TECNOLOGÍA Y CIENCIA |
|
Arqueología Informática ¿Realmente se inspiró Linus Torvalds en él para no meter la pata? ¿Tan avanzado fue a su época? ¿Tan infernal para el usuario? Analizando con perspectiva más allá del mito. Vamos a dar unos saltitos cuánticos En enero de 1984 Sinclair Research LTD lanzaba un ordenador que lo tenía todo para ganar, su nombre era ya un puñetazo en la mesa: QL, Quantum Leap, (salto cuántico), costaba 399 Libras (en España salió por unas 118.000 ptas de la época de la mano de Investrónica, a día de hoy serian al cambio unos 2.000 Euros), puede resultar realmente caro pero comparado con el coste de un IBM PC XT (o su evolución el AT) de la época con el que pretendía competir u otros equipos de prestaciones similares, incluso mucho menores, era realmente asequible. Para continuar, era el sucesor del famoso ZX Spectrum, el cual en Europa al menos en los albores de la informática doméstica luchaba por dominar el mercado popular con mano de hierro. Sus prestaciones por supuesto también para su tiempo, eran de infarto (Al menos en teoría) Un potente procesador Motorola 68008 a 7,5 MHz muy similar al que por aquellas fechas montaría el nuevo Apple Macintosh, (a años luz del escuálido Z80 de Zilog presente en el Spectrum) 128KB de RAM y 48KB de ROM, conexión a televisión o monitor RGB TTL, puertos para conexión en red, multitarea… Las prestaciones eran apabullantes, además incluía un completo paquete ofimático que incluía procesador de textos, hoja de cálculo, base de datos y un programa para gráficos de empresa, en una época que los ordenadores venían pelados y este software podía costar lo mismo que la máquina. Además en unos tiempos donde todos los usuarios domésticos estaban acostumbrados a la utilización de las desesperantes cintas de casete que ofrecían un método integrado y rápido de almacenamiento consistente en dos unidades de microdrive. Para poner la guinda a todas estas prestaciones de ensueño, la ROM de esta máquina incluía un avanzado BASIC llamado Sinclair QDOS que nos prometía multitarea y poder montar una red con facilidad, ya en el año 1984 a cualquier usuario doméstico. Distintos modelos de la exitosa saga ZX: ZX80 (1980), ZX 81 (1981) ZX Spectrum (1982) y ZX Spectrum + (1984) cuyo diseño está inspirado en el QL Si esto fuera poco, el ordenador llegaba un mes antes que el Apple Macintosh y varios antes del Atari ST y el Commodore Amiga, además su potente procesador de la familia 68XXX seguía los pasos de Apple Lisa ¿Qué demonios podría fallar para que no fuera un éxito rotundo? Pues casi todo, no solo no lo fue, sino que más bien fue uno de los despropósitos más grandes que se recuerdan en la historia de la informática, una peripecia mucho más compleja de como se nos cuenta que tuvo hasta hijos como un ordenador bautizado por British Telecom: Merlin Tonto, ya para colmo de los despropósitos (¿Quién demonios tendría la genialidad de cargarse de un plumazo millones de posibles usuarios con tan solo un nombre?) u otro llamado cual superhéroe y dios mítico: THOR y con aspecto de PC clónico. Aquí nada fue blanco o negro, y la estupidez más absoluta se mezcló con la genialidad en un cóctel donde el orgullo y la tacañería lidiaron con las más nobles intenciones de ofrecer un gran ordenador de excelentes prestaciones para todo el público y donde hasta un coche eléctrico sin puertas en un país que se pasa media vida lloviendo y a menos de 15 grados fue clasificado como bicicleta en un tribunal contribuyendo a un desastre mítico del que podemos extraer productivas y divertidas enseñanzas. Aunque ya se ha hecho famoso y recurrente recordar que Linus Torvalds padeció este ordenador en su juventud y se inspiró en él para la programación de su Linux sin cometer los mismos errores y reproducir los aciertos, lo cierto es que no es fácil saber hasta qué punto fue influenciado en un sentido u otro, y el mismo Torvalds nunca lo ha aclarado de una forma clara. Resulta evidente que el resultado de Linux fue la suma de muchas confluencias y en este caso concreto hay que conocer muy bien la máquina para entender como afectó a las futuras decisiones que tomó Torvalds pues esta rara avis de color negro y diseño rompedor no dejaba impasible a nadie, el Sinclair QL entra por derecho propio en esa escueta vitrina de objetos que amamos u odiamos profundamente, pero que resultan difíciles de olvidar Merlin Tonto de British Telecom, un clónico del QL que no funcionó del todo mal, gracias a su extraña hibridación con un “teléfono” a modo de centralita y un teclado decente, eso sí, el nombre no pudo salir de las islas… Obsesiones La idea de Clive Sinclair era realizar una apuesta fuerte por salirse de la visión que la gente tenía del ZX Spectrum como un ordenador para jugar y poco más (lo cual no era en absoluto una creencia extravagante ya que su característico teclado de goma y las interminables cargas desde una cinta de casete no invitaban excesivamente a la programación de complejos proyectos de investigación o dirigir una contabilidad). Deseaba ofrecer un ordenador dirigido al mundo empresarial, académico o científico pero sin abandonar el mercado doméstico y a un precio moderado para la época. El problema radicaba en que Clive Sinclair era un hombre testarudo, incapaz muchas veces de escuchar, obsesionado por los costes y un sueño que le perseguía desde pequeño: la fabricación de un coche eléctrico, todas estas causas terminaron con algo grande justo antes de comenzarlo. Todo comenzó tres años antes, el ZX 81 había sido todo un éxito y en la empresa surgieron los rumores de un nuevo ordenador completamente diferente, portátil con una pantalla integrada, un año después gracias al ZX Spectrum vendían de un plumazo seis millones de unidades que se dice pronto, creando un reinado en Europa (mientras en Estados Unidos el todopoderoso Commodore marcaba el ritmo). En ese momento entró en la empresa un hombre crucial para esta historia: Tony Tebby, el cual se encargaría de la programación de este nuevo ordenador con nombre en clave ZX 83. En las distintas imágenes podemos ver evoluciones del QL hasta el hardware de nuestros días: Un modelo CST 640 K de RAM, disco duro SCSI de 20 MB, disquetera estándar de 3 1/2 y entorno gráfico y ratón, a la derecha arriba: circuito para conectar un teclado QL via USB, y un clon actual de la tarjeta de ampliación Trump Card de Miracle systems, que proporcionaba 768KBs extras y una controladora de disco… y sí, han leído bien “TRUMP” Card. Por entonces Clive Sinclair ya comenzó a pillarse los dedos anunciando en los medios que estaba creando un ordenador portátil con pantalla integrada y doble disquetera y aquí ya empezó el rosario que sería una constante en la política de esta empresa: anunciar novedades antes de tiempo, que una vez sentados a la mesa descubrían irrealizables. Los ingenieros se desesperaban al ver que no sería posible con los medios y presupuestos llegar a las metas fijadas en los plazos prometidos, cavando cada vez más profundo en su propia tumba un sepelio de promesas y expectativas resueltas a veces de maneras absurdas. En 1983 Sinclair lanza la unidad Microdrive junto a la Interface 1 y la Interface 2, destinadas a mejorar la conectividad del ZX Spectrum y su desastrosa capacidad de almacenamiento por cinta de casete, el problema intrínseco de esta tecnología radicaba en ser poco más que una cinta de casete diminuta de lectura secuencial con una serie de problemas tremendos imposibles de resolver por sus características mecánicas y el bajo coste de producción, la obsesión por el abaratamiento de costes provocó que estos artilugios acabaran instalados en el nuevo QL, dos unidades además, en vez de una unidad de disquetes de 3 ½ o similar que aportara fiabilidad y velocidad al sistema en sustitución de estas rudimentarias y baratas cintas que convertían el mantenimiento de la información almacenada en un verdadero infierno a nivel de seguridad, costes y tiempo, pero su obsesión por reducir el precio y desoyendo duras críticas le llevó por adoptar este loco sistema alejado de los estándares de la industria consistente en una bobina infinita de cinco metros de longitud y 1,9mm de ancho capaz de almacenar. Es difícil explicar con palabras lo que representaban estos cachivaches y la desesperación que provocaban al dejar de funcionar, provocando un rechazo automático de los usuarios del todo previsible. Sinclair TV80 (FTV1) 1984, disponía de un tubo CRT “plano” montado lateralmente junto a una lente correctora fresnel, solo vendió unas 15.000 unidades y la estocada final se la dio Casio al poco tiempo con la aparición de su nueva tecnología de cristal líquido (LCD) Al llegar 1984, Sinclair iba a arrastrar otro batacazo, más suave al menos, el TV 80, un diminuto televisor cuyo nombre venia nada más y nada menos porque costaba ¡80 libras!, (resulta difícil saber si detrás de este nombre realmente había un genio del marketing, un completo inepto o sencillamente no había nadie para ahorrar fondos hasta en la publicidad). Se habían dado cuenta que no podían hacer frente a un portátil y como mucho podrían realizar un ordenador de sobremesa así que rápidamente tras las consabidas discusiones cambiaron el rumbo, mandando el 12 de enero de 1984 un comunicado ahora ya sí como ordenador de sobremesa: el Sinclair QL acaba siendo presentado en sociedad y para variar siguieron generando expectativas absurdas e inciertas, pese a anunciar que el ordenador estaba prácticamente listo informando de que tardarían 28 días en comenzar su distribución, esta se alargó hasta casi cuatro meses, pues para variar todo estaba patas arriba. Nada más se recibieron las primeras unidades en las tiendas, la estupefacción comenzó a reinar a sus anchas ¿Por qué? El origen de este desaguisado había ocurrido tan solo unos días antes, pues justo al acabar de diseñar la ROM a toda prisa descubrieron que las 32 KB asignadas eran insuficientes para meter todo el sistema operativo y necesitaban 48KB ¡y eso a tan sólo unos días antes de salir al mercado!, así que ni cortos ni perezosos entregaron las primeras unidades con un cartucho externo que se conectaba a una ranura de expansión con las 16 KB de la ROM ausente, la cual tenían que conectar antes de encender el ordenador ineludiblemente para poder iniciarlo. Poca gente puede haber presumido de tener el mérito de traer a nuestro mundo las calculadoras de bolsillo… aquí tenemos el modelo Sinclair Cambridge, producido por su anterior empresa Sinclair Radionics en 1973, no podemos decir que no presentó ideas geniales. Otra vez reunión… Por enésima vez se reunía el gabinete de crisis de ingenieros para dar una solución hasta que la nueva placa base diseñada para dar cabida a la nueva ROM de 48KB estuviera lista, y lo consiguieron, por supuesto con ese estilo único digno del mejor manual de supervivencia ¿Cómo? Pues nada, soldamos otro chip encima de 16KB con lo que falta, soldamos TODAS las patillas una a una excepto una que la dejamos conectada con un cable a la placa base que sirva para multiplexar o algo así el chip soldado y que así el sistema sepa si nos referimos al chip soldado o al principal… y mañana será otro día. El sistema funcionó hasta que finalmente llegó la tercera versión, sin duda la solución transitoria era una absoluta chapuza pero transformó a este modelo en uno de las versiones de ordenador más raras de la historia y apreciada por coleccionistas de electrónica extraña como una de las piezas más significativas de la guerrilla tecnológica más surrealista. El pasado se une con el futuro…. ¡Fuera compatibilidad! Tal era su obsesión por hacerse un hueco como empresa que fabricara ordenadores respetables y prestigiosos tanto en el ámbito empresarial como académico que decidió que esta nueva máquina no sería compatible desde un principio con la infinidad de software, sobre todo juegos existente en el mercado para el ZX Spectrum, siendo probablemente una de las jugadas más estúpidas en la historia de la informática, pues ofrecer un sistema en esas condiciones y en aquella época era poco menos que un absoluto suicidio, por un lado representaba la irrelevancia en el mercado doméstico donde los videojuegos habían representado el gran boom expansivo de Sinclair y por otro lado los Microdrives representaban un suicidio para cualquier uso profesional de esta máquina. Casualmente esta política tan criticable de acabar con la retro compatibilidad se está poniendo de moda por razones muy distintas más ligadas al tema precisamente de la obsolescencia programada y el interés por las ventas de un mercado ávido de consumir, pero que en aquella época resultaba sencillamente un tiro en el pie donde Sir Clive Sinclair no comprendió ni de lejos la importancia del software preexistente para el éxito de su máquina. El empecinamiento con su vehículo eléctrico C5 fue una de las causas del final de su empresa, aunque nunca ha abandonado el camino como su reciente colaboración en el desarrollo de los motores para asistencia a bicicletas Zeta y Zeta II Y llegó el camino al infierno… Tener un Sinclair QL, representaba sobre todo al principio una ausencia casi total de software que limitaba completamente el desarrollo de la máquina, para colmo, era un ordenador realmente caro para un usuario doméstico que difícilmente podía acceder sobre todo fuera de Inglaterra a un mínimo soporte técnico, software de terceros o un simple juego, cuando a estas alturas sus hermanos menores y muchos equipos de la competencia ya contaban con tremendas librerías no sólo de juegos. Para ser justos diremos que había una excepción notable a la regla: el PSION CHESS, un ajedrez realmente excepcional con un tablero espectacular en 3D, realmente rompedor frente a la mayoría de aburridos y monocromáticos tableros 2D, para colmo en los campeonatos de computadoras era un temible rival (Habría que esperar ya al mítico Battle Chess, para encontrar algo que le hiciera sombra al menos gráficamente en ordenadores personales) Para colmo, aunque en teoría contaba con un sistema operativo dotado de un Basic muy potente y avanzado llamado SuperBASIC, diseñado conjuntamente por Jan Jones y Tony Tebby (mas centrado en el diseño central del conjunto del sistema operativo multitarea que presidia esta máquina: el Sinclair QDOS), lo cierto era que diseñar un juego representaba un problema tremendo por que aquella pantalla de tremenda resolución (hasta 512x256 píxeles) no había sido diseñada para mover gráficos a alta velocidad y aquél innovador SuperBASIC, ejecutado por un potente (otra vez en teoría) Motorola 68008 era desesperantemente lento, lo que obligaba a los programadores a necesariamente usar el código máquina (ensamblador) para conseguir un mínimo de fluidez, lo que mató su futura programación antes de empezar y eliminó de un plumazo el interés de los usuarios domésticos o amateurs por iniciarse en la programación de este rectángulo negro. Lo increíble de todo esto es que el SuperBASIC era REALMENTE un grandioso lenguaje de programación, que disponía en el modo de alta resolución de una pantalla partida que nos permitía ver el código mientras ejecutábamos el programa realizado, llamadas a procedimientos con parámetros a mil años luz del GO TO, GO SUB de los sencillos Basic de la época, comandos para gestionar una red o la multitarea, todo un sueño para muchos programadores de la época, pero el loco empecinamiento personal de Clive Sinclair en no permitir el uso de este ordenador para actividades lúdicas afectó de manera terriblemente negativa en el diseño del sistema operativo castrando casi literalmente su capacidad para programar videojuegos. Lo peor fue su falta de escrúpulos a la hora de advertirlo inequívocamente provocando muchas compras de usuarios entusiasmados de tener una máquina potente para iniciarse en la programación de videojuegos o directamente con intereses lúdicos (incluidos muchos jóvenes de escasos ahorros o padres bien intencionados, deseosos de poseer un equipo que fuera algo más que una carcasa barata y unas cuantas teclas de goma), lo que provocó sin duda el rechazo más airado y probablemente el sentimiento de engaño por parte de más de un comprador. Motorola 68008 montado sobre un QL con su característico chapado en oro del encapsulado, curiosamente los diseñadores lo colocaron justo en el extremo izquierdo de su alargada placa base, junto al puerto interno de expansión. Motorola 68008: 32 bits de fuerza bruta… estooo, un momentito… El ordenador se publicitó como una potente máquina de 32 bits en una época donde lo común eran los ocho bits y los caros equipos de 16 bits comenzaban su camino a precios terroríficos en el mercado doméstico, ¿cómo era posible entonces este súper procesador?, Pues como casi todo la cosa tenía mucho truco: ciertamente el procesador trabajaba internamente a 32 bits pero con el bus externo de tan solo ocho (lo cual le debía ir de perlas al Sr. Sinclair para abaratar costes en diseño y componentes) pero provocaba un terrible cuello de botella era algo así como un utilitario con motor Ferrari de última generación, eso sí, aquí hasta la carcasa parecía más de superdeportivo que de un Ford Focus Y durante un tiempo el truco de prestidigitador les funcionó bastante bien, además el procesador ciertamente superaba pese a su cuello de botella en prestaciones de cálculo a sus rivales en el momento de su salida (si bien la fiesta le duro poco, unos meses después los procesadores 68000 más puros y con anchos de banda superiores en los buses externos hicieron su entrada en escena de la mano del Apple Macintosh (ya presente en el Apple Lisa), Commodore Amiga y la gama Atari ST, cosechando el gran éxito que ya conocemos). Lo más gracioso de la historia estaba en que sin el empeño absurdo por limitar sus capacidades para realizar juegos, contaba con sobrada potencia para haber superado a los equipos presentes en el momento de su lanzamiento o sencillamente ejecutar todas las librerías de los ZX Spectrum a poco que hubieran intentado realizar una arquitectura o software que permitieran la compatibilidad. PSION Chess: Paradójicamente el ordenador sin juegos poseía uno de los mejores juegos de ajedrez de su época, con su precioso tablero 3D Y de regalo… Un teclado bonito, barato y desastroso No se le podía negar un diseño increíblemente bello y original (un estilo con el que además se continuó la producción de los posteriores modelos de ZX Spectrum por parte de Investrónica y Amstrad), diseñado en elegantes líneas rectas y un espectacular negro, el teclado daba un aspecto realmente impresionante, pero su obsesión por ahorrar costes y las prisas llevaron a que fuera un autentico problema, era un teclado de membrana realmente incómodo de usar a un millón de años luz de los teclados presentes en la mayoría de los PC, Apple Macintosh, Atari o Amigas de la época más convencionales y eficaces. Para empeorarlo, las prisas en el diseño provocaron que el circuito impreso el cual conectaba las pistas a la placa base se desquebrajara fácilmente dejándolo inutilizable, lo cual fuera del Reino Unido muchas veces representaba lentas y costosas reparaciones que no resolvían el problema o sencillamente suponían la defunción del equipo (en España algunos usuarios de mayor edad todavía recordarán con angustia las largas esperas por parte de la empresa Investrónica , a veces de más de un mes para que les repararan la dichosa membrana a precio de oro). Por suerte para los más pacientes e irreductibles se comercializaron teclados convencionales más adelante, que desmontando la carcasa superior reemplazaban este desastroso teclado pero obviamente afectaban muy negativamente a la estética y desgraciadamente el daño ya estaba hecho. Unidad de almacenamiento Microdrive, sobre la funda que contenía el paquete de software original del QL, probablemente una de las opciones más desastrosas de almacenamiento de la historia (incluso con permiso del radio casete) Tony Tebby, el héroe de la historia En toda buena historia siempre encontraremos un héroe dispuesto a dar la cara y resolver el desastre de turno, así que aquí no iba a ser menos. Justo el día después del lanzamiento Tony Tebby abandonaba la empresa harto de lo que consideraba un engaño respecto al proyecto inicial y una política de desarrollo absurda, continuando por su cuenta la batalla por convertir aquel ordenador en aquella increíble máquina con la que soñaba y desde luego hizo grandes cosas, nada más salirse se la jugó con un proyecto empresarial destinado a potenciar a su hijo ofreciendo un kit de extensiones del Sinclair QDOS llamado TK2(Toolkit 2) o un entorno gráfico PE (Environment Pointer) como con el que ya contaban los nuevos ordenadores de la competencia Apple Macintosh, Atari ST o el Commodore Amiga. Dichos upgrades dotaban al equipo de una increíble potencia, prestaciones y solucionaban los múltiples bugs y problemas que lastraron al Sinclair QL desde el principio, pero era demasiado tarde la máquina estaba condenada de muerte a causa de la sinrazón y cabezonería de Clive Sinclair que provocó desde el principio y rápidamente el fracaso del proyecto mientras se empecinada en otro de sus locos y ambiciosos proyectos, su coche eléctrico unipersonal. Finalmente y al poco tiempo tras unas cifras penosas de la empresa incluyendo el desastroso lanzamiento de su coche eléctrico, fue comprada por la empresa Amstrad, (competencia directa de los ZX Spectrum de la época) en manos de Alan Sugar, el cual rápidamente canceló la producción. Curiosamente se generó una apasionada comunidad que siguió fabricando expansiones, incluidos varios modelos superiores y mejorados como CST, Dan Soft o Miracle System con la gama Thor y las expansiones Gold Card entre otras o un emulador por hardware QXL instalable en una tarjeta ISA de PC. Lo más alucinante de la historia es que tanto el Sinclair QL y el QDOS con el apoyo de Tony Tebby han seguido evolucionando hasta ¡hoy en día! con el desarrollo de ampliaciones tanto de hardware como de software y que permiten al QL a día de hoy disponer de multimedia, gráficos en alta resolución, red Ethernet, acceso a Internet y capacidad para ejecutar el sistema operativo GNU/Linux… transformándolo en uno de los sueños más húmedos y una de las máquinas más apreciadas por algunos de los hackers más avanzados y extremos (¿Alguien se imagina poder jaquear un equipo de estos conectado a Internet o viceversa con su extraño sistema operativo?) Sin duda estar en presencia de un Sinclair QL es algo muy, muy especial, no te deja impasible, te afecta como le afectó a un joven a miles de Kilómetros y que sin duda fue quien más partido le sacó ahorrando el dinero de un cumpleaños y algunos trabajitos… Nuestro amigo Torvalds bebiendo para olvidar ;-) El único Sinclair QL en Finlandia Como muchos sabrán esta historia comienza a mediados de los 80, donde el 28 de Diciembre de 1969 había nacido en Helsinki un niñito que llevaba el nombre en honor al famoso premio Nobel de química Linus Pauling, trasteaba con los ordenadores al amparo de Nils y Anna Torvalds, una familia un pelín revoltosa y considerados radicales en la universidad de Helsinki de los años 60 que incluían hasta un padre comunista en el paquete y varios familiares en el sector periodístico y televisivo. Gracias a su abuelo materno Leo Törngvist pronto entró en contacto con los ordenadores a través de un Commodore Vic 20, para el que empezó realizando programas en Basic y luego en el difícil y complejo lenguaje ensamblador que hicieron que pronto nuestro joven Torvalds mandara al cuerno los esfuerzos de su padre por introducirle en el emocionante mundo de las variopintas actividades deportivas, transformándose en poco tiempo en un apasionado de las matemáticas y la programación. En 1987 (aquí la cosa ya comienza a ponerse un poco rara, pues no está clara la fecha exacta en la que lo adquirió y las cifras varían entre “un 1986-1987” y un “a mediados de los ochenta” según fuente y biografía, pero contando que salió a mediados de 1984, podemos considerar su adquisición como menos de tardía, en unas fechas donde su defunción hacía tiempo que había sido firmada y su fama de ordenador fracasado con muchos bugs , problemas y ausencia de software de todo tipo era muy, muy conocida, al menos fuera de las gélidas tierras finlandesas). La imagen nos muestra un ejemplo en ejecución de la extensión GMOVE programada por Linus Torvalds para el Super Basic del QL, imagen: Urs Köning (alias cowo) El mismo Torvalds afirma en “Just for fun” (realizado por el propio Linus y David Diamond) que lo compró por que tenía una “estética chula” y un procesador potente, con los ahorros que consiguió de un cumpleaños y varios trabajillos (Linus cuenta que ahorró unos 2.000 dólares para comprarlo, aproximadamente el precio de salida), lo que nos hace sospechar que probablemente fuera mucho antes de dicha fecha mencionada en muchas biografías y reseñas, pues para entonces el ordenador ya había experimentado una drástica caída de precio y difícilmente se podía encontrar en las tiendas a no ser que los distribuidores finlandeses aprovecharan la escasez de equipamientos en las gélidas tierras, lo cual tampoco sería de extrañar y desde luego que el número de Sinclair QL por aquellos lares tenía que ser realmente escaso o directamente nulo. Según sus propias palabras esta relación duró tres años, aunque pronto se sintió frustrado al darse cuenta que el propio ordenador no podía ser reprogramado debido a que el sistema operativo residía en una ROM (memoria de sólo lectura) y los tremendos fallos y limitaciones del equipo que el mismo reconoce, le ayudaron a no cometer los mismos errores al programar su núcleo de Linux. En 1988 siguió los pasos de sus padres y se matriculó en la Universidad de Helsinki, donde ya en 1990 tomó su primera clase de programación en lenguaje “C” que pronto usaría para escribir el kernel de Linux y a principios de 1991 con su nuevo compatible IBM PC con un Intel 386 a 33MHz y 4MB de RAM comenzó a programar la parte más jugosa y que todos conocemos, pero eso ya es otra historia… Biopsia de un rectángulo negro ¿Qué tenía de especial entonces este ordenador?, ¿por qué su hardware, aparentemente tan potente no ofrecía lo que prometía? ¿Qué había metido en ese trozo de plástico que pudiera enseñar algo positivo al creador de Linux? El jovencito Torvalds, como el mismo contó, a diferencia de la mayoría de usuarios en vez de emplear el potente SuperBasic que llevaba incluido de serie en la ROM y ponerse a programarlo a fondo como hubiese sido la opción más lógica para comenzar, le dio rápidamente por adquirir un intérprete y un compilador de Forth ( Este leguaje inicialmente fue diseñado para una aplicación muy concreta, la astronomía (cálculo de trayectorias de cuerpos en órbita, cromatografías, análisis de espectros de emisión ,etc.., de hecho un programa para la adquisición automática y continua de datos realizado en este lenguaje ha descubierto al menos la mitad de los cúmulos interestelares conocidos en la actualidad), aunque evolucionó a muchos campos con el paso del tiempo, durante los años 80 fue un lenguaje muy popular en ámbitos científicos y técnicos, poseía una alta facilidad para portar y actualizar su código, así que su elección era más inteligente de lo que a priori pudiera suponerse.) Unidades externas de 3 1/2 junto a la controladora insertada en el puerto interno de expansión, una opción indispensable si se quería trabajar con un Sinclair QL con un mínimo de fiabilidad. Rápidamente las limitaciones de la RAM fueron expuestas (de sus 128KB, el video empleaba 32KB, quedando pues solo 96KB, una vez más, el listillo de Clive Sinclair haciendo de las suyas…), así que se compró un módulo de expansión con una EEPROM para poder meter sus programas y no limitar la paupérrima RAM, también adquirió una unidad de disco de 3 1/2 pues tampoco tardó nada en descubrir el desastre que eran los microdrives si trabajabas un poco en serio, siempre pendiente de aquella ruidosa y frágil cinta girando a toda velocidad esperando el fatídico READ ERROR que siempre acaba produciéndose antes o después. Dado el perfeccionismo del joven Linus, hasta el controlador de la unidad de discos externa le parecía mal y ni corto ni perezoso se puso a programar una propia (que ya era ganas del chaval de complicarse la vida). Para semejante tarea primero tenía que desensamblar el sistema operativo, analizarlo y luego decidir las mejoras, vamos, algo que cualquier programador haría en un ratito por la tarde. Aquí ya el chaval descubrió que el sistema operativo estaba plagado de errores, lo cual no deja muy bien al equipo de Sinclair, si nos fiamos de las memorias del creador de Linux. La tarea en sí, ya hubiera sido difícil para cualquier programador profesional, imagínense para un chaval recabar documentación en Finlandia de un ordenador fracasado cuando hasta la Wikipedia era como un espermatozoide con aspiraciones e Internet, el sueño húmedo de algunas Universidades. Al principio comenzó programando su propio desensamblador pero la cosa era compleja así que pasado un tiempo acabó comprando uno, así como un editor (obviamente el Quill, el procesador de textos que venía de serie se le antojaba insuficiente). La cosa no mejoró, ya que no podía por volcarlos a su EEPROM, así que para cabezón el mío, se programó su propio desensamblador y editor. Le gustaba la velocidad de su editor de código y la funcionalidad de su assembler aunque se quejó de las largas horas y lo complicado de la tarea se nos antojan a día de hoy, de ser cierto, un prodigio de velocidad y genialidad para un programador amateur por mucho que ya prometiera. Con todo le repateaba que el sistema operativo estuviera escrito en una ROM, lo que dificultaba muchísimo modificarlo, limitándolo a ciertas zonas usando lo que los programadores llaman hooks. Desde luego en su cerebro después de hacer esta titánica tarea y aprender de los errores de este sistema operativo, la semilla para un gran sistema podría comenzar a germinar partiendo de un buen abono. Código Original de GMOVE, publicado por Linus Torvalds a la revista BITTI
El primo enfermo de Pac-Man Por muy amante que seas de la programación, semejante faena puede quemar al jovenzuelo más apasionado, así que tras sus primeras batallas serias con el QL decidió embarcarse en la programación de videojuegos. Su idea era crear versiones de videojuegos populares, los cuales luego solía enviar a revistas especializadas para sacarse algún dinero entre los que recuerda con especial cariño un Pac-Man programado íntegramente en ensamblador, funcionaba sin problemas y tenía una jugabilidad aunque lo recuerda según sus propias palabras como “el primo enfermo de Pac-Man” Su relación con el QL se dilató durante un periodo de tres años, donde fue sucedido por un PC clónico. Durante ese periodo tuvo tiempo de sobra para experimentar todas las carencias de aquella máquina y sus extrañas virtudes, curiosamente la carencia de software y los problemas del equipo le llevaron por caminos insospechados en un ordenador común de la época, suponemos que provocándole una visión muy distinta de la informática haciéndole comprender la relevancia vital de un buen sistema operativo y los principios que lo tenían que regir, a esto por supuesto tenemos que añadir múltiples factores relevantes como su paso por la universidad, un acertado contacto docente con el lenguaje “C”, o como él mismo reconoce, un gran libro de Andrew S. Tanenbaum: “Operating Systems: Design and Implementation”, auténtica obra clásica de la programación que sin duda aleccionó de manera impecable a Torvalds. Como punto final citaremos un pequeño fragmento del Blog de Urs König que contactó con él por el 25 aniversario del QL: “…cuando alguien me envía un correo electrónico diciendo que el Sinclair QL ha cumplido 25 años ayer y que debería mencionarlo en mi blog, me dije “hmm”. Porque aunque yo tuve uno y me gustaba tengo que decir que fui mucho más feliz con el PC por el que lo acabé reemplazando y decidí que no volvería a usar una máquina tan excéntrica nunca más”. Que la historia juzgue. Selección Laureada por los Redactores ¿Te gusta escribir? Araceli L. López - Sevilla Temas relacionados: Arqueología informática, ¿Te gusta escribir?, Curiosidades de la tecnología Reconocimientos y más información sobre la obra gráfica ADVERTENCIA: En este foro, no se admitirán por ninguna razón el lenguaje soez y las descalificaciones de ningún tipo. Se valorará ante todo la buena educación y el rigor sobre el tema a tratar, así que nos enorgullece reconocer que rechazaremos cualquier comentario fuera de lugar.
13 Comentarios
Soychanante
5/2/2017 00:54:47
Buenísimo el artículo. Y que recuerdos...
Responder
Paufiction
7/2/2017 09:56:31
Buen articulo, tengo un ql conectado. Una tarjeta cf como disco duro, es realmente un ordenador especial
Responder
InflexionPointD(admin)
7/2/2017 11:42:46
Eso si es aprovechar una Compact Flash, desde luego eso no es la típica controladora de Sandy o de Miracle , ¿Quizás Qubide?, nos encantaría que nos mandaras alguna foto y descripción para poner unas lineas de un buen ejemplo práctico como el tuyo, nos gustaría publicar ejemplos reales de cómo mantenéis vivas estas maravillas. (Puedes mandarlo a [email protected])
Responder
Enrique Vera
23/2/2018 21:03:59
¿Tiene vida a día de hoy? A mi me gustaba mucho el Super Basic con su extensión. Aprendías la lógica de la programación y programación estructurada. Ahora estudio C, pero no me olvido de los programas que podía hacer en Super Basic. Era muy estimulante ver cómo te obedecía la máquina y después consegui un compilador de Basic y los programas iban a toda leche. Y multitarea. Ideal para iniciarse en la programación, eso creo.
Responder
InflexionPointD(Admin)
24/2/2018 11:01:42
Aunque resulte increíble "algo" de vida le queda Enrique... no mucha, pero sorprende que todavía se construyan placas para adaptar incluso tarjetas SD como discos duros (que para los recursos de un QL es como una SSD). Existen numerosos emuladores para ejecutar una máquina virtual QL en diversas plataformas (PC, Mac, Linux) con mucho software liberado y programas de migración de sus documentos a otros S.O.s (Hasta existe una versión de C para el QL) . Puedes ejecutar una máquina virtual en tu ordenador y correr programas en SuperBasic en tiempo real sin problema.
Responder
Rafael
2/9/2018 21:37:28
Estupendo Reportaje. Mis felicitaciones.
Responder
4/9/2018 11:54:55
Muchísimas gracias. Efectivamente si no recuerdo mal la famosa en aquella época CEAC ofreció en un curso de informática un lote comprado a Investrónica (ya ni me acordaba, gracias por recordarlo es un dato curioso). En España recuerdo que existió una revista y dos boletines por correo (aún guardo varios ejemplares) pero como dices casi todo venia de Inglaterra (personalmente cuando era una cría, a través de la famosa revista inglesa QL World, si no recuerdo mal el nombre -compré por correo la famosa disquetera de 3.5" con la ampliación de 640K,- la Trump si no recuerdo mal- y el ratón con el cartucho con la rom de la interfaz gráfica, en España solo podías comprar prácticamente el monitor en color Qube y para de contar. Personalmente solo pude conectar el QL a dos más en un Corte Ingles con aquellos cables "de audio" gracias a un dependiente muy amable de los que no quedan que me dijo que me pasara una tarde con el ordenador a hacer la prueba. Como casi todo el mundo nos pasábamos los microdrives por correo certificado con lo que "pillábamos" cada uno a través de los contactos de las revistas. (Recuerdo mis primeros juegos: el Skull, el West (conversacionales) y un "Strip Poker", tuve que aprender a programar en SuperBasic o no tenia juegos y al final aprendí "C" con un ensamblador que me pasaron en el 86-87 y aún programo en "C++" aunque pronto igual me paso a C# ji,ji.
Responder
afx
23/6/2019 20:47:05
¡Excelente artículo!
Responder
Xavier
12/12/2019 15:40:37
Recientemente he adquirido un QL, era una asignatura pendiente debido a una curiosa historia....
Responder
Lion
24/11/2020 18:21:36
Mis padres alla por el 87 le compraron uno a un primo de un cortijo de Jaen que les habia encasquetado un vendedor ambulante. Mientras mis colegas tenian amstrad o spectrum yo me tenia q conformar con esta cosa rara que no tenia ni un juego, lo que me animo a investigar y crear mis propios juegecitos en basic por lo que me sirvio muchisimo para estimular mi curiosidad y creatividad. Que tiempos!!!
Responder
No me puedo creer la de historias increíbles que ha originado la llegada de un QL a la vida de alguien!, pero me voy dando cuenta de un leiv motiv principal! A todos nos alejó de nuestra zona de confort, alentando nuestra curiosidad e imaginación y eso es algo realmente excepcional, sobre todo en aquella época, donde para muchos un spectrum, amstrad o msx no era más que un juguete para "cargar" juegos. EL QL era comparativamente algo "muerto" sin embargo te daba la oportunidad de explorar el universo digital de una manera que jamás otras máquinas de la época podrian ofrecer, me atrevo a decir, casi hasta la llegada del PC. (quizás me he pasado un poco jajaja) pero así lo veo. Un abrazo Lion
Responder
Eduard
1/4/2022 20:48:59
Yo adquirí un QL con el que aprendí mucha informática y con su hoja de cálculo 'informatizé' la gestión de inventario de almacén de una empresa americana en España. Era una béstia en su momento que se adelanto a todo lo existente en el mercado. Aun lo tengo y funciona!
Responder
Deja una respuesta. |