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Aprendiendo a soldar sin tonterías
Acumulando aparatos inútiles Pese a los constantes intentos de regular a través de medidas legales para impedir la acumulación innecesaria de miles de toneladas de basura por culpa de la variedad infinita de fuentes de alimentación, lo cierto es que seguimos almacenando y comprando estos dispositivos sin parar. O bien porque cambiamos de aparatos constantemente en nuestra locura consumista, porque estos se estropean o debido a fallos sencillos en las propias fuentes de alimentación. Curiosamente prácticamente todos los aparatos eléctricos funcionan con los mismos voltajes internamente y con cuatro o cinco fuentes de alimentación con diferentes potencias podríamos cubrir todo el espectro, entonces… ¿Por qué todos acabamos como mínimo con un cajón de fuentes de alimentación criando polvo? La respuesta desgraciadamente casi siempre es la que todos solemos pensar: dinero. Las fuentes de alimentación se fabrican a millones y a un coste relativamente bajo, así que fabricarlas resulta un negocio muy rentable. El problema reside en que la tecnología “obliga” a todos los aparatos a funcionar internamente con unas propiedades eléctricas “casi idénticas” para los dispositivos de una categoría concreta. Si una fuente de alimentación se fabrica siguiendo las normas de seguridad que se exigen y unos controles de calidad aceptables, con un uso correcto pueden durar años, décadas e incluso toda una vida. Pero claro el negocio debe continuar y para ello el truco más habitual ha sido durante muchos años jugar con la forma y características de las clavijas de conexión. Muchas veces bajo la excusa de una mejora técnica o de especificaciones, tan solo se busca que nos veamos obligados a comprar dispositivos de una determinada marca que son exactamente iguales a otros (muchas veces incluso peores y más caros) a causa de esa maldita clavija que no entra. Otras veces la mejora o diferencia radica en variaciones poco apreciables de la potencia (Amperaje) que permiten cargar nuestros equipos un poco más rápido o lento en situaciones muy específicas que normalmente tampoco son importantes para la mayoría de nosotros (lo cierto es que en muchos casos ese aumento de velocidad en la carga de nuestras baterías puede significar una disminución en la vida real de la propia batería). Por otro lado no debemos olvidar que algunas marcas obsesionados con el beneficio, llegan incluso a instalar circuitos “especiales” con el objeto único de detectar cargadores u otros dispositivos que no sean exclusivos (recordemos el célebre caso de los cartuchos de las impresoras). Estos circuitos tan solo sirven para aumentar el coste final del producto y por supuesto, al igual que los miles de millones de fuentes de alimentación inútiles vaciar nuestros bolsillos y emplear recursos en usos inútiles que acaban con la sostenibilidad del planeta. Por suerte muchas veces resulta bastante fácil adaptar nuestras antiguas fuentes de alimentación, para poder hacerlas funcionar en diversos equipos con sencillos adaptadores en las clavijas o hacer que esas clavijas resulten mucho más resistentes a la degradación y rotura por el uso o los accidentes. Así que si vamos a enseñaros soldadura para andar por casa, lo mejor será que de paso aprendamos a realizar aplicaciones prácticas y sencillas. No es necesario realizar soldaduras de mucha precisión ni complejas para realizar estos trabajos y los principios generales aprendidos se pueden aplicar para realizar muchos tipos de reparaciones ya que los principios son similares. Así que comenzaremos por realizar una adaptación bastante sencilla pero que enseña principios elementales de una manera amena y práctica que resulta fácil de comprender. Os aconsejamos si todavía no estáis muy familiarizados con los conceptos de fuentes de alimentación, corriente continua o alterna y voltaje o amperaje, repaséis los reportajes que tenemos al respecto. (…O los que os apetezcan… un buen libro incluso mejor) no son estrictamente necesarios pero os vendrán bien para comprender mejor lo que hacemos cuando adaptamos una fuente y podría evitar cometer errores que se cargaran vuestros equipos si no estáis seguros. Ante la duda documentaros siempre bien primero de la fuente o el dispositivo que vayáis a emplear para aseguraros de la compatibilidad, no tengáis reparos en preguntar (o preguntarnos antes de conectar nada si sospecháis que algo es incorrecto) y siempre realizar todas las comprobaciones de seguridad que os aconsejamos. Adaptando las conexiones de nuestras tabletas y PCs ultra ligeros para emplearlas con nuestros adaptadores de coche. En nuestro taller de hoy vamos a intentar emplear cargadores de viaje, tipo “mechero de coche” y para instalaciones solares de 12 y 24 Voltios para cargar nuestros tablets y portátiles de 8”,10” o 12” pulgadas sin necesidad de comprar accesorios adicionales, cuando las clavijas circulares para carga rápida o de alta potencia tienen medidas extrañas difíciles de encontrar o muy caras. Con la llegada de las tabletas de 10” y 12” pulgadas y los portátiles ultraligeros, es muy común que las tomas de carga hoy en día se realicen a través de voltajes de 5V (Voltios) y 2A - 2,5A - 3A (Amperios) como suelen usar los teléfonos móviles, aunque estos emplean potencias de carga inferiores que oscilan de los 0.5A a los 2A por norma general. A medida que la potencia y tamaño de pantalla de los móviles y equipos ha crecido, así las necesidades de batería. La parte buena es que prácticamente todos emplean tecnología de baterías de Litio con celdas de 3.7 V, y se cargan con tensiones de 5V (es decir la empleada por las tomas USB). La mala noticia es que existe un intento descarado por dificultar el intercambio de cargadores y un mercado tremendo de dichos cargadores de mala calidad y adaptadores inútiles en muchos casos. Además del problema de las clavijas, existe otro secundario que muchas veces no se tiene en cuenta y resulta importante: las dimensiones de la sección de los cables de alimentación. El grosor de la sección de un cable conductor, como ya explicamos es algo similar al diámetro de una cañería, cuanto más amplia, facilitará que pase con más facilidad la corriente, además el problema es mayor con las corrientes continuas de muy baja tensión que en las conexiones de corriente alterna con mayor voltaje (220V-AC frente a 5V-DC). Los fabricantes limitan el grosor y calidad de los cables al máximo para maximizar los beneficios, como consecuencia aparecen pérdidas de rendimiento, sobrecalentamientos, cortocircuitos y roturas entre otros. Resultado de nuestro taller de hoy: una clavija adaptada para poderse usar con diversos cargadores, bien sea más antiguos, de otros equipos rotos, abandonados por algún cajón o cargadores de viaje y para instalaciones solares de 12V y 24V. Con los cargadores y adaptadores que se venden en las tiendas de “todo a cien” este problema se multiplica por mil, llegando a ser auténticos peligros para nuestros equipos o sencillamente trastos de una vida efímera. Por suerte muchos cargadores de los que almacenamos en cajas y cajones acumulando polvo y que venían con nuestros antiguos tabletas o teléfonos se pueden reutilizar y tienen una buena calidad, lo mismo pasaría con los adaptadores de viaje para mechero de coche o los que empleamos para nuestras instalaciones de placas solares y que conectamos directamente a los acumuladores de 12V/24V. En este caso concreto vamos a iniciar este taller con un problema muy concreto: los conectores redondos de muchas tabletas y ultra portátiles de 8”,10” y 12” pulgadas, muchos de ellos también se pueden cargar a través de las conexiones USB “mini” que llevan, pero cuando la carga alcanzan los 2 Amperios, normalmente se reemplazan o se añaden tomas redondas con fuentes de alimentación entre los 2 y 3 Amperios. En teoría no deja de ser un sistema de carga idéntico al que podría emplearse con una fuente habitual con una clavija USB mini, solo que admite una carga superior. Si nos vamos de viaje o tenemos una casa de campo aislada con baterías de 12V y placas solares viene muy bien conectar el portátil al adaptador del coche o directamente a las baterías de nuestras placas solares a través de esos adaptadores con toma USB tipo “mechero de coche”. Pero, ¿qué ocurre cuando esa toma circular tiene un diámetro extraño y no podemos encontrar de manera sencilla un cable adaptador barato y fiable? Si bien durante años se ha empleado de manera común el conector con 3,5mm de diámetro exterior en muchas tomas de 5V procedentes de cargadores tipo USB y fuentes de alimentación para baterías de litio y equipos que funcionaban con un voltaje de 5V como routers, WIFI, discos duros externos de 2,5” o GPS, aunque no ha existido un estándar como tal, resultaba sencilla la adaptación y encontrar clavijas, pero actualmente, como en el caso de la fuente que nos ocupa, se emplea una clavija de un diámetro absurdamente pequeño y extraño sin coincidencia precedente alguna. Tan solo es imprescindible un soldador (tanto de lápiz como rápido de pistola) y una encoladora de barras termofusibles para realizar con facilidad estas clavijas y muchas reparaciones, personalmente aconsejamos aunque resulte paradójico, el soldador rápido tipo de pistola para principiantes, pues resulta más cómodo de usar para aficionados con poca experiencia si no hay un excesivo riesgo de dañar un circuito y posee más facilidad para calentar las conexiones sin dañarlas aunque resulte extraño, ya que las personas todavía poco acostumbradas a los soldadores de lápiz de baja potencia, al no fundir el estaño con facilidad tiende a sobre calentar cables y circuitos aplicando calor durante un tiempo excesivo, dado que con estos soldadores los tiempos de espera son superiores, aunque son los más aconsejables para operaciones delicadas. La solución para el problema resulta sencilla, solo hay que cortar la clavija original y reemplazarla en la fuente que viene de serie con nuestro equipo por una toma más habitual, en nuestro caso nos hemos decidido por una clavija circular macho de 3,5mm que resulta fácil de encontrar en todos esos “packs” de adaptación que compramos en las tiendas de electrodomésticos y de “todo a cien”, junto a los correspondientes adaptadores hembra para las distintas clavijas. Comencemos: Lo primero que haremos es comprobar que efectivamente la fuente de alimentación y nuestro dispositivo cumple los requisitos observando las especificaciones, en este caso concreto es una fuente de alimentación de 5V muy habitual, tan solo se diferencia en su diminuta clavija pero con un diámetro interno y externo inusual. A continuación procederemos a buscar clavijas macho y hembra para realizar la adaptación, si rebuscamos entre nuestros cables y adaptadores antiguos no resultan difíciles de encontrar y se venden con facilidad en tiendas de electrónica, electrodomésticos y de “todo a cien” (o a “un euro” actualicémonos de una vez…) El cable USB con clavija de carga de 3,5mm de diámetro será el que resulte más fácil de encontrar en vuestros cables, por supuesto también podemos emplear un cable USB que no usemos para realizar el cable y una toma de 3,5mm procedente de otro origen, pero es importante que la sección de los cables interiores de la toma USB tengan un diámetro lo más grueso posible para facilitar el flujo de la corriente (tener siempre presente el símil de las cañerías). Para conseguir clavijas hembra de forma barata resultan muy prácticos esos “kits” que se venden directamente con un montón de piezas hembra junto a esos adaptadores “raros” que nunca hemos usado porque solo buscábamos el de nuestro teléfono. A veces el “kit” se vende al revés la fuente alimentación se vende con la pieza hembra conectada y los adaptadores vienen con el conector macho, no existe ningún consenso al respecto. Debemos asegurarnos que nuestro segundo cargador (en este caso cargadores de viaje o para baterías de instalaciones solares o náuticas por ejemplo cumplen los requisitos). Si bien para un portátil o tableta de 12 pulgadas como nuestro caso lo ideal sería una fuente de 3 Amperios una de 2.4 o 2.1 Amperios puede cumplir a la perfección para cargar la batería, si tenemos el dispositivo apagado mientras tanto o es suficiente para trabajar con él mientras la batería este inicialmente cargada. Los cargadores USB hasta 2.5 Amperios de calidad son baratos y sencillos de encontrar, por casa probablemente tengamos cargadores de 0.5A, 1A, 1.5A y 2A que permiten cargas más lentas, pero no es aconsejable usarlos por debajo de los 2A si no es una emergencia, ya que podrían sobrecalentarse con facilidad si tienen que alimentar por ejemplo una tableta o portátil encendido a pleno rendimiento ya que tendrían que estar suministrando el máximo de energía para el que están diseñados en todo momento. En nuestro caso concreto, con el cargador de mechero de la imagen superior con una capacidad de salida de 2.4 A, sin recalentarse lo más mínimo, nuestro portátil ultraligero de las pruebas, pudo acabar de cargar la batería, en un principio al 80% en tres horas mientras lo utilizábamos con una suite ofimática y el brillo de pantalla al 65%. Antes de proceder a cortar el cable original de la fuente de alimentación es muy importante que nos aseguremos de comprobar la polaridad de la clavija para mantenerla correctamente cuando realicemos nuestro adaptador conectando la fuente de alimentación a la red y utilizando el polímetro para observar la disposición en el conector. Es muy importante comprobar la polaridad correctamente y NUNCA conectar la clavija al dispositivo con las polaridades invertidas, pues podría causar graves daños el equipo. También es muy importante que cuando realicemos las comprobaciones NUNCA provoquemos tampoco accidentalmente que se toquen los dos bornes a través del alfiler o varilla que empleemos para comprobar la toma interior, pues podría dañar severamente la fuente de alimentación o provocar que se queme el fusible contra sobrecargas y cortocircuitos. Normalmente el polo positivo esta en el exterior y oculto en el interior el negativo, si tenemos las pinzas de prueba apropiadamente conectadas a nuestro polímetro si hacemos contacto con la pinza roja en el exterior y la negra en el interior, debería aparecer una medición de 5 Voltios aproximadamente en pantalla pero si la polaridad es al revés aparecerá un símbolo negativo en el display que desaparecerá si conectamos la pinza roja (positivo) en el interior y la negra (negativo) en el exterior. Una vez tenemos la certeza de disponer de todas las piezas, materiales y clavijas necesarias procedemos a cortar los cables (unos pequeños alicates como los de la imagen de presentación vienen muy bien). Cuando tengáis un poco de práctica os aconsejamos si disponéis de suficiente distancia de cable en ambas clavijas que no realicéis un corte en paralelo en ambas secciones del cable de dos polos para prevenir cortocircuitos en las zonas de soldadura pero de momento si sois principiantes no hace falta complicarlo. Por otro lado siempre que se pueda es aconsejable mantener junto a la clavija el filtro de ferrita cuando realizamos los cortes, tiene una función muy importante para evitar interferencias y así, con uno solo nos despreocupamos del número de fuentes de alimentación a las que adaptemos la clavija, pues al dejar el filtro junto a la clavija la podemos emplear para todos. Tras cortar el cable con mucho cuidado de que las puntas de la fuente de alimentación estén separadas, las pelamos unos cuatro milímetros y conectamos las dos pinzas de las varillas del polímetro para averiguar la polaridad de cada cable, si no disponemos de estas pinzas podemos hacerlo con las puntas normales sin las pinzas adaptadas, pero las aconsejamos porque son muy cómodas, baratas (un par no cuestan más de 1 euro en el peor de los casos) y seguras para evitar cortocircuitos a la hora de tomar mediciones. Luego con un rotulador blanco o una pegatina marcamos los correspondientes polos positivo y negativo. A estas alturas suponemos que no es necesario advertir una vez más que todas las operaciones de corte, pelado, soldadura, etc. que no impliquen medición de polaridad o corriente deben realizarse con todos los dispositivos desconectados de la corriente y realizados por adultos responsables que sepan lo que hacen ¿Verdad? Conectemos pues el soldador y la termo encoladora y ¡comencemos a soldar! En los distintos ejemplos de piezas y clavijas que construiremos y repararemos os mostraremos diversas maneras de hacer la pieza de una manera sencilla, robusta y fiable. En muchos tutoriales se muestran auténticas “maravillas”, procedimientos absurdos o poco fiables y mal detallados que provocan errores que desalientan a los aficionados. Aquí lo importante no es la belleza o un tamaño diminuto, si no la eficacia, la funcionalidad y sobre todo comprender el procedimiento para poderlo reproducir en otras aplicaciones sencillas que mejoren vuestro nivel técnico poco a poco. La primera clavija que vamos a soldar será la toma estándar de 3.5mm de diámetro a la fuente original, basta con pelar el cable y quitar unos 3mm o 5mm del protector a cada lado, para luego soldarlos colocando el cable con las conexiones en paralelo o entrelazadas en paralelo, sencillamente introduciendo los finos hilos de cobre unos sobre otros. Para que nos resulte sencillo utilizaremos unas pinzas para mantener al aire la conexión de forma estable y firme. Aunque si de momento no disponemos de ellas podemos idear cualquier manera que nos resulte cómoda para mantener fijos los dos extremos con alicates, soportes etc., pero buscando siempre una disposición cómoda, amplia y bien iluminada. Si disponemos de distancia suficiente de cable en la clavija (no es el caso) debemos procurar que ambas soldaduras no estén en paralelo, para evitar posibles cortocircuitos al contactar por error. En la imagen se muestra el resultado de una soldadura decente, pero si os queda un poco peor las primeras veces tranquilos, basta con que quede firme y no fundir el protector. En este caso corresponde a la primera clavija que vamos a soldar: el adaptador de 3,5mm macho a la fuente de alimentación original. El estaño y la colofonia En electrónica, el sistema más utilizado para garantizar la circulación de corriente entre los diferentes componentes de un circuito, es la soldadura con estaño o aleaciones de este, según las aplicaciones. Se consiguen uniones muy fiables y definitivas, que permiten además sujetar los componentes en su posición y soportan bastante bien los golpes y las vibraciones, asegurando la conexión eléctrica durante un tiempo prolongado. La potencia del soldador para fundir el estaño que vamos a aplicar depende fundamentalmente de la cantidad de calor que hay que utilizar para realizar la soldadura y esto a su vez depende fundamentalmente del tamaño de la zona a soldar. Por ejemplo para soldar el terminal de un pequeño transistor a una pequeña pista de un circuito impreso se necesita aplicar muy poco calor, en cambio si queremos soldar un cable más grande, por ejemplo de 2 mm o así a una conexión o entre sí (como el caso del ejemplo) hay que aplicar una gran cantidad de calor para compensar el que disipan el cable o el terminal. Para nuestros trabajos primerizos os aconsejamos un soldador de pistola de 100W y si ya tenéis destreza uno de lápiz de 25W o 50W, los soldadores de pistola de 100W no se pueden emplear para soldaduras pequeñas en lugares delicados, pero a nuestro entender son ideales para iniciarse sin acabar en la desesperación, aunque ¡cuidado! este consejo es bastante subjetivo y basado en la experiencia de la redacción. El soldador debe colocarse sobre un soporte que además de sujetarlo tiene entre otras funciones la de evitar accidentes, es decir quemaduras en personas y objetos producidas por la punta caliente. Por otro lado, en los soldadores de lápiz, este soporte, normalmente una espiral metálica, evacúa parte el calor de la punta evitando el sobrecalentamiento de ésta si el soldador no lleva algún circuito para mantener regulada la temperatura (estos últimos son bastante caros). Además sirve de soporte para una esponja que se debe mantener siempre húmeda y que se utiliza para limpiar la punta del soldador en caliente. ATENCION: No olvidar que la punta de los soldadores tiene un tratamiento especial de su superficie y no puede rascarse con objetos metálicos ni lijarse o limarse. Si se rasca inadecuadamente, pronto se deteriorará empeorando rápidamente el rendimiento de vuestro soldador. En el soldador de pistola la punta se calienta por el efecto de una gran corriente que pasa por ella (el gran y pesado agarra-manos con su característica forma lleva dentro un transformador que la produce). Este soldador resulta útil para trabajos esporádicos ya que se calienta instantáneamente. No se usa mucho en electrónica porque la punta no suele resultar lo bastante fina y precisa pero como ya hemos comentado, en trabajos de iniciación y para reparaciones caseras se nos antoja muy sencillo de usar para no frustrar al principiante en soldaduras no demasiado complejas. Además con la práctica se puede llegar a realizar con destreza y puntas adecuadas, soldaduras sorprendentemente precisas en zonas más delicadas y sensibles al calor. Estación de soldadura avanzada, para un principiante no son muy aconsejables hasta adquirir un poco de experiencia, pero resultan muy apropiadas para profesionales y trabajos que requieren precisión. Xytronic El estaño empleado en electrónica tiene frecuentemente un núcleo de resina con el fin de facilitar la soldadura. Para garantizar una buena soldadura es necesario que tanto el estaño como el cable o punta a soldar alcancen una temperatura determinada, pues si esta temperatura no se alcanza se produce un fenómeno denominado soldadura fría, resultando una mala conexión o que el estaño no quede adherido a una de las dos piezas. La temperatura de fusión depende de la aleación utilizada, cuyo componente principal es el estaño y suele estar comprendida entre unos 200 a 400 ºC cuanto menor sea esta temperatura más fácil resultará la soldadura, sobre todo para un principiante y se disminuirá el riesgo de dañar algún componente. Realmente el término "estaño" se emplea de forma impropia porque no se trata de estaño únicamente, sino de una aleación de este metal con plomo u otros metales como Plata y otros elementos, generalmente con la proporción respectiva Sn-Pb del 60% y del 40%, que resulta ser la más indicada para las soldaduras en electrónica y que personalmente aconsejamos. Así que mucho cuidado con los rollos de soldadura que nos venden en grandes almacenes o tiendas de “todo a cien” porque pueden acabar transformado nuestro trabajo en auténticas pesadillas. Pero además para realizar una buena soldadura, se aconseja una sustancia adicional, llamada pasta de soldar, cuya misión es la de facilitar la distribución uniforme del estaño sobre las superficies a unir. También cumple una misión secundaria: evitar la oxidación producida por la temperatura demasiado elevada del soldador. La composición de esta pasta es a base de colofonia (también llamada "resina") y que en el caso del estaño que utilizaremos, está contenida dentro de las cavidades del hilo, en una proporción del 2~2.5%. Hora de comprobar nuestra soldadura Una vez la soldadura se haya enfriado con cuidado aislaremos los dos cables con un poco de cinta aislante, protector térmico retráctil (un tubo de material aislante especial que podemos encontrar en las tiendas de electrónica, tiene la particularidad de contraerse con un poco de calor “apegándose” literalmente a las paredes del cable) o con unas gotas de cola termo fusible (un poco más adelante en la segunda parte pincha aquí para acceder os explicamos el proceso si no estáis familiarizados). Tras aislar las soldaduras, procedemos una vez más a conectar la fuente de alimentación y comprobar que tanto el voltaje como la polaridad sean exactamente los mismos que con la clavija original. Una vez tenemos terminada la conexión del adaptador macho, cada vez que realicemos una versión “hembra” podemos comprobar la polaridad conectando a esta clavija, siempre y cuando comprobemos que no existe cortocircuito en la nueva conexión empleando el sistema de comprobación a través de la función de diodo, previamente que pudiera dañar nuestra fuente de alimentación. De hecho esta fuente de alimentación ya serviría para cargar cualquier tableta o portátil ultraligero que dispongamos en el futuro, sencillamente conectando una clavija hembra con su correspondiente clavija original del modelo que deseemos cargar. AVISO: si vais a emplear cola termo fusible es importante advertiros que su punto de fusión es muy bajo (es aconsejable emplear barras que no fundan por debajo de los 100º Centígrados, existen barras especiales que funden alrededor de los 195º C resultan más caras pero más seguras en caso de un calentamiento accidental y permiten adhesiones más fuertes y profundas). Por tanto el uso de la cola termo fusible no es aconsejable por ejemplo en aplicaciones de riesgo donde la probabilidad de someter el cable a una temperatura muy alta (más de 50º o 60º ya es elevada). Aunque en pruebas, prácticas y muchos tipos de cables sencillos de bajo voltaje resulta un truco para principiantes aunque es importante tener en cuenta este pequeño problema y que muchas de estas barras pueden ser inflamables con relativa facilidad pudiendo algunas de ellas emitir gases tóxicos en caso de incendio. Una vez hemos comprobado que todo está correcto procedemos a montar nuestro adaptador hembra y soldarlo a la clavija original que hemos cortado de la fuente de alimentación. Para asegurarnos que las polaridades son correctas antes de soldar, con cuidado entrelazaremos los dos cables del conector con mucho cuidado de que no puedan tocarse y los conectaremos a su vez a nuestra fuente de alimentación para comprobar que la clavija original tiene el voltaje y la polaridad correctos. Comprobamos la polaridad tanto en los cables pelados como en la punta, usando de nuevo el truco del alfiler o una varillita. Si todo marca adecuadamente en pantalla procedemos a la soldadura. Es muy importante acercar bien los dos cables hasta que se toquen y si es necesario, utilizar las pinzas o unos alicates para sujetar bien las partes. Luego debemos aplicar el soldador en las partes a soldar, de forma que se calienten ambas homogéneamente, así que debemos tener en cuenta que los alicates o pinzas absorben parte del calor del soldador si no están en contacto con un aislante (o incluso así). Los dos extremos del cable empiezan a calentarse hasta que alcanzan aproximadamente la temperatura de la punta del soldador. Si la punta está limpia, esto suele tardar menos de 3 segundos, aunque ese tiempo dependerá de si se usan alicates, pinzas de soporte aisladas o de la masa de los cables a calentar. Sin quitar el soldador, aplicamos el estaño, unos pocos milímetros como mucho, en la zona de la soldadura, evitando tocar directamente la punta del soldador (esto es difícil para un principiante, pero tranquilos no es grave). Cuando la zona a soldar en el cable es grande, se puede si es necesario mover un poco el punto de aplicación del estaño por la zona para ayudar a distribuirlo. A su vez la resina contenida dentro del estaño, al tocar las superficies calientes, alcanza el estado semilíquido y sale de las cavidades, distribuyéndose por la superficie de la soldadura, facilitando que el estaño fundido cubra las zonas a soldar. De nuevo, una vez terminada la soldadura volvemos a comprobar con el polímetro la continuidad y calidad de las soldaduras (si no te leíste el artículo sobre el tema tranquilo en la segunda parte que puedes encontrar pulsando aquí te lo explicamos de nuevo, junto con las técnicas para los acabados y refuerzos que aplicaremos al cable una vez terminadas las soldaduras y el aislamiento). Sabemos que somos un poco pesados insistiendo constantemente en las comprobaciones, pero sobre todo para los principiantes, seguir estos protocolos de forma repetida son muy importantes para no cometer errores. Una vez todo está correcto procedemos a aplicar los correspondientes aislamientos, acabados y refuerzos. Y con esto ya tenemos nuestro dispositivo perfectamente utilizable tanto en casa como en un vehículo o en una casa de campo con placas solares por ejemplo. Pero aquí no termina este mega manual súper fácil para negados (sinceramente, no se nos ha ocurrido un nombre más largo y cómico) En la 2da parte: Técnicas de reparación de clavijas, guía para negados absolutos encontrarás unas cuantas técnicas muy sencillas para que los más principiantes terminen los cables con unos cuantos trucos sencillos para reforzarlos de forma sencilla. Por supuesto este es un ejemplo de las muchas variantes de adaptaciones que de manera sencilla se pueden realizar para aprovechar antiguas fuentes de alimentación y conexiones que esperamos seguir explicando en el futuro, aunque todos los principios y el protocolo básico de seguridad están expresados en este dosier para que puedas realizar muchas variantes. Por supuesto puedes preguntarnos todas tus dudas como siempre tanto en los comentarios como por correo electrónico y no dudes que si podemos te echamos un cable (…efectivamente, los chistes no son nuestra especialidad). Y sobre todo recuerda informarte adecuadamente bien antes de realizar ninguna conexión, así como seguir todo el protocolo de comprobaciones necesario para asegurarte de la compatibilidad, leer los manuales del soldador, la pistola térmica, tus ordenadores, tabletas, etcétera, etcétera y bla, bla, bla… porque si te cargas algo y nos haces responsables no vas a sacar un euro denunciándonos, como no sacamos un céntimo de todo esto somos realmente pobres y no nos hacemos responsables de que lo que publicamos realmente sean consejos realizables e inteligentes… Esperamos que este pliego de ausencia de responsabilidad sea suficiente para no enfadar a los fabricantes de fuentes de alimentación Inflexion Point Doctor Temas relacionados: Curso de electrónica, Electrónica, Inflexion Point Doctor Reconocimientos y más información sobre la obra gráfica ADVERTENCIA: En este foro, no se admitirán por ninguna razón el lenguaje soez y las descalificaciones de ningún tipo. Se valorará ante todo la buena educación y el rigor sobre el tema a tratar, así que nos enorgullece reconocer que rechazaremos cualquier comentario fuera de lugar.
2 Comentarios
Vicente
12/10/2020 13:34:26
Podríais usar funda termoretractil para el acabado de los cables soldados y así finalizarlo de forma más segura, bonita y efectiva al mismo tiempo, y del color del cable pasando así a ser menos perceptible y acabado más profesional.
Responder
25/10/2020 20:51:35
Efectivamente Vicente, tienes toda la razón!. Lo cierto es que lo puse hacía el final del texto "...protector térmico retráctil (un tubo de material aislante especial que podemos encontrar en las tiendas de electrónica, tiene la particularidad de contraerse con un poco de calor “apegándose” literalmente a las paredes del cable)". Quizás debería haber explicado mejor aún este material y su gran utilidad para la protección de los cables. Estoy pensando pedirle a Raúl Mora que nos haga un pequeño reportaje al respecto, a ver si se anima. Un abrazo Vicente
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