¿Moción de censura o partida de ajedrez? La estrategia de las torres

Opiniones inútiles y completamente prescindibles

​Pedro Sánchez con 180 votos a favor, 169 en contra y una abstención, se ha convertido en medio de la sorpresa general en el séptimo presidente del Gobierno de la democracia española tras aprobarse en el Congreso de los Diputados la moción de censura contra Mariano Rajoy como consecuencia del órdago provocado tras la sentencia condenatoria del caso Gürtel. El Rey ha firmado hoy, 1 de Junio de 2018 el real decreto con el nombramiento de Pedro Sánchez, una vez que la presidenta del Congreso, Ana Pastor, le ha comunicado formalmente su investidura.

Por primera vez ha triunfado una moción de censura en la historia de España, llevamos escuchando esta palabra durante toda la vida, pero ha sido en 2018 cuando la historia de nuestro país ha cambiado por esta figura del derecho, comenzando una partida nueva completamente diferente, las reglas siguen y al parecer funcionan perfectamente pero las estrategias son completamente nuevas y han acabado con algunos jugadores clásicos.
 
El debate de estos días ha colocado a Pedro Sánchez al frente del Ejecutivo en España, aunque la palmada al botón del cronógrafo para esta nueva partida está probablemente en el partido de Pablo Iglesias quien inició este proceso con un tuit el jueves pasado tras conocerse la sentencia del caso Gürtel o directamente en la propia sentencia, tras la caída de Cristina Cifuentes era el momento de comenzar el juego:
 
“La sentencia de hoy debería tener como respuesta una moción de censura de la oposición. Estamos dispuestos a apoyar a Pedro Sánchez si la presenta. La democracia no puede soportar delincuentes a los mandos del Gobierno”.
 
Los jugadores de Podemos han sido un factor clave en los sucesos de esta semana, encargados de tejer los hilos de una estrategia que permitiese que la moción de censura prosperara y garantizar con ello iniciar la deseada partida que tantas veces se le ha resistido.
 
Sin duda ha demostrado madurez a la hora de mover las fichas en el tablero, cuando vio peligrar su viabilidad, realizó las jugadas apropiadas y añadió presión al PNV para que acabara por decantar la balanza con sus cinco diputados.
 
Por su parte el PSOE, perro viejo en la política española, demostró habilidad de precisión milimétrica, registrando sin hacer mucho ruido la moción un día después de conocerse la sentencia de la Audiencia Nacional sobre el caso Gürtel pero silenciando sus acciones en espera del jueves.
 
Todos los jugadores han movido sus fichas con astucia: José Luis Ábalos apuntó en su defensa de la moción de censura que esperaban la dimisión de Rajoy, algo que no llegó lógicamente, pero Pedro Sánchez contraatacó con las jugadas ya estudiadas pese al escepticismo de muchos y al final ganó .

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Margarita Robles la presento en el registro dos días después de que el Gobierno del Partido Popular hubiera tomado un respiro con la aprobación de las cuentas públicas y la guardia baja por el apoyo vasco, hasta el momento clave en esta legislatura pese “a defender sólo los intereses de Euskadi”, como bien dijo Aitor Esteban este jueves en su intervención, pero esto es política y nunca sabemos cómo puede acabar una jugada en el tablero más complejo que existe y ahora todos sabemos que el anuncio de una segunda moción de censura fue una jugada de presión que ayudó a decantar el voto del PNV.
                     
Pablo Iglesias era consciente de que una segunda moción sería una jugada de presión hacia los independistas vascos, sabía de la dificultad que hubiera supuesto nombrar un candidato de consenso con Ciudadanos, el posterior nombramiento de un Gobierno con ministros era poco menos que una locura y en estos momentos el enfrentamiento mortal entre Ciudadanos y Podemos es indiscutible, atrás quedaron ya los cafecitos en los bares transmitidos en una televisión donde la cordialidad les unía por un idílico amor por la renovación.
 
El mismo Iglesias sabía y no lo niega, así lo ha declarado, que provocar una segunda moción podía ayudar a decantar el voto clave de los nacionalistas vascos, quienes en un primer momento contemplaban viable la abstención. Para los políticos vascos, esas torres fuertes y monolíticas (podríamos decir lo mismo de los catalanes, ustedes deciden a quien le asignan las fichas, pero a estas alturas del texto ya se figurarán quienes eran las citadas fichas, que para quien no tenga mucha idea de ajedrez, les diré que solo son dos por equipo, juegan desde las esquinas, pueden hacer ataques fuertes y certeros y no hay jugador que no las tema como uno de los principales dolores de cabeza a la hora de ganar cualquier partida, no tenerlas bien controladas tanto  las propias, como las ajenas supone con certeza la derrota… no sé si me explico bien)

Pues bien para estas torres un adelanto electoral era el peor de los escenarios posibles frente a un Ciudadanos fortalecido, que en caso de apoyar una moción podría haber llevado rápidamente al país a las urnas, que le son en este momento, favorables como nunca tras la debacle moral y el escarnio al que el PP está siendo sometido por el caso Gürtel o las grabaciones casualmente filtradas de Cristina Cifuentes  y el escándalo del máster, lo cual, si añadimos su ferviente defensa de una España unida tras el desafío soberanista ha provocado un trasvase de votos claro desde las filas conservadoras tradicionalmente azules, desencantadas con los casos de corrupción y desmanes varios con los que los medios de comunicación nos acostumbraban a acompañar durante el desayuno, mientras el azote naranja ponía un terroncillo de azúcar en nuestro café para alegrarnos el día.
 
Seamos claros, todos conocían la fuerza de sus fichas de sobra y de antemano. Podemos no podía liderar la oposición ni un nuevo gobierno de momento, pero podía dar la impresión de haber hecho el trabajo sucio a Sánchez al contactar con todos los grupos que han apoyado la moción por el bien de España. La jugada era arriesgada y después todo el trabajo podía quedar enfocado en Pedro Sánchez, pero a estas horas ya sabemos que la jugada combinada resultó perfecta y están recogiendo los frutos, ahora llevan ventaja.
 
Todos conocen ya la importancia de la jugada de Podemos y ahora el PSOE sabe que le debe una a las torres independentistas y no solo Pedro Sánchez, si no toda España, así que no se puede negar la inteligencia de los nuevos jugadores y la resistencia indestructible de las torres, nos gusten sus ideas o no y lo mismo se puede decir de Ciudadanos.

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Ahora bien, el partido acusado de ser una marca blanca sin más del PP y que ahora aparentemente sale como perdedor y “protector” del partido derrocado, quizás esté jugando con sabiduría sus cartas al marcar unas líneas claras frente a la izquierda, el partido conservador clásico está muerto, Rajoy es ya un “bonito Jarrón Chino”, como diría Felipe González y toda la población con una mentalidad conservadora lo sabe, quizás se ataque a las torres, quizás se compita por ver quién las detiene mejor o quizás las torres les dobleguen, las torres siempre son torres y todos las temen.
 
Durante toda la historia de España, la derecha política se ha definido por la unidad y la izquierda por la dispersión (con perdón de las mayorías absolutas del PSOE que quizás a estas alturas, debamos verlas más como un paso hacia la modernización de España más que como un deseo real de girar a una izquierda tal como la entendíamos tradicionalmente, sencillamente la moda cambió).
 
Rivera y los chicos de Ciudadanos lo saben, a veces hay que dejarse ganar y ayudar al perdedor, porque ya saben lo que probablemente va a pasar, la dispersión del heterogéneo grupo que ha destronado a Rajoy puede ocurrir en cualquier momento y sus votantes jamás perdonarían una traición a los planteamientos básicos conservadores. Ahora unas elecciones les serian favorables pero nadie puede predecir que el desgaste del nuevo Ejecutivo no les beneficie incluso más.
 
Aunque claro, existe un pequeño problema, ahora Ciudadanos tiene que competir en la oposición junto al Partido Popular por ver quién la tiene más larga. A no ser, claro está, que desde alguna instancia se ordene la calma y la concordia pero eso ya sería especular sobre la capacidad real de los poderes fácticos para poner orden en la partida y obligar a todos los peones a jugar de una manera ordenada y coordinada, cosa bastante improbable incluso en las mejores familias (a la historia del Corte Inglés me remito, por si quedaran dudas)
 
Y lo mejor de todo, esos citados poderes fácticos sean quienes sean siempre se han llevado muy bien con las torres, al fin y al cabo todos sabemos que parte de las mismas siempre se han construido con el capital conservador, independentista eso sí, pero conservador al fin y al cabo ¿O alguien considera al PNV o a como se llame ahora a la extinta CiU  rojos peligrosos?
 
Sin duda se prevé a partir de ahora mismo una oposición salvaje y sanguinaria del PP y Ciudadanos al nuevo Ejecutivo socialista, es lo lógico, cuando se va perdiendo la partida hay que arriesgar, ya no importa perder fichas, lo importante es tomar la iniciativa y atacar, incluso el reloj puede llegar a jugar en nuestro favor. Las declaraciones de Rafael Hernando han sido un aperitivo exquisito del desgaste que se espera en los próximos meses sobre estas jugadas:
 
“Estaremos aquí con 137 diputados y con la mayoría absoluta en el Senado”
 
Pedro Sánchez tiene ahora la papeleta más difícil para mover ahora sus fichas, cierto es que hace dos años la propia defenestración en su propio partido hacia impensable lo que ha ocurrido, su capacidad de juego es probable que no se la crea ni él.  Ahora es cuando llega el momento de la verdad, de las decisiones realmente difíciles.

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Iglesias declara abiertamente que a Sánchez le convendría incluir a Podemos en su nuevo Gobierno para obrar con libertad, pero sabe que erosionaría la imagen del PSOE y fortalecería la de Podemos, así que si no hay sorpresas, Sánchez seguirá la lógica de partido y diseñará un gobierno de su propio color.
 
Pero claro, la sensación de traición a la izquierda y de desagradecimiento se pueden disparar entre sus votantes dubitativos y puede reafirmar a los de Podemos. Son demasiadas combinaciones y él lo sabe, se diga lo que se diga el enemigo natural del PSOE no es Ciudadanos, si no la nueva izquierda liderada por Podemos, así que dejar entrar en casa al enemigo podría ser devastador y eso sin contar con las naturales exigencias independentistas.
 
Los partidos independentistas siempre han sido la clave para el gobierno en España cuando las cosas se han puesto feas, todos los que han llegado al poder en España lo han sabido y negarlo siempre ha supuesto la debacle, esta vez no iba a ser diferente, una torre es fuerte pero en estas partidas su genio es muy voluble, así que manéjalas mal y puede que te caigan encima.
 
Cuando Pedro Sánchez reconquistó el poder en su partido y volvió a coger el bastón de mando para dirigir la partida regresó con un proyecto de España plurinacional, (sea lo que sea eso, que sinceramente después de toda una vida no sé cómo se cose y mira que lo deseo saber) Ciudadanos y el PP ha dado por muerto este proyecto desde el comienzo pero Podemos, comparte esa idea plurinacional y federal para España como estrategia a seguir para resolver las crisis territoriales, Podemos siempre ha defendido un referéndum pactado con el Estado para Catalunya en el que se intenta convencer a los catalanes para seguir en España,  aunque en primera instancia la opción no resultó muy bien en las pasadas elecciones catalanas, ahora se podrían recoger los frutos de una jugada tan arriesgada.

El mantra de la España irreformable ha desparecido, las torres nunca han sido los Reyes ni las Reinas de las partidas, que por cierto, para quien no entienda de ajedrez, son las mejores fichas, son pocas en el tablero, tan solo una por jugador, pero son las que mejor se mueven y pelean, en definitiva las más poderosas del tablero, pierde a tu Reina y probablemente estés muerto.
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Pero por favor, no seas tan tonto de despreciar a tus torres, ni a las de tu vecino porque al final siempre son las que acaban decidiendo la partida a poco que los Reyes y las Reinas se duerman en los laureles, se lanzan desde sus esquinas y cuando te quieres dar cuenta ya estás en la oposición criando malvas.

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Mani G. (ManiPinkless)​

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