Somos unos hipócritas: El drama de los incendios es un problema político, lo sabemos y nos da absolutamente igual.

Ya son cuatro los muertos por los incendios que arrasan Galicia, 132 incendios activos un 15 de octubre en Galicia, ¿Realmente no tiene solución?  …sencillamente son cifras y política.

La Conselleira do Medio Rural de la Xunta de Galicia, Ángeles Vázquez preguntada en una entrevista radiofónica en la cadena SER respecto a la ola de incendios que ha arrasado este fin de semana Galicia, dijo:
 
-“Es lógico que la gente llegara a desesperarse porque el colectivo que estaba en el territorio también estaba desesperado. No son 132 incendios, son 132 atentados"
 
-“…ahora vienen los porqués. El desastre sucedió porque está la mano del hombre detrás, porque hay terroristas que quieren hacer daño a Galicia y lo consiguieron. La única prevención es conseguir que la mano del hombre no hiciera lo que hizo… el avance del fuego ha sido claramente intencionado, Galicia lo sabe. El monte no se suicida solo".
 
¿Cuántas veces hemos escuchado las mismas palabras calcadas, durante toda la historia?
 
Todos sabemos las consecuencias de la ignorancia y la maldad para conseguir un beneficio propio sin importar el colectivo… lo que todos ignoramos hipócrita y conscientemente en estas situaciones, es cuan fácilmente olvidamos a la hora de ir a votar.
 
Sencillamente la conservación de la naturaleza no da votos. No somos conscientes realmente de las terribles consecuencias tanto a corto como largo plazo, estamos ya demasiado anestesiados con problemas irrelevantes o puramente políticos como para comprender la envergadura del drama medioambiental.
 
No es la recalificación, no seamos ingenuos.
 
Siempre ocurre lo mismo cada vez que somos testigos de estos desastres brutales y esta vez le ha tocado el turno desgraciadamente, como tantas otras veces a Galicia.
 
Pues no, el drama de los incendios no tiene que ver con complots especuladores, ni con la famosa Ley de Montes aprobada por el PP hace dos años, tanto si nos gusta como si no, esto sería una simplificación infantil, de un problema afecta a todas las regiones de nuestro país, independientemente del signo político.
 
Atención conspiranoicos: No hay una cooperación entre pirómanos y empresarios para arrasar los territorios gallegos y así construir hoteles de lujo, campos de golf o viviendas unifamiliares.
 
Es un drama de muchos factores acumulados incluida la cultura particular de cierta parte de los ciudadanos gallegos, las características del terreno gallego, el cambio climático o la errónea gestión forestal por parte de la Xunta y el Gobierno central.
 
Y quien dice Xunta Gallega, Gobierno central, podría decir Generalitat Valenciana, gobierno Andaluz, Catalán o Portugués da exactamente lo mismo, si te has enfrentado al fuego, lo sabes.
 
Cuando el bosque comienza a arder comienzan los textos que se propagan en redes simultánea y proporcionalmente al fuego: “Las comunidades autónomas pueden recalificar los terrenos tras un fuego”  y ya cada uno acusa al contrario de turno.

EFE

Esto es sencillamente falso: tan  sólo el 0,15% de los incendios ocurridos entre 2001 y 2013 se han provocado para obtener una modificación en el uso del suelo.
 
Recordemos la Ley de 2015:
 
“Los montes pertenecientes al dominio público forestal tendrán la consideración de suelo en situación rural, a los efectos de lo dispuesto por la legislación estatal de suelo, y deberán quedar preservados por la ordenación territorial y urbanística de su transformación mediante la urbanización.”
 
Sencillamente: lo que se está quemando quedará como terreno protegido, de recalificarlo, tendría que decidirlo la Xunta de Galicia y no el Gobierno Central forzándose a explicar las razones de ese supuesto interés público para transformarlo mediante una ley, por otro lado tendría que tomar medidas compensatorias para recuperar una superficie forestal equivalente a la quemada.
 
Encima tendrían que esperar al menos 30 años para poder realizar el cambio de uso forestal, para comprobar si la zona calcinada se regenera, como sucedió a raíz del incendio del parque de Doñana y para colmo de forma excepcional siempre que con anterioridad al incendio forestal estuviera previsto el cambio. Sin informes previos de evaluaciones ambientales favorables a su nueva calificación, sencillamente nada de nada.
 
¿Y los planes forestales? ¿Quién los desarrolla?
 
Pongamos que fuera un ladrón, un amante de lo ajeno con pocas luces, nada de un habilidoso arquitecto financiero de guante blanco y voy paseando por la calle de mi ciudad, donde resulta que una ley obliga a los vecinos de la pintoresca localidad a tener las puertas sin cerrojos y se prohíbe a los policías patrullar las calles para reducir costes.
Se acerca la noche, yo paseo y observo como un vecino abandona su casa para dirigirse apresuradamente a su turno de trabajo, mientras deja una radio encendida y una luz, con la ingenua esperanza de que la gente como yo piense que sigue dentro
 
-¿Qué me impediría abalanzarme dentro de su portal de una patada?
 
El terreno está listo, las condiciones son propicias… total, luego el alcalde culpará a la inmoralidad de la delincuencia, los centros de estadística podrán cobrar por elaborar bonitos gráficos, algún ebanista, electricista u otro currante elegido por el pobre vecino cobrará por reparar los daños que he realizado y si es inteligente habrá suscrito un seguro que le reembolsará las pérdidas y todos contentos. ¿No es de locos?
 
Pues eso, damas y caballeros a día de hoy es un plan forestal, pero aún peor, ni siquiera tenemos que obligar a ningún vecino a no poner el cerrojo, sencillamente nuestra mente ha sido anulada para no comprender la importancia del cerrojo o de perder nuestro patrimonio.
 
La mala gestión del plan forestal gallego y digo mala por ser benevolente y gallego por decir una región que sufre las llamas en este momento, agota  sus recursos en los incendios en vez de invertir en limpiar adecuadamente los bosques, educar a la ciudadanía e implementar planes preventivos y de vigilancia presentes los 365 días del año con personal especializado trabajando en ello 24 horas.
 
Pero es un gasto económico que no da votos a nadie, prevenir incendios invirtiendo medios públicos o reforzando las leyes va en contra de los planes de cualquier partido político en el poder, no importa los beneficios que se obtengan, son conscientes de que no obtendrán réditos electorales y por bien que lo hagan recibirán el ataque descarnado y miserable del contario.
 
Todos los sabemos, pero callamos y defendemos a los nuestros sean quienes sean, luego en elecciones la “ecología” tan solo es una palabra vacía que queda bien en los discursos de unos u otros, pero en nuestra hipocresía todos olvidamos, los nuestros deben ganar, al fin y al cabo esto no es grave.
 
Eucalipto y estupidez, medios y más estupidez.
 
Este árbol tiene un tipo de madera que permite un gran aprovechamiento industrial, así que ¿Por qué no?
 
Infestemos el suelo gallego con el mayor combustible incendiario que podamos pensar, los beneficios económicos son lo primero ¿Saben cuántos años hace que existen informes desfavorables hacía este árbol? ¿Alguno de ustedes sabe de algún medio que les diga cuales son más favorables?
 
Con un poco de suerte, conocerán los estudios y las investigaciones sobre las propiedades  “cortafuegos” y de resistencia del ciprés, poco más.
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Ahora díganme:
 
¿Cuántas veces al año escuchan un debate público en radio, televisión o prensa sobre el árbol más idóneo para plantar en Galicia, Madrid o Cataluña?
 
Y ahora reflexionen:
 
¿Cuántas veces al año escuchan un debate público sobre el fútbol en los mismos medios aunque no sea una noticia deportiva (elijan baloncesto, tenis, deportistas de fiesta… me resulta indiferente)?
 
 ¿O la última mejora en un teléfono o televisor?
 
¿El último restaurante abierto por el cocinero de moda?
 
Exacto, no seamos hipócritas, no se programa porque nos da igual y nadie va votar a un partido u otro, si su gobierno o ayuntamiento elige uno u otro, sencillamente a casi nadie importa.

EFE
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Pongamos un sencillo ejemplo con puntos y comas:
 
La noche del domingo Galicia vivía una de las jornadas más espantosas que se recuerdan a causa de los  incendios en sus cuatro provincias, se expandían además a los montes de Asturianos  y Leoneses, con el drama añadido de las víctimas mortales.
 
En ese momento Carlos Herrera llegaba a una televisión pública pagada por todos, con su nuevo programa ¿Cómo lo ves?, un supuesto espacio de debate en el que seis rostros conocidos nos ofrecían su experta opinión sobre diferentes temas sociales, de actualidad se supone…
 
Era un programa en directo, pero la dirección optó por continuar con su emisión sin alteraciones, el tema no debía ser suficientemente relevante, así que tan solo al finalizar el programa, Herrera hizo una escueta alusión a la situación en Galicia y envió su apoyo a las familias de los afectados.
 
Acto seguido emitió una película y pasada la medianoche la cadena pública ofreció un avance informativo sobre los incendios, mientras tanto el Telediario de Pedro Carreño y Raquel Martínez  informó de los incendios, tras el consabido problema catalán y sinceramente no puedo decir que el resto de las cadenas emitieran monográficos en directo alertando del terrible desastre, (quizás un poco más La Sexta y tan solo por ser su política mediática no seamos ingenuos) pero al fin y al cabo es dinero privado y si a ustedes no les interesa a ellos menos .
 
Todo es sencillo si queremos que así lo sea.
 
Es muy triste todo lo que sucede pero quejarse con palabras vacías mientras no se haga un verdadero plan forestal  tan solo va a empeorar la situación.
Sencillamente se necesitan más brigadistas y técnicos forestales en retenes fijos, que funcionen todo el año y se dediquen a la prevención. Otorgándoles medios y sueldos dignos, poder de decisión a la hora de tomar medidas que siempre quedan canceladas en el plano político por una supuesta falta de medios.
 
No vale el modelo plantamos y nos olvidamos, después de hacerse la foto de rigor, se necesita revitalizar el monte con modelos productivos rentables, que necesiten trabajo y lo ofrezcan a su vez, de hecho ya existen cooperativas que combinan plantaciones y ganadería, no es un modelo desconocido o extraño, tan solo requiere desarrollo y un apoyo real de las autoridades.
 
Una política real que ofrezca medios para concienciar a los ciudadanos para que limpien sus fincas y montes, con controles periódicos, efectivos, reales y rigurosos, unido a un esfuerzo informativo para concienciar al ciudadano de que debe denunciar al pirómano, ofreciendo programas divulgativos constantes a la población del verdadero daño de los incendios.
 
Los ciudadanos deben tener claro que las autoridades pondrán todos los medios necesarios para perseguir todos los delitos y las negligencias para que bajo ningún concepto queden sin castigo, la sensación de impunidad debe erradicarse ¿Por qué el mito del crimen perfecto se ha extendido tanto a la hora de incendiar un bosque?
 
Aceptación efectiva del cambio climático.
 
Estamos ante uno de los otoños más calurosos que se recuerden, los records de temperatura se multiplican día tras día y esto no va a detenerse, el cambio climático acelerado traerá consecuencias nefastas en el plano del fuego, si empezásemos a tomarnos más en serio este hecho, tomando medidas preventivas en la mejora de la vigilancia, cuidado y limpieza de los bosques podríamos enfrentarnos a esta nueva desgracia con alguna oportunidad de victoria, pero en política desafortunadamente todos los tiempos son demasiado cortos y nuestra forma de pensar en las actuaciones políticas también. 

EFE

¿Con el trabajo no se juega?
 
Y por último retrocedamos unos días para observar uno de los aspectos más vergonzosos de este drama:
 
La Guardia Civil demostrando una vez más su profesionalidad en estas difíciles investigaciones, detuvo hace unos días a un miembro de la brigada municipal de extinción de incendios de Lobios como presunto autor de seis incendios forestales registrados este verano en Xurés, era un joven de 21 años y vecino de Puxedo, localidad del mismo concello en el que desempeña su actividad laboral.
 
Según los datos facilitados por la Guardia Civil, la oleada de incendios registrados este verano en dicha comarca de la Baixa Limia, puso en marcha la operación "Lumex", la investigación realizada, junto con el testimonio de algunos vecinos llevaron a los agentes de la Guardia Civil a la identificación de un brigadista, que fue detenido como presunto autor de seis delitos de incendio forestal.
 
El detenido trabajaba como miembro de la brigada municipal del ayuntamiento de Lobios y supuestamente utilizaba el itinerario desde su domicilio hasta la base de la brigada para provocar los incendios, incluso en ocasiones, el arrestado era desplazado a apagar el incendio que él mismo había provocado.
 
Terrible ¿No?
 
Pues bien, mientras el fuego empezaba a asolar hace cuatro días el Parque Natural da Baixa Limia-Xurés, el presidente de la Xunta rechazaba que el despido hace quince días de 436 brigadistas, contratados durante el verano estuviera afectando a la lucha contra el fuego.
 
Feijóo señalaba hace cinco días:
 
“El riesgo es máximo en este momentos y cada día que pasa sin lluvia es peor que el día anterior", tras la insistencia de los periodistas, Feijóo rechazó el calificativo interesado de "desmantelamiento" para calificar los despidos, tras lo cual continuó diciendo:
 
“En la zona atlántica el riesgo bajó de forma evidente".
 
Cinco días después de estas declaraciones, la costa atlántica del sur gallego se encuentra pasto de las llamas y los familiares lloran a las víctimas.
 
No podemos tratar el cuidado de nuestros bosques como algo temporal, barato y precario que conduzca a estas consecuencias, todo vale por ahorrar unos euros. Transformar el cuidado del bosque en una cuestión de trabajos precarios dependientes de si existe un incendio o no, de si el riesgo es alto o bajo, es desconocer completamente en qué consiste la preservación y el cuidado de nuestro patrimonio natural o quizás sencillamente es lo de menos, porque como ya he dicho preservar la naturaleza no da votos a nadie.

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