosidad, pero existe una que consigue llevarse todos los galardones ella sola: Nambu Shiki Kenju Type 94. Si preguntamos a un armero o experto en la materia por la mejor pistola de la historia, no vacilará mucho en contestar, quien prefiera la funcionalidad y la fiabilidad probablemente se decante por la potente y simple COLT 1911A1, con su más que efectivo cartucho del calibre .45 ACP y sus grandes proyectiles de 11.4mm, con un diseño tan perfecto y efectivo que a día de hoy se sigue empleando, incluso continuando las mejoras con el testigo dado, por empresas como STI y sus impresionantes armas deportivas. Si el experto encuestado ama el diseño y el virtuosismo mecánico, así como la efectividad, probablemente se decante por la alemana Luger P08 con su peculiar forma distintiva y su singular cerrojo de rodilla tan complejo como ingenioso, para poder facilitar el uso del potente cartucho 9 mm Parabellum (para-bellum para la guerra), siendo considerada la verdadera madre del famoso cartucho, más rápido y pequeño que el .45 ACP, hasta el punto de ser actualmente el preferido en las armas cortas de muchos ejércitos y cuerpos de seguridad alrededor del mundo. Desde arriba respectivamente, la pistola estadounidense Colt 1911A1, la alemana Luger P08 y la española Astra 400 Wikimedia, imfdb.org Por supuesto siempre encontraremos según el origen patrio del interrogado, preferencias exóticas, como por ejemplo pueda ser la ASTRA 400 en nuestro caso, autentica pieza de acero puro, dotada de un potente calibre 9mm largo y de una simpleza en el diseño realmente memorables (basada en un acerrojamiento directo por retroceso de masas (también llamado Blowback), prácticamente único en su género, increíblemente sencillo para la gran energía liberada por este cartucho), dada su fiabilidad a toda prueba y sencillez de fabricación fue empleada por ambos bandos durante la Guerra Civil Española y exportada a diferentes regímenes tras la contienda, en diversas variantes, creando a su vez un “estilo” en el diseño de armas enteramente español y conocido como los “puros”. Hasta aquí todo bien, pero si la pregunta es la contraría todo se vuelve más confuso y complejo, las respuestas en general pueden ser diversas y atendiendo al periodo histórico donde queramos localizar una autentica chapuza o desvarío, ejemplos encontraremos de todo tipo. Algunos solo hay que observarlos a simple vista para no dar crédito a la capacidad que tiene el ser humano para fabricar cosas completamente absurdas y sin sentido alguno. Si nos atenemos a épocas más recientes el cerco se estrecha afortunadamente entre solo unos cuantos candidatos a ostentar el record de la estupidez humana. En esta lista nos encontramos despropósitos como la Italiana Glisenti, donde sus diseñadores en un arrebato de genialidad la diseñaron en un calibre de 9mm menos potente pero idéntico al 9mm Parabellum, que permitía la carga de estos cartuchos por error, garantizando en caso de emplearlos una baja asegurada… del usuario. Pistola Italiana Glisenti cal. 9mm Glisenti, diseñada en el mismo período que la Alemana Luger P08 con la que guarda una tosca similitud, pero ahí termina todo, lejos de la calidad y los excelentesestándares precisos con los que la pistola alemana fue fabricada. defensemedianetwork Otros ejemplos a la cabeza serian la diminuta Libertador FP-45, con la que los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial querían ayudar a la resistencia francesa, pero no querían para ello gastar un montón de dinero fabricándoles herramientas de combate y así nació un arma específicamente diseñada para ser de bajo coste y fácil de producir en masa. Tenía un alcance efectivo de unos 9 metros, que casualmente era lo más lejos que se podía tirar ese trozo de acero estampado, además solo se podía efectuar un disparo, así que en caso de fallar mejor fuéramos buenos tirando piedras o corriendo. Para completar el desastre, el arma que venía en una caja de cartón, iba acompañada de unas instrucciones en forma de tira de comic, lo cual para empezar ya daba mucha confianza al aguerrido combatiente galo. Pistola Liberator FP-45, calibrada en el potente calibre .45 tenía sin embargo un alcance efectivo de tan solo 9 metros, fabricada casi exclusivamente en chapa de acero estampada con la excepción del cañon, se fabricaron alrededor de un millón de unidades, aunque no se tiene constancia de que nadie se atreviera a usarla en combate, decisión lógica por otro lado, tras leer las “instrucciones” de uso. Wikimedia, imfdb.org Estas son las únicas y sorprendentes instrucciones en forma de comic, con las que se suministraba únicamente la pistola Liberator FP-45, para en teoría, poder facilitar la “comprensión” de las explicaciones, obsérvese también en estas viñetas el “pensado” mecanismo de “extracción” diseñado para sacar un casquillo después de dispararla… efectivamente, con un “palo” C&R SENAL La lista de desastres se puede completar con armas absurdas como la MBA Giroyet, auténtica pistola de ciencia ficción que en vez de usar balas como munición empleaba diminutos y auténticos “cohetes” de 12 y 13mm. Era la guerra fría, los Estados unidos se habían emocionado con el tema de los misiles… en fin, los citados mini cohetes podían alcanzar grandes velocidades y eran tan delicados como sus hermanos mayores, sin contar con el inconveniente de que en la boca del arma justo en el momento de salir, podían alcanzar la asombrosa velocidad de una pistola de juguete de balines de plástico BB, documentándose durante la Guerra del Vietnam enfrentamientos donde un soldado estadounidense efectuaba múltiples disparos a quemarropa a un enemigo, hiriéndole únicamente en el orgullo. Pistola MBA Giroyet, pese a la simplicidad de sus mecanismos, peso ligero y casi ausencia de retroceso, los proyectiles tenían que ser cuidados en condiciones excepcionales para garantizar un “ignición” efectiva y precisa, al igual que ocurría con sus hermanos mayores y de igual manera, requerían cierto tiempo para alcanzar velocidades realmente efectivas para su función, si el mantenimiento no era el adecuado podía ocurrir incluso que el proyectil se cayera al suelo de una forma ridícula, instantes después de salir del cañon. defense media network Para terminar este resumen de ideas sin el menor sentido retrocederemos en el tiempo hasta 1830 para observar uno de las primeras tonterías del diseño moderno con el revólver Cochran, donde un armero tuvo la “genial” idea de diseñar un revolver con el tambor que contenía los cartuchos girado en horizontal, además de representar una exposición excesiva a la suciedad de los mecanismos y las recamaras de los proyectiles ocasionando el mal funcionamiento, esto significaba que cada vez que alguien efectuaba un disparo hacia adelante, había un proyectil apuntando directamente hacia el propio tirador. ¿Te gusta jugar a la ruleta rusa?. Pistola patentada por John W. Cochran de New York en 1837, tuvo hasta versiones de este diseño, incluso para rifle, aunque lógicamente no tuvo mucho éxito en ninguna de sus versiones Defense media network Si es blanco y en botella… Como acabamos de ver en este breve resumen (espero contaros la historia de estas alocadas armas al detalle en futuros reportajes, porque no tienen desperdicio, la verdad, ya me contareis…) pues bien, los esfuerzos por realizar la peor arma posible nunca han cesado, pero al menos pese a su completa inutilidad o bien eran pequeñas, caso de la FP Liberator, futuristas como la Giroyet, perfecta para disparar en el espacio por su casi nulo retroceso o bonita para mostrar en una película de época, caso de la Cochran, de hecho algunas con el mantenimiento y munición adecuado hasta cumplían más o menos su función sin problemas durante un tiempo, caso de la Glisenti, pero existe un arma que bastaba con mirarla unos momentos, tan solo durante un breve instante, para comprender que algo había salido realmente mal. Y así llegamos a la Nambu Shiki Kenju Type 94, probablemente el arma moderna peor diseñada, falta de calidad, potencia, realmente peligrosa para el propio portador y descaradamente fea se mire como se mire. Curiosamente esta pistola no fue diseñada por un advenedizo, si no por Kijiro Nambu (1869-1949), el más célebre armero Japonés del siglo XX. El diseñador nipón, procedente de una familia noble, fue sin duda uno de los más prolíficos diseñadores de armas, pero sus diseños eran a menudo innecesariamente complejos, con lo que si a esto le añadimos la mala calidad del acero japonés de aquellos tiempos y las producciones en tiempos de guerra se comprende un poco mejor la pésima reputación de sus armas. Pistola Nambu Type 14 (1926) (Juyon Non Shiki Nambu Kenju) tircollection.com Realmente no todas fueran auténticos desvaríos, de hecho diversos diseños previos suyos, como son la Type A, Type 4 y la Type 14, es decir concretamente las conocidas por sus características formas “niponas” y en cierta forma similares a la Walter P08, están consideradas como predecesoras directas de la efectiva Ruger Mark II. (Por cierto las numeraciones se corresponden con la fecha de fabricación en el calendario de la dinastía Taisho, por ejemplo 1915 en el caso de la Type 4, es decir cuatro años después del inicio de dicho reinado, un original sistema imperial para numerar una pistola…) En un principio este caballero no deseaba dedicarse a estos menesteres terrenales, pero su familia lo convenció para que siguiera la carrera militar y en 1897, siendo ya Teniente de Artillería, es destinado al Arsenal de Koshigawa en Tokio, con la orden de colaborar en el diseño y fabricación de una nueva pistola con la que dotar a las Fuerzas Armadas niponas y reemplazar al revólver Mod. 1893, también conocido como Type 26. El principal problema para diseñar el arma radicaba en el ancestral desprecio de Japón a todo lo extranjero que les condujo a pesar del amplio abanico de excelentes armas que había en el mercado, a diseñar su propia arma corta con su propia munición, en este caso de 8 mm y de uso exclusivo por aquellas tierras Sus diseños fueron adoptados oficialmente por la Armada nipona a partir de 1909 con el modelo Nambu Type A, con su característica y débil munición 8x22mm Nambu. Continuando con la producción de la Nambu Type 4 y Type 14 consideradas como evoluciones mejoradas del modelo original, si bien seguían siendo modelos de inferiores características y prestaciones que sus homólogas occidentales. Con las campañas expansionistas japonesas en Asia continental a mediados de la década de 1930, Japón se convirtió en la gran potencia militar de Extremo Oriente y la demanda de armas cortas por parte de su ejército no podía ser atendida con la rapidez deseada. Pistola Nambu Type 94, en la imagen inferior se observa la compleja corredera, articulada en dos piezas principales, retirada hacia atrás, lista para cargar un cartucho Defense media network Como casi siempre en todas partes, se opto por una solución rápida y poco meditada, consistente en este caso en adoptar una pistola semiautomática de 8 mm producida a partir de 1934 para el mercado civil, que con su terrible aspecto y peor funcionamiento no había tenido obviamente mucha aceptación, siendo realmente ínfimo el número de pistolas vendidas, de esta manera, el stock fue absorbido en 1937 por el ejército imperial, que además encargó que se fabricaran rápidamente más unidades del esperpéntico artefacto. Se trataba efectivamente de la pistola 94 Shiki Kenju (Pistola Tipo 94), que tomó su designación de las dos última cifras del año del calendario japonés en que fue producida, es decir 2594 que corresponde al año 1934 de la era cristiana. Hay que destacar el fanatismo imperial reinante por aquel entonces en Japón, que se explica fácilmente con el siguiente ejemplo: hasta 1943 los oficiales y suboficiales tenían que hacerse cargo del pago de sus propias katanas y armas cortas, pero a pesar que las armas japonesas eran manifiestamente más caras y de peor calidad que las extranjeras, las escogían con devoción. Por aquella época un suboficial cobraba unos 70 yenes al mes, una pistola extranjera de fabricación alemana y fiabilidad realmente probada venia a costar unos 100 yenes , mientras que una Nambu, en torno a 180 yenes, adivinemos cual compraban.. Completamente mortal… ¿Para quién? La Nambu Tipo 94 es sin duda el peor diseño de la era moderna, independiente de su destartalado aspecto y la baja calidad del metal empleado, pues su manejo era realmente desagradable y de una inseguridad probada que obligaba a sus portadores únicamente a cargar una bala en caso de extrema necesidad. Esquema traslúcido de la Pistola Nambu Type 94 donde observamos en color verde la peligrosa barra de transferencia y en color azul el inefectivo seguro Gérad Henrotin Para empezar el arma contaba con una tremenda complejidad en los mecanismos a la hora de desmontarla y montarla para su mantenimiento, un exceso realmente innecesario ya para aquellos tiempos, con soluciones más lógicas en las armas occidentales reglamentarias, infinitamente más sencillas en muchos casos. Por si fuera poco, esta complejidad en el momento de desmontarla podía incluso provocar graves daños en las piezas del arma tan solo por el mero acto de limpiarla. El percutor mal diseñado, era débil y con tendencia a romperse, a causa de un diseño equivocado para conseguir que un seguro transversal encajara, el retén del cargador, una pieza destinada a mantenerlo en su sitio, sobresalía lo suficiente como para poderlo soltar por accidente y propiciar su extracción como en una película cómica propia de Mr. Bean, igualmente el cargador podía soltarse al enfundar la pistola o por el mero hecho de rozar con ella. No quiero ni imaginar a un pobre oficial japonés, nervioso y aterrorizado, en una cueva de Iwo Jima esperando agazapado el asalto de los americanos y que en el momento del sacrificio final por el emperador, tras agotar la munición de su rifle, desenfunda su arma del cinto para realizar sus últimos y valerosos disparos, pero… se le cae el cargador al suelo. (Y suerte que ha tenido, porque podría haberse volado la pierna él solito) La empuñadura era como se observa en las imágenes, más pequeña de lo normal y con la empuñadura lisa hasta casi las últimas series producidas, curiosamente este detalle era apreciado por las personas de manos pequeñas, pero a la práctica para el común de los mortales representaba un gran problema a la hora de agarrarla firmemente. A la postre esta empuñadura tan corta y la larga distancia del cartucho hacia que el cargador tan solo pudiera cargar 6 cartuchos y encima, para lo fácil que se soltaba por su cuenta, la presión del cerrojo provocaba que fuera difícil de extraer y recargar con otro peine nuevo por propia voluntad. Sin embargo esto solo era el principio de sus males, otra desafortunada característica, era la uña de retención, que en teoría debía garantizar que solo se dispararía un cartucho al presionar el gatillo, cuando este había quedado perfectamente sellado en la recámara, pero su funcionamiento era tan defectuoso que se disparaba a veces incluso antes de que tan siquiera llegara a la recamara. Esto provocaba la explosión en “abierto” del cartucho lanzando fragmentos metálicos, gas caliente y a presión en todas direcciones pudiendo dejar ciego o matar al propio tirador o a un compañero. Diagrama explicativo donde vemos la disposición de la peligrosa barra de transferencia del seguro de la pistola Nambu Type 94, en el esquema inferior se observa la barra basculada hacia el exterior cuando el arma está amartillada, basta presionarla dos milímetros para que se dispare sin presionar el gatillo. wikimedia Y aún así, ¡esto no era lo peor!, el mal diseño del cerrojo hacia que parte de la barra de trasferencia del seguro de disparo, localizada en el lado izquierdo de la pistola sobresaliese, unos dos milímetros y pudiera presionarse por error durante el combate si ésta estaba amartillada y era manipulada descuidadamente por la tensión del enfrentamiento, incluso por el mero hecho de cogerla de forma incorrecta o para enfundarla sin ser conscientes que llevaba una bala en la recámara tras un periodo de combate, las combinaciones eran casi infinitas. ¿Cómo entonces, una pistola tan terrible podía ser considerada reglamentaria para un ejército? La respuesta no es sencilla pero radica probablemente en la mentalidad de los oficiales japoneses, aunque portaban pistola, preferían ir armados con sus espadas tradicionales, las famosas katanas, algunas de ellas incluso reliquias familiares con varios siglos de antigüedad, dejando a su pistola reglamentaria como simple insignia de rango, en lugar de como una verdadera arma de combate, más apropiada de utilizarse para cometer un particular y rápido seppuku o harakiri del propio oficial, para evitar así ser capturado. Lo cierto, probablemente sea una combinación de fanatismo, desprecio visceral a todo lo extranjero, así como la necesidad imperiosa de soluciones rápidas ante la escasez de recursos que les llevó a adoptar esta insólita y nefasta arma. Diagrama con el despiece esquemático de la pistola Type 94, en el podemos observar la complicada y extraña disposición de algunas de sus piezas. Harold A. Murtz -KP Books Existen muchas historias y leyendas sobre la poca fiabilidad de este arma, entre ellas, las más conocidas hacen referencia a que muchos soldados norteamericanos que se encontraban la pistola en el campo de batalla al no conocer sus defectos, resultaban heridos al cogerlas y manipularlas sin conocer detalles como el de la barra de transferencia y la segunda, era que se acusaba a los oficiales japoneses que supuestamente se rendían, de disparar la pistola accidentalmente al entregarse, para así, autolesionarse con una herida no lo suficientemente grave para morir pero si mandarlos de vuelta a casa para disfrutar de un confortable restablecimiento, aunque probablemente muchas de estas historias sean falsas, dan una idea de hasta qué punto esta pistola ha llegado a cobrar merecida fama de ser la peor de la historia. Al finalizar la contienda cesó su producción en Agosto de 1945, habiéndose producido unas 70.000 unidades, una cantidad realmente escasa si contamos que era un arma reglamentaria, las Fuerzas Terrestres Japonesas de Autodefensa , las únicas admitidas por el Tratado de Paz, tras la rendición de Japón, fueron armadas afortunadamente, con material americano mucho más fiable, pasando todas estas pistolas a formar parte del conjunto de los trofeos de guerra que las fuerzas norteamericanas se llevaron a su país, así que hoy en día es un arma muy difícil de encontrar en Europa y sólo cuenta con cierta popularidad en los Estados Unidos, amantes como son de acumular cualquier cosa capaz de disparar una bala… aunque sea hacia ellos mismos.
Manuel Castelló (kasmangou)
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7 Comentarios
Jan Smite
28/10/2017 16:37:00
No he terminado todavía de leer el artículo, interesante hasta donde he leído, pero hay un detalle que no puedo dejar de mencionar:
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Manuel Castelló (Kasmangou)
28/10/2017 16:48:01
Efectivamente, gracias por el apunte.
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Jesus
28/10/2017 18:22:00
Que interesante, no lo conocía! Gracias
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Javier
28/10/2017 19:36:23
Interesante artículo, 👍👍👍
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Mik
16/11/2022 23:26:11
Jaja no sé cómo pudo durar tanto la guerra del Pacífico con esas armas tan mierdas. En la memorabilia aparece la típica escena del soldado yankee a tiros en un búnker japo pistola en mano. Supongo que en el lado japones la cosa sería pegarse un tiro al ver todo perdido o mejor el socorrido método de la granada contra el pecho (pocos eligieron la pistola supongo).
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José María Moriana Jurado
31/8/2023 12:10:02
Magnífico artículo pero imposible de leer por la dificultad de la letra
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