El destino es una delicada línea, frágil y caprichosa, para algunos tan solo es arbitrariedad y para otros algo dictado por un ser superior, pero desde que nacemos se verá marcado por nuestro entorno y toda experiencia que vivamos, determinando muchas veces las decisiones que marcarán la ruta que seguirá esa línea. Como he comentado en otras ocasiones, me considero una persona afortunada con la infancia que he tenido, pero no solo por todo lo que he recibido a nivel material, sino por los valores que he visto y aprendido de mi familia o mejor dicho los que presencié de una manera inconsciente, natural diría yo y por supuesto un hogar donde no he presenciado violencia de ningún tipo. He crecido viendo el amor de mi entorno... No todo era perfecto, por supuesto, ni tampoco es que mis primeros años hayan sido una burbuja en un mundo lleno de arcoíris, gominolas y unicornios, pero he crecido presenciando el respeto mutuo de mis padres, sus gestos y muestras de cariño, lo que me ha hecho creer en el amor y en que todos merecemos a alguien que nos saque una sonrisa cada día y sobre todo lo mejor de nosotros mismos. Pero por desgracia, no todos los seres humanos corren con la misma suerte en este aspecto y son testigos de la ruptura de sus familias por diferentes motivos, como peleas, problemas económicos, divorcios... así que muchos de ellos viven situaciones de estrés en las que ven un trato incorrecto entre los miembros de su unidad familiar que probablemente pasará factura tarde o temprano en sus sentimientos, emociones, personalidad... A continuación veremos distintos puntos de vista y una nutrida recopilación de información obtenida investigando sobre la violencia doméstica y la manera en que afecta a los niños, pues es un tema del que no vemos que se trate en los medios con la suficiente rigurosidad e importancia, tan solo se habla de la violencia de género desde el plano del suceso trágico puntual, el dato estadístico carente de análisis o la acusación política de turno, pero pocas veces desde un plano profesional y técnico y mucho menos en un plano real y claro de cómo afecta a los niños, a su estado mental y de las repercusiones que tendrán en su vida personal, como estudiante y laboral. Centro Virtual de Conocimiento para poner fin a la Violencia Hacia las Mujeres. ONU Es un tema difícil de abordar desde un plano sensacionalista, puesto que rápidamente lloverían las acusaciones, pero un trabajo riguroso difícilmente tendría cabida en los medios de comunicación con el objeto de atraer una audiencia ávida de consumir la deseada publicidad que les ofrece el sustento, así que sencillamente se obvia dada su incomodidad. Por tanto voy a iniciar una serie de trabajos claros y concisos que ayuden a poner negro sobre blanco esta temática, pocas veces tratada sin la necesaria rigurosidad y el interés divulgativo que le corresponde, fuera del ámbito profesional. Punto de partida: La violencia en la pareja, modalidades e investigación Para poder analizar bien el resultado en la psique infantil, debemos primero comprender bien los mecanismos de la violencia en la pareja donde habitualmente convivirá este drama. Esta se produce en todos los países, independientemente del grupo social, económico, religioso o cultural y preocupa cada vez más a la sociedad afortunadamente. Sin duda alguna, en el mundo occidental, la violencia dirigida hacia la mujer suele ser producida por su pareja, mientras que la violencia hacia el hombre es producida por personas de fuera de su entorno íntimo. Pese a las excepciones, este factor es básico, muy importante para analizar y desarrollar este trabajo, las cifras de víctimas femeninas hablan por sí solas, es algo que sencillamente no podemos negar. Comencemos pues por hacer una descripción de los diferentes tipos de violencia en pareja y como determinamos donde encajar la información obtenida: -Agresiones físicas. -Maltrato psíquico. -Relaciones sexuales forzadas y otras formas de coacción sexual. -Diversos comportamientos dominantes. Obsérvese la prevalencia de la violencia en las zonas rurales (más pobres en general, a lo largo del planeta). OMS Realizar tal distinción no es un tema baladí, así como los medios para investigar dicha violencia en sus distintas variantes, ya que se intenta que las víctimas cuenten su experiencia a través de entrevistas (el éxito dependerá de que los entrevistados se sientan cómodos, del tipo de preguntas y de otros factores como el sexo del entrevistador, la duración de la entrevista y el grado de interés e intimidad). Se ha descubierto con la experiencia en este campo que si se hacen preguntas específicas, para la mujer resultan más fáciles de responder, pero si se centran exclusivamente en los actos flagrantes se puede ocultar la atmósfera de terror que a veces impregna las relaciones violentas. Tasas de asesinatos y métodos: Los factores culturales y la disponibilidad de armas definen en gran medida los perfiles de los asesinatos cometidos por la pareja en diferentes países, por ejemplo, en EE.UU. el número de asesinatos de mujeres con armas de fuego es mayor que el resto de países occidentales, mientras que en Pakistán existe una técnica común y terrorífica que consiste en rociar a una mujer con queroseno, prenderle fuego para luego afirmar que murió en un “accidente de cocina”, obviamente tal actitud no sería tan común con una justicia interesada en investigar de forma efectiva tales crímenes, ya que en muchas regiones del mundo, las ideas culturales y religiosas del honor masculino y la castidad femenina ponen a las mujeres en un riesgo cierto. familiaenderechos Dinámica de la violencia en pareja Las diferentes modalidades e intensidad en la violencia determinan diferentes conductas y consecuencias a corto, medio y largo plazo, así que diferenciarlas también será un primer paso, la más grave en un principio resulta obviamente el maltrato físico, en las diversas formas de actuación donde se emplee la fuerza física, continuando hacia una violencia moderada o “violencia común de pareja”: Así por ejemplo, en las relaciones íntimas que ocasionalmente estallan en agresiones físicas y que pueden llegar a situaciones más graves de violación, o comportamientos como el amedrentamiento, las amenazas, conducta posesiva, dominante y otras formas de coacción. Las consecuencias de la violencia difieren entre hombres y mujeres, así las mujeres son más lastimadas bajo formas de violencias más graves, igualmente los motivos para perpetrarla por parte de las mujeres suelen ser la defensa propia o de los hijos principalmente, mientras que en los hombres los celos, el deseo de control y dominación o el abuso de la pareja son causas comunes y claramente diferenciadas. Las sociedades más tradicionales y conservadoras justifican esta violencia desde un enfoque religioso y cultural, como una consecuencia del derecho del hombre a castigar físicamente a su mujer si considera que no cumple bien sus funciones (hombre dueño de la mujer). En estas sociedades desafortunadamente las mujeres están de acuerdo en que los hombres las “disciplinen” siempre que haya una “causa justa”, dado el entorno social en el que viven, donde son educadas en tales valores desde la infancia, aceptando en muchos casos este comportamiento como el correcto. Respuesta de las mujeres Independientemente de la región del planeta y los medios para poder defenderse, la mayoría adoptan lógicamente estrategias activas para aumentar al máximo su seguridad y la de sus hijos: resisten, huyen, ceden a las exigencias como estrategia para sobrevivir, etc. Continuar la relación por temor al castigo, falta de recursos económicos, preocupación por los hijos, dependencia emocional, falta de apoyo emocional o amistoso, esperanza de cambio y estigmatización de mujer separada son desgraciadamente algo común en muchos casos, dejar una relación de maltrato es un proceso, no un acto aislado, que incluye períodos de negación, culpa y sufrimiento antes de asumir la situación. Una vez asumida la situación comienza el proceso, se rompe la relación y empieza la recuperación personal. Intrafamiliares Factores de riesgo en la violencia infligida por la pareja. Una gran variedad de factores a nivel individual, de relaciones, de comunidad y de la sociedad se entrecruzan para aumentar el riesgo de que mujeres y niñas sufran la violencia, así que el siguiente paso obvio es analizar estos factores, veamos pues. Factores individuales Los factores individuales son sin duda los más variados, pero no resulta difícil encontrar similitudes y elementos comunes entre que los que destacan:
Factores de la relación Hay una clara relación entre violencia y conflictos o desavenencias matrimoniales, sobre todo en la sociedad occidental, donde los matrimonios no son una cuestión “pactada” o “impuesta” Lo común será que los conflictos matrimoniales precedan a la violencia. Factores comunitarios y sociales La forma en que responde la comunidad a la violencia en pareja (sanciones o prohibiciones que impone) influye también en el nivel de maltrato. Una sociedad con unas leyes permisivas con la violencia a la que puede someterse a la pareja, facilitará dar rienda suelta a los maltratadores y su nivel de crueldad, las cifras y métodos empleados por los agresores alrededor del planeta dejan más que claro este punto, a menor nivel de sanción, mayor intensidad y crueldad en la violencia ejercida. Vidasvioletas Las sociedades donde vivimos a nivel geográfico determinan ampliamente nuestra vida, no podemos escapar de este principal factor determinante que acentúa o frena la violencia. Los lugares donde la sociedad otorga al hombre mayor poder económico y de decisión en el hogar o las mujeres no tienen fácil acceso al divorcio, roles de género rígidos o no hay grupos de trabajo formados exclusivamente por mujeres por las mismas razones, la violencia contra las mujeres siempre se verá incrementada, es una constante que rara vez no se cumplirá. Si añadimos además un conflicto militar reciente y fácil acceso a las armas, las cifras pueden resultar estremecedoras. Así pues una sociedad y su permisividad con estos execrables comportamientos está detrás de muchos de estos comportamientos pero además este tipo de violencia afecta a todos los niveles socioeconómicos, pero los de mayor riesgo por supuesto son siempre los niveles socioeconómicos bajos donde esta violencia, independientemente de la actitud social y comunitaria se presentará en más ocasiones normalmente. Consecuencias de la violencia en la pareja. De igual manera que en los orígenes de esto encontramos factores y actitudes personales o sociales comunes, lo mismo ocurre con las consecuencias, los largos estudios que ya disponemos sobre las consecuencias ponen de relieve una serie de puntos comunes donde destaca como afecta a la autoestima de la mujer y su capacidad de participar en el mundo. Estas mujeres a menudo son incapaces de mantenerse a sí mismas o a sus hijos. diarionoticiasweb Repercusiones sobre la salud: Según diversos estudios, las mujeres que han sufrido maltrato físico o sexual, ya sea en la niñez o en edad adulta, son más propensas a una salud más precaria y a sufrir enfermedades más severas aparte, por supuesto de las lesiones y daños producidos por el propio maltrato. El abanico de consecuencias es tristemente amplio: - Físicas: lesiones abdominales, torácicas, síndrome de dolor crónico, fibromialgia, Colon irritable, lesiones oculares… - Sexuales/Reproductivas: esterilidad, inflamación de la pelvis, embarazo no deseado, abortos, VIH… - Psíquicas y comportamiento: abuso de alcohol o drogas, estrés, poca autoestima, inactividad, conducta suicida… - Consecuencias mortales: mortalidad materna elevada relacionada con el sida, homicidio, suicidio… además por supuesto de los fallecimientos asociados con daños físicos continuados que provocan a largo plazo cuadros médicos irreversibles por complicaciones médicas de todo tipo asociadas a la violencia física principalmente. Repercusiones económicas: La violencia en la pareja supone sobre todo en las sociedades desarrolladas una carga económica para la sociedad, pocas veces analizada en profundidad, sobre todo por el mayor uso de los servicios sociales. Para la familia, estas mujeres son propensas a no poder mantener un empleo, ya sea por sus lesiones, enfermedades o la depresión y baja autoestima, por lo que suelen abandonar el empleo o ser despedidas. Un niño que haya presenciado la violencia en su hogar aumenta el riesgo de que en el futuro reproduzca los comportamientos observados. kilavuzkirpi Repercusiones en los hijos En muchas ocasiones, los niños están presentes durante los conflictos domésticos. Estos niños tienen mayor riesgo de sufrir una cantidad de problemas emocionales y de conducta tales como ansiedad, desobediencia, falta de autoestima, pesadillas… Los niños que presentan con frecuencia estos episodios, presentan muchas veces los mismos trastornos que los niños que sufren el maltrato físico directamente. Traslado de la violencia de la pareja a los niños y al aula. A partir de aquí, una vez hemos esquematizado mínimamente esta lacra, vamos a valorar como afecta a los niños ver y sufrir la violencia de pareja en el aula, sus consecuencias y cómo ayudarlos, además de intentar evitar las graves consecuencias. Los niños como víctimas de la violencia de género Quizás los niños presentes en estos escenarios no hayan sufrido directamente la violencia de género a través de golpes directos, pero sin duda son candidatos al diagnóstico de trastornos por estrés traumáticos. Que no quepa la menor dudad: vivir la violencia en casa siempre afecta a los niños y causará consecuencias en ellos. Aunque no sean objeto de las agresiones físicas directamente es bastante común que padezcan violencia psicológica. La visión de violencia en casa puede ocasionar una actitud violenta en el niño, por modelado parental de una manera en cierta forma similar a como ocurre en las sociedades más violentas y el carácter de sus miembros. Según UNICEF en España hay unos 188.000 menores expuestos a violencia en el hogar, estos niños son víctimas porque “viven en la violencia” y crecen creyendo o asimilando que la violencia es una pauta de relación normal entre adultos. Estudios sobre posibles consecuencias sobre la salud de la violencia contra los niños – OMS - World Health Organization. Así que si un niño crece con un modelo de aprendizaje basado en la violencia, este puede provocar que los niños se conviertan en posibles maltratadores adultos y las niñas sean víctimas de violencia de género, donde los patrones violentos en el comportamiento se aplicarán en sus propias relaciones (conductas sexistas, patriarcales y violentas). En la edad adulta, entenderán las relaciones de forma incorrecta, ya que las experiencias violentas marcarán su desarrollo, personalidad, comportamiento y valores. De lo que acabamos de contar podemos extrapolar una consecuencia paralela: en la adolescencia, los acosadores pueden venir de este tipo de modelado parental, manifestando también violencia con sus parejas (a veces también, practicando ciberacoso). Aquí podéis ver antes de seguir, un esquema simplificado y aún así realmente amplio de las consecuencias de la violencia en los menores. La violencia de género en el aula. En gran parte, la violencia que se refleja en las aulas viene de los hogares de los alumnos, esto es un hecho contrastado y una de las personas que está más cerca de ver la violencia de estos niños y adolescentes son los propios profesores, ya que son, después de las familias, quien pasa más tiempo con el menor. Así que los profesores deben esforzarse en la detección precoz de estos comportamientos para aumentar las posibilidades de ayuda y actuar lo antes posible para conseguir detener este problema e intervenir con las medidas compensadoras que estos niños puedan necesitar para evitar que se reproduzcan nuevas situaciones de violencia. En los últimos años nuevas luces rojas comienzan a iluminarse en este campo de batalla, se han comenzado a detectar muchos casos en adolescentes de violencia contra las mujeres y debido a la existencia de Internet hay un nuevo contexto para su desarrollo (llegados a este punto aconsejamos la lectura de los artículos publicados al respecto de la evolución sociológica, Internet y el cine para adultos). Internet pese a todas las ventajas en el campo de la comunicación y la educación que potencialmente se le supone, presenta dos características muy peligrosas para que se dé este tipo de violencia:
Las nuevas tecnologías digitales de comunicación han representado también una nueva forma de expandir la violencia de género a través de internet, donde se da en distintas formas:
Tabla sobre el tipo de feminicidio/asesinato de mujeres en la Comunidad de Madrid tan solo en el periodo 2010 y 2015. Feminicidio.net El número de casos y variantes de esta violencia en Internet crece día a día, es ampliamente conocida y denunciada, pero no para de crecer y la escuela como institución debe ser respecto a estos hechos un entorno protector y por ello es importante: 1.- Construir un espacio de contención, prevención y protección. 2.- Promover el conocimiento de las leyes, tanto hacia el profesorado, como hacia las familias y alumnado (Ley de Violencia de Género). 3.-Contar con espacios de trabajo en el que los docentes reflexionen acerca de temas específicos relacionados con el maltrato y la violencia. 4.- Incorporar la prevención en el currículum. 5.- Ser un modelo de conducta positivo denunciando la violencia sexual y por razones de género. 6.- Informar a los alumnos sobre los tipos de violencia sexual (sextorsión, ciberacoso) y poner en marcha programas educativos para prevenirlos. 7.- Trabajar las emociones en el aula, la expresión de las mismas y la empatía. Actuación desde el ámbito educativo. Frente a la problemática es conveniente que los centros educativos tomen verdadera conciencia de la situación, sin eludir el problema y se trabaje en estos dos planos: Por un lado el plano didáctico-interaccional (actividad docente y relaciones que se establecen en el centro educativo). En este plano se trabaja directamente con los dos colectivos principales:
Y por otro en el plano organizativo-contextual (cultura organizativa del centro), este va dirigido a:
La actuación continúa y decidida en ambos planos es fundamental para poder actuar con eficacia desde el plano educativo, donde además debemos desterrar de una vez por todas los casos donde los centros han sido acusados de desatender de manera negligente o malintencionada su labor protectora y de prevención. Sinmordaza ¿Cómo intervenir ante una situación de violencia de género? La prevención, ya lo he dicho en multitud de ocasiones, es fundamental para evitar conductas de violencia de género en las aulas y tratar las consecuencias en el alumnado que sufre la violencia de género en casa. Desde la escuela, es importante hacer uso de un protocolo de observación y detección que permitirá organizar la información recogida a partir de la observación para elaborar un protocolo de actuación, para ello se requiere sin excepciones el compromiso y la motivación adecuada de todos los miembros de la comunidad educativa para hacer una intervención apropiada. Veamos unos puntos comunes propuestos habitualmente para una actuación, ya en la fase en la que un profesor identifica un posible maltrato: - Comunicarlo al tutor responsable del menor (si no es el propio profesor). - Observar el comportamiento del menor en distintos espacios y momentos como el recreo, la clase, la socialización con otros menores… - Informar detalladamente al equipo directivo de la escuela. - Si es necesario, acudir a los centros de apoyo especializados, donde podrán hacer una valoración más exhaustiva. - Notificar a los servicios sociales si es necesario actuar directamente con la familia. Los profesores deben tener todo esto en cuenta y recordar las pautas: observar, informar, hablar con las familias y hablar con el menor. Si el menor le cuenta al profesor el caso de abuso o maltrato, en ningún caso deberá intentar demostrar el maltrato, hacer juicios sobre el niño o entrometerse en aspectos íntimos de la familia. Es importante tranquilizar al menor, explicarle el bien que hace contando el problema y plasmarlo todo por escrito. Con todo esto, deberemos notificarlos, ya que es una obligación legal y profesional, a la junta directiva y desde el centro escolar, a los servicios sociales. La sociedad además debe ser consciente de estas medidas y exigir los medios y formación necesarios para que tales comportamientos se realicen de la forma más adecuada por los educadores, como una responsabilidad necesaria y no eludible, donde la víctima es el niño y como tal debe ser tratado, poniendo el máximo cuidado en su protección. Esquema donde se muestran las distintas formas que adoptan la violencia contra los niños según la edad. OMS - World Health Organization 2016 Actuaciones y compromisos: el ámbito familiar y los centros educativos. En la lucha contra las desigualdades de género, es necesario que tanto el centro educativo como las familias adquieran un compromiso para transmitir uno de sus valores centrales, el valor de la igualdad. De nada sirve que en la entidad educativa hagan énfasis en la educación en determinados valores, cuando estos no están presentes en los hogares, desde siempre la familia ha sido en la mayoría de los casos, el primer grupo social del que un niño forma parte, para luego desde una edad temprana, tomar contacto con su primera institución, es decir, la escuela, en ella conocerá otros niños con los que entablará relaciones de igual a igual y profesores que se encargarán de su formación. Así pues la familia ha de impulsar el valor de la igualdad, intentando contrarrestar los mensajes sexistas que recibimos de los medios de comunicación constantemente, la familia ha de ser también un modelo igualitario dentro de la propia casa, por ejemplo, realizar un reparto de las tareas domésticas, en las tareas de cuidados, en la construcción de relaciones de parejas igualitarias, etc. Tanto desde la familia como desde el centro educativo es importante trabajar en programas en los que participen de manera activa los niños y niñas y sus familias, teniendo una implicación equitativa con las diferentes entidades del centro (profesorado, AMPA, consejo escolar, etc.). La familia puede ayudar a identificar casos de violencia de género en el aula, siguiendo un modelo parental que facilite la comunicación con sus hijos y la confianza para que éstos le cuenten sus problemáticas. Debemos ser conscientes de que los niños que ven la violencia en el hogar, están viviendo en un estado bélico en el que nunca saben cuándo va a estallar el conflicto. Es algo que de manera invisible e imperceptible muchas veces penetra en la mente de estos niños y adolescentes, que quizás no manifiesten las consecuencias hasta al cabo de unos años y que por norma general, les afectará en su estabilidad y futuro emocional. Esto no quiere decir de ningún modo, que quede muy claro, que los niños víctimas del maltrato en sus hogares se conviertan necesariamente en futuros agresores, ni mucho menos, ya que es un hecho que un gran número de maltratadores, no han vivido necesariamente estas situaciones en su infancia, las consecuencias pueden ser múltiples e incluso devastadoras para el futuro niño, pero en ningún caso implica necesariamente una repetición de las pautas observadas. Infancia y violencia en la pareja: Prevención. En resumen, ¿Qué se puede hacer para prevenir la violencia en pareja? Responder a esta pregunta en pocas líneas es una tarea imposible, incluso con varios artículos, no tendría suficiente espacio, pero para empezar a introducirnos con claridad en este campo, si existen unos planteamientos básicos y claros para comenzar a trabajar sobre los que es necesario tratar de forma intensa e ineludible de inmediato, poniendo los medios e interés que tales actuaciones requieren y que no se pueden aparcar o posponer: Elementos de reforma jurídica: adiestramiento policial y servicios para las víctimas. Es necesario un cambio en la cultura y en las prácticas institucionales para que estas reformas legales surtan efecto. Apoyo a las víctimas: a través de centros, grupos de apoyo, capacitación laboral, programas para los niños, etc. Cartel institucional de la OMS dirigido a los profesionales sanitarios en el apoyo de las mujeres víctimas de violencia. OMS Recursos jurídicos y reformas legislativas:
Tratamiento de los hombres que maltratan a sus parejas: Método de grupos para tratar los roles de género (actualmente entre un tercio y la mitad de los hombres no terminan los programas). Iniciativas comunitarias:
Principios en que se deben apoyar las prácticas adecuadas. Para que todas las medidas expuestas den sus frutos deben realizarse siguiendo unos principios que garanticen su adecuado desarrollo, empezando con una acción en todos los niveles, las medidas se deben adoptar tanto a nivel nacional como a nivel local, ya que se necesitan y complementan debiendo estar perfectamente coordinadas y respaldadas por los recursos necesarios. Estas intervenciones deben estar concebidas para trabajar con las mujeres y respetar sus decisiones. Las más fructíferas por lo general son aquellas que ponen en primer lugar la seguridad y la autonomía de las mujeres. Cambio de las culturas institucionales: Por lo general son pocos los cambios duraderos que se logran mediante actividades a corto plazo a menos que se acompañen de tentativas reales para comprometer a todas las instituciones. Las políticas partidistas deben dejar a un lado el uso de la protección a la infancia y la violencia en la pareja como un arma arrojadiza, para establecer un consenso duradero en esta materia que destierre la actual arbitrariedad, inseguridad jurídica y falta de medios que actualmente se denuncia, aportando además un enfoque multisectorial coordinado, que resulte en una colaboración más efectiva de los diversos ámbitos implicados, tales como el sistema policía, servicios de salud, así como los servicios de apoyo judicial y social. Cartel para la concienciación contra la violencia de género en México. Fuente: Nomitex, Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares en México de la Alianza Latinoamericana contra la Violencia de Género, Asociación Mexicana Contra la Violencia Hacia las Mujeres, A.C. Todo ello obliga a una investigación sobre la violencia en la relación de pareja y sus consecuencias en la infancia, la falta de una comprensión teórica clara de las causas de la violencia en la pareja y su relación con otras formas de violencia interpersonal ha frustrado las tentativas de montar una respuesta mundial eficaz. Por otro lado completamente diferente, las instituciones y los formadores deben de incidir en el fortalecimiento de las fuentes informales de apoyo: mediante redes de vecinos y de amigos, grupos religiosos u otros sectores de la comunidad, así como en los lugares de trabajo, donde las víctimas puedan sentirse respaldadas a nivel social y no todo lo contrario, pues no olvidemos nunca el determinante componente social involucrado en esta violencia. Aún así es también vital hacer causa común con otros programas sociales: Hay una necesidad evidente de detectar tempranamente a las familias en alto riesgo, brindarles apoyo y prestarles otros servicios antes de que las pautas de comportamiento disfuncional se establezcan dentro del conjunto familiar con sus funestas consecuencias, dentro de este ámbito y por último es necesario recalcar la importancia de invertir en prevención primara: los programas contra la violencia en la pareja se suelen ver eclipsados por la importancia y gran número de programas que, naturalmente, pretenden tratar las consecuencias inmediatas y numerosas de la violencia sin incidir lo suficiente en las actuaciones a largo plazo. Así por tanto y en resumen de este primer acercamiento a la temática, recalcaré la necesidad que la sociedad, las instituciones y los educadores, no solo las familias, tienen a la hora de comprender que deben realizar las actuaciones y poner los medios para procurar que los niños sepan que pueden confiar en alguien, sentirse seguros o saber también que las personas que les importan están seguras. Además, debemos generar conciencia sobre las interacciones conflictivas familiares y que el modo de resolución no es nunca recurrir a la violencia. Ana Carrión
Temas relacionados: Ana Carrión, Economía Social, Sociedad, Violencia De Género, Educación. Reconocimientos y más información sobre la obra gráfica ADVERTENCIA: En este foro, no se admitirán por ninguna razón el lenguaje soez y las descalificaciones de ningún tipo. Se valorará ante todo la buena educación y el rigor sobre el tema a tratar, así que nos enorgullece reconocer que rechazaremos cualquier comentario fuera de lugar.
15 Comentarios
Alicia
12/9/2017 23:11:27
Excelente el estudio sobre el maltrato a la mujer y todas sus consecuencias.
Responder
Ana Carrión
12/9/2017 23:17:26
Muchísimas gracias Alicia.
Responder
Blanco F.A.
12/9/2017 23:35:43
Felicidades, gran estudio sobre la violencia, menos mal que sólo es una "Introducción"!
Responder
Ana Carrión
13/9/2017 09:10:52
Gracias por tus palabras. Si, a pesar de lo largo y denso que se puede hacer es una introducción y próximamente continuaremos profundizando, sacando información y recopilando consecuencias.
Responder
Isabel Tormo
12/9/2017 23:51:00
Gracias por el artículo, aprecio su interés por la infancia y en denunciar está la lacra social. Aquí en México todavía estamos a años luz de su país, muchos niños crecen presenciando la violencia contra las mujeres y un machismo acérrimo reforzado por la religión y las tradiciones más crueles. Gracias sinceramente, por preocuparse por estos temas tan importantes en su página, estoy cansada de leer tan sólo a nivel de propaganda institucional o para publicitar cualquier interés del anunciante, en latinoamerica se usa hasta para el prestigio de empresas privadas de agua y venta de carros, es una vergüenza, las gráficas que usted publica le dejan bien clarito. Gracias de nuevo y sigan con su labor.
Responder
Ana Carrión
13/9/2017 09:14:22
Gracias Isabel, comentarios así ayudan a seguir investigando y publicando información. Debemos erradicar cuanto antes esta lacra y si escribiendo ayudamos algo... seguiremos.
Responder
Paulina Chico
13/9/2017 00:27:00
Que tristeza más grande que tenga que ver por Facebook un artículo de españa con las estatidisticas a la cabeza de mi Peru en el que se muestra la desgracia de mi tierra y la maldad de sus hombres, pero aquí no se hace nada, tuve que vivir entre golpes toda de niña y todos callaron y ahora todos se callan y se que sigue pasando todos los día y que nadie haga nada. Gracias por decirlo
Responder
Ana Carrión
13/9/2017 09:16:31
Paulina siento leer tus palabras y siento que hayas tenido que vivir una situación tan terrible en tu infancia. Ojalá las cosas cambien y sobretodo en tu tierra que como hemos visto y por desgracia está a la cabeza de algo muy negativo.
Responder
Paulina Chico
15/9/2017 02:15:50
Gracias por sus palabras, espero que llegue el día con rabia de padecer tanta injusticia.
Rafael Ramon
13/9/2017 20:53:42
Felicidades por este excelente articulo sobre la violencia y el maltrato. Un muy interesante estudio y gran trabajo.
Responder
Ana Carrión
14/9/2017 09:33:03
Muchas gracias. Me alegro que te resulte interesante :)
Responder
Rosa Maria
14/9/2017 13:28:35
Encuentro que es un estudio muy interesante, a mi parecer. Bien esquematizado y de fácil comprensión y lectura.
Responder
Ana Carrión
14/9/2017 21:42:19
Gracias, continuaré con el tema.
Responder
Solis Jenifer
14/9/2017 18:17:12
Mi hijo va a un colegio público en Barcelona, el curso pasado lo acosó todo el año un compañero que trata mal a todos los niños, he conseguido que este año no esté en su clase, pero en el colegio no se preocupan por estos casos, es todo una pose y más padres estamos igual, no veo que se preocupen realmente, ahora estamos todos muy contentos con el referéndum, pero no veo que se haga nada con el tema del acoso en los colegios, creo que es todo buenas palabras, lo siento pero lo estoy viviendo, mi hermano vive en Córdoba y es igual o peor, no hay dinero ni para las aulas y pagar el material escolar, menos para preocuparse por si pegan a los niños en su casa, lo siento pero lo veo . Un Saludo
Responder
Ana Carrión
14/9/2017 21:45:21
Jenifer, te recomiendo que estés al tanto de la página pues en breve publicaremos un artículo que tengo preparado precisamente de lo que hablas, violencia en las aulas, acoso escolar, ciberbullying... Es un tema que también debemos abordar y erradicar con extrema urgencia. Un saludo.
Responder
Deja una respuesta. |